RatatouilleAnimación
7.3
101,959
Animación. Comedia. Infantil
Remy es una simpática rata que sueña con convertirse en un gran chef francés a pesar de la oposición de su familia y del problema evidente que supone ser una rata en una profesión que detesta a los roedores. El destino lleva a Remy a las alcantarillas de París, donde su situación no puede ser mejor, ya que se encuentra justo debajo de un restaurante que se ha hecho famoso gracias a Auguste Gusteau, una estrella de la nouvelle cuisine. A ... [+]
30 de agosto de 2007
30 de agosto de 2007
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como bien comentó la crítica, Brad Bird se está ganando a pulso un rincón de prestigio en la historia del cine (quién podría haber pensado esto de un director de películas de animación, pocos años atrás). El listón no lo tenía precisamente bajo tras haber creado ‘El gigante de hierro’ -de la que lamento profundamente no haber conseguido ver el final aún- y ‘Los Increíbles’, que la sigo considerando como su mejor trabajo. Pero con ‘Ratatoullie’ el director norteamericano ha sabido mantener el nivel, y hasta hay quien dice que ha logrado superarse.
El último filme de la factoría Pixar narra la historia de Remy, una rata que habita en Francia y que tiene una sobrenatural dote para la cocina. Bajo la consigna de “todo el mundo puede cocinar” emprende su particular aventura hasta asentarse en un prestigioso restaurante parisino, donde ayudará a un novato y patoso cocinero a progresar en su dura carrera. Pixar siempre ha conseguido conectar con el público, y este caso no es una excepción, pues lo cierto es que resulta casi imposible no encariñarse con la pareja protagonista, a pesar del claro inconveniente de ser criaturas digitales. Además, el guión y la experta dirección de Bird garantizan una diversión apta para todas las edades.
A destacar está la siempre curada animación (cada rata tiene una media de 30000 pelos por todo su cuerpo), las elaboradísimas escenas de acción y un buen grupo de entrañables secundarios, como el hermano de Remy o el esquelético crítico culinario Anton Ego, capaz de horrorizar o enternecernos evocando maravillosamente a Marcèle Proust al probar el plato especial de Chez Gusteau. Como nota negativa tocaría destacar el siempre presente mensaje azucaradillo, con el tema de la unión familiar como eje central, algo que por lo menos a mí ya me empieza a cansar un poco (pero es lo que hay, sobretodo cuando es la Disney la que pone la mayor parte del dinero). Pero al fin y al cabo no importa demasiado porque no consigue hacernos olvidar que ‘Ratatouille’ es un filme inteligente, entretenido, y memorable. Un filme redondo (tanto como el juego de palabras que supone su título). Sin duda HAY que verla.
P.D.: Mención aparte merece el genial cortometraje ‘Lifted’, sobre un alienígena en prácticas de abducción. Su visionado antes de la película ya justifica en parte los euros gastados en la entrada.
El último filme de la factoría Pixar narra la historia de Remy, una rata que habita en Francia y que tiene una sobrenatural dote para la cocina. Bajo la consigna de “todo el mundo puede cocinar” emprende su particular aventura hasta asentarse en un prestigioso restaurante parisino, donde ayudará a un novato y patoso cocinero a progresar en su dura carrera. Pixar siempre ha conseguido conectar con el público, y este caso no es una excepción, pues lo cierto es que resulta casi imposible no encariñarse con la pareja protagonista, a pesar del claro inconveniente de ser criaturas digitales. Además, el guión y la experta dirección de Bird garantizan una diversión apta para todas las edades.
A destacar está la siempre curada animación (cada rata tiene una media de 30000 pelos por todo su cuerpo), las elaboradísimas escenas de acción y un buen grupo de entrañables secundarios, como el hermano de Remy o el esquelético crítico culinario Anton Ego, capaz de horrorizar o enternecernos evocando maravillosamente a Marcèle Proust al probar el plato especial de Chez Gusteau. Como nota negativa tocaría destacar el siempre presente mensaje azucaradillo, con el tema de la unión familiar como eje central, algo que por lo menos a mí ya me empieza a cansar un poco (pero es lo que hay, sobretodo cuando es la Disney la que pone la mayor parte del dinero). Pero al fin y al cabo no importa demasiado porque no consigue hacernos olvidar que ‘Ratatouille’ es un filme inteligente, entretenido, y memorable. Un filme redondo (tanto como el juego de palabras que supone su título). Sin duda HAY que verla.
P.D.: Mención aparte merece el genial cortometraje ‘Lifted’, sobre un alienígena en prácticas de abducción. Su visionado antes de la película ya justifica en parte los euros gastados en la entrada.
15 de diciembre de 2007
15 de diciembre de 2007
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Noche de sábado, aburrido en el sofá frente a la televisión, acompañado unicamente por una televisión aburrida y una casa vacía. Al instante llega mi hermano y me grita poniendo el dvd: ¡Mira lo que me han dejado! En fin, una película más de disney quiero no puedo, pienso yo. Al cabo de 20 minutos empiezo a retractarme de mi pensamiento y ya cuando acaba la película solo digo una frase: Como me callo esta boca que tengo. Pedazo de película de la factoría Pixar que nos vuelve a dar una gran satisfacción con su conseguida animación que en algunos momentos nos hace creer que estamos en una de esas mágicas calles de París saboreando esos suculentos platos y esas increibles vistas. Guión original que ya no nos da una única moraleja al final de la entretenida historia, sino que hace adaptar el final a cada sentimiento que hayamos tenido al tiempo que la disfrutamos. Una ambientación artística y una lograda música que resalta perfectamente el encanto parisino haciendo un disfrute a cada escena de la película. Y ya no puedo hablar de los personajes ya que me quedaría corto al intentar describir el encanto que resalta la rata Remy, el tímido pero luchador aprendiz de cocina y toda esa pandilla de ratas que me hizo reir a carcajadas. Estos fueron los grandes ingredientes de ese banquete de una noche de sábado.
27 de noviembre de 2007
27 de noviembre de 2007
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero fueron juguetes, luego bichos, monstruos, peces, superhéroes, coches, y ahora le toca el turno a las ratas. Un largo camino ha recorrido Pixar desde que Woody y Buzz llegaran a nuestras pantallas. Un camino que siempre ha ido in crescendo, llegando aquí a su punto más alto hasta el momento. Como ya dije en otra crítica, Disney está viviendo gracias a Pixar una segunda edad de oro en cuanto a cine de animación se refiere. Todas las películas surgidas de la colaboración entre estas dos grandes productoras han ofrecido tanto a niños como adultos una calidad de animación difícilmente superable, y, más importante, unos guiones que (casi) siempre estaban a la altura.
"Ratatouille" me ha sorprendido gratamente. He de confesar que esperaba encontrarme con una película del estilo de las anteriores, seguro de que iba a pasar un buen rato y de que la animación iba a ser excelente, alcanzando unos niveles de perfección y detalle a los que ya nos tienen acostrumbrados. No obstante, "Ratatouille", aparte de todo esto, tiene algo más. El guión, la historia sobre la que se sustenta el filme, es simplemente genial, superando con creces a todas las demas cintas (aunque "Toy Story" sigue siendo mi favorita, pero con esta nueva pisándole los talones).
Con personajes entrañables que van desde la rata Remy hasta el magistralmente concebido crítico Anton Ego (Peter O'Toole en su versión original), "Ratatouille" se destaca como una pequeña maravilla dentro del mundo no sólo de la animación, sino del séptimo arte. El enmarcar la cinta en París es otro gran acierto por parte de los guionistas.
Como en un buen plato, hay que saber apreciar las diferentes texturas de esta obra que Brad Bird nos pone por delante, lista para ser degustada, acompañada de una carta de críticas que la sitúan como la más firme candidata a llevarse el Oscar a Mejor Película de Animación de este año. No me extrañaría lo más mínimo. Es más, aún a falta de conocer a las candidatas, me atrevo a decir que sería una injusticia que no lo lograra.
Y del mismo modo que Anton Ego nos regala una muy interesante reflexión final acerca de los críticos y sus críticas (valga la redundancia), "Ratatouille" no debe tener miedo en ese aspecto, pues estoy convencido de que allá donde vaya, triunfará. Como hacen los mejores platos.
"Ratatouille" me ha sorprendido gratamente. He de confesar que esperaba encontrarme con una película del estilo de las anteriores, seguro de que iba a pasar un buen rato y de que la animación iba a ser excelente, alcanzando unos niveles de perfección y detalle a los que ya nos tienen acostrumbrados. No obstante, "Ratatouille", aparte de todo esto, tiene algo más. El guión, la historia sobre la que se sustenta el filme, es simplemente genial, superando con creces a todas las demas cintas (aunque "Toy Story" sigue siendo mi favorita, pero con esta nueva pisándole los talones).
Con personajes entrañables que van desde la rata Remy hasta el magistralmente concebido crítico Anton Ego (Peter O'Toole en su versión original), "Ratatouille" se destaca como una pequeña maravilla dentro del mundo no sólo de la animación, sino del séptimo arte. El enmarcar la cinta en París es otro gran acierto por parte de los guionistas.
Como en un buen plato, hay que saber apreciar las diferentes texturas de esta obra que Brad Bird nos pone por delante, lista para ser degustada, acompañada de una carta de críticas que la sitúan como la más firme candidata a llevarse el Oscar a Mejor Película de Animación de este año. No me extrañaría lo más mínimo. Es más, aún a falta de conocer a las candidatas, me atrevo a decir que sería una injusticia que no lo lograra.
Y del mismo modo que Anton Ego nos regala una muy interesante reflexión final acerca de los críticos y sus críticas (valga la redundancia), "Ratatouille" no debe tener miedo en ese aspecto, pues estoy convencido de que allá donde vaya, triunfará. Como hacen los mejores platos.
30 de agosto de 2007
30 de agosto de 2007
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Género: Animación. Subgénero: Ratones. Clase: Superación personal
La gente de Pixar es fascinante: hay momentos en que realmente no sabes si estás viendo un dibujo o una fotografía. Más allá de los progresos técnicos (desde los movimientos de las ratas a mil y un pequeños detalles) la película es entretenida aunque se sostiene sobre el esquema clásico que, con variaciones, funciona hoy en día entre los niños (y los padres): familia monoparental, padre dominante, hijo que se siente incomprendido porque es DIFERENTE. En fin, una historia de tenacidad y superación personal, o ratonil, como se prefiera. Película sin sorpresas a las que ya estamos acostumbrados (vamos, que no es MONSTRUOS S.A., ni TOY STORY, quiero decir). Los niños pequeños (menores de seis años) posiblemente se aburran durante algunas partes, ya que algunos diálogos están dirigidos a los adultos acompañantes. Se ve con gusto y tiene algunos gags potentes. Por lo demás no hay sorpresas.
La gente de Pixar es fascinante: hay momentos en que realmente no sabes si estás viendo un dibujo o una fotografía. Más allá de los progresos técnicos (desde los movimientos de las ratas a mil y un pequeños detalles) la película es entretenida aunque se sostiene sobre el esquema clásico que, con variaciones, funciona hoy en día entre los niños (y los padres): familia monoparental, padre dominante, hijo que se siente incomprendido porque es DIFERENTE. En fin, una historia de tenacidad y superación personal, o ratonil, como se prefiera. Película sin sorpresas a las que ya estamos acostumbrados (vamos, que no es MONSTRUOS S.A., ni TOY STORY, quiero decir). Los niños pequeños (menores de seis años) posiblemente se aburran durante algunas partes, ya que algunos diálogos están dirigidos a los adultos acompañantes. Se ve con gusto y tiene algunos gags potentes. Por lo demás no hay sorpresas.
17 de julio de 2014
17 de julio de 2014
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me atrevería a decir que incluso aquellos que no se sienten nada atraídos por el género de la animación, en el caso de ver "Ratatouille", quedarán satisfechos con este largometraje de una rata de exquisito paladar y de tan buenas maneras en la cocina. Lo de la animación tiene que ver mucho con la ciencia-ficción, en el momento en el que el espectador asume que se le otorga conciencia a unos animales todo lo que venga después no debería ser censurado en esta línea. A la animación en general, y a "Ratatouille" en concreto, se le puede criticar por los gustos de los hechos que se nos presentan, pero no en función de su verosimilitud. Es decir, si vemos a la rata, nuestro "petit chef", agarrado a los pelos de la cabeza del pelirrojo lavaplatos y dirigiendo sus movimientos como si fuera una marioneta, no debería criticarse desde nuestra incredibilidad, es una cuestión de gustos, de que lo que veamos nos haga gracia o no. Por ello, aunque mi nota de la película no la pueda elevar hasta lo más alto, creía necesaria esta defensa, y es que la mayoría de cosas que he visto en "Ratatouille" me han gustado.
Para mi memoria quedará el retorno a la infancia del crítico culinario, que en el mismo momento en el que prueba un bocado del plato que prepara la rata se traslada al pasado. Los sabores, la música, los olores, a menudo sin saber cómo, hacen que rememoremos lo que una vez fuimos, idea que nos es mostrada en esta película de manera maravillosa. Es evidente que como producto orientado a las masas "Ratatouille" peca del uso de clichés muy vistos en muchísimas otras películas, pero como bien señala la mayoría, eso no supone que no funcionen. De hecho, un habitual detractor del género como un servidor está tecleando a favor de este largometraje. Que la película esté localizada en Paris ayuda, por una vez no estamos en los USA. Y además, que las ratas (excepto nuestro protagonista) actúen acorde a la imagen que tenemos de estos animales, desde la simpatía por supuesto, me ha parecido todo un acierto. Me gustan más estos roedores que el famosísimo Mickey, que ni siquiera se mueve a cuatro patas.
Para mi memoria quedará el retorno a la infancia del crítico culinario, que en el mismo momento en el que prueba un bocado del plato que prepara la rata se traslada al pasado. Los sabores, la música, los olores, a menudo sin saber cómo, hacen que rememoremos lo que una vez fuimos, idea que nos es mostrada en esta película de manera maravillosa. Es evidente que como producto orientado a las masas "Ratatouille" peca del uso de clichés muy vistos en muchísimas otras películas, pero como bien señala la mayoría, eso no supone que no funcionen. De hecho, un habitual detractor del género como un servidor está tecleando a favor de este largometraje. Que la película esté localizada en Paris ayuda, por una vez no estamos en los USA. Y además, que las ratas (excepto nuestro protagonista) actúen acorde a la imagen que tenemos de estos animales, desde la simpatía por supuesto, me ha parecido todo un acierto. Me gustan más estos roedores que el famosísimo Mickey, que ni siquiera se mueve a cuatro patas.
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