Tiene los suficientes elementos para ser disfrutable: cuidada producción, ambientación, actores, eficacia narrativa y un guión de los Coen sigue siendo mucho aunque sea de hace 30 años y retocado por el propio Clooney. El problema es que la vena social de Clooney y la endiablada sátira del humor negro de los hermanos que el director conoce de primera mano no acaban de empastar desenfocando el conjunto y saltando de un tono a otro sin que el resultado final sea convincente.
Los incidentes racistas basados en hechos reales parecen demasiado subrayados y fuera de lugar en el guiñol sangriento, casi de dibujos animados que conforma el resto de la historia. Un cuento de egoísmos y frustraciones malsanas que destripa a una sociedad de postal coloreada, un mundo feliz plagado de cachivaches incapaces de satisfacer los deseos de un ser humano mucho más tribal y que a la postre acaban por enterrarlo en la telaraña del consumismo que terminará devorándolo.
Clooney y los actores lo intentan con su buen hacer pero quizás es que para darle el punto a un guiso de los Coen no haya nadie mejor que ellos mismos.

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Vi “Suburbicon” (“Suburbicon: Bienvenidos al paraíso”, EEUU, 2017) dirigida por George Clooney [1961-] a quien le profeso un gran respeto como director/productor, más que como actor. El guion reúne dos duplas con formas de hacer cine bien diferentes, de un lado los hermanos (Ethan y Joel) Coen, y del otro George Clooney y Grant Heslov (quienes ya han trabajado juntos antes en otras obras y son socios de la compañía de cine Smoke House). El reparto es de lujo: Matt Damon (aplausos), Julianne Moore, Óscar Isaac y Glenn Fleshler (aplausos), entre otros. Estamos ante una cinta dramática a la vez que con algunos aires de thriller detectivesco. En un pueblo tranquilo y apacible (Suburbicon) de los Estados Unidos, durante los años 50 del siglo pasado, se presentan dos historias terribles: la segregación racial hacia una familia afroamericana que recién se muda a dicho lugar y el extraño homicidio de una madre. Empiezo señalando que esta cinta está bien dirigida y producida. Se nota la mano de Clooney, un experto en su oficio. Eso sí, no diría que estamos ante una de sus obras cumbre. Incluso, al finalizar, me pareció sentir que este filme se asemeja a las obras intermedias entre obras-maestras, obras que hacen los grandes maestros del arte con el fin de no perder el ritmo de trabajo o no dejarse llevar por la pereza-rutina mientras la inspiración vuelve a aparecer. Pasando a otro tema, un componente para no perder de vista es el guion, con el inconfundible sello de los hermanos Coen, que atrae tanto como la dirección. Empero, unir en un todo coherente y entretenido dos maneras de hacer cine –el cine del asombro narrativo de los Coen y el cine de denuncia o progresista de Clooney/Heslov– es algo complicado. En la película hay un afán de conectar el relato del homicidio (donde se nota la mano de los Coen) con el de la segregación racial (producto de la mente de Clooney/Heslov), pero el resultado es demasiado artificial. El espectador queda con la duda sobre qué aporta cada parte a la otra, y la conclusión es más bien decepcionante. Bien se pudieron haber hecho dos narraciones paralelas diferenciadas en la misma obra. A pesar de esto, sí resalto la maestría de los hermanos Coen entre otras cosas por este aspecto: desde (poco antes de) la mitad de la cinta, el desenlace básico ya está cantado. No hay sobresaltos narrativos, salvo en algunos detalles que mantienen la atención del espectador. Es solo de maestros poder ofrecer un buen producto al espectador a pesar de que este ya conoce, desde muy rápido, la real personalidad de los protagonistas y la llave maestra de la intriga. Igualmente, son de aplaudir las actuaciones, en especial la de Matt Damon, quien se anota un nuevo triunfo en su carrera. Incluso, muchos personajes de reparto logran impactar con sus interpretaciones. Efecto, creo yo, de estar en buenas manos la preparación de sus papeles. Finalizo invitando a reflexionar sobre el trasfondo racista de una sociedad que se considera amable y apacible. Obviamente, es fácil identificar las posturas discriminatorias en el pasado remoto, pues las ideologías han mutado mucho. El reto está en identificar en el presente comportamientos similares de discriminación, incluso entre aquellos que se autoproclaman como progresistas. En este sentido, la película que ahora reseño no pierde su contenido de denuncia si el espectador cuestiona su cotidianidad. En conclusión, la recomiendo, en tanto es una cinta entretenida, bien producida y con un guion interesante. 2018-09-25.

De un tiempo a ésta parte George Clooney, en su faceta de director, se ha convertido en un tuercebotas con grave déficit de personalidad. No hay nada que relacione entre si sus últimos trabajos, cada uno es de una madre y de un padre. Hubo un tiempo, seguramente tras "Buenas noches, y buena suerte" (2005) y "Los idus de marzo" (2011), en que sí se atisbaba una línea editorial, por llamarlo de alguna manera. La mejor época de Clooney, que duda cabe. Pero la desastrosa "The monuments men" (2014), que poca o ninguna relación mantenía con las antes citadas, marcó el principio del fin.
"Suburbicon" vuelve a guardar cero relación, no solo ya con la etapa buena de George Clooney, sino también con la mala. Cada día sopla el viento por un lado diferente, y tengo el anemómetro que un día de estos echa la papilla. Y por establecer un baremo este film no llega al nivel de lo mejor de Clooney, pero sobrepasa sin problemas el listón de lo peor.
"Suburbicon" es una especie de juguetón thriller enclavado en la comedia negra, muy a lo hermanos Coen, que por momentos se refugia en el drama de trasfondo social. En fin, una desconcertante algarabía de géneros que acaba revelándose como una bestia indomable para el pobre de Clooney.
El primer borrador de "Suburbicon" lo armaron Joel & Ethan Coen allá por 1986. Pero posteriormente, seguro que por amiguismo, se lo cedieron a George. Éste y Grant Heslov, su co-guionista habitual, decidieron reescribirlo. Imagino que para darle más empaque, o para sentirse verdaderos autores, o yo que se para que. El caso es que el nuevo texto mezclaba lo ya existente de los Coen con la historia real de la familia Myers. Única familia de color en un vecindario blanco de Pennsylvania que les acabó haciendo la vida imposible por ello. Racismo y trascendencia, todo uno. Y el problema es que, por mucha nueva y ostentosa capa de barniz que le hayan querido dar Clooney & Heslov al guion, "Suburbicon" acaba quedando como un vulgar dos películas en uno en el que brilla más lo pretendidamente enmascarado que lo intencionadamente evidente.
El factor Coen salva "Suburbicon". Simple y llanamente. Bueno, eso desde el punto de vista de un amante de los hermanísimos. Quien no conecte con su cine, pues ni idea de por dónde saldrá. Una película a la que, además, le cuesta horrores encontrar tono —no tengo muy claro que lo acabe encontrado— y rumbo. De sutileza tampoco va muy fina que digamos.
En definitiva, a ver si te compras una brújula, George Clooney.

Las cosas buenas que pudiera tener la peli como la buena interpretacion de matt damon, algunos gaggs o el aroma kitsch, no funcionan juntas, hay muchos personajes anodinos cuyas decisiones no se entienden, otros que directamente no aportan nada para la cuota de protagonismo que tienen, esto junto a que hay partes de la peli bastantes previsibles hace que escenas supuestamente rompedoras acaben resultando insulsas

Un misterio criminal ambientado en un tranquilo pueblo familiar norteamericano durante los años 50, donde lo mejor y lo peor de la humanidad se ve reflejado en las vidas de la gente corriente. Cuando un allanamiento de morada se vuelve mortal, una familia aparentemente perfecta empezará a hacer uso del chantaje, la venganza y la traición.


Los hermanos Coen me parecen escritores muy inteligentes, desde una simple premisa puede convertirse en algo excelente, como paso con Fargo (1996) que es la única que vi de ellos completa. También vi algunas partes de El Amor Cuesta Caro en la televisión y los comienzos de El Gran Lebowski y El Quinteto De La Muerte.

Y el año pasado llego su nueva propuesta.

El tráiler nunca lo vi completa, pero siempre miraba la parte final cuando Matt Damon se escapaba en esa bicicleta con el efecto de sonido de los pedales… me rendí cuando lo vi. Pero cuando miraba las críticas el ánimo se me iba. Decían que era muy mala… yo no podía concluir nada porque no la vi. Cuando llegue a las salas de cines, la voy a ver y sacare mi propia conclusión.

Pero la macana es que nunca llego a las salas de cine en Colón y tuve que esperar hasta hace unos días cuando apareció para descargarla subtitulada y ayer a la tarde con un calor aproveche para verlo.

Primero, la calidad y la ambientación son excelentes. La década del cincuenta: autos, tiendas, vestuarios, todo, está muy bien hecho. La fotografía de Robert Elswit acompaña muy bien en esta parte.

Es la segunda producción que veo de George Clooney como director, la anterior fue Operación Monumento que también era una película de época que me pareció entretenida. Acá en Suburbicon: Bienvenido Al Paraíso realizo un mejor trabajo, poniendo la cámara de manera muy experta realizando escenas que puede ocurrir dos cosas: te reís y lo disfrutas o te provoca incomodidad de la situación que ocurre. Lo filma con un ritmo lento pero entretiene.

Clooney sería como el tercer hermano de los Coen. El entiende su modo de contar historias, ya trabajaron juntos en 4 películas (¿Dónde estás, hermano?, El Amor Cuesta Caro, Quémese Después De Leerse y ¡Salve, César!). Suburbicon es su quinta colaboración, solo que el actor dirige.

Hablando de actores vallamos a nuestros protagonistas que realizaron un muy buen trabajo. Matt Damon hace un muy buen papel que cuando está a punto de concluir esta historia darás una opinión si es un personaje amado o odioso.

Después tenemos a Julianne Moore -que ese mismo año participo en Kingsman: El Circulo Dorado- que aquí tuvo un arriesgado y extraño doble papel que se lo lleva por buen camino. A mí me parece una actriz linda y pasa lo mismo con Damon: al final amas u odias al personaje.

Y por último, lo mejor de esta cinta, es la actuación revelación que hace el niño Noah Jupe. Es tan buena y tan creíble que te encariñas con el enseguida. A él lo había visto en Extraordinario, la última gran película del año pasado.

De ahí tenemos el segundo bando de actores que están bien destacando a los que hacen de los mafiosos y a la familia negra.

De Oscar Isaac me hubiera gustado más participación, pero igual está bien en su papel.

La música de Alexandre Desplat está bien hecha.

Volviendo a los Coen realizaron un guion -junto con el propio Clooney y Grant Heslov- muy redondo pero que se arriesgaron a meter dos temas impactantes y mezclándolos con humor negrísimo: el racismo y la mafia. En esas décadas el racismo y el rechazo a la gente de color era muy alta en esa época y queda muy bien plasmado aquí… obviamente con el sello Coen. Después esta el tema de que el personaje de Matt Damon debe plata a la mafia, es acosado y hasta asaltado en su propia casa donde ocurren las tragedias.

También me gusto como el libreto realiza una crítica a la sociedad, incluso la ciudad que puede aparentar más simpatía a través de la publicidad -como muestran al principio- puede tener su maldad por dentro.


En resumen, es una muy buena película que tiene lo suyo, una muy buena dirección y actores excelentes. Con un ambiente de 10 puntos. Un guion que se arriesgo y le salió muy bien la apuesta con un final muy impactante e impredecible y un humor negrísimo puro. No entiendo a la gente y al publico que la rechazo.

Se las recomiendo, no se las pierdan.

Nota: 9/10
Verde, Pulgar Arriba.