Somos campeones
8 de diciembre de 2019
8 de diciembre de 2019
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me explico la generosidad al puntuar de la mayoría de usuarios.
Seguramente la machacona publicidad en TV ha producido su efecto.
En mi opinión, es una película para reírse de las particularidades de ellos: de las cosas que hacen, de las cosas que dicen.....y para despistar incluyen en el film personajes "malos" que en lugar de reírse, protestan por la presencia de esos seres que les resultan incómodos. Previsible en todo momento.
En cuanto al héroe, el personaje principal encarnado por el entrenador, es un tipo que agrede físicamente a un superior. Hay una gran diferencia entre el tipo que conduce con unas copas de más y el tipo que es, sencillamente, un tipo agresivo, capaz de golpear a quien tiene al lado si no opina lo mismo que él.
He visto demasiadas veces a lo largo de mi vida la escena de una persona o un grupo de personas burlándose de
alguien discapacitado por su ingenuidad, su inocencia y sus inevitables disparates. Aquí se ríe toda la sala, pero con la coartada moral que proporciona el buenísimo.
Con tantísimos años de distancia, Freaks resulta ser un film mucho más honrado. Y da su mensaje en la mitad de tiempo.
Seguramente la machacona publicidad en TV ha producido su efecto.
En mi opinión, es una película para reírse de las particularidades de ellos: de las cosas que hacen, de las cosas que dicen.....y para despistar incluyen en el film personajes "malos" que en lugar de reírse, protestan por la presencia de esos seres que les resultan incómodos. Previsible en todo momento.
En cuanto al héroe, el personaje principal encarnado por el entrenador, es un tipo que agrede físicamente a un superior. Hay una gran diferencia entre el tipo que conduce con unas copas de más y el tipo que es, sencillamente, un tipo agresivo, capaz de golpear a quien tiene al lado si no opina lo mismo que él.
He visto demasiadas veces a lo largo de mi vida la escena de una persona o un grupo de personas burlándose de
alguien discapacitado por su ingenuidad, su inocencia y sus inevitables disparates. Aquí se ríe toda la sala, pero con la coartada moral que proporciona el buenísimo.
Con tantísimos años de distancia, Freaks resulta ser un film mucho más honrado. Y da su mensaje en la mitad de tiempo.
17 de julio de 2021
17 de julio de 2021
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Admito que a mí siempre me ha conmocionado el drama de la discapacidad (dejémonos de polémicas terminológicas, no sé con qué criterio «discapacitado intelectual» es más aceptable que otro), así que es fácil que me lleve a las lágrimas la historia de Román o la de Marín. Sin embargo, más allá de eso, «Campeones» resulta, pese a sus buenas intenciones, un poco, o bastante, tramposa. En su línea tragicómica (más trágica que cómica, la verdad) Javier Fesser ofrece un retrato con ideas muy discutibles.
Se hubiera hecho un auténtico peliculón si el principio de igualdad que teóricamente la película defiende se hubiese llevado a la práctica. Si nosotros podemos aprender muchas cosas del equipo Los Amigos, ellos también tienen que aprender que si quieren igualdad, deben aceptar las reglas del juego en sociedad y bajo las mismas condiciones, sin privilegios. Molestar a los usuarios de transporte público, romper un ascensor y formar barullo en los pasillos de un hotel o agredir a un jugador en un partido de baloncesto, son comportamientos que condenamos, y debemos condenar, los haga quien los haga. Sea una eminencia Nobel o un niño de primaria; seas discapacitado o no lo seas.
Pero, claro, ¿es así como tenemos que proceder? ¿Es justo ese trato igualitario? ¿Les damos privilegios o se los quitamos? Fesser al final hace un sí pero no, un no tengo ni idea, porque sus personajes se cobijan en el paternalismo de siempre pero afirmando que no lo quieren ni lo necesitan. Un sinsentido. Hay que ser valiente, serio; y con serio no me refiero a abandonar la comedia, sino a plantear una reflexión realista sobre un tema y crear debate aunque levante ampollas y duela. Ahora no se quiere pensar sobre nada, vaya que dejemos de sentirnos bien y ser felices.
Las dos horas de metraje son absolutamente innecesarias y la vena cómica del entrenamiento está desaprovechada casi por entero: a los dos días están jugando, y tan bien. Luego encontamos la idea de ganar o perder que, bueno, es tierna aunque también hay que meditarla y entenderla: la cuestión no es que dé igual ganar o perder, sino que hay que saber perder.
En fin, pasable.
Se hubiera hecho un auténtico peliculón si el principio de igualdad que teóricamente la película defiende se hubiese llevado a la práctica. Si nosotros podemos aprender muchas cosas del equipo Los Amigos, ellos también tienen que aprender que si quieren igualdad, deben aceptar las reglas del juego en sociedad y bajo las mismas condiciones, sin privilegios. Molestar a los usuarios de transporte público, romper un ascensor y formar barullo en los pasillos de un hotel o agredir a un jugador en un partido de baloncesto, son comportamientos que condenamos, y debemos condenar, los haga quien los haga. Sea una eminencia Nobel o un niño de primaria; seas discapacitado o no lo seas.
Pero, claro, ¿es así como tenemos que proceder? ¿Es justo ese trato igualitario? ¿Les damos privilegios o se los quitamos? Fesser al final hace un sí pero no, un no tengo ni idea, porque sus personajes se cobijan en el paternalismo de siempre pero afirmando que no lo quieren ni lo necesitan. Un sinsentido. Hay que ser valiente, serio; y con serio no me refiero a abandonar la comedia, sino a plantear una reflexión realista sobre un tema y crear debate aunque levante ampollas y duela. Ahora no se quiere pensar sobre nada, vaya que dejemos de sentirnos bien y ser felices.
Las dos horas de metraje son absolutamente innecesarias y la vena cómica del entrenamiento está desaprovechada casi por entero: a los dos días están jugando, y tan bien. Luego encontamos la idea de ganar o perder que, bueno, es tierna aunque también hay que meditarla y entenderla: la cuestión no es que dé igual ganar o perder, sino que hay que saber perder.
En fin, pasable.
6 de marzo de 2019
6 de marzo de 2019
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No voy a entrar a detallar la calidad de actuación de los actores porque la verdad es que son impecables, pero podrían haber aprovechado el querer hacer una pelícua de este tipo con un argumento más interesante y menos predecible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Desde el principio de la película está claro que al personaje que se quejaba de las personas con discapacidad le tocaría encargarse de ellos; que por supuesto se iba a encariñar con ellos y que por supuestísimo iban a ir a la final porque iban a ser los mejores, ¿qué habría sido de la película si no?
Y claro, si ganan son los mejores. Pero si pierden el mensaje es que lo importante es participar. ¿Cuántas veces hemos visto esto ya en el cine?
Y claro, si ganan son los mejores. Pero si pierden el mensaje es que lo importante es participar. ¿Cuántas veces hemos visto esto ya en el cine?
6 de septiembre de 2018
6 de septiembre de 2018
31 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película cutrísima que no me cabe en la cabeza cómo puede tener tan buenas críticas y estar tan bien valorada, ¡incluso para competir por el Oscar! Llena de topicazos, humor tonto (para niños o para mentes muy bobaliconas) del mismo buenrollismo impostado de siempre y del típico mensajito de superación y de hacer metáfora con el deporte y la vida... vamos, lo mismo que ya se ha visto mil veces, sólo que esta vez los protagonistas tienen síndrome de Dawn. Pues muy bien, qué original.
14 de mayo de 2018
14 de mayo de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película divertida. No obstante, a mi modo de ver, las críticas son demasiado generosas. Que una película esté protagonizada por personas con discapacidad intelectual no es suficiente motivo para que sea una película excelente. Que sea todo un acontecimiento esta película, ya es una muestra de la sociedad retrógrada en la que vivimos.
Es una película que toca muchos temas importantes y algunos los pasa por alto, cargada de un "buen rollo" excesivo que no se ajusta a la realidad de todas las personas con discapacidad. El autor juega con los esterotipos una vez más para sacar la carcajada del espectador.
Desde una perspectiva feminista, al argumento le faltan muchos cabos por atar. El protagonista es un hombre alcohólico y agresivo, pero aún así juega un papel importante en la sociedad como entrenador de un equipo conocido y se convierte en el héroe de la trama. La mujer, no obstante, centra toda su vida en la maternidad ya que para ella es lo único que puede dar sentido a su vida. Ella lo deja todo en el momento en que su pareja le pide ayuda para que le acompañe en el campeonato, por lo que parece que su vida laboral no es demasiado importante. Es decir, que los roles de género están súper marcados y no se realiza ninguna crítica o reflexión al respecto. El tema del aborto, un tema tan delicado y que puede dar para tan amplio debate, se pasa de puntillas con una posición ideológica muy clara y, por último, no se trata con rigurosidad el papel real de los cuidadores y cuidadoras principales de las personas que necesitan apoyos.
Así que por una parte, felicitar al director por la obra porque nos muestra la realidad de unas personas que, desgraciadamente aún tienen que luchar a diario para demostrar que son personas igual que el resto. Y por otro lado, animarle a que para próximos trabajos haga un análisis reflexivo sobre cuestiones de género para evitar caer en el estereotipo que para nada transgrede en este film. (Noelia López Moltó)
Es una película que toca muchos temas importantes y algunos los pasa por alto, cargada de un "buen rollo" excesivo que no se ajusta a la realidad de todas las personas con discapacidad. El autor juega con los esterotipos una vez más para sacar la carcajada del espectador.
Desde una perspectiva feminista, al argumento le faltan muchos cabos por atar. El protagonista es un hombre alcohólico y agresivo, pero aún así juega un papel importante en la sociedad como entrenador de un equipo conocido y se convierte en el héroe de la trama. La mujer, no obstante, centra toda su vida en la maternidad ya que para ella es lo único que puede dar sentido a su vida. Ella lo deja todo en el momento en que su pareja le pide ayuda para que le acompañe en el campeonato, por lo que parece que su vida laboral no es demasiado importante. Es decir, que los roles de género están súper marcados y no se realiza ninguna crítica o reflexión al respecto. El tema del aborto, un tema tan delicado y que puede dar para tan amplio debate, se pasa de puntillas con una posición ideológica muy clara y, por último, no se trata con rigurosidad el papel real de los cuidadores y cuidadoras principales de las personas que necesitan apoyos.
Así que por una parte, felicitar al director por la obra porque nos muestra la realidad de unas personas que, desgraciadamente aún tienen que luchar a diario para demostrar que son personas igual que el resto. Y por otro lado, animarle a que para próximos trabajos haga un análisis reflexivo sobre cuestiones de género para evitar caer en el estereotipo que para nada transgrede en este film. (Noelia López Moltó)
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