Un holograma para el rey
2016 

5.6
5,101
5 de enero de 2018
5 de enero de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película se desarrolla tras el tsunami económico de 2007-2008 que asoló las economías occidentales: burbuja inmobiliaria, caída de las bolsas, etc. Alan Clay (Tom Hanks), un empresario y ejecutivo norteamericano lo ha perdido todo. En esta tesitura tan difícil y en su afán por enmendar su maltrecha vida, Clay decide viajar a Arabia Saudí, país con una economía pujante, para vender directamente al Rey del país árabe un sistema de comunicación por internet, holográfico, en tres dimensiones.
El director y guionista de este film, el alemán Tom Tykwer, es un cineasta curtido que hace una adaptación honesta de la exitosa novela del escritor estadounidense Dave Eggers, “A Hologramm for the King”. Tanto las soluciones de dirección a un film sencillo, como la adaptación a través de un guión lineal confluyen en una obra que se puede ver, una cinta de medianía pero que sirve para pasar el rato. Excelente fotografía de Frank Griebe y música alegre por momentos de Johnny Klimek.
El reparto es ante todo y sobre todo un Hanks que levanta a pulso el film y que sin él, no sé si habría sido soportable. La película es ante todo un juego interpretativo de Hanks que, como es sabido, es una actor acostumbrado a los desafíos en estático.
En la película hay diversas subtramas que, empero, no llegan a cuajar sino de forma dispersa, pues Tykwer no acierta a equilibrar todas esas pequeñas subhistorias, que fueran más allá de diferentes episodios.
Si tuviera que concluir diría que estamos ante una propuesta aceptable pero desigual, que se deja ver con cierto agrado siempre y cuando te centres en cada una de sus partes en lugar de en la totalidad. Si lo haces así, podrás disfrutar de una meritoria interpretación de Tom Hanks, algunos detalles simpáticos por aquí y por allá, ánimo para combatir cierto aburrimiento, pero nunca vas a ver una película ni mucho menos buena.
El director y guionista de este film, el alemán Tom Tykwer, es un cineasta curtido que hace una adaptación honesta de la exitosa novela del escritor estadounidense Dave Eggers, “A Hologramm for the King”. Tanto las soluciones de dirección a un film sencillo, como la adaptación a través de un guión lineal confluyen en una obra que se puede ver, una cinta de medianía pero que sirve para pasar el rato. Excelente fotografía de Frank Griebe y música alegre por momentos de Johnny Klimek.
El reparto es ante todo y sobre todo un Hanks que levanta a pulso el film y que sin él, no sé si habría sido soportable. La película es ante todo un juego interpretativo de Hanks que, como es sabido, es una actor acostumbrado a los desafíos en estático.
En la película hay diversas subtramas que, empero, no llegan a cuajar sino de forma dispersa, pues Tykwer no acierta a equilibrar todas esas pequeñas subhistorias, que fueran más allá de diferentes episodios.
Si tuviera que concluir diría que estamos ante una propuesta aceptable pero desigual, que se deja ver con cierto agrado siempre y cuando te centres en cada una de sus partes en lugar de en la totalidad. Si lo haces así, podrás disfrutar de una meritoria interpretación de Tom Hanks, algunos detalles simpáticos por aquí y por allá, ánimo para combatir cierto aburrimiento, pero nunca vas a ver una película ni mucho menos buena.
3 de junio de 2018
3 de junio de 2018
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al terminar de ver "Esperando al rey" mi cara era un poema. "¿Qué es lo que acabo de ver?", pensé. Me ha costado un rato de reflexiones entender esta película. Al principio he pensado que el guionista no tenía nada claro qué era lo que quería transmitir, en el sentido de que no es una historia convencional. No hay una estructura narrativa al uso, la historia no pretende satisfacer deseos o pasiones ocultas del espectador o de sus personajes. Parece que la trama da bandazos, a un lado, al otro, de manera caprichosa. ¿Por qué esto? ¿Qué pintaba aquella escena? ¿Qué papel juega el chófer? Todas mis reflexiones se han visto iluminadas de repente. Esta película es muy, pero que muy profunda, y se esconde tras una secuencia muy cuidada para parecer natural precisamente por lo que quiere transmitir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¡La vida! Eso es la vida. En algún momento, casi todas las personas se sienten perdidas, atemorizadas, solas, sin rumbo. Completamente miserables. A veces, un proyecto fracasa, y parece el fin del mundo porque hemos puesto todo nuestro ahínco y nuestras esperanzas en ello. A veces nos olvidamos de lo que significa la felicidad, y de que la misma puede esconderse en los lugares y en las situaciones más inesperadas. Cuando tocas fondo, sólo te queda la opción de subir, y muchas veces terminas ascendiendo mucho más alto de lo que estabas en un principio.
Un mensaje que es en apariencia tan simple y que sin embargo es tan poderoso no es fácil de transmitir. Por eso, la historia es tan extrema: un hombre que lo ha perdido prácticamente todo se encuentra súbitamente en un país no sólo lejano. Es un lugar casi antagonista para su cultura. Y eso no es todo: tiene que salvar su papel como padre vendiendo un proyecto que no ha empezado bien, en el que no cree y al que se aferra como un clavo ardiendo. Para colmo, nada más comenzar sus malas peripecias, un bulto terrorífico le aparece en la espalda, lo cual le obliga a dejarse operar por médicos extranjeros y de urgencia. Si en medio de semejante tragedia le sumas un terrible jetlag y una visita clandestina a La Meca, empiezas a pensar que la cosa está ligeramente forzada. Pero no, desgraciadamente la vida puede ser así de loca y difícil en determinados momentos. Pero lo importante es no perder la calma, ni las ganas, porque al final todo puede salir muy bien (aunque salga de la forma más inesperada posible).
Enhorabuena, una de mis películas favoritas.
Un mensaje que es en apariencia tan simple y que sin embargo es tan poderoso no es fácil de transmitir. Por eso, la historia es tan extrema: un hombre que lo ha perdido prácticamente todo se encuentra súbitamente en un país no sólo lejano. Es un lugar casi antagonista para su cultura. Y eso no es todo: tiene que salvar su papel como padre vendiendo un proyecto que no ha empezado bien, en el que no cree y al que se aferra como un clavo ardiendo. Para colmo, nada más comenzar sus malas peripecias, un bulto terrorífico le aparece en la espalda, lo cual le obliga a dejarse operar por médicos extranjeros y de urgencia. Si en medio de semejante tragedia le sumas un terrible jetlag y una visita clandestina a La Meca, empiezas a pensar que la cosa está ligeramente forzada. Pero no, desgraciadamente la vida puede ser así de loca y difícil en determinados momentos. Pero lo importante es no perder la calma, ni las ganas, porque al final todo puede salir muy bien (aunque salga de la forma más inesperada posible).
Enhorabuena, una de mis películas favoritas.
30 de octubre de 2016
30 de octubre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo "Esperando al rey" una película alemana que dirigida por Tom Tykwer (quien es tambien autor del guión basado en una novela de Dave Eggers) no deja de recordarme el film de 2011 "La pesca del salmón en Yemen". Si bien es cierto que la ambientación parece correcta y que Tom Hanks hace lo posible por transmitir la fatalidad y desesperación de su papel, no me creo su personaje (un empresario americano que, para evitar la ejecución de su hipoteca, asumir los gastos de la matrícula universitaria de su hija y conseguir el reconocimiento de los que le rodean es enviado por su jefe a Arabia Saudí a fin de ofrecer un producto holográfico al monarca) ni su viaje emocional y todos los distintos elementos de la trama me parecen colocados a la fuerza y sin justificación. Así no entiendo el chiste de las sillas, por qué aparece La Meca, qué significado oculto tiene el baño en el mar (para el que Sarita Choudhury tiene que fingir ante los vecinos que es un hombre y nada con un bañador masculino y el pecho al aire), para qué una fiesta en la embajada (creo que era) danesa, por qué figura en la narración una reunión familiar en la casa de la montaña del chófer, qué pretende el director con el episodio de la caza del lobo y el por qué de la desigual historia de amor. A pesar de ello, me han gustado los continuos flash backs, los planos fijos, el manejo de la música y la presencia de ese conductor que todas las mañana debe llevar al protagonista a su destino al haberse quedado dormido.
1 de noviembre de 2016
1 de noviembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno quiere dar un vuelco en su vida, qué mejor que marcharse bien lejos a intentar rehacerla. “Esperando al rey” trata de narrar esa historia, la de un protagonista que, hastiado de todo y sin salida aparente, trata de hacer negocios en un país lejano en el que nada es igual a lo que está acostumbrado.
Este choque de culturas y de formas de trabajar es el punto de partida de una película que aprovecha la premisa para construir una comedia romántica (si se le puede llamar comedia) en la que el protagonista aprende que muchas veces el plan que consiste ir sin ningún plan puede ser la mejor opción. Hanks, que da vida a Alan Clay, pone su experiencia al servicio de un habilidoso comercial sumido en una enorme crisis personal, profesional e incluso existencial, y consigue dar veracidad a un personaje que muestra bien lo que es la soledad fuera de su hábitat natural.
Es interesante cómo la historia es sincera en todo momento, sin intentar exagerar las diferencias culturales a través de clichés absurdos que sólo reflejan la realidad a medias. Bastante divertida la relación que Hanks mantiene con su chófer, personaje gracias al cual podemos ver en qué estado de indefinición se encuentra el protagonista, resultando ser en ocasiones bastante gracioso.
Pero la película intenta cubrir muchos huecos con historias que comienza y no termina de rematar, algo que sólo puede rellenar Hanks con su buena actuación, y cuyo guión no resulta eficaz en la primera parte cuando monta la narración principal ni tampoco cuando desarrolla la historia romántica, esa gracias a la cual el personaje entiende que es mejor dar un paso atrás para poder avanzar. “Esperando al rey” resulta irregular porque tampoco Tykwer sabe bien cómo diferenciar algunas secuencias similares que tiene el guión.
Este choque de culturas y de formas de trabajar es el punto de partida de una película que aprovecha la premisa para construir una comedia romántica (si se le puede llamar comedia) en la que el protagonista aprende que muchas veces el plan que consiste ir sin ningún plan puede ser la mejor opción. Hanks, que da vida a Alan Clay, pone su experiencia al servicio de un habilidoso comercial sumido en una enorme crisis personal, profesional e incluso existencial, y consigue dar veracidad a un personaje que muestra bien lo que es la soledad fuera de su hábitat natural.
Es interesante cómo la historia es sincera en todo momento, sin intentar exagerar las diferencias culturales a través de clichés absurdos que sólo reflejan la realidad a medias. Bastante divertida la relación que Hanks mantiene con su chófer, personaje gracias al cual podemos ver en qué estado de indefinición se encuentra el protagonista, resultando ser en ocasiones bastante gracioso.
Pero la película intenta cubrir muchos huecos con historias que comienza y no termina de rematar, algo que sólo puede rellenar Hanks con su buena actuación, y cuyo guión no resulta eficaz en la primera parte cuando monta la narración principal ni tampoco cuando desarrolla la historia romántica, esa gracias a la cual el personaje entiende que es mejor dar un paso atrás para poder avanzar. “Esperando al rey” resulta irregular porque tampoco Tykwer sabe bien cómo diferenciar algunas secuencias similares que tiene el guión.
5 de junio de 2018
5 de junio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película con ciertas expectativas iniciales por la trama, los actores en general y Tom Hanks en particular. La idea inicial es sencilla pero interesante. El desafío de un lado, era mostrar el reto del protagonista en poder cerrar un negocio (su última oportunidad de recuperar lo perdido en la crisis - económica y personal) y de otro, describir el contraste entre occidente y oriente, siempre interesante. Sin embargo lo que prometía se va al garete a la media hora. Mostrar a Tom Hanks como castigador frente a las mujeres es absurdo por ejemplo (fiesta surrealista de la embajada). La peli a mitad del metraje empieza a ser aburrida para finalmente fenecer con la historia de amor también absurda...
Lo dicho, decepcionante un guion con desarrollo absurdo y sin sentido.
Lo dicho, decepcionante un guion con desarrollo absurdo y sin sentido.
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