La posesión
6.6
6,025
Terror
Berlín, antes de la caída del muro. Cuando Marc regresa de un viaje encuentra a su esposa Anna cambiada, muy nerviosa y perturbada. Por fin, le confiesa que tiene una aventura y lo abandona. Marc cae en una terrible depresión que lo lleva casi al borde de la locura. Poco después Marc se entera de que su mujer también ha abandonado a su amante, y la verdad sobre la aventura secreta de Anna se revelará monstruosa.
22 de febrero de 2011
22 de febrero de 2011
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente no me veo capaz de posicionarme claramente ante este filme de visionado nada fácil y que ha creado en mi sentimientos encontrados y opiniones divergentes.
Por un lado, me ha parecido un filme terrorífico, complejo, lleno de desasosiego, alucinógeno, rico en múltiples lecturas y muy bien interpretado sobre todo por la bellísima Isabelle Adjani pero por otro una peli un tanto burda, excesiva, absurda, pretenciosa y en cierta forma exhibicionista.
Por otro lado, el hecho de no continuar con el tono intimista de la misma en la parte final le hace bajar y es que el film se pierde un poco entre tanta sangre, tiros y persecuciones.
Pienso que deberé verla una segunda vez para posicionarme de forma más clara ante esta rara avis del Sr. Zulawski. Eso sí, veremos cuando la volveré a ver porque hay que estar bien predispuesto para su visionado.
Por un lado, me ha parecido un filme terrorífico, complejo, lleno de desasosiego, alucinógeno, rico en múltiples lecturas y muy bien interpretado sobre todo por la bellísima Isabelle Adjani pero por otro una peli un tanto burda, excesiva, absurda, pretenciosa y en cierta forma exhibicionista.
Por otro lado, el hecho de no continuar con el tono intimista de la misma en la parte final le hace bajar y es que el film se pierde un poco entre tanta sangre, tiros y persecuciones.
Pienso que deberé verla una segunda vez para posicionarme de forma más clara ante esta rara avis del Sr. Zulawski. Eso sí, veremos cuando la volveré a ver porque hay que estar bien predispuesto para su visionado.
18 de mayo de 2024
18 de mayo de 2024
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las actuaciones son malas, sobreactuadas; el guion lo podría haber escrito un niño de primaria; y la dirección no se distingue de la de cualquier cinta de serie b. Y no, no es que no la entienda, es que la única razón por la que esta película totalmente fallida es considerada una obra de culto es porque hay demasiados pseudo intelectuales que toman drogas en exceso y acaban en el más profundo de los onanismos existenciales. Fin.
12 de agosto de 2019
12 de agosto de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brutal... Simplemente brutal...
Con una atmósfera fría, incómoda, sucia y muy malrollera, Zulawski nos sumerge en una pesadilla conyugal de lo más enfermiza y obscena que recuerdo haber visto (salvando las distancias con "Lunas de Hiel"). Possession es, además de un duro drama psicológico, una especie de thriller fantástico y surrealista que roza por momentos el auténtico terror.
Muy bien interpretada y con un sonido ambiental muy pero que muy conseguido. Isabelle Adjani da miedo.
Con una atmósfera fría, incómoda, sucia y muy malrollera, Zulawski nos sumerge en una pesadilla conyugal de lo más enfermiza y obscena que recuerdo haber visto (salvando las distancias con "Lunas de Hiel"). Possession es, además de un duro drama psicológico, una especie de thriller fantástico y surrealista que roza por momentos el auténtico terror.
Muy bien interpretada y con un sonido ambiental muy pero que muy conseguido. Isabelle Adjani da miedo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena del aborto de Anna (Adjani) en el metro es tremendamente perturbadora e incómoda de ver.
1 de abril de 2021
1 de abril de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuesta recordar una película donde se aborde la crisis de pareja desde una perspectiva tan física y desenfrenada como la que nos ocupa. Todo un ejercicio emocional, intenso y descontrolado, que sirve como metáfora de las transformaciones que sufren los otrora amantes una vez que se les sumerge en encrucijadas amorosas, donde los celos, y los monstruos derivados de estos, se materializan de la forma más repulsiva y viscosa, y los vaivenes emocionales convierten a sus protagonistas en seres poseídos por los demonios del desconsuelo, la ira y la venganza.
Un filme que no dejará indiferente a nadie, en el que el exceso y la locura se revisten con gélidas y azuladas imágenes para trasladarnos a ese Berlín industrial, con el famoso y castrador muro de por medio, en el que, según la concepción del propio director, poca cabida tenía el raciocinio y, mucho menos, las relaciones interpersonales carentes de toxicidad.
Nos encontramos ante una obra compleja, que se antoja alejada de cualquier atisbo de casualidad, en la cual todo parece sumamente estudiado para reforzar su demoledor mensaje. Sin embargo, todo hay que decirlo, la recepción del mismo no sería posible sin la total entrega de unos intérpretes poniendo toda su cordura en el asador, con un agotador ejercicio de sobreactuación (más él) e histrionismo (más ella). No quiero ni pensar el estado físico y mental de los actores una vez finalizado el rodaje de ciertas escenas.
Lo mejor; Adjani y su perturbadora y excesiva posesión en los túneles del metro.
Lo peor; Su desmesura no es apta para todos los públicos.
Un filme que no dejará indiferente a nadie, en el que el exceso y la locura se revisten con gélidas y azuladas imágenes para trasladarnos a ese Berlín industrial, con el famoso y castrador muro de por medio, en el que, según la concepción del propio director, poca cabida tenía el raciocinio y, mucho menos, las relaciones interpersonales carentes de toxicidad.
Nos encontramos ante una obra compleja, que se antoja alejada de cualquier atisbo de casualidad, en la cual todo parece sumamente estudiado para reforzar su demoledor mensaje. Sin embargo, todo hay que decirlo, la recepción del mismo no sería posible sin la total entrega de unos intérpretes poniendo toda su cordura en el asador, con un agotador ejercicio de sobreactuación (más él) e histrionismo (más ella). No quiero ni pensar el estado físico y mental de los actores una vez finalizado el rodaje de ciertas escenas.
Lo mejor; Adjani y su perturbadora y excesiva posesión en los túneles del metro.
Lo peor; Su desmesura no es apta para todos los públicos.
26 de junio de 2024
26 de junio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entregada a su condición de película de terror, La Posesión construye y convulsiona hasta derribar todo tipo de límites. La fábula de Andrzej Zulawski es un puro temblor de tierra que remueve y explota un conglomerado hipnótico.
La escalada desde la molestia enloquecedora hasta aquello que no puede ser nombrado es inmediata. Merece la pena verla como un espectáculo de teatro o danza. Tiene planazos y secuencias que son un viaje en sí mismos. Muy cómica en ocasiones. Alguien ha dicho que ya no sería posible rodar esta película. Qué pena, menos mal.
Por decir algo que no se haya dicho ya, me quedo con las claves que da, desde el otro extremo, para una vida en pareja feliz, plena y saludable. Como encontradas en galletitas satánicas de la suerte. No aturdir a la pareja con monólogos melancólico-obsesivos sobre ti. Procurar alejarse de lo irrefrenable si no es para beneficio mutuo y sin que esté el niño delante, a poder ser. Atender un poco a la lógica de los sentimientos, que tiene mucho que decir. Entrever, abrir el campo visual, comprender, superar. Dedicarle el tiempo justo al mal absoluto, que lo poco agrada. Comer algo más de verdura y menos carne. Jugar con el niño, pero no a desquiciarle.
En definitiva, una amable y simpática película sobre lo peor de lo malo.
La escalada desde la molestia enloquecedora hasta aquello que no puede ser nombrado es inmediata. Merece la pena verla como un espectáculo de teatro o danza. Tiene planazos y secuencias que son un viaje en sí mismos. Muy cómica en ocasiones. Alguien ha dicho que ya no sería posible rodar esta película. Qué pena, menos mal.
Por decir algo que no se haya dicho ya, me quedo con las claves que da, desde el otro extremo, para una vida en pareja feliz, plena y saludable. Como encontradas en galletitas satánicas de la suerte. No aturdir a la pareja con monólogos melancólico-obsesivos sobre ti. Procurar alejarse de lo irrefrenable si no es para beneficio mutuo y sin que esté el niño delante, a poder ser. Atender un poco a la lógica de los sentimientos, que tiene mucho que decir. Entrever, abrir el campo visual, comprender, superar. Dedicarle el tiempo justo al mal absoluto, que lo poco agrada. Comer algo más de verdura y menos carne. Jugar con el niño, pero no a desquiciarle.
En definitiva, una amable y simpática película sobre lo peor de lo malo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena en la que Isabelle Adjani pierde, si cabe aún más, la razón a gritos mientras Sam Neill le vuelve a contar un suceso de su infancia, no sé por qué se me ha quedado grabada. Se lo comentaré a mi Señora en un plomizo monólogo de 45 minutos, trufado de recuerdos sobre yo qué sé cuando tenía seis años. Mejor no, es mejor no invocar al doppelgänger.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here