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La MesíasMiniserie

Serie de TV. Drama. Thriller Miniserie de TV (2023). 7 episodios. El vídeo viral de un grupo musical de pop cristiano, compuesto por varias hermanas, impacta en la vida de Enric, un hombre atormentado por una infancia marcada por el fanatismo religioso y el yugo de una madre con delirios mesiánicos. (FILMAFFINITY)
Críticas 86
Críticas ordenadas por utilidad
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9
29 de noviembre de 2023
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
De Los Javis (Javier Ambrosi y Javier Calvo, creadores de la serie), poco puedo decir, he visto de ellos Paquita Salas, que me pareció muy divertida y nada más, no he visto ni La Llamada ni La Veneno, pero tras ver la Mesías me declaro fan absoluto de su manera de plasmar en imágenes una historia.

La Mesías es un portento de serie, comenzando por la historia. Sumamente interesante, llena de aristas, de segundas lecturas. Una historia que habla de la familia y de como el pasado, las vivencias, el seno familiar, nos influye de manera crucial en el presente, en lo que somos, en como somos y en como podemos liberar esos demonios.
La historia de La Mesias es la historia de Montserrat y su delirio, pero sobre todo es la historia de Enric, un niño roto en busca de ese amor maternal que tantas veces le faltó de niño, también es la historia de Irene y su coraza ante el mundo. La Mesías nos cuenta la historia de la familia Puig Baró desde 3 lineas temporales, a lo largo de los 7 episodios vemos como esa madre poco a poco va cayendo, con ayuda de su pareja, Pep, en una espiral de locura que arrastra a toda su familia hasta el abismo más profundo.

El guión me ha parecido muy sólido, en cada episodio te quedas con ganas de más, con ganas de saber que va a pasar y que pasó.

Pero si algo tiene La Mesías es un elenco espectacular, y no espectacular porque sean todos actores ultraconocidos, sí, tenemos a Carmen Machi y a Lola Dueñas, dos portentos interpretativos, tenemos a Macarena García y Ana Rujas que poco a poco van a ir trepando hasta la cima de la actuación en España, pero todo eso ya lo intuiamos... Lo que es realmente impresionante es la actuación de los "desconocidos". Toda actuación en esta serie rezuma verdad, diría que todo el elenco está increíble. No conocía a Roger Casamajor hasta ahora, pero está verdaderamente increíble, va creciendo a medida que pasan los capítulos hasta algunas secuencias de los capítulos finales que te deja helado. Todo en él es verdad.
Y que me dices de Amaia! Tiene varias escenas en los capítulos finales de quitarse el sombrero, además escenas clave en la serie.
Y Albert Pla como Pep, era imposible imaginar a un artista como Pla, tan punk y tan bohemio haciendo el papel de padre estricto y duro, pero es que ahora no me imagino otro actor haciendo de Pep.

Lo de las niñas pequeñas, además, es un escándalo, hay una escena en concreto (ver spoilers) en que me pregunto como han logrado esa actuación de esa niña, es que es sencillamente increíble.

Y Enric e Irene adolescentes también son para dar de comer aparte, darán que hablar en el futuro del cine Español sin duda.

En definitiva, nos encontramos ante la que, para mi, es una de las mejores serie que se han producido en mi país. Un guión ferreo. Una calidad técnica impecable (7 episodios que son puro cine) y unas actuaciones de escándalo. Si no la has visto, ya tardas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Me ha encantado la "trama" del extraterrestre. Ese capítulo final donde Enric hace su "viaje" para darse cuenta de que uno de sus miedos se debía al abuso sexual recibido en su infancia. Algunos dicen que el último episodio sobra... yo creo que es esencial, que nos lleva a ver hasta que punto el corazón de los protagonistas está roto. Por un lado Irene, rompe su coraza y se deja llevar por Cecilia y Enric. Por otro lado Enric está roto, y necesita escapar y buscar su propia fe, pero buscarla por él mismo, sin imposición. Necesita sanar.

-Las actuaciones infantiles son de escándalo. La escena en la que la niña rompe la cinta de video, como llora y se arrepiente al momento, como sus hermanas se enfadan con ella. Es verdad pura, y son niñas...como digo, espectacular.

-La escena en la que entra la policía a buscar a los niños, que empieza desde fuera de la casa y sin cortes acabamos en la lagrima de Irene, literalmente en su lágrima. Esa escena es puro cine, pura planificación, y no la dirige un cualquiera, rodando con niñas pequeñas, sin cortes y acabando en una actuación increíble de Irene Balmes (que descubrimiento). Una de las mejores escenas rodadas para una serie Española, sin duda.

-Macarena García y su monólogo cuando cuenta su historia a la policía, otra escena sin cortes, solo ella y su historia, y su acongojo, y ves como se va resquebrajando esa coraza... Igual que cuando le dice a Enric en la rave, llorando que la abandonó. Lo de esta chica es impresionante.

-La Montserrat de Ana Rujas da pena y rabia a la vez, la de Lola Dueñas da miedo y la de Carmen Machi da ternura y repelús al mismo tiempo. No es fácil escribir un personaje así. Las tres actrices lo bordan.

En definitiva: ¿he dicho que me ha encantado La Mesías?
6
22 de enero de 2024
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es evidente que Los Javis son grandes consumidores de cine, que detrás de La Mesías hay muchísimo trabajo y la intención de crear una serie madura y depurada que a nivel de producción termina resultando brutal, así que por esa parte ¡chapó!

Sin embargo, quizás en ese afán por conseguir una obra maestra y demostrar al público (y sobre todo a la crítica) que pueden hacer ficción "seria", más que de un estilo propio tiran aquí de demasiadas referencias culturales. Me explico: a veces resulta agotador identificar tantas alusiones externas: tal ambiente opresivo está retratado a lo Dolan, este plano es de Las vírgenes suicidas, aquel otro recurso viene de Aronofsky, Von Trier, Wilder, Saura, Almodóvar, Villeneuve… y así durante secuencias y secuencias enteras.

Creo entonces que la serie está sobrepensada. Hubiera agradecido una mirada menos barroca y más personal. Para que una obra sea "culta" no todo tiene que estar justificado/sujeto a interpretación. En ocasiones hay que dejarse ir y simplemente ser uno mismo, como sí pasa por ejemplo en Paquita Salas.

Lo siento, pero Macarena García me resultó creíble a partir de los dos últimos capítulos (está fantástica, eso sí). Prefiero las interpretaciones de Ana Rujas, Albert Plat y LOLA DUEÑAS. Amaia también sorprende.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al igual que con Veneno, hacia la segunda mitad la serie pierde fuerza, algunos personajes se desdibujan y situaciones se reiteran, mientras que tramas e hilos argumentales prácticamente desaparecen, como Alicia (Cecilia Roth), el tatuaje o la figura del extraterrestre.

Aunque es un producto sólido, su principal flaqueza es no tener un final memorable y redondo, un golpe de efecto inesperado donde todas las piezas del puzzle encajen a la perfección. Eso sólo lo consiguen los genios.

La noria gira, y gira bien, pero el círculo no llega a cerrarse.
5
19 de noviembre de 2023
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrevalorada. Promete en los 2-3 primeros capítulos pero se va desinflando a medida que avanza. Esboza temas complejos como las enfermedades mentales, las sectas, las difíciles relaciones familiares y el abuso, las relaciones con las drogas... Pero ni plantea cuestiones importantes ni muestra más que un esbozo de la realidad. El casting es en su mayoría fallido, sólo destacan las excelentes Carmen Machi, Gracia Olayo, Cecilia Roth, y el gran descubrimiento de Amaia Romero como actriz. Los personajes masculinos están poco trabajados, y las actuaciones no son creíbles, como la siempre sobreactuada Macarena García: interpretar a un personaje contenido no implica tener cara de estreñimiento en cada escena en la que aparece. Roger Casamajor transmite poco o nada: los actores que interpretan su personaje de niño y adolescente son infinitamente mejores. Muy buena banda sonora y buen trabajo de producción. Pero por desgracia es la historia de lo que pudo haber sido una buena serie y se quedó en algo pretencioso, superficial, con demasiados topicazos y sobradas ínfulas.
Estoy deseando ver la nueva temporada de Paquita Salas, si es que la hacen, que ojalá. Pero los experimentos, con gaseosa
10
29 de diciembre de 2023
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguien tenía que llegar alguna vez a contarnos las profundas heridas incurables que pueden dejar la religión y las familias disfuncionales en los seres humanos. Y alguien debía hacerlo sin piedad, metiendo el dedo en todas las llagas y desmontando las idílicas maternidades y beatíficas religiones de una manera cruda, salvaje y didáctica. Y Javier Ambrossi y Javier Calvo, “Los Javis”, lo han logrado como nadie nunca antes.

Si “Pozos de ambición” del dios Paul Thomas Anderson (el mejor director del planeta) arrambló contra la religión y la paternidad, “La Mesías” va más allá dirigiéndose con ira contra las religiones y movimientos espirituales de toda índole y contra la idealizada maternidad, porque no todas las madres son buenas y protegen a sus hijas, no todas las aman, no todas deberían ser madres. Montserrat Baró es una mujer narcisista, ególatra, manipuladora, torturadora, embaucadora, drogadicta y un ser con apariencia humana que nació pensando que el planeta entero gira a su alrededor y está a su servicio y al de sus impulsos caprichosos y ocurrencias imprevisibles. Y sí, hay mujeres como La Mesías por el mundo, y algunas incluso son madres. Todos hemos conocido alguna y dan tanto miedo como asco.

Pero esta mujer perdida que arrastra a sus hijos de un lugar a otro sin norte ni orientación alguna, encuentra por casualidad la palanca que buscaba para desarrollar todo el narcisismo maligno y perverso que lleva dentro: la religión. Cambia las drogas, la prostitución, el alcohol y la noche por Dios, porque Dios habla con ella directamente y, a partir de ahí, todo cambiará a peor para quienes la rodean, porque eso justo es la vida, un continuo cambio a peor.

Los Javis, que nunca habían tenido un pulso narrativo cinematográfico muy de mi gusto, me obligan a cambiar de opinión y a tener que ponerme de rodillas ante ellos y rezarles, porque “La Mesías” es un portento fílmico, una serie de 7 episodios contada con un saber hacer impresionante, con una maestría insuperable, con una intuición para el montaje alternando las tres épocas durante las que se desarrolla la trama pocas veces vista antes. Porque sí, “La Mesías” ha nacido siendo una serie de referencia “per se”.

La historia va saltando entre tres décadas distintas: la de los 80 (donde Enric e Irene, los dos protagonistas, son niños), la de los 90 (donde son adolescentes y sus padres los convierten en Isaías y Resurrección) y la de los 2000, donde ya son adultos y tienen que enfrentarse a las secuelas psicológicas que les acompañarán de por vida por parte de una madre monstruosa y un fundamentalismo religioso lacerante. La fascinación que produce el continuo salto entre las tres décadas resulta magistral y va compeliendo al espectador a seguir el periplo vital de sus torturados personajes en un alarde de guión portentoso que impresiona y que se debe a los propios Javis, junto con Carmen Jiménez y el siempre interesante Nacho Vigalondo.

Pero hay dos aspectos especialmente notables en esta serie:

1 El primero de ellos, las interpretaciones de todo su amplio elenco actoral (la serie, dicho sea de paso está cargada de pequeños cameos memorables de actores y actrices de primer nivel como Cecilia Roth o Laia Marull). Es obvio que la atención del espectador se centra en las tres actrices que encarnan a Montserrat durante esas tres épocas que recoge la serie: magnífica Ana Rujas en su fase joven, muy interesante Carmen Machi en la de anciana, pero brutalmente histórica y eterna la de Lola Dueñas en su madurez, que nos lega los mejores momentos de la serie en un recital interpretativo de los que hacen época.

Una serie sostenida por una pareja actoral de una solvencia incalculable: la fantástica Macarena García como Irene y el maravilloso Roger Casamajor (al que descubrí gracias a la filmografía de Agustí Villaronga) como Enric. Ambos están tan majestuosos como Albert Pla perturbador y terrorífico interpretando a Pep, el marido ultracatólico de Montserrat.

Pero entre el elenco juvenil hay dos actrices que brillan con luz propia y que suponen una sorpresa absolutamente inesperada para mí: la Irene de la etapa mediana está interpretada magistralmente por la joven Irene Balmes (hija de Santi Balmes, vocalista de Love of Lesbian) y, lo que aún me ha dejado más boquiabierto, la lección magistral interpretativa que se marca la cantante Amaia Romero, que se merienda el tramo final de la serie y que deja algún momento musical para la historia. Ambas dos me han hecho levitar sin haberlo esperado jamás. Lo suyo es “cum laude”.

2 El segundo aspecto es la música en una serie plagada de canciones que tenemos marcadas en nuestras vidas desde siempre y de las propias canciones religiosas creadas para las niñas protagonistas que están compuestas por Hidrogenesse. Sin la menor duda, el momento en el que Amaia Romero interpreta “Prepare ye the way of the Lord” de la película musical “Godspell” de David Greene (aquellas gozosas óperas rock de los 70 que tocaron techo con la portentosa “Jesucristo Superstar” de Norman Jewison) está ya en los anales de nuestro cine. Porque lo de Amaia Romero en esta serie no es de este mundo. Ella sí que se ha convertido en “La Mesías”.
9
1 de marzo de 2024
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia firmada por cuatro guionistas dispuestos a profundizar en el calibre que tienen los traumas de la infancia y las relaciones tóxicas. La salud mental y la capacidad individual para luchar contra el dolor llevadas a extremos insondables. Aviso que dejo la chicha para la zona spoiler.

La puesta en escena y las particularidades de la historia pueden distraer a algún espectador de los motivos reales que tienen los creadores de esta serie, pero lo cierto es que han hecho un trabajo muy personal y muy denodado por convertir en una gran historia todo el conjunto de reflexiones que querían abrir.

Se percibe un trabajo previo a la filmación, de esculpir a los personajes, de comprender la historia entre todos. Hasta tres actrices dibujan al personaje que lo determina todo. Es encomiable tomarse tan en serio todo, sin perder la originalidad y las ganas de provocar en el espectador los giros emocionales necesarios para que se acabe haciendo las preguntas importantes. Todo el reparto interpretativo es sobresaliente.

Es una serie valiente y atrevida. Es para adultos porque es una historia para adultos. Hay decisiones de producción, como los saltos temporales que incluyen cambios de reparto, discutibles pero al final funcionan al servicio de la trama. Creo que hay que verla capítulo a capítulo en confianza con el equipo que la ha parido.

Admirable también que con unos objetivos tan altos y desarrollando un drama con clímax narrativos que sacuden al espectador, no se abandonen los guiños de la comedia patria y nuestra capacidad de reírnos hasta de lo más escabroso. Es muy recomendable ver esta serie porque las preguntas que abre te obligan a repasar muchos aspectos de la vida propia y de los más cercanos. Enhorabuena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A mí me ha sorprendido la madurez narrativa de dos personas que son más jóvenes que yo, francamente. He leído por ahí alguna crítica que dice que se estropea la serie en el último capítulo, voy a tratar de rebatirla, aunque la entrevista de Mondosonoro a Los Javis creo que ya lo hace.

El centro de la serie está en el calado profundo que una madre narcisista tiene sobre un hijo. Los Javis reconocen que los traumas de la madre con los hijos (varones, con o, no en plural) son muy potentes.

Todos los niños fueron atrapados en La Verdad de la Madre. Porque cuando somos niños, la madre es el principal referente del mundo que tenemos. Nos ha dado la vida y la mente humana no se puede desarrollar positivamente si ese vínculo no es tan sano como la propia vida.

Pero el caso de las Stella Maris no es el mismo que el de Irene y Enric. Y el caso de todas ellas no es el mismo que el de Enric. Enric está atrapado en un nudo gordiano que realmente no se desvela hasta el último capítulo. El complejo de Edipo promovido de forma tóxica por una madre narcisista. Y cuando decimos narcisista lo decimos en el terreno que la psicología dibuja este tipo de personalidad, así que si no les resulta familiar vayan a documentarse.

Enric padece (entre otras cosas) un trastorno disociativo, su mente infantil no pudo digerir algo para lo que a esa tierna edad no se tienen elementos de comprensión. La sexualización del varón por parte de la madre narcisista creo que debe abrir catálogos de libros de psicología desde que Sigmund Freud lo analizó por primera vez. Enric sustituyó lo que no podía comprender, por un marciano. Porque es una marcianada ir a la cama de tu madre y que un tipejo ande por allí. Javier Ambrossi reconoce en la entrevista mencionada que él sí que sabe lo que pasó esa noche, pero no lo quiere explicar. Que cada espectador haga sus cábalas, tiene razón Javi en que no es necesario mostrarlo, añado yo porque podría ser demasiado duro y porque no hace falta.

Las otras patas de la destrucción de la infancia, que es un proceso constructivo, son la Fe y los patrones referenciales que repetimos en la edad adulta. Aunque sólo Irene ha conseguido a base de lucha individual acumular fuerzas para liberarse, tiene negada la Fe y sólo puede reencontrarse con ella a través de su hermana Cecilia. Pero en Enric La Verdad de la Madre actuó de forma más profunda, y en parte liberado del marciano que lo persiguió toda su vida, acaba abrazando otra Fe, en su inevitable búsqueda del mundo que se torció.

Estamos ante una historia parida desde la experiencia propia y en la que han contribuido desde guionistas hasta actores, familiares y amigos de los javis, que de forma coral, han aportado vigas maestras a un proyecto muy ambicioso con un acabado resplandeciente y liberador. No hay que buscar moralejas explícitas, ese es el problema de los que no conectan con el desenlace, hay que profundizar una y otra vez en lo importante que es la infancia y lo malo que es cualquier tipo de abuso. Los Javis han sido honestos con sus protagonistas y los han llevado hasta donde han podido de forma realista, no hasta donde el espectador que quiere orden necesita que los hubieran llevado. Ése puede que sea el esfuerzo que hay que hacer para verla, porque el arte quiere satisfacer pero el público debe ponerse en manos del artista, no al revés.
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