Blow-Up (Deseo de una mañana de verano)
1966 

6.9
15,031
Intriga. Drama. Thriller
Adaptación de un cuento de Julio Cortázar que narra la historia de Thomas (David Hemmings), un fotógrafo de moda que, tras realizar unas tomas en un parque londinense, descubre al revelarlas una forma irreconocible que resulta ser algo tan turbador como inesperado. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2013
23 de octubre de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Blow-up (Deseo de una mañana de verano) es una película que, en mi opinión, se compone de varias historias inconclusas que nada tiene que ver una con la otra, con un único eje principal: el fotógrafo y sus fotografías. Una pregunta que me he realizado a lo largo de toda la película es: ¿Qué historia nos quiere contar? Y he llegado a pensar que es una reflexión sobre el mundo de la moda, o sobre el mundo de la fotografía e incluso una historia de un asesinato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Precisamente, creo que la intención de Antonioni es desconcertar, hacer que de alguna forma nos sintamos igual que el protagonista. Porque él también varía a lo largo de la película: al principio vemos a un tipo seguro de sí mismo y ambicioso, con el mundo a sus pies, para luego darnos cuenta de que no tiene más que a la soledad y que quizá esa soledad y la obsesión por ver el mundo a través de una cámara le haga ver cosas donde no las hay. Uno de los momentos que mejor resume el cambio del protagonista a lo largo de la película es el concierto: mientras está en la sala y se hace con el mango de una guitarra todo el público le persigue, pero a la salida ya no interesa a nadie.
Quizá el momento en el que la película da un giro de 180 grados es cuando se dan las ampliaciones, porque invita al espectador a pensar que se contará la historia del cadáver y además se experimenta el ya citado cambio del protagonista, en el cual empieza a hacer cosas incongruentes. Una de ellas sucede mientras descubre que en las fotografías del parque hay una pistola, pues deja que las jóvenes entren en su casa y mantiene relaciones sexuales con ellas. Es algo desconcertante porque prefiere dejar de lado su descubrimiento y hacer caso a las chicas, cuando lo que se nos ha dado a entender hasta ese momento en el filme es que él no habría actuado de esa forma.
Sin duda, otra de las cosas que no puedo dejar sin resaltar es la aparición de los mimos. Encuentro muy acertado el hecho de que se abra y se cierre la película con estos personajes, ya que a pesar de ser un final abierto da una sensación de conexión entre el principio y el fin con la que no cuenta el resto de la película. Además esa escena de cierre me parece la más lograda de toda la película, con los efectos de sonido de la “inexistente” pelota de tenis y esa persecución que hace la cámara de ella. Sin duda es una escena que logra perdurar en la mente del espectador durante mucho tiempo.
Quizá el momento en el que la película da un giro de 180 grados es cuando se dan las ampliaciones, porque invita al espectador a pensar que se contará la historia del cadáver y además se experimenta el ya citado cambio del protagonista, en el cual empieza a hacer cosas incongruentes. Una de ellas sucede mientras descubre que en las fotografías del parque hay una pistola, pues deja que las jóvenes entren en su casa y mantiene relaciones sexuales con ellas. Es algo desconcertante porque prefiere dejar de lado su descubrimiento y hacer caso a las chicas, cuando lo que se nos ha dado a entender hasta ese momento en el filme es que él no habría actuado de esa forma.
Sin duda, otra de las cosas que no puedo dejar sin resaltar es la aparición de los mimos. Encuentro muy acertado el hecho de que se abra y se cierre la película con estos personajes, ya que a pesar de ser un final abierto da una sensación de conexión entre el principio y el fin con la que no cuenta el resto de la película. Además esa escena de cierre me parece la más lograda de toda la película, con los efectos de sonido de la “inexistente” pelota de tenis y esa persecución que hace la cámara de ella. Sin duda es una escena que logra perdurar en la mente del espectador durante mucho tiempo.
7 de agosto de 2007
7 de agosto de 2007
18 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Palma de Oro!!!!! Pero es que en los 60 todo el mundo era gilipollas? Santo Dios, la verdad es que no sé qué significa para algunas personas la palabra "PELICULA". No obstante, la ví hasta el final, con paciencia se puede. Pero madre mía.Sölo se entiende que ganara por la estética de aquella época. Darle un premio a una película sólo porque está bien hecha no me parece suficiente. Hay que contar algo que enganche, Antonioni.
14 de noviembre de 2013
14 de noviembre de 2013
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno no ha leído el argumento o no lo conoce tarda la friolera de 64 minutos, y son un total de 108, en saber de qué va esta película. Se puede empezar a intuir algo, si eres avispado, unos minutos antes pero también que hasta los 75 no se empieza a aclarar una trama tan etérea, que te genera hasta intriga. Claro que sí ya sabes lo que en teoría es, casi peor, porque crees que se han equivocado o que Antonioni te está tomando el pelo. Mientras tanto nuestro director italiano nos regala las andanzas totalmente triviales y más insípidas aún, de un lado para otro, de un fotógrafo un poco creído de su profesionalidad, un tanto borde e irascible, que en realidad es una adaptación bastante libre del relato de Julio Cortazar, "Las babas del diablo".
Sea como fuere, ceremoniosa sí es "Blow Up", lo mismo que rara pero también plasta, pretenciosa a más no poder, y sobre todo, tontísima. Como ejemplo, la visita de los dos aspirantes a modelos que es bochornosa además de absurda. Antonioni va de intelectual pero me da la sensación que ésta es como las españoladas del destape pero a la inglesa. "Vamos John a verla que me han dicho que salen un par de tías en bolas" le dice un británico salido al otro. Pocas conclusiones se pueden sacar, salvo que la moda psicodélica de los 60 es horrible o que el cine esnob vanguardista no hay por donde cogerlo. Cierto que la historia es enigmática pero al que menos le interesa es precisamente al director, que prefiere la vacuidad autorreferente, la semiótica, la mirada y no sé que más. Yo en cambio, me quedo con la versión de De Palma de 1981.
Sea como fuere, ceremoniosa sí es "Blow Up", lo mismo que rara pero también plasta, pretenciosa a más no poder, y sobre todo, tontísima. Como ejemplo, la visita de los dos aspirantes a modelos que es bochornosa además de absurda. Antonioni va de intelectual pero me da la sensación que ésta es como las españoladas del destape pero a la inglesa. "Vamos John a verla que me han dicho que salen un par de tías en bolas" le dice un británico salido al otro. Pocas conclusiones se pueden sacar, salvo que la moda psicodélica de los 60 es horrible o que el cine esnob vanguardista no hay por donde cogerlo. Cierto que la historia es enigmática pero al que menos le interesa es precisamente al director, que prefiere la vacuidad autorreferente, la semiótica, la mirada y no sé que más. Yo en cambio, me quedo con la versión de De Palma de 1981.
8 de octubre de 2010
8 de octubre de 2010
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi parecer, sobran modelos, detalles incoherentes (quien la haya visto sabrá de qué hablo), escenas ilógicas. Sobra, como poco, una hora de película. La trama se vuelve medianamente interesante a falta de media hora escasa para el final, y deja al espectador con una sensación de... Bueno, de haber perdido ciento once minutos de su vida en los que podría haberse dedicado a actividades más productivas (los más afortunados las habrán empleado en echar una cabezada entre escena y escena).
"Pero no me negarás que refleja estupendamente el Londres de los años 60" me dirán algunos.
Sí, lo hace de maravilla. Y Austin Powers también.
Lo único bueno que le saco son los planos y movimientos de cámara, por lo demás, recomiendo al que no la haya visto que se mantenga en la ignorancia.
"Pero no me negarás que refleja estupendamente el Londres de los años 60" me dirán algunos.
Sí, lo hace de maravilla. Y Austin Powers también.
Lo único bueno que le saco son los planos y movimientos de cámara, por lo demás, recomiendo al que no la haya visto que se mantenga en la ignorancia.
21 de enero de 2014
21 de enero de 2014
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es morosa, porque lo que sucede se ve mas que se dice (prefiero el cine moroso al cine farragoso, ese que olvida que me senté en la butaca a mirar, no a escuchar un discurso).
Antonioni nos relata con mano magistral la realidad del ser humano, rodeado de una sociedad en estado de ebullición, pero en suma tan solo como para no poder contarle a nadie lo que vio... hasta terminar finalmente dudando de lo que vió.
Cine para ver (no para escuchar). Cine sobre lo que se ve, sobre lo que se deja de ver, sobre lo que desaparece y se duda si estuvo alguna vez allí.
En suma, cine para comunicar la incomunicación con letras mayúsculas.
Casi cinco décadas pasaron desde que Blow Up se filmó, y ya se la avizora tan eterna como inolvidable.
Antonioni nos relata con mano magistral la realidad del ser humano, rodeado de una sociedad en estado de ebullición, pero en suma tan solo como para no poder contarle a nadie lo que vio... hasta terminar finalmente dudando de lo que vió.
Cine para ver (no para escuchar). Cine sobre lo que se ve, sobre lo que se deja de ver, sobre lo que desaparece y se duda si estuvo alguna vez allí.
En suma, cine para comunicar la incomunicación con letras mayúsculas.
Casi cinco décadas pasaron desde que Blow Up se filmó, y ya se la avizora tan eterna como inolvidable.
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