El exorcista: El comienzo
2004 

4.5
7,912
30 de agosto de 2022
30 de agosto de 2022
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La historia de esta película es una de las más extrañas de la historia del Cine. Tras el rotundo éxito de la trilogía de El Exorcista (siendo la segunda parte un fiasco de crítica, económicamente fue muy rentable...) los propietarios de los derechos decidieron hacer una precuela (contar el origen de la historia) siguiendo la misma dinámica que se realizaba con otras sagas.
El proyecto fue encargado a Paul Schrader, guionista de películas ya comentadas aquí como La Última Tentación de Cristo o El Reverendo, aparte de la magistral Taxi Driver, quien en su línea intimista realizó un film de diálogos profundos y sin estridencias. Tan es así que la productora, una vez terminada la película, creyó que era poco comercial y decidió rehacerla casi íntegramente, tarea que recayó sobre Renny Harlin. El director finlandés contaba con éxitos en películas de acción a sus espaldas como La Jungla 2 o Máximo riesgo, con una visión del cine basada en el entretenimiento y la espectacularidad, concepciones diametralmente opuestas a las de Schrader. Tras revisar el material existente, Harlin únicamente rescató 10 minutos de lo ya rodado, a los que añadió múltiples escenas, lo que convirtieron el film en un producto completamente nuevo, con las dificultades añadidas de que muchos actores se habían negado a repetir escenas o incluso a participar en las nuevas grabaciones. Schrader, por su parte, consiguió vencer un pleito a la productora y estrenar su película con otro nombre, "El exorcista. El comienzo: La versión prohibida (V.O.: Dominion: Prequel to the Exorcist)" que no obtuvo muchos mejores resultados respecto al público aunque sí en cuanto a la crítica de los expertos.
Con un elenco de actores en su mayoría desconocidos o poco mediáticos (Stellan Skarsgård, James D'Arcy, Izabella Scorupco...), una B.S.O. de la que desaparecía de nuevo Mike Oldfield y la problemática anteriormente mencionada, el resultado dejó mucho que desear. Con tanto cambio, el guionista de la primera y tercera entrega, William Peter Blatty, llegó a decir que ver esta película fue su "experiencia profesional más humillante". Todo ello le valió al film dos nominaciones a los Premios Razzie (peor director y peor remake o secuela) aunque afortunadamente para sus creadores no obtuvo ninguno. También tiene el dudoso "privilegio" de ser la primera película deficitaria de la saga, ya que con un presupuesto de 80 millones de dólares solo recuperó 78.
El argumento lo encontramos resumido en su eslógan promocional: "Descubre el lugar donde nació el mal...". La acción se sitúa en África en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En El Cairo, el padre Lankester Merrin, se está tomando un año sabático por experiencias traumáticas vividas durante el conflicto bélico. Interesado en la arqueología, va teniendo noticias de un demonio llamado Pazuzu que lo conducirán hasta Kenia, descubriendo allí una extraña iglesia enterrada y vandalizada con un crucifijo invertido, así como distintos casos de posesiones y desapariciones de los aldeanos, todos ellos extraños sucesos que finalmente lo enfrentarán cara a cara con el Maligno en un tenso exorcismo.
A mi personalmente la película me parece entretenida, sin más, aunque también innecesaria, ya que no aporta gran cosa a lo que ya había. El personaje es el mismo interpretado por Max Von Sidow en El Exorcista, lo que concede algo de continuidad. También se basa en algunos elementos de El Exorcista II pero sin un hilo conductor claro. Se nota en exceso que los guionistas de las sucesivas películas fueron cambiando, lo que hace que no haya una visión de conjunto clara como en otras sagas.
El proyecto fue encargado a Paul Schrader, guionista de películas ya comentadas aquí como La Última Tentación de Cristo o El Reverendo, aparte de la magistral Taxi Driver, quien en su línea intimista realizó un film de diálogos profundos y sin estridencias. Tan es así que la productora, una vez terminada la película, creyó que era poco comercial y decidió rehacerla casi íntegramente, tarea que recayó sobre Renny Harlin. El director finlandés contaba con éxitos en películas de acción a sus espaldas como La Jungla 2 o Máximo riesgo, con una visión del cine basada en el entretenimiento y la espectacularidad, concepciones diametralmente opuestas a las de Schrader. Tras revisar el material existente, Harlin únicamente rescató 10 minutos de lo ya rodado, a los que añadió múltiples escenas, lo que convirtieron el film en un producto completamente nuevo, con las dificultades añadidas de que muchos actores se habían negado a repetir escenas o incluso a participar en las nuevas grabaciones. Schrader, por su parte, consiguió vencer un pleito a la productora y estrenar su película con otro nombre, "El exorcista. El comienzo: La versión prohibida (V.O.: Dominion: Prequel to the Exorcist)" que no obtuvo muchos mejores resultados respecto al público aunque sí en cuanto a la crítica de los expertos.
Con un elenco de actores en su mayoría desconocidos o poco mediáticos (Stellan Skarsgård, James D'Arcy, Izabella Scorupco...), una B.S.O. de la que desaparecía de nuevo Mike Oldfield y la problemática anteriormente mencionada, el resultado dejó mucho que desear. Con tanto cambio, el guionista de la primera y tercera entrega, William Peter Blatty, llegó a decir que ver esta película fue su "experiencia profesional más humillante". Todo ello le valió al film dos nominaciones a los Premios Razzie (peor director y peor remake o secuela) aunque afortunadamente para sus creadores no obtuvo ninguno. También tiene el dudoso "privilegio" de ser la primera película deficitaria de la saga, ya que con un presupuesto de 80 millones de dólares solo recuperó 78.
El argumento lo encontramos resumido en su eslógan promocional: "Descubre el lugar donde nació el mal...". La acción se sitúa en África en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En El Cairo, el padre Lankester Merrin, se está tomando un año sabático por experiencias traumáticas vividas durante el conflicto bélico. Interesado en la arqueología, va teniendo noticias de un demonio llamado Pazuzu que lo conducirán hasta Kenia, descubriendo allí una extraña iglesia enterrada y vandalizada con un crucifijo invertido, así como distintos casos de posesiones y desapariciones de los aldeanos, todos ellos extraños sucesos que finalmente lo enfrentarán cara a cara con el Maligno en un tenso exorcismo.
A mi personalmente la película me parece entretenida, sin más, aunque también innecesaria, ya que no aporta gran cosa a lo que ya había. El personaje es el mismo interpretado por Max Von Sidow en El Exorcista, lo que concede algo de continuidad. También se basa en algunos elementos de El Exorcista II pero sin un hilo conductor claro. Se nota en exceso que los guionistas de las sucesivas películas fueron cambiando, lo que hace que no haya una visión de conjunto clara como en otras sagas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A nivel espiritual ya está casi todo contado en anteriores entregas, aunque hay algunas cosas novedosas e interesantes.
En primer lugar el padre Merrin experimenta una clara evolución en su personaje, pasando de ser un sacerdote que duda de la vocación y de Dios a convertirse en un ferviente creyente. En esta frase expresa su escepticismo ante las primeras experiencias extrañas que percibe:
Padre Merrin: "Tener orgías con cabras no los vuelve poseídos, simplemente cachondos... e inventivos".
Al final del proceso el padre Merrin reafirma su sacerdocio, aunque para ello haya tenido que experimentar la presencia diabólica del Mal. Se transite así la idea de que el descubrimiento del demonio es una puerta abierta a una creencia más profunda en el único Dios que nos puede librar de él. Esta idea sí me parece sugerente e interesante. Se trata de una prueba indirecta de la existencia de Dios no por sí mismo, sino por experimentar la acción del demonio en el mundo. Esta frase de Sarah, una doctora presente en las excavaciones es sintomática en ese sentido:
Sarah: "A veces pienso que la mejor vista de Dios es desde el Infierno".
En las últimas líneas de la película vemos que el Padre Merrin realiza una llamada telefónica y vuelve a ir vestido de cura, y por primera vez en la película se llama a sí mismo "padre", con lo que entendemos que ha reafirmado su vocación y vuelve a ser sacerdote en activo:
Padre Merrin: "Soy el padre Merrin".
Por contra y como elemento negativo, creo que el film se excede en el vocabulario soez, que en las anteriores entregas formaba parte necesaria de las posesiones, pero que en este caso me parece que es un recurso del que se abusa. Valgan como ejemplo estas citas:
Sarah: (Poseída) "¿Qué pasa, Merrin? ¿No quieres follarme más?".
Sarah: (Poseída) "No le importa esta puta. ¡Pero a ti sí... porque quieres meter tu polla podrida en su jugoso culo!".
En breve comentaré la versión de Schrader, que presenta algunos matices diversos aunque en el fondo es una variación del mismo tema...
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
En primer lugar el padre Merrin experimenta una clara evolución en su personaje, pasando de ser un sacerdote que duda de la vocación y de Dios a convertirse en un ferviente creyente. En esta frase expresa su escepticismo ante las primeras experiencias extrañas que percibe:
Padre Merrin: "Tener orgías con cabras no los vuelve poseídos, simplemente cachondos... e inventivos".
Al final del proceso el padre Merrin reafirma su sacerdocio, aunque para ello haya tenido que experimentar la presencia diabólica del Mal. Se transite así la idea de que el descubrimiento del demonio es una puerta abierta a una creencia más profunda en el único Dios que nos puede librar de él. Esta idea sí me parece sugerente e interesante. Se trata de una prueba indirecta de la existencia de Dios no por sí mismo, sino por experimentar la acción del demonio en el mundo. Esta frase de Sarah, una doctora presente en las excavaciones es sintomática en ese sentido:
Sarah: "A veces pienso que la mejor vista de Dios es desde el Infierno".
En las últimas líneas de la película vemos que el Padre Merrin realiza una llamada telefónica y vuelve a ir vestido de cura, y por primera vez en la película se llama a sí mismo "padre", con lo que entendemos que ha reafirmado su vocación y vuelve a ser sacerdote en activo:
Padre Merrin: "Soy el padre Merrin".
Por contra y como elemento negativo, creo que el film se excede en el vocabulario soez, que en las anteriores entregas formaba parte necesaria de las posesiones, pero que en este caso me parece que es un recurso del que se abusa. Valgan como ejemplo estas citas:
Sarah: (Poseída) "¿Qué pasa, Merrin? ¿No quieres follarme más?".
Sarah: (Poseída) "No le importa esta puta. ¡Pero a ti sí... porque quieres meter tu polla podrida en su jugoso culo!".
En breve comentaré la versión de Schrader, que presenta algunos matices diversos aunque en el fondo es una variación del mismo tema...
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
7 de septiembre de 2022
7 de septiembre de 2022
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La primera mitad de la película me parece muy buena. El descubrimiento de la iglesia enterrada, la interpretación de Stellan Skarsgard...
Izabella Scorupco que sale guapísima en esta primera mitad...
En este tramo priman la aventura y el misterio. Algunos dicen que es obra de Schrader esta primera mitad, pero permitidme dudarlo.
He visto su versión y las escenas son totalmente distintas. Dudo que hubiese prácticamente 45 minutos de escenas eliminadas.
Si Renny Harlin volvió a filmar la peli esas escenas son suyas. El guion es similar, pero son mejores sus escenas.
Otra cosa es la segunda mitad del film, donde todo son escenas vistosas, pero tremendamente inefectivas. Se convierte en una película del montón, y a miles de años luz de la primera parte. Este exorcismo no te transmite nada, parece Buffy Cazavampiros... ni terror, ni drama, ni angustia... nada de nada.
El final es un pequeño desastre que no empaña la primera mitad. Queda en el balance una película aceptable, más entretenida que la de Schrader a mi entender, aunque parece que no estamos de acuerdo en eso. Varios decís que preferís la de Harlin y otros la de Schrader. No parece haber acuerdo.
Yo coincido más en preferir la de Renny Harlin. ya que la otra mantiene el mismo tono aburrido en todo el metraje y me parece demasiado televisiva, la de Harlin es mejor en la primera mitad, y en la segunda es malilla pero entretenida. La de Schrader en todo momento es monótona y aburrida, no me provocó ninguna sensación salvo aburrimiento.
Izabella Scorupco que sale guapísima en esta primera mitad...
En este tramo priman la aventura y el misterio. Algunos dicen que es obra de Schrader esta primera mitad, pero permitidme dudarlo.
He visto su versión y las escenas son totalmente distintas. Dudo que hubiese prácticamente 45 minutos de escenas eliminadas.
Si Renny Harlin volvió a filmar la peli esas escenas son suyas. El guion es similar, pero son mejores sus escenas.
Otra cosa es la segunda mitad del film, donde todo son escenas vistosas, pero tremendamente inefectivas. Se convierte en una película del montón, y a miles de años luz de la primera parte. Este exorcismo no te transmite nada, parece Buffy Cazavampiros... ni terror, ni drama, ni angustia... nada de nada.
El final es un pequeño desastre que no empaña la primera mitad. Queda en el balance una película aceptable, más entretenida que la de Schrader a mi entender, aunque parece que no estamos de acuerdo en eso. Varios decís que preferís la de Harlin y otros la de Schrader. No parece haber acuerdo.
Yo coincido más en preferir la de Renny Harlin. ya que la otra mantiene el mismo tono aburrido en todo el metraje y me parece demasiado televisiva, la de Harlin es mejor en la primera mitad, y en la segunda es malilla pero entretenida. La de Schrader en todo momento es monótona y aburrida, no me provocó ninguna sensación salvo aburrimiento.
15 de enero de 2023
15 de enero de 2023
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No es para nada lo que se espera de una precuela. Técnicamente pobre, paupérrima podríamos decir, a la altura de las TV movies. Pese a ello no es de extrañar que se convierta en una película de culto, tiene todas las papeletas.
Tensión sexual entre los dos protagonistas como es debido, pero de actuaciones la película anda muy floja.
La historia no está mal, quizá haciendo las cosas como es debido hubiera sido una buena película. Las precuelas son algo peligroso, incluso más que las secuelas. Izabella Scorupco destila sensualidad y feminidad, algo bastante peligroso en el contexto de la película. Se podría decir que ella sola es uno de los pilares de la historia, el contrapunto perfecto a un guion anodino.
Tensión sexual entre los dos protagonistas como es debido, pero de actuaciones la película anda muy floja.
La historia no está mal, quizá haciendo las cosas como es debido hubiera sido una buena película. Las precuelas son algo peligroso, incluso más que las secuelas. Izabella Scorupco destila sensualidad y feminidad, algo bastante peligroso en el contexto de la película. Se podría decir que ella sola es uno de los pilares de la historia, el contrapunto perfecto a un guion anodino.
30 de enero de 2024
30 de enero de 2024
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Un pasado. Nunca vimos a Merrin con un pasado que mereciera la pena contar. Nos olvidamos de Regan, de todo lo que hemos visto, regresamos a una época oscura, tanto del venerado sacerdote como de la propia Historia.
Esta es la versión que nos cuenta el sr. Renny Harlin...
Se trata de un deseo muy antiguo que hervía en la cabeza del todopoderoso ejecutivo de Morgan Creek, James Robinson, y la verdad, ya sólo eso produce náuseas. "Exorcista" sólo hubo uno, y lo crearon Blatty y Friedkin en 1.973; las mismas náuseas que a uno le dan cuando contempla la franquicia generada por la horrible secuela de John Boorman...¿por qué seguir intentando acercarse a lo imposible? Pero hay detalles que se escapan. En esta versión Harlin es director, sin embargo él llegó a un proyecto ya rodado y rechazado de Caleb Carr y un Paul Schrader despedido tras fuertes tensiones y diferencias creativas.
Se hace cargo escribiendo desde la raíz un guión olvidando lo que ya se ha hecho, soportando el peso de una obra mítica para el cine, y lo encara con una idea clara: hacer una película que le rinda tributo sin cesar, y añadiendo las acostumbradas dosis de suspense y acción que lleva estampando en su cine desde siempre. ¿Cuál es la diferencia entre esta versión y la que ya había filmado Schrader? Que no se respeta absolutamente nada la trama ni a los personajes. Por eso Skarsgard, en lugar de ser el torturado sacerdote que el anterior presentó, justificándolo con un prólogo demoledor en la 2.ª Guerra Mundial, es ahora la versión alcohólica y huraña de Indiana Jones.
Así empieza la historia después de una introducción simplemente horrible para que Robinson tuviera su maldita conexión con la obra de Friedkin, y abusando, ¡cómo no!, del factor espectáculo y los efectos digitales (que de malos que son provocan que sangren las córneas). Pues a Merrin/Jones le encargan encontrar una pieza de no se qué narices en una excavación donde ha sido hallada una iglesia de fecha equivocada en un pequeño poblado de la Kenia ocupada por el Imperio Británico; al contrario que en la versión de Schrader, será él y no el joven sacerdote Francis el recién llegado al lugar, sin tomar conciencia de las costumbres ni las gentes, sin conocer a los personajes que antes aparecían a su alrededor.
Aquí son poco menos que pequeños esbozos: el intérprete Chuma, el mayor Granville, el jefe de la aldea que promueve la desconfianza en los cristianos; ninguno está desarrollado para no quitar protagonismo al sacerdote/aventurero, y en una pésima decisión no sólo se aparta a los que ya existían, sino que otros se inventan, como el tipo que encarga la búsqueda, el repugnante capataz de la obra (Alan Ford, ¿qué estás haciendo?) o una doctora (Sarah) de mucho misterio (Izabella Scorupco, quien sustituye a la mejor actriz aunque no tan atractiva físicamente (porque eso vende mucho, claro) Clara Bellar).
Puede que el personaje de la nueva doctora gane más peso (luego veremos que la razón de ello es un tremendo, tremendo error), pero ella, tanto como los demás, responden a clichés horrorosos (el de Ford el peor...Dios mío, qué asco da). Por otro lado Harlin, que decide evitar a toda costa lo que ha hecho Schrader para no sufrir la misma suerte ante los ejecutivos de Morgan Creek, se olvida de su estilo de corte clásico, de su sobriedad en la puesta en escena, y prefiere hacerse notar con los movimientos continuos y la estética, una fotografía más llamativa y golpes de efectos metidos con calzador para causar ese respingo al público que tanto le gusta a Robinson.
Irónicamente, con todas estas tonterías, sólo consigue atarse a los tics visuales del cine de terror del siglo XXI, a los malos convencionalismos modernos. Y hay quienes tienen el valor de afirmar que su versión respeta más el legado de la obra de Friedkin, sólo por incluir guiños a ella...pero eso es un recurso torpe, oportunista y, de nuevo irónicamente, una falta de respeto al material original; Schrader no quería usar estas referencias para no empañar la importancia de ese legado, para no volver a repetir lo ya usado en su momento y mantenerse al margen creando un universo nuevo.
Por eso antes los sacrificios se realizaban a un ídolo pagano y la iglesia (a cuyo interior se podía acceder de frente) se construyó para él, y no fue una mera estrategia de la Iglesia para encubrir dichos sacrificios al puñetero Pazuzu, que está aquí de prestado. Otro error garrafal es servirse de los hijos de Emekwi para instalar el elemento satánico, eso quiere decir que el personaje de Cheche jamás aparece, pero Billy Crawford (al principio) resultaba más creíble que aquí Remy Sweeney (todas sus escenas, sin excepción, dan vergüenza ajena, y más cuando tiene que ayudar a Merrin en el exorcismo...¡ay, qué risa!).
Mientras tanto el romance, otro elemento cliché, entre la doctora y el sacerdote/aventurero, se intensifica, y lo hace porque ella toma parte en el tema de la posesión a través de un giro muy tramposo de guión, amén de sinvergüenza, y responsable de provocar que Schrader y Blatty (defensor de la primera versión) estallaran a carcajadas en la premiere del film, y de un servidor, si he de confesarlo. Como era de esperar el bueno de Harlin se decanta por el espectáculo "made in Hollywood" y el clímax, mucho más ruidoso y efectista que el de la versión previa, está cargado de efectos digitales que se ponen en competencia directa con los de "Van Helsing".
Pero una de las cosas que más me sacan de quicio es como relegan a Julian Wadham a la nada después de haberme sorprendido tanto antes con su interpretación. Como estaba previsto, no era necesaria la intervención de Dios para que esta bazofia fracasara...
Los de Morgan Creek volvieron cabizbajos para admitir un estreno cinematográfico a Schrader si les entregaba un corte adecuado, y así fue. Y ahora, para evitar que estas atrocidades ocurran de nuevo...¡yo te expulso, demonio de Hollywood!, ¡el poder del cine te obliga!, ¡el poder del cine te obliga!
Esta es la versión que nos cuenta el sr. Renny Harlin...
Se trata de un deseo muy antiguo que hervía en la cabeza del todopoderoso ejecutivo de Morgan Creek, James Robinson, y la verdad, ya sólo eso produce náuseas. "Exorcista" sólo hubo uno, y lo crearon Blatty y Friedkin en 1.973; las mismas náuseas que a uno le dan cuando contempla la franquicia generada por la horrible secuela de John Boorman...¿por qué seguir intentando acercarse a lo imposible? Pero hay detalles que se escapan. En esta versión Harlin es director, sin embargo él llegó a un proyecto ya rodado y rechazado de Caleb Carr y un Paul Schrader despedido tras fuertes tensiones y diferencias creativas.
Se hace cargo escribiendo desde la raíz un guión olvidando lo que ya se ha hecho, soportando el peso de una obra mítica para el cine, y lo encara con una idea clara: hacer una película que le rinda tributo sin cesar, y añadiendo las acostumbradas dosis de suspense y acción que lleva estampando en su cine desde siempre. ¿Cuál es la diferencia entre esta versión y la que ya había filmado Schrader? Que no se respeta absolutamente nada la trama ni a los personajes. Por eso Skarsgard, en lugar de ser el torturado sacerdote que el anterior presentó, justificándolo con un prólogo demoledor en la 2.ª Guerra Mundial, es ahora la versión alcohólica y huraña de Indiana Jones.
Así empieza la historia después de una introducción simplemente horrible para que Robinson tuviera su maldita conexión con la obra de Friedkin, y abusando, ¡cómo no!, del factor espectáculo y los efectos digitales (que de malos que son provocan que sangren las córneas). Pues a Merrin/Jones le encargan encontrar una pieza de no se qué narices en una excavación donde ha sido hallada una iglesia de fecha equivocada en un pequeño poblado de la Kenia ocupada por el Imperio Británico; al contrario que en la versión de Schrader, será él y no el joven sacerdote Francis el recién llegado al lugar, sin tomar conciencia de las costumbres ni las gentes, sin conocer a los personajes que antes aparecían a su alrededor.
Aquí son poco menos que pequeños esbozos: el intérprete Chuma, el mayor Granville, el jefe de la aldea que promueve la desconfianza en los cristianos; ninguno está desarrollado para no quitar protagonismo al sacerdote/aventurero, y en una pésima decisión no sólo se aparta a los que ya existían, sino que otros se inventan, como el tipo que encarga la búsqueda, el repugnante capataz de la obra (Alan Ford, ¿qué estás haciendo?) o una doctora (Sarah) de mucho misterio (Izabella Scorupco, quien sustituye a la mejor actriz aunque no tan atractiva físicamente (porque eso vende mucho, claro) Clara Bellar).
Puede que el personaje de la nueva doctora gane más peso (luego veremos que la razón de ello es un tremendo, tremendo error), pero ella, tanto como los demás, responden a clichés horrorosos (el de Ford el peor...Dios mío, qué asco da). Por otro lado Harlin, que decide evitar a toda costa lo que ha hecho Schrader para no sufrir la misma suerte ante los ejecutivos de Morgan Creek, se olvida de su estilo de corte clásico, de su sobriedad en la puesta en escena, y prefiere hacerse notar con los movimientos continuos y la estética, una fotografía más llamativa y golpes de efectos metidos con calzador para causar ese respingo al público que tanto le gusta a Robinson.
Irónicamente, con todas estas tonterías, sólo consigue atarse a los tics visuales del cine de terror del siglo XXI, a los malos convencionalismos modernos. Y hay quienes tienen el valor de afirmar que su versión respeta más el legado de la obra de Friedkin, sólo por incluir guiños a ella...pero eso es un recurso torpe, oportunista y, de nuevo irónicamente, una falta de respeto al material original; Schrader no quería usar estas referencias para no empañar la importancia de ese legado, para no volver a repetir lo ya usado en su momento y mantenerse al margen creando un universo nuevo.
Por eso antes los sacrificios se realizaban a un ídolo pagano y la iglesia (a cuyo interior se podía acceder de frente) se construyó para él, y no fue una mera estrategia de la Iglesia para encubrir dichos sacrificios al puñetero Pazuzu, que está aquí de prestado. Otro error garrafal es servirse de los hijos de Emekwi para instalar el elemento satánico, eso quiere decir que el personaje de Cheche jamás aparece, pero Billy Crawford (al principio) resultaba más creíble que aquí Remy Sweeney (todas sus escenas, sin excepción, dan vergüenza ajena, y más cuando tiene que ayudar a Merrin en el exorcismo...¡ay, qué risa!).
Mientras tanto el romance, otro elemento cliché, entre la doctora y el sacerdote/aventurero, se intensifica, y lo hace porque ella toma parte en el tema de la posesión a través de un giro muy tramposo de guión, amén de sinvergüenza, y responsable de provocar que Schrader y Blatty (defensor de la primera versión) estallaran a carcajadas en la premiere del film, y de un servidor, si he de confesarlo. Como era de esperar el bueno de Harlin se decanta por el espectáculo "made in Hollywood" y el clímax, mucho más ruidoso y efectista que el de la versión previa, está cargado de efectos digitales que se ponen en competencia directa con los de "Van Helsing".
Pero una de las cosas que más me sacan de quicio es como relegan a Julian Wadham a la nada después de haberme sorprendido tanto antes con su interpretación. Como estaba previsto, no era necesaria la intervención de Dios para que esta bazofia fracasara...
Los de Morgan Creek volvieron cabizbajos para admitir un estreno cinematográfico a Schrader si les entregaba un corte adecuado, y así fue. Y ahora, para evitar que estas atrocidades ocurran de nuevo...¡yo te expulso, demonio de Hollywood!, ¡el poder del cine te obliga!, ¡el poder del cine te obliga!
24 de junio de 2005
24 de junio de 2005
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la peor precuela que he visto en mi vida, desde principio hasta el fin.
Los personajes carecen de interés, se esperaba muchísimo dar de lo que ha dado.
El guión es penoso.
La escena final de la mujer poseída es la peor que he visto.
No da miedo, da pena.
Los personajes carecen de interés, se esperaba muchísimo dar de lo que ha dado.
El guión es penoso.
La escena final de la mujer poseída es la peor que he visto.
No da miedo, da pena.
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