La niña de tus ojos
1998 

6.2
17,963
Drama. Comedia
En plena guerra civil, un grupo de artistas españoles va a rodar una película de carácter folclórico a los estudios alemanes de la UFA nazi. El contraste ideológico entre españoles y germanos da lugar a situaciones conflictivas como, por ejemplo, el choque entre la protagonista, hija de un preso republicano, y el mismísimo Goebbels, jefe de la propaganda nazi del Tercer Reich. (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2006
5 de agosto de 2006
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En verdad, no tiene demasiado en especial esta película. Se destaca el guión divertido, sueltas de vez en cuando unas carcajadas y así la película no es aburrida. Aparte, vemos el gran número de actores conocidísimos ( Penélope Cruz, Antonio Resines, Jesús Bonilla, Santiago Segura,... ), con lo que la película se hace atractiva.
Vemos en esta película la situación del país de Alemania durante la guerra, la discriminación, los fusilamientos, ...Pero no me convence demasiado esta película. No tiene demasiada emoción esta película, es solo para entretenerte. Me sorprende los premios que ha obtenido, pero bueno, el resto sería menor que esto ( en teoría ). Sirve como crítica ante la situación ya comentada, para que no se vuelva a repetir y vemos la atracción por el extranjero ese que siente "la niña de tus ojos". Divertido Jorge Sanz y también Jesús Bonilla tiene sus puntos intentando aprender el alemán ( spanichin paellin, ¡ je, je ! ).
En conclusión, pues le pongo un 6'00 ( casualmente es la que tiene esta película entre la media de todos los votantes, lo sé, pero a mí me ha parecido lo mismo ).
Vemos en esta película la situación del país de Alemania durante la guerra, la discriminación, los fusilamientos, ...Pero no me convence demasiado esta película. No tiene demasiada emoción esta película, es solo para entretenerte. Me sorprende los premios que ha obtenido, pero bueno, el resto sería menor que esto ( en teoría ). Sirve como crítica ante la situación ya comentada, para que no se vuelva a repetir y vemos la atracción por el extranjero ese que siente "la niña de tus ojos". Divertido Jorge Sanz y también Jesús Bonilla tiene sus puntos intentando aprender el alemán ( spanichin paellin, ¡ je, je ! ).
En conclusión, pues le pongo un 6'00 ( casualmente es la que tiene esta película entre la media de todos los votantes, lo sé, pero a mí me ha parecido lo mismo ).
4 de agosto de 2013
4 de agosto de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Trueba ofrece en "La niña de tus ojos" un simpático pasatiempo sobre un equipo de artistas cañíes que se trasladan a la Alemania nazi para rodar un film folclórico (con el beneplácito de la propaganda fascista), allí se verán envueltos en jocosas (y no tan jocosas) complicaciones.
Lejos de optar por la alerta seria y enrevesada sobre la triste situación de aquel periodo fascista, la cinta se deja llevar sobre todo por la comedia ligera de marcado y acertado humor español... sin dejar por ello de lado algunos tonos subyacentes de denuncia sobre la época y sus circunstancias (descritos en tono de sátira hacia situaciones absurdas de racismo o totalitarismo).
El enredo principal que acaentece de "La niña de tus ojos" no es excesivamente elaborado... e incluso en su último tercio comienza a desbarrar y a abandonar en interés. Sin embargo se trata de un enredo amable y asequible, con algún punto de enigmática sugerencia, y que se va disgregando en varios momentos cómicos que consiguen dejar alguna que otra risa (sobre todo respecto a sus personajes secundarios).
Y es que, si bien los embrollos de "La niña de tus ojos" tan solo se quedan en lo apto (con algunas situaciones más acertadas que otras), lo que acaba importando en la cinta es su exposición. Porque da gusto observar como se configura esta pandilla patria, que se va abarrotando de camaradería, ardor, afectuosidad, ímpetu y complicidad tan características del sentir íbero más usual. La construcción de personajes resulta tan curiosa como exquisita y gustosa; edificada desde el colectivismo y el desenfado tan inherentes en el espíritu cañí, que pega constantes patadas al individualismo, la seriedad y la frialdad. Y así esta fraternal, dispar y espontánea troupe se va constituyendo con un cómplice encanto.
El reparto es otro de las grandes aciertos de la cinta, en el terreno cómico todos funcionan con enorme desenvoltura, y cuanto menos en serio se toman a sí mismos mejor están en cuanto a osadía y descaro. Podría decirse que esta peña patria acaba haciendo los mismos papeles que suelen hacer (Loles León hace el papel de siempre, Resines también hace de Resines, Bonilla (nunca mejor dicho) hace de Bonilla, Jorge Sanz hace de Jorge Sanz versión cuchufleta, Rosa María Sardá idem...) pero... ¿y lo bien que encajan en estos roles de este film? Todos ellos resultan cercanos y afectuosos aun poniéndose en la piel de personajes burlescos: Bonilla divierte sin remedio como el tosco productor, Segura desternilla como amanerado director artístico, Loles León aporta continuados visajes como asistente de la artista, Rosa María Sardá conquista como actriz beoda venida a menos, etc. Y Penélope Cruz ilumina en uno de sus mejores y más desenvueltos papeles. Verla en "La niña de tus ojos" es el antídoto perfecto para olvidarse de cosas como "Vanilla Sky", "Todos los caballos bellos" o "La mandolina del Capitán Corelli".
Por otro lado el metraje también se va describiendo con gusto, comodidad y estilo en su puesta en escena. La fotografía aporta una atractiva tonalidad, los añejos escenarios tienen una estupenda solera y su vestuario es notable.
Trueba por su parte aporta un ritmo correcto (aunque tampoco destacable) en un trama parca que se va resintiendo en sus minutos finales... pero que cuenta con un plantel adorable henchido de querencia, con unas notas de humor de sonrisas y risotadas, y con un aspecto gráfico que hacen de la cinta algo merecedor de encantarnos.
Lo mejor: Su reparto.
Lo peor:...
Lejos de optar por la alerta seria y enrevesada sobre la triste situación de aquel periodo fascista, la cinta se deja llevar sobre todo por la comedia ligera de marcado y acertado humor español... sin dejar por ello de lado algunos tonos subyacentes de denuncia sobre la época y sus circunstancias (descritos en tono de sátira hacia situaciones absurdas de racismo o totalitarismo).
El enredo principal que acaentece de "La niña de tus ojos" no es excesivamente elaborado... e incluso en su último tercio comienza a desbarrar y a abandonar en interés. Sin embargo se trata de un enredo amable y asequible, con algún punto de enigmática sugerencia, y que se va disgregando en varios momentos cómicos que consiguen dejar alguna que otra risa (sobre todo respecto a sus personajes secundarios).
Y es que, si bien los embrollos de "La niña de tus ojos" tan solo se quedan en lo apto (con algunas situaciones más acertadas que otras), lo que acaba importando en la cinta es su exposición. Porque da gusto observar como se configura esta pandilla patria, que se va abarrotando de camaradería, ardor, afectuosidad, ímpetu y complicidad tan características del sentir íbero más usual. La construcción de personajes resulta tan curiosa como exquisita y gustosa; edificada desde el colectivismo y el desenfado tan inherentes en el espíritu cañí, que pega constantes patadas al individualismo, la seriedad y la frialdad. Y así esta fraternal, dispar y espontánea troupe se va constituyendo con un cómplice encanto.
El reparto es otro de las grandes aciertos de la cinta, en el terreno cómico todos funcionan con enorme desenvoltura, y cuanto menos en serio se toman a sí mismos mejor están en cuanto a osadía y descaro. Podría decirse que esta peña patria acaba haciendo los mismos papeles que suelen hacer (Loles León hace el papel de siempre, Resines también hace de Resines, Bonilla (nunca mejor dicho) hace de Bonilla, Jorge Sanz hace de Jorge Sanz versión cuchufleta, Rosa María Sardá idem...) pero... ¿y lo bien que encajan en estos roles de este film? Todos ellos resultan cercanos y afectuosos aun poniéndose en la piel de personajes burlescos: Bonilla divierte sin remedio como el tosco productor, Segura desternilla como amanerado director artístico, Loles León aporta continuados visajes como asistente de la artista, Rosa María Sardá conquista como actriz beoda venida a menos, etc. Y Penélope Cruz ilumina en uno de sus mejores y más desenvueltos papeles. Verla en "La niña de tus ojos" es el antídoto perfecto para olvidarse de cosas como "Vanilla Sky", "Todos los caballos bellos" o "La mandolina del Capitán Corelli".
Por otro lado el metraje también se va describiendo con gusto, comodidad y estilo en su puesta en escena. La fotografía aporta una atractiva tonalidad, los añejos escenarios tienen una estupenda solera y su vestuario es notable.
Trueba por su parte aporta un ritmo correcto (aunque tampoco destacable) en un trama parca que se va resintiendo en sus minutos finales... pero que cuenta con un plantel adorable henchido de querencia, con unas notas de humor de sonrisas y risotadas, y con un aspecto gráfico que hacen de la cinta algo merecedor de encantarnos.
Lo mejor: Su reparto.
Lo peor:...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... su desenlace.
7 de enero de 2018
7 de enero de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
Azcona y Trueba ya construyeron en 1992 la oscarizada “Belle Époque”, y en 1998, a semejanza de aquella rodaron esta película “La niña de tus ojos”, una historia coral de personajes típicamente españoles que en plena guerra civil viajan a la Alemania de Hitler a rodar una película estilo españolada, o sea folclórica, con la ayuda de los estudios alemanes de la UFA nazi. Es cine dentro del cine, como ya hicieran en su momento Truffaut en la Noche americana, 1973 pero en este caso, es cine sobre el cine pero teñido de política fascista, o mejor: franquista-nazi.
Fernando Trueba dirige sabiamente esta película que aunque tiene algunas escenas forzadas y confusas, el sumatorio global es muy loable y sostiene perfectamente una narración que hibrida el humor con el drama y los conflictos ideológicos.
El guión de Rafael Azcona junto a Trueba, Carlos López y Manuel Ángel Egea resulta genial, en ocasiones áspero en la narración, pero brillante en secuencias, diálogos y en el hilo conductor del film, que se sitúa en un crescendo de interés conforme transcurren los minutos, con un final a toda prisa para abominar del nazismo y sus adlátere. Buena la música de Antoine Duhamel y excelente fotografía de Javier Aguirresarobe.
El reparto es de lujo, sobresaliendo una Penélope Cruz incontestable en su primer gran papel como protagonista, que traspasa la pantalla con su desparpajo y naturalidad. Jorge Sanz genial y con gran vis cómica. Antonio Resines estupendo y convincente. Santiago Segura está en su punto de cocción. Juan Luis Galiardo magnífico en el rol de embajador español. Jesús Bonilla histriónico y chillón, muy bien. O Rosa María Sardá en plenitud de recursos.
No creo equivocarme si afirmo que es un film de excelencia dentro de la cinematografía española, una comedia en estado de gracia, que no olvida el tinte dramático correspondiente a las circunstancias igualmente trágicas en las que se desarrolla, con un nazismo pujante y fanático que provoca el repudio incluso de los que en el grupo presumían de franquistas. Azcona hace una recreación genial de la colaboración que se dio en plena Guerra civil entre los franquistas y el gobierno alemán.
En fin, singular y genial visión del mundo del cine, de sus recovecos y entresijos, que deviene sátira sobre el cine español de antaño, e igual del folclorismo imperante en el mismo. Pero es que además, la cinta está trufada de la desdicha de nuestra guerra, y sus conexiones con un régimen como el nazi, ante el cual no caben concesiones por su conocida brutalidad y malignidad.
Fernando Trueba dirige sabiamente esta película que aunque tiene algunas escenas forzadas y confusas, el sumatorio global es muy loable y sostiene perfectamente una narración que hibrida el humor con el drama y los conflictos ideológicos.
El guión de Rafael Azcona junto a Trueba, Carlos López y Manuel Ángel Egea resulta genial, en ocasiones áspero en la narración, pero brillante en secuencias, diálogos y en el hilo conductor del film, que se sitúa en un crescendo de interés conforme transcurren los minutos, con un final a toda prisa para abominar del nazismo y sus adlátere. Buena la música de Antoine Duhamel y excelente fotografía de Javier Aguirresarobe.
El reparto es de lujo, sobresaliendo una Penélope Cruz incontestable en su primer gran papel como protagonista, que traspasa la pantalla con su desparpajo y naturalidad. Jorge Sanz genial y con gran vis cómica. Antonio Resines estupendo y convincente. Santiago Segura está en su punto de cocción. Juan Luis Galiardo magnífico en el rol de embajador español. Jesús Bonilla histriónico y chillón, muy bien. O Rosa María Sardá en plenitud de recursos.
No creo equivocarme si afirmo que es un film de excelencia dentro de la cinematografía española, una comedia en estado de gracia, que no olvida el tinte dramático correspondiente a las circunstancias igualmente trágicas en las que se desarrolla, con un nazismo pujante y fanático que provoca el repudio incluso de los que en el grupo presumían de franquistas. Azcona hace una recreación genial de la colaboración que se dio en plena Guerra civil entre los franquistas y el gobierno alemán.
En fin, singular y genial visión del mundo del cine, de sus recovecos y entresijos, que deviene sátira sobre el cine español de antaño, e igual del folclorismo imperante en el mismo. Pero es que además, la cinta está trufada de la desdicha de nuestra guerra, y sus conexiones con un régimen como el nazi, ante el cual no caben concesiones por su conocida brutalidad y malignidad.
30 de septiembre de 2019
30 de septiembre de 2019
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En 1998 Fernando Trueba nos deleitó con una comedia homenaje a lo 'typical spanish' acompañado de un fantástico guion del gran Rafael Azcona y un elenco coral envidiable, digno del olimpo del actoral español de su época. Destacando una sorprendente Penélope Cruz.
La historia de un grupo cinematográfico en la época franquista que emigra a una Alemania nazi a rodar un folclórico film es el pilar de risas y enredos donde se trastabillarán consecuentemente en una serie de sucesos que se balancean entre la risa y el suspense. La naturalidad y desparpajo de su protagonista independientemente de si eres simpatizante o no, es digna del Goya que recibió acompañado de otros seis, entre ellos, el de mejor película. Macarena se desenvuelve con gracia y brío entre envidias y peligros, en un país extranjero donde se juega tanto su carrera como su vida al enamorarse de un judío. La tragedia hecha comedia como el mejor Lubitsch, jugando a reírse del drama, pues es la mejor manera de sanarlo, aunque eso a día de hoy sea motivo de ofensa continua, hubo un tiempo que el humor no tenía límites. Quién se imagina que hoy día pudiéramos reírnos de dramas sin que alguien tome medidas legales, esta obra tuvo la suerte de estrenarse en el final de una época donde el humor era básico y respetado en todas sus libertades.
Homenajeando a un final puramente 'casablanquero' donde los nazis, fácilmente encasillables en papel de malos, hacen que sus homónimos en el país español sean menos terroríficos, y aumentar tensión en la odisea de rodar una película que homenajea a las grandes españoladas antiguas y grandes actrices como Imperio Argentina o Sara Montiel.
De una elegancia sobria y una calidad de producción excepcional, este cuento nos ha dejado tal vez una de las mejores herencias de la comedia española. Con un reparto que está en un estado de gracia sublime, Rosa Maria Sardà como la actriz borracha, Loles León como la representante maternal y proteccionista, Antonio Resines como director fracasado, Santiago Segura como ayudante 'homosentimental' Neus Asensi como la secundaria envidiosa, y el resto del reparto, Jorge Sanz, María Barranco, Jesús Bonilla o Juan Luis Galiardo cierran un coro redondo donde los haya.
Para más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
La historia de un grupo cinematográfico en la época franquista que emigra a una Alemania nazi a rodar un folclórico film es el pilar de risas y enredos donde se trastabillarán consecuentemente en una serie de sucesos que se balancean entre la risa y el suspense. La naturalidad y desparpajo de su protagonista independientemente de si eres simpatizante o no, es digna del Goya que recibió acompañado de otros seis, entre ellos, el de mejor película. Macarena se desenvuelve con gracia y brío entre envidias y peligros, en un país extranjero donde se juega tanto su carrera como su vida al enamorarse de un judío. La tragedia hecha comedia como el mejor Lubitsch, jugando a reírse del drama, pues es la mejor manera de sanarlo, aunque eso a día de hoy sea motivo de ofensa continua, hubo un tiempo que el humor no tenía límites. Quién se imagina que hoy día pudiéramos reírnos de dramas sin que alguien tome medidas legales, esta obra tuvo la suerte de estrenarse en el final de una época donde el humor era básico y respetado en todas sus libertades.
Homenajeando a un final puramente 'casablanquero' donde los nazis, fácilmente encasillables en papel de malos, hacen que sus homónimos en el país español sean menos terroríficos, y aumentar tensión en la odisea de rodar una película que homenajea a las grandes españoladas antiguas y grandes actrices como Imperio Argentina o Sara Montiel.
De una elegancia sobria y una calidad de producción excepcional, este cuento nos ha dejado tal vez una de las mejores herencias de la comedia española. Con un reparto que está en un estado de gracia sublime, Rosa Maria Sardà como la actriz borracha, Loles León como la representante maternal y proteccionista, Antonio Resines como director fracasado, Santiago Segura como ayudante 'homosentimental' Neus Asensi como la secundaria envidiosa, y el resto del reparto, Jorge Sanz, María Barranco, Jesús Bonilla o Juan Luis Galiardo cierran un coro redondo donde los haya.
Para más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
28 de febrero de 2025
28 de febrero de 2025
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Algo tiene de genial "La niña de tus ojos" que me encandila y no es solamente Penélope Cruz. La obra más importante de Fernando Trueba, para mi gusto al nivel de Belle Époque, me divierte, me engancha, me hace reír, me hace pensar, me hace pasar malos ratos y me hace repetir de vez en cuando. Y es que a Trueba le ha salido una historia bastante redonda en lo esencial y llena de una serie de matices tan ricos y contrapuestos como complementarios. Su película combina con acidez lo trágico con la comedia y la sutileza de su trasfondo burlesco con la tosquedad de un fascismo tan groseramente dibujado aquí como las ganas de follar de un Ministro de propaganda nazi más salido que el palo de un churrero.
En este viaje de españolitos fascinados por lo extranjero, de señoritos patrios embobados, anonadados, fascinados y absortos por la prejuiciada grandiosidad de lo ubicado allende las fronteras de nuestra España linda y querida, se crea una especie de "Bienvenido Mr. Marshall" a domicilio en el que de una manera un tanto extraña se mezclan géneros tan dispares como el cine negro, la sátira o el cine folklórico, aderezado todo ello con líos de mantas, encoñamientos varios, entuertos, equívocos y chantajes por conveniencia que desembocan en una suerte de grotesca bufonada.
A mí "La Niña de tus ojos" me sabe a cocido con chorizo y oreja, a España profunda, a griterío en la taberna de tu barrio, a los típicos dimes y diretes de los vecinos de la casa de tu abuela la del pueblo, a chismorreos de vieja del visillo, a jolgorio, tablao flamenco y a lo más autóctono y característico del buen español de pura cepa, a saber: envidiar al otro, dejarse impresionar cuando sus oídos escuchan lenguas extranjeras y el tirar pa´lante, ande el burro o no ande con sus cojones por delante. Se dibuja con ello a una serie de personajes que caricaturizan al individuo made in Spain de andar por casa en un contexto de guerracivilismo español y fascismo nazi en el que se nota que Trueba se va dejando llevar por aquello de sacar a relucir lo del facherío, la fachosfera y demás ganas de remover la mierda, aunque en esta ocasión hay que tomárselo con el cachondeo que merece cuando la tensión del momento te deja tomártelo de tal manera.
Y me permitiréis que haga una pequeña mención a una "Pe" que luce posiblemente más esplendorosa aquí que en ninguna otra película previa ni posterior. Su Macarena, es decir, su Carmen la de Triana, es decir, su Imperio Argentina, desprende una luz tan grande que no me extraña que el tal Goebbels se idiotizara más todavía de lo que posiblemente fuera y que algún que otro judío accediera a contorsionarse no sé si pensando más con la polla o pensando en salvar la vida. Sea como fuere, Los Piconeros puede que incite a tocar las palmas o a acabar de pegarse un tiro, pero ese momento de Penélope Cruz es pequeña gran magia castiza, alegría para los ojos y los oídos o vinagre del que escuece de verdad. Todo depende del prisma bajo el cual lo veas y escuches.
Oscura, divertida, oprimente, enredada, retorcida, mordaz y punzante. Ideal para esos días en los que deseas un humor de los que escuece, un sufrimiento jocoso, una parodia de este país llamado España que a veces parece que ha perdido el norte y los papeles.
En este viaje de españolitos fascinados por lo extranjero, de señoritos patrios embobados, anonadados, fascinados y absortos por la prejuiciada grandiosidad de lo ubicado allende las fronteras de nuestra España linda y querida, se crea una especie de "Bienvenido Mr. Marshall" a domicilio en el que de una manera un tanto extraña se mezclan géneros tan dispares como el cine negro, la sátira o el cine folklórico, aderezado todo ello con líos de mantas, encoñamientos varios, entuertos, equívocos y chantajes por conveniencia que desembocan en una suerte de grotesca bufonada.
A mí "La Niña de tus ojos" me sabe a cocido con chorizo y oreja, a España profunda, a griterío en la taberna de tu barrio, a los típicos dimes y diretes de los vecinos de la casa de tu abuela la del pueblo, a chismorreos de vieja del visillo, a jolgorio, tablao flamenco y a lo más autóctono y característico del buen español de pura cepa, a saber: envidiar al otro, dejarse impresionar cuando sus oídos escuchan lenguas extranjeras y el tirar pa´lante, ande el burro o no ande con sus cojones por delante. Se dibuja con ello a una serie de personajes que caricaturizan al individuo made in Spain de andar por casa en un contexto de guerracivilismo español y fascismo nazi en el que se nota que Trueba se va dejando llevar por aquello de sacar a relucir lo del facherío, la fachosfera y demás ganas de remover la mierda, aunque en esta ocasión hay que tomárselo con el cachondeo que merece cuando la tensión del momento te deja tomártelo de tal manera.
Y me permitiréis que haga una pequeña mención a una "Pe" que luce posiblemente más esplendorosa aquí que en ninguna otra película previa ni posterior. Su Macarena, es decir, su Carmen la de Triana, es decir, su Imperio Argentina, desprende una luz tan grande que no me extraña que el tal Goebbels se idiotizara más todavía de lo que posiblemente fuera y que algún que otro judío accediera a contorsionarse no sé si pensando más con la polla o pensando en salvar la vida. Sea como fuere, Los Piconeros puede que incite a tocar las palmas o a acabar de pegarse un tiro, pero ese momento de Penélope Cruz es pequeña gran magia castiza, alegría para los ojos y los oídos o vinagre del que escuece de verdad. Todo depende del prisma bajo el cual lo veas y escuches.
Oscura, divertida, oprimente, enredada, retorcida, mordaz y punzante. Ideal para esos días en los que deseas un humor de los que escuece, un sufrimiento jocoso, una parodia de este país llamado España que a veces parece que ha perdido el norte y los papeles.
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