Francis Veber, el director de La cena de los idiotas, nos trae esta joyita.

Es cierto que es una película de calidad normal, no es ninguna obra maestra ni nada, pero es de las mejores comedias que puedes ver, de las comedias con las que más me he reído. Ciertamente lo que más me gustó es que en el cine en el que se esconde Quentin estén poniendo la Edad de hielo, que es otra comedia maravillosa, la primera película, digo.

El personaje es para troncharse de la risa, lo absurdo de robar tantos coches, lo de la vaca sonando, todo te hace reír a carcajadas, por lo menos a mí sí. Otra cosa es que representa muy bien el valor de una amistad como Dios manda, un amigo que está dispuesto a dar su vida por el otro para que su plan salga bien, aunque sea un malévolo plan de venganza. Aunque Quentin le advierte a Ruby que no debería vengarse, al final Quentin, un pobre tonto idiota, siempre está dispuesto a ayudar al loco de su amigo.

En este caso el hablador que no cierra la boca ni debajo del agua, Quentin (Depardieu), un obeso ladrón, ingenuo y bonachón que busca amigos desesperadamente; y el peligroso hampón hierático y silencioso, Ruby (Reno), que quiere acabar con el asesino de su amante.
Una divertida comedia que, aunque no tiene nada que ver con el humor de Laurel y de Hardy, junta también a un Gordo y a un Flaco en una obra disparatada y llena de acción.
Comedia a la francesa, sin dramas, con esos toques tiernos que la hacen tan agradable al espectador. Como las escenas de la persecución a los dos protagonistas en pijama por toda la ciudad seguidos de cerca por los hampones y por la policía, que recuerdan un poco las carreras de Charlot con los gendarmes pisándole los talones.
Excelentes interpretaciones de Depardieu y Reno.
De acuerdo, no aporta grandes cosas pero permite pasar un buen rato. ¿Y qué otra cosa ha pretendido siempre el cine?
Película interesante que recomendamos a quien busque un rato de distracción y de entretenimiento.

Llevaba años sin ver una comedia tan divertida. Y es que el dúo Depardie-Reno lo bordan en esta película. Están geniales. Si usted lo quiere pasar bien y no parar de reirse, vaya a su videoclub y hagase con la película. No le decepcionará.

Entretenida comedia francesa, en una nueva entrega de Francis Veber, director de la genial "Cena de los Idiotas", entre otras. La película es bastante amena y cuenta además con las interpretaciones de dos de los actores más importantes del cine galo: Gérar Depardieu y Jean Reno. Junto a ellos, todo un elenco de actores secundarios que el director ha utilizado en otras películas y que dan bastante juego a la trama. En definitiva, entretenida y amena comedia que sin embargo está lejos de otras como la antes mencionada o "Salir del armario".

Algunos gags tienen gracia, sí, y la incontinencia verbal del personaje de Depardieu a veces te hace descojonar (solo a veces). Pero, en líneas generales, el argumento apenas existe, el guión deja casí todo por desear (hay escenas metidas con calzador, como las de la chica del bar abandonado), y el fínal es del todo lamentable.
Además, sigo sin ver las excelencias actorales de Jean Reno (de hecho, tan sólo me gustó en El Profesional, y porque el papel era muy adecuado para su falta de expresión) que le hacen tan recomendable: si pasarse todo el metraje con la misma cara de rata empachada es ser un gran actor, entonces Steven Seagal o Chuck Norris son el no va más.
Veber habrá hecho comedias muy exitosas, igual que Reno o Depardieu; pero eso no significa que todo lo que hagan sea bueno. Y este es un buen ejemplo.
Recomendable para pasar el rato, siempre que no haya nada mejor que hacer.