Tierras lejanas
7.4
6,070
16 de julio de 2012
16 de julio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me ocurre lo mismo. Es sentarme a ver una película del oeste y recordar mi niñez. Esos sábados o domingos después de almorzar, toda la familia junta y disfrutando de una historia de tiros, indios, caballos, bailes de salón, duelos...en fin el mundo del western. En especial mi abuelo era un amante de este género. Incluso años más tarde cuando ya me había convertido en adulto y padre de familia, en alguna que otra visita a casa de mis abuelos, coincidía algún film de este tipo y me quedaba con el a disfrutarlo. ¡¡¡ Qué recuerdos !!!
Tierras lejanas nos presenta un poco de realidad y bastante entretenimiento durante su proyección. El Oeste era una especie de jungla, donde podías tener la suerte de caer en un territorio donde hubiese un poco de modernidad y contar con algún sheriff, sus ayudantes y con mucha suerte un juez y algún alguacil para impartir justicia y vivir de forma moderada y tranquila. En la mayoría de los casos esto no ocurría, y era la justicia del más rápido con el revólver el que salía ganador de cualquier disputa. Y luego se daba el tercer caso, el del juez corrupto, que es el que veremos en esta historia. Un tipo manipulador, explotador y con la justicia de su parte para hacer y deshacer a su antojo. Además de contar con un séquito de matones a sus espaldas para darle la protección necesaria. Muchos intentaban salir adelante de la forma más cercana a sus posibilidades, trasladar ganado, buscar oro. Y él siempre tenía que sacar tajada del asunto.
James Stewart aparece como el antagonista de este juez, quien no solo no está de acuerdo con su forma de actuar, sino que le hace frente a todo su equipo. A mí me ha encantado en este nuevo matiz que le ha dado a su personaje, fuera de ese ser encantador al que estamos acostumbrado a ver, y el yerno que toda suegra quisiera tener. Es un poco malhumorado, déspota a veces y se enfrenta a todo el mundo aunque la cosa no tenga mayor importancia. Una interpretación magistral. Y no me gustaría hacer una mención siempre especial al enorme Walter Brennan, espectacular secundario donde los haya y ganador de tres oscars. A mi gusto se podría haber aprovechado más el papel de Ruth Roman, en especial en su última parte. Tampoco se ha sabido potenciar la belleza de Corinne Calvet. Y por último una buena película si un gran villano se queda en simplona. John McIntire está sublime en ese papel que le queda como anillo al dedo.
¡¡¡ Qué grande es el western !!!
Tierras lejanas nos presenta un poco de realidad y bastante entretenimiento durante su proyección. El Oeste era una especie de jungla, donde podías tener la suerte de caer en un territorio donde hubiese un poco de modernidad y contar con algún sheriff, sus ayudantes y con mucha suerte un juez y algún alguacil para impartir justicia y vivir de forma moderada y tranquila. En la mayoría de los casos esto no ocurría, y era la justicia del más rápido con el revólver el que salía ganador de cualquier disputa. Y luego se daba el tercer caso, el del juez corrupto, que es el que veremos en esta historia. Un tipo manipulador, explotador y con la justicia de su parte para hacer y deshacer a su antojo. Además de contar con un séquito de matones a sus espaldas para darle la protección necesaria. Muchos intentaban salir adelante de la forma más cercana a sus posibilidades, trasladar ganado, buscar oro. Y él siempre tenía que sacar tajada del asunto.
James Stewart aparece como el antagonista de este juez, quien no solo no está de acuerdo con su forma de actuar, sino que le hace frente a todo su equipo. A mí me ha encantado en este nuevo matiz que le ha dado a su personaje, fuera de ese ser encantador al que estamos acostumbrado a ver, y el yerno que toda suegra quisiera tener. Es un poco malhumorado, déspota a veces y se enfrenta a todo el mundo aunque la cosa no tenga mayor importancia. Una interpretación magistral. Y no me gustaría hacer una mención siempre especial al enorme Walter Brennan, espectacular secundario donde los haya y ganador de tres oscars. A mi gusto se podría haber aprovechado más el papel de Ruth Roman, en especial en su última parte. Tampoco se ha sabido potenciar la belleza de Corinne Calvet. Y por último una buena película si un gran villano se queda en simplona. John McIntire está sublime en ese papel que le queda como anillo al dedo.
¡¡¡ Qué grande es el western !!!
25 de marzo de 2023
25 de marzo de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravilloso Western, con todos los ingredientes del género, chicha, dinero, rifles, venganza, hombres rudos, destino, conquista, traición, disparos, muertos, redención... Muy alta mi calificación. Mann es un grandísimo director, a qué dudar. Aunque su género favorito es el Oeste otras cosas que he visto suyas me han encantado también. Es uno de los grandes, sin ninguna duda.
Stewart es que no se termina de saber si nació montado en un caballo o es casualidad que sea tan buen vaquero; la chica pues una más de tantas.
Los paisajes son lo que me fascina de estas películas, son absolutamente maravillosos, nevados, con una vegetación salvaje pero agradable, unos árboles inmensos. El rodaje en exteriores es así de bonito cuando se hace bien. Es un género simple, básico, sin complicaciones emocionales, para distraer, pero es muy bonito, es mi género favorito, mucho más que las películas de guerra o incluso las de cine negro, siendo éstas últimas muy apreciadas.
Stewart es que no se termina de saber si nació montado en un caballo o es casualidad que sea tan buen vaquero; la chica pues una más de tantas.
Los paisajes son lo que me fascina de estas películas, son absolutamente maravillosos, nevados, con una vegetación salvaje pero agradable, unos árboles inmensos. El rodaje en exteriores es así de bonito cuando se hace bien. Es un género simple, básico, sin complicaciones emocionales, para distraer, pero es muy bonito, es mi género favorito, mucho más que las películas de guerra o incluso las de cine negro, siendo éstas últimas muy apreciadas.
30 de agosto de 2014
30 de agosto de 2014
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece fuera de lugar la nota que se da a esta cinta, basada estrictamente en esetrotipos y predecible en absolutamente todo. Típica obra americana del montón, con su moralina final (los malos y los de mural dudosa mueren, los que se arrepienten viven).
Extraordinariamente larga, además. Personalmente, me he aburrido bastante, porque aquí no son interesantes ni los tiroteos ni el drama. Lo único remarcable han sido los paisajes. Bueno, y los suntuosos vestidos de Ruth Roman, un poco raros para Alaska.
El film me recuerda a "Una pistola al amanecer", donde Roman tiene el mismo papel (femme fatale), solo que en este caso ("Tierras lejanas") su desarrollo es inexistente. Completamente desaprovechado. Stewart, por su parte, tiene un personaje terriblemente plano; y el antagonista resulta ridículo.
No sé muy bien dónde se encuentra la epicidad que se comenta en otras críticas. A mi me ha parecido un film absolutamente prescindible. Una pérdida de tiempo.
QUizá tenga que ver con la época del director. Vale la pena comparar la absoluta falta de tensión del film con "La colina de los diablos de acero", donde el uso de los planos y las actuaciones están llenos de vida. Largas escenas en silencio donde se perciben las emociones de los personajes. Tierras lejanas, sin embargo, es un western enlatado, un producto más de la industria claramente superado por la producción spaghetti.
Comento algunos personajes en el spoiler.
Extraordinariamente larga, además. Personalmente, me he aburrido bastante, porque aquí no son interesantes ni los tiroteos ni el drama. Lo único remarcable han sido los paisajes. Bueno, y los suntuosos vestidos de Ruth Roman, un poco raros para Alaska.
El film me recuerda a "Una pistola al amanecer", donde Roman tiene el mismo papel (femme fatale), solo que en este caso ("Tierras lejanas") su desarrollo es inexistente. Completamente desaprovechado. Stewart, por su parte, tiene un personaje terriblemente plano; y el antagonista resulta ridículo.
No sé muy bien dónde se encuentra la epicidad que se comenta en otras críticas. A mi me ha parecido un film absolutamente prescindible. Una pérdida de tiempo.
QUizá tenga que ver con la época del director. Vale la pena comparar la absoluta falta de tensión del film con "La colina de los diablos de acero", donde el uso de los planos y las actuaciones están llenos de vida. Largas escenas en silencio donde se perciben las emociones de los personajes. Tierras lejanas, sin embargo, es un western enlatado, un producto más de la industria claramente superado por la producción spaghetti.
Comento algunos personajes en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A Ruth Roman la matan porque no sabían qué hacer con el personaje. "Eeeh... Roman s pone delante...Y LE DISPARAN! ¡Hale, ya está!" Lamentable. El único propósito de esta escena es aumentar la maldad de los malos. Y, claro está, dar lecciones morales al público (y que no se nos pase que es una mujer rompiendo los roles de género).
También es lamentable el personaje del viejo que va con Stewart. Desde el principio se sabe que está ahí para que lo maten, y así los malos serán muy, muy malos y Stewart querrá vengarse. El viejo no hace nada en toda la película más que decirle a Stewart que piense en los demás y sea muy bueno. Y luego se muere. Quiero entender que era una época en la que se echaba mano de los estereotipos y se producían películas a marcha express. Pero aun así es todo tan caricaturesco que resulta insoportable.
También es lamentable el personaje del viejo que va con Stewart. Desde el principio se sabe que está ahí para que lo maten, y así los malos serán muy, muy malos y Stewart querrá vengarse. El viejo no hace nada en toda la película más que decirle a Stewart que piense en los demás y sea muy bueno. Y luego se muere. Quiero entender que era una época en la que se echaba mano de los estereotipos y se producían películas a marcha express. Pero aun así es todo tan caricaturesco que resulta insoportable.
3 de septiembre de 2011
3 de septiembre de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Stewart es un vaquero que conduce su ganado a través de Alaska encontrando solo problemas. Nueva y deliciosa joya del tándem Mann/Stewart, un film redondo, un clásico puro y duro, dónde Mann ratificó una vez más su condición de supremo maestro del Séptimo Arte. Como todos los westerns de este legendario dúo está inmejorablemente fotografiado, sabe compaginar todo tipo de géneros con absoluta ligereza y fluidez (además de profundidad y emotividad) y encierra maravillosos momentos, aquí servidos sobre todo por unas interpretaciones soberbias (Stewart, Brennan, Elam...). Imprescindible. Guión soberbio de Borden Chase.
30 de octubre de 2019
30 de octubre de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“¿Qué es la historia sino un registro donde figuran los crímenes y las miserias que el hombre inflige a sus hermanos? -Escribía Washington Irving en su 'Historia de Nueva York'- Es un libelo poderoso sobre la naturaleza humana al que añadimos, página tras página, como si estuviésemos levantando un monumento al honor, en lugar de a la infamia de nuestra especie”.
El cine western, ha sido una manera edulcorada y falsificada, y de vez en cuando objetiva y edificante, de contar la violenta historia del siglo XIX en el suroeste estadounidense. Se han creado arquetipos a los que hemos visto hasta la saciedad: El héroe apuesto y con un alto sentido de la justicia -ejemplo del americano por excelencia- y el villano malencarado dispuesto a violar toda norma -ejemplo del ciudadano “al que hay que desterrar o eliminar preferiblemente”-… Las minorías raciales (indígenas, inmigrantes…) son presentadas como “un obstáculo para el progreso” y, los ciudadanos anglosajones, son el “símbolo del valor y el emprendimiento” … Un buen hombre quiere asentarse en una pequeña tierra para llevar una vida en paz, y un poderoso hacendado decide que le interesa esa tierra y está dispuesto a apropiársela a como dé lugar… y entre este acervo de modelos, está el viaje que -con algún propósito- emprende un grupo de personas, y un puñado de hombres -el héroe entre ellos-, se encargará de protegerlos de los infaltables tropiezos que encontrarán en el camino.
Jeff Webster, un hombre de Wyoming, también emprende su viaje con dirección a Dawson, Alaska, donde espera vender su ganado, y con sus amigos, Ben y Rube, el primero un anciano noble y leal, y el otro un frustrado bebedor, tendrá una aleccionadora aventura que, quizás, lo cambie para siempre.
Individualista y centrado tan solo en sus propios intereses, Jeff podría ser una suerte de Rick Blaine (“Casablanca”), pero, a diferencia de éste que tenía un corazón de mantequilla, el hombre de Wyoming marcha indiferente ante las injusticias y las desgracias ajenas… hasta que alguien, pero, sobre todo, El Gran Ben, lo compromete a actuar.
Con un personaje como Jeff Webster, no es posible empatizar en momento alguno, y de haber sido otro actor y no el carismático, James Stewart, quien lo representa, habríamos deseado patearlo en sus escasas posaderas. ¿Fue el escritor, Borden Chase, o acaso el director, Anthony Mann, quien pretendió hacer atractivo semejante personaje? El filme hasta resulta misógino cuando vemos como la fascinante -pero descarriada- morena (Ruth Roman), y también la “pecosa” -y honesta- rubia (Corinne Calvet), se derriten por semejante egocentrista que solo estará dispuesto a actuar cuando se metan con su vida, con su amigo Ben y sus pertenencias. Que hay hombres así, ¡los hay!... pero, como héroe de una historia, resulta bien difícil pensar siquiera en apreciarlo.
Una impecable fotografía, ambientada en los majestuosos parques de Canadá, viste de lujo la intermitente trama de, <<TIERRAS LEJANAS>>… ¡y esto sí nos ha dejado hondamente satisfechos!
Título para Latinoamérica: SIN MIEDO Y SIN TACHA
El cine western, ha sido una manera edulcorada y falsificada, y de vez en cuando objetiva y edificante, de contar la violenta historia del siglo XIX en el suroeste estadounidense. Se han creado arquetipos a los que hemos visto hasta la saciedad: El héroe apuesto y con un alto sentido de la justicia -ejemplo del americano por excelencia- y el villano malencarado dispuesto a violar toda norma -ejemplo del ciudadano “al que hay que desterrar o eliminar preferiblemente”-… Las minorías raciales (indígenas, inmigrantes…) son presentadas como “un obstáculo para el progreso” y, los ciudadanos anglosajones, son el “símbolo del valor y el emprendimiento” … Un buen hombre quiere asentarse en una pequeña tierra para llevar una vida en paz, y un poderoso hacendado decide que le interesa esa tierra y está dispuesto a apropiársela a como dé lugar… y entre este acervo de modelos, está el viaje que -con algún propósito- emprende un grupo de personas, y un puñado de hombres -el héroe entre ellos-, se encargará de protegerlos de los infaltables tropiezos que encontrarán en el camino.
Jeff Webster, un hombre de Wyoming, también emprende su viaje con dirección a Dawson, Alaska, donde espera vender su ganado, y con sus amigos, Ben y Rube, el primero un anciano noble y leal, y el otro un frustrado bebedor, tendrá una aleccionadora aventura que, quizás, lo cambie para siempre.
Individualista y centrado tan solo en sus propios intereses, Jeff podría ser una suerte de Rick Blaine (“Casablanca”), pero, a diferencia de éste que tenía un corazón de mantequilla, el hombre de Wyoming marcha indiferente ante las injusticias y las desgracias ajenas… hasta que alguien, pero, sobre todo, El Gran Ben, lo compromete a actuar.
Con un personaje como Jeff Webster, no es posible empatizar en momento alguno, y de haber sido otro actor y no el carismático, James Stewart, quien lo representa, habríamos deseado patearlo en sus escasas posaderas. ¿Fue el escritor, Borden Chase, o acaso el director, Anthony Mann, quien pretendió hacer atractivo semejante personaje? El filme hasta resulta misógino cuando vemos como la fascinante -pero descarriada- morena (Ruth Roman), y también la “pecosa” -y honesta- rubia (Corinne Calvet), se derriten por semejante egocentrista que solo estará dispuesto a actuar cuando se metan con su vida, con su amigo Ben y sus pertenencias. Que hay hombres así, ¡los hay!... pero, como héroe de una historia, resulta bien difícil pensar siquiera en apreciarlo.
Una impecable fotografía, ambientada en los majestuosos parques de Canadá, viste de lujo la intermitente trama de, <<TIERRAS LEJANAS>>… ¡y esto sí nos ha dejado hondamente satisfechos!
Título para Latinoamérica: SIN MIEDO Y SIN TACHA
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