Haz click aquí para copiar la URL

Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)

Comedia. Drama Después de hacerse famoso interpretando en el cine a un célebre superhéroe, la estrella Riggan Thomson (Michael Keaton) trata de darle un nuevo rumbo a su vida, luchando contra su ego, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway que le reafirme en su prestigio profesional como actor. (FILMAFFINITY)
Críticas 559
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
5
14 de enero de 2015
29 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si ya de por sí (por la complicada estructura de sus guiones y la manera de plantear y contar sus historias), las películas de Alejandro González Iñárritu son una desmesurada demostración de fuerza, aquí opta por el "no va más" en su pomposa y orquestada "Birdman", para plantear una coral y artificiosa narración, contada en plano-secuencia.
Como si se tratara de una pieza de "free-jazz", en la película planean muchos tonos, sin destacar ninguno. Bueno, sí: las magníficas interpretaciones de sus protagonistas, sobre todo Michael Keaton y Edward Norton que sostienen la "función" ante tanto fuego de artificio. Pero la historia es débil por momentos. Y es en estos trozos de metraje donde las imágenes tan bellas de Nueva York destacan sobre la historia. Defecto que no favorece a la película. Y todo se diluye en un colorista marco sin profundidad.
1
1 de febrero de 2015
50 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tomadura de pelo, indignante, bodrio infumable: Esa sería la crítica más sincera de esta película (que aun espero leer de algún crítico con un mínimo de honestidad) si no viviéramos en un mundo artificial y falaz, rodeados de intelectuales impostados y hípsters de saldo, que al surrealismo estéril y a las paranoillas de un director en horas muy bajas, definen como obra maestra.

Señores de la crítica, háganselo mirar. Comparar esta película, como he leído en sus comentarios, con Eva al desnudo, o Sunset Bulevar, es simple y llanamente un monumento a su estulticia, esnobismo, cursilería, y sobre todo a su enorme frustración por no tener el talento suficiente ni para rodar un spot de detergente barato.

¿ De verdad este sublime coñazo es merecedor de sus loas y alabanzas ? Yo creo que no, opino que esto es simplemente es la basura que ustedes se darían el gustazo de rodar, y espero que nunca suceda, si algún productor les diera la oportunidad de dar rienda suelta a su imaginario ingenio.

Cuando entenderán ustedes que el cine es por encima de todo entretenimiento, que un buen guion y una buena película son un bien escaso, y que todo aquello que es analizado por ustedes con ese trascendentalismo metafísico hortera del que tanto les gusta abusar, es simplemente un producto soporífero.

Supongo que ahora estarán ustedes deseando meterle la pluma al próximo estreno adormecedor para tildarlo de obra maestra, pensando que son lo más cool del planeta. Pero permítanme decirles que son ustedes un rebaño de presuntuosos remilgados, y que para huir de su triste realidad, se permiten el lujo de estropear el domingo a un par de personas normales, otorgándole una nota máxima, a una película tan absurda, pretenciosa, aburrida y vulgar como ustedes.

Pero no están solos, tienes ustedes fervientes seguidores entre muchos espectadores que se mimetizan en su piel, y que después de bostezar durante dos horas eternas, se permiten el lujo de cascarse en vena los títulos de crédito porque en el fondo también juegan a ser intelectuales de postín un domingo cualquiera.

Birdman, 9 nominaciones a los Oscar…

A mí personalmente me produjo apatía, tedio, pesadez y sopor, las mismas sensaciones que me producen sus columnas, en las que un cineasta frustrado, juega a travestirse en un filósofo erudito cuando en realidad es simplemente un tipo gris con mal gusto.
8
20 de noviembre de 2014
30 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la mañana del 7 de agosto del 1974, el funámbulo francés Philippe Petit realizó un paseo sobre un cable de ocho metros entre las casi terminadas torres del World Trade Center. Se encontraba a 417 metros de altitud.
En el año 2013, Alejandro Gómez Iñárritu envía una foto de Philippe Petit en la mitad de su paseo a sus compañeros de equipo. "Esto es lo que estamos haciendo nosotros" -les dice- "esta es nuestra película. Si caemos, caemos".
Birdman debería de servir para callar a todos aquellos que acusan al cine actual de caer en el conformismo, en el aplauso fácil. Es cierto que no son pocas las películas diseñadas para agradar al espectador, de las que se extrae los asuntos más problemáticos para ofrecer una visión tan satisfactoria como estéril. Es cierto que, à la Darwin, en la actualidad los blockbusters ahogan numerosos proyectos independientes, inundando el mercado de lo que los ingleses llaman people-pleasers, reduciendo ciertas películas a una inmensa minoría. Todo eso es cierto. Eppur si muove.
No hay nada sencillamente satisfactorio o agradable en Birdman. La cámara de Iñarritu, fría e incansable como los asesinos de las malas películas, no abandona a sus personajes por un momento. El aire desaparece para dejar lugar al teatro y a los primeros planos. No hay glamour, no hay aplausos. Un grupo de personajes llevados al extremo huyen de si mismos y tropiezan. "Qué harías conmigo?" "Te arrancaría los ojos y me los pondría en mi cara, para ver Nueva York como la veía cuando tenía tu edad."
En el aire enrarecido de la película, florece la comedia. Pero no una comedia fácil, sino la comedia de la que hablaba Mark Twain cuando decía que "el humor es una cosa muy seria, por eso en el cielo no hay humoristas". El humor como el último clavo ardiendo al que se aferran los personajes. "Cuando comprendes que el mundo es una broma, ser el Comediante es lo único que tiene sentido" (Watchmen)
Nadie debería perderse la última película de Iñárritu. Muestra al ser humano -no sólo a los profesionales del mundo del espectáculo- desnudo bajo una luz desagradablemente familiar. Mirar Birdman es mirarnos en el espejo, con todas nuestras heridas, nuestras aspiraciones de grandeza, nuestra indiferencia por los demás. Es una película sobre las obsesiones y los sueños, y la delgada línea que los separa. Es sobre nuestra desesperada necesidad de seguir caminando, incluso sobre un estrecho cable, a muchísimos metros de altitud.
6
13 de enero de 2015
27 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me esperaba que Birdman no me gustase. Cuando llega a las carteleras una películas como ésta, con altas espectativas, intento mostrarme impermeable al conocimiento hasta que no la veo personalmente. Había visto que tenía muchas críticas con puntito verde, y una nota muy alta en filmaffinity, pero ni siquiera las había leido, quería sorprenderme por mi mismo.
Tal era el grado de desconocimiento que nada más empezar me sorprendió la marera en la que ha sido rodada, un aparentemente larguísimo plano secuencia. Mientras observaba con atención el inicio ya me desconcertaba lo poco que empatizaba con los personajes, y no entendía por qué Iñarritu se ha querido ligar a un modo de rodar que te limita. La obligaroriedad impuesta del plano secuencia (con mucho montaje interno) a mi como espectador no me deja imbuir en la historia, además que reduce las ventajas narrativas que tiene la planificación y el montaje por corte. El mismísimo Hitchcock lo explica en su entrevista con Truffaut, que no hay que por qué ponerse ataduras a la libertad del lenguaje, e incluso argumenta que no lo volvería a experimentar como hizo con la totalidad de "La soga" y parcialmente en "Atormentada". Aunque Iñarritu en un momento clave se desliga del experimento e igualmente ha construido elipsis temporales de gran solvencia, el plano secuencia carga,y esa continuidad me hace cuestionar en muchas ocasiones en que lugar estoy la historia.
Esto en cuanto al aspecto ténico. Pero lo realmente perplejo me ha resultado ha sido su argumento. Es la peli más pretenciosa del año. No me podía creer algunos diálogos sobre el existencialismo del actor, especialmente sonrojante el momento con la crítica teatral.
Es evidente que esta película está bien escrita e interpretada, técnicamente impecable, pero su machacona banda sonora, su pretencioso plano secuencia y ese tufillo que destila en todo momento "de "mira que listo que soy" me chirría.
Michael Keaton ha realizado un tour de force -y lo borda-, ésta película no existiría sin él y su "Batman", de hecho quién no lo reconozca pierde parte de la esencia o directamente no la podrá comprender, y no me parece de recibo que el director y guionista entre a valorar ciertos aspectos del cine, del éxito, de la fustración, de la crítica, de la comunicación, de las nuevas tecnológias y demás derroteros en los que se mete cuán ángel elevado que mira desde arriba a su público.
9
10 de enero de 2015
28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Birdman es un milagro. Una pequeña gran maravilla.
Alejandro González Iñárritu deja de lado su clásico cine de problemáticas humanas y grandes tragedias (donde ha conseguido excelsos resultados. Amores perros, 21 gramos, Babel, Biutiful... ¡vaya lista de cine puro!) para entrar de lleno en una comedia dramática que resulta ser una de las piezas cinematográficas más curiosas y decididamente brillantes de 2014. Quizás consciente de que su estilo de siempre de Dios omnipotente castigando sin compasión a los personajes resultaba demasiado denso y complicado para ciertos espectadores, Iñárritu propone con Birdman una historia igualmente compleja y llena de matices, pero contada con más sencillez (ojo, que no simplicidad) y sobre todo con un tono más ligero. Es muy agradable de ver, divierte en muchos momentos y rezuma una agradecida mala baba contra el cine de superhéroes, Hollywood y el fenómeno fan (ver cuando el protagonista debe firmar un autógrafo a un admirador en mitad de Times Square en condiciones... digamos singulares). Es Birdman, por tanto, una fábula sobre la cara más amarga y absurda sobre Hollywood y la fama, sobre lo que hay debajo de las luces y el glamour, pero contado de forma nada traumática y con mucha, muchísima ironía, conceptos hasta ahora nunca asociados al cine del realizador mexicano. Ayuda contar con un guión como el que tiene Birdman, repleto de diálogos maravillosos, en el que todo funciona a la perfección, consiguiendo lo que pretende siempre en el momento justo (las risas, los nudos en la garganta de los espectadores, la pena, la alegría), haciendo de la cinta una de las dos o tres mejores de 2014 sin duda por conseguir precisamente eso: ser casi casi perfecta en todo lo que se propone.
Por supuesto, no se puede pasar por alto la labor tras la cámara de Iñárritu, y muy en especial ese (falso) plano secuencia con el que dirige toda la película (¿influencia quizás de su amigo Alfonso Cuarón, que hizo lo mismo en Gravity e Hijos de los hombres?), pero no sería justo quedarse únicamente con eso porque el azteca demuestra también que sigue siendo un maravilloso director de actores capaz de sacar lo mejor a los intérpretes. No hay más que ver lo que ha conseguido con Michael Keaton, felizmente recuperado y absolutamente soberbio en la piel de ese Riggan Thompson deseoso de conquistar de nuevo la cima del éxito profesional. Entre alucinación y alucinación con el superhéroe pájaro, Keaton ofrece un arco dramático memorable que merece todos los halagos y premios del mundo. O con Zach Galifianakis, en la primera interpretación que se le recuerda en la que no resulta irritante (de hecho está fantástico). O con Naomi Watts, que siempre está estupenda, pero que en este año ha demostrado aquí y en St. Vincent que tiene mucha más madera de comediante de la que se podía pensar y que está la mar de cómoda también como secundaria de lujo. O Emma Stone, maravillosa, carismática, malhablada, todoterreno (va camino de convertirse en una suerte de Amy Adams o Maggie Gyllenhaal, es decir, una actriz que vale para todo). O Edward Norton, tipo conflictivo donde los haya detrás de las cámaras y genio indiscutible delante de ellas cuando acierta con el proyecto, como aquí.
En definitiva, una de las mejores películas del año sin duda y un ejercicio de originalidad y brillantez por parte de Iñárritu. Qué bien le ha sentado dejar la tragedia por un rato.

Lo mejor: Casi todo, y muy especialmente el reparto (con un superlativo Michael Keaton a la cabeza), el plano secuencia magistral de Iñárritu y su sentido del humor.
Lo peor: Es algo pretenciosa en sus intenciones.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para