Promesas del este
2007 

7.4
60,274
Thriller. Drama
El misterioso Nikolai es el chófer de una poderosa familia de la mafia rusa en Londres, un clan liderado por el veterano y frío Semyon y por su hijo Kirill, un tipo inestable muy cercano a Nikolai. Un día en el restaurante de Semyon se presenta Anna, una comadrona de hospital muy afectada por la muerte en el parto de una adolescente rusa. Anna ha decidido buscar a la familia de la chica sirviéndose del diario que ésta dejó escrito en ruso. (FILMAFFINITY) [+]
17 de noviembre de 2008
17 de noviembre de 2008
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encantó “Una historia de violencia” y esperaba mucho de “Promesas del Este”. Hay una exquisita sutileza interior en el dilema moral que se encierra tras la violenta armadura de “Una historia de violencia” que aquí no existe. La dureza de “Promesas del Este” no se apoya en ningún tipo de discurso reflexivo, o al menos a mí no me pareció verlo. Y eso que estuve especialmente atento porque, insisto, tenía el precedente magnífico de la película anterior. Pero nada..., esta "Promesas del Este" sí que es una pura, dura y solemne “historia de violencia” sin más. Y como tal es buena -estilística y narrativamente es intachable-, pero esperaba algo más...
Decepción al canto.
Decepción al canto.
3 de agosto de 2009
3 de agosto de 2009
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que me ha gustado esta película. Pero uno tiene la sensación de que le han dejado con la miel en los labios, o hablando mal, hemos tenido que ir al baño a apañárnoslas nosotros mismos.
El guión está muy cogido por los pelos. Está claro que Cronenberg se tomó licencias para poder contar la historia que quería que viéramos (Por ejemplo, olvidarse de que un pibón como Naomi debería buscar ayuda en la policía y en los servicios sociales antes que en una panda de gangsters, por muy elegantes que vayan). Lo positivo es que lo que el director nos quiere enseñar es muy bueno y al menos en mi caso, me hace olvidar los fallos de guión.
El final debería haberse mimado más, haberle echado mínimo 15 minutillos más que no molestarían a nadie, pero lo dicho, eso no quita que la película sea muy recomendable.
Viggo está enorme y Cassel muy creible en su papel. Naomi no me ha gustado tanto como en otras ocasiones pero aún así aprueba sobrada. Y la dirección, salvo por lo ya comentado, es soberbia, muy elegante.
El guión está muy cogido por los pelos. Está claro que Cronenberg se tomó licencias para poder contar la historia que quería que viéramos (Por ejemplo, olvidarse de que un pibón como Naomi debería buscar ayuda en la policía y en los servicios sociales antes que en una panda de gangsters, por muy elegantes que vayan). Lo positivo es que lo que el director nos quiere enseñar es muy bueno y al menos en mi caso, me hace olvidar los fallos de guión.
El final debería haberse mimado más, haberle echado mínimo 15 minutillos más que no molestarían a nadie, pero lo dicho, eso no quita que la película sea muy recomendable.
Viggo está enorme y Cassel muy creible en su papel. Naomi no me ha gustado tanto como en otras ocasiones pero aún así aprueba sobrada. Y la dirección, salvo por lo ya comentado, es soberbia, muy elegante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: La pelea en la sauna es una de las mejores escenas de lucha que recuerdo. Es de ese tipo de escenas que permanecen en la memoria y que luego son parodiadas en Los Simpson o en Padre de Familia.
Lo peor: El beso final sobraba. Una lástima que muchos recuerden esta película sólo porque a Aragorn se le ve el "Cayetano".
Lo peor: El beso final sobraba. Una lástima que muchos recuerden esta película sólo porque a Aragorn se le ve el "Cayetano".
7 de septiembre de 2008
7 de septiembre de 2008
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada vez que veo una película de Cronenberg me autosugestiono incluso en los títulos de entrada. Nunca pude recuperarme de su historia protagonizada por Jeremy Irons en "Inseparables". Creí que estaba enfermo. Alguien que maquine historias como esa o la de Existenz, o es un psicópata o no sabe que lo es.
Lo entendereis mejor las chicas, y especialmente las convocadas a una cita con vuestro ginecólogo próximamente. Cronemberg me acojona.
En fin, nunca he renunciado a su cine y en esta ocasión me he llevado una grata sorpresa. Entre Promesas del Este y Una historia de Violencia resulta que mi temido David Cronenberg se ha convertido en el director del año.
Por no mentar tres soberbias actuaciones:
1. Viggo Mortenssen se sale; la escena en el baño-sauna es tan brutal como magistral. Encantada de haber descubierto sus atributos ocultos. Bien dotado, tanto para la interpretación como para otros menesteres.
2. Vicent Cassel nació para ese papel. Es un gangster de los pies a la cabeza. Esas levitas de cuero que le caen como a Cary Grant los trajes de americana y corbata, sólo él las puede lucir para convertirlas en reclamo sexual. Ese porte de chico malo... O esas maneras de mafioso ruso, realmente, me provocan pasarme al lado oscuro...
3. Naomi Watts: qué decir de esta mujer. A día de hoy la considero la actriz más polifacética de la industria. Se atreve con todo: algún bodrio que otro pero por lo general, y por su olfato para los buenos guiones, Naomi se ve inmersa la más de las veces en historias de un notable alto: Mulholand Drive, 21 gramos, El velo pintado... y ahora la excelente Promesas del Este.
Cine negro, cine de gangsers, cine con acento ruso, cine ambientado en burdeles y almacenes, cine de las calles húmedas de Londres, cine magistral, cine de verdad.
Ojalá Cronenberg siga en esta línea: Una Historia de Violencia y Promesas del Este y no regrese a sus atribuladas fantasías existencialistas con un Jeremy Irons ido de la olla y practicando clitoridectomías porque sí.
Lo entendereis mejor las chicas, y especialmente las convocadas a una cita con vuestro ginecólogo próximamente. Cronemberg me acojona.
En fin, nunca he renunciado a su cine y en esta ocasión me he llevado una grata sorpresa. Entre Promesas del Este y Una historia de Violencia resulta que mi temido David Cronenberg se ha convertido en el director del año.
Por no mentar tres soberbias actuaciones:
1. Viggo Mortenssen se sale; la escena en el baño-sauna es tan brutal como magistral. Encantada de haber descubierto sus atributos ocultos. Bien dotado, tanto para la interpretación como para otros menesteres.
2. Vicent Cassel nació para ese papel. Es un gangster de los pies a la cabeza. Esas levitas de cuero que le caen como a Cary Grant los trajes de americana y corbata, sólo él las puede lucir para convertirlas en reclamo sexual. Ese porte de chico malo... O esas maneras de mafioso ruso, realmente, me provocan pasarme al lado oscuro...
3. Naomi Watts: qué decir de esta mujer. A día de hoy la considero la actriz más polifacética de la industria. Se atreve con todo: algún bodrio que otro pero por lo general, y por su olfato para los buenos guiones, Naomi se ve inmersa la más de las veces en historias de un notable alto: Mulholand Drive, 21 gramos, El velo pintado... y ahora la excelente Promesas del Este.
Cine negro, cine de gangsers, cine con acento ruso, cine ambientado en burdeles y almacenes, cine de las calles húmedas de Londres, cine magistral, cine de verdad.
Ojalá Cronenberg siga en esta línea: Una Historia de Violencia y Promesas del Este y no regrese a sus atribuladas fantasías existencialistas con un Jeremy Irons ido de la olla y practicando clitoridectomías porque sí.
21 de octubre de 2007
21 de octubre de 2007
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me lo habían dicho, que Cronenberg es un genio, que has de ver ésta o ésta otra. Y yo poco caso había hecho, excesivamente barroco y surrealista decían unos, cine con el recurso barato de la sangre y la violencia, era lo que sus críticos se limitaban a argumentar y muy poco me parecía a mi. Pero algo cambió con Una Historia de Violencia, Cronenberg huía de la ciencia ficción más fantástica hacia un cine comercial hiperrealista, giro que se confirma con Promesas del Este y algo extraño ocurría que llamó profundamente mi atención, algo tenía que tener el director canadiense si, tras haber realizado un cambio tan contundente en su obra, seguía manteniendo atentos a sus antiguos seguidores y aglutinaba a otros muchos por primera vez delante de su cine. Algo tenía el trailer de Promesas del Este que vi desde mi butaca cuando esperaba con ansia el inicio de Death Proof y ese algo me empujó a intentar adentrarme en su obra, me entraron ganas de disfrutar con los rusos repartiendo cera y sabía que encontraría algo más que una simple crítica o una angustiosa peli de aventuras.
Y parece que no me equivoqué, porque si algo aparta a su nueva cinta de la majestuosidad cinematográfica de otras obras similares en temática es su inconsistencia en la parte de la historia referida a Anna Ivanovna y su flojete desarrollo final. Pero, aún así, hay muchas cosas que la acercan a la perfección y que mantienen el interés del espectador durante las dos horas de metraje, demasiados pilares para que el complejo edificio construído en torno al frío Nikolai se venga abajo. Su impactante comienzo, sin tapujos, crudeza necesaria para hacer saber al espectador que no se va a andar con chiquitas, la naturaleza humana es despreciable y se nos va a mostrar desde el principio, un sablazo a nuestras conciencias. Varios minutos después ya tenemos a todos los personajes en escena, una presentación rápida, eficaz y casi perfecta, ya en ese momento creemos averiguar que la parte de Naomi Watts sólo merecerá la pena por verla a ella, tan guapa como siempre, interesante actriz e interesante personaje, desaprovechadas ambas facetas, lástima.
*(sigue en el spoiler desvelando lo justo de la trama, no mucho)
Y parece que no me equivoqué, porque si algo aparta a su nueva cinta de la majestuosidad cinematográfica de otras obras similares en temática es su inconsistencia en la parte de la historia referida a Anna Ivanovna y su flojete desarrollo final. Pero, aún así, hay muchas cosas que la acercan a la perfección y que mantienen el interés del espectador durante las dos horas de metraje, demasiados pilares para que el complejo edificio construído en torno al frío Nikolai se venga abajo. Su impactante comienzo, sin tapujos, crudeza necesaria para hacer saber al espectador que no se va a andar con chiquitas, la naturaleza humana es despreciable y se nos va a mostrar desde el principio, un sablazo a nuestras conciencias. Varios minutos después ya tenemos a todos los personajes en escena, una presentación rápida, eficaz y casi perfecta, ya en ese momento creemos averiguar que la parte de Naomi Watts sólo merecerá la pena por verla a ella, tan guapa como siempre, interesante actriz e interesante personaje, desaprovechadas ambas facetas, lástima.
*(sigue en el spoiler desvelando lo justo de la trama, no mucho)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película sigue y el espectador continúa fascinado ante una de las obras mejor logradas del año. Se diseccionan ante nuestros ojos los dedos de un hombre congelado, pero se disecciona algo más importante, todas las miserias del ser humano desfilan en nuestra mente mientras se nos plantea una cinta descarnada sobre el crimen organizado y sus formas de subsistencia en la actualidad. Londres, ciudad descarnada ya de por sí, de putas y borrachos, nos dicen, ejerce de anfitriona ideal para una mafia rusa que nada sabe de humanidad, nada sabe de que son caricaturas de nosotros mismos, caricaturas de gente que se pisa, besos de traición y codazos por crecer. Y todo crece en la película con el desarrollo de la actuación de Viggo Mortensen, esta vez sí, interesante actor, interesante personaje, aprovechadísimo, maravilloso.
Llega entonces el momento álgido de la película, el contrapicado al que hacía mención otro usuario, y la ya famosa escena de la sauna. Cumbre de un cine violento y directo, cumbre de una obra grande incluso entre las de su género pero que a partir de ese momento decae en una serie de pequeñas anécdotas de guión, se pierde en la búsqueda de un final rebuscado, otra vuelta de tuerca más, pero ésta peor. Aunque, como ya he escuchado más de una vez, eso a Cronenberg no le importa, lo que importa es el tono, un significado de diez por encima de un significante más que notable. Y después median unos cuantos minutos donde se cierran tramas más o menos chapuceramente y se da un desenlace como podía ser cualquier otro (de hecho, mucho favor le haría a la película un final a lo Hollywoodland), pero si al director parece que no le importa, nosotros tampoco le vamos a importunar con pequeñeces, ¿no?
Completan el montaje unos secundarios de lujo (Mueller-Stahl haciendo de don y transmitiendo credibilidad, Vincent Cassel aportando un histrionismo necesario), una fotografía muy buena y una música discretilla, pero vamos, que de eso no sé, para leer críticas de gente que sepa de cine no lean la mía, un poco más arriba tendrán la del tal Grandine, Servadac o Macarrones (por ejemplo) que sin duda le sacarán más punta que un servidor, que se limita a decir lo que ve y siente.
Llega entonces el momento álgido de la película, el contrapicado al que hacía mención otro usuario, y la ya famosa escena de la sauna. Cumbre de un cine violento y directo, cumbre de una obra grande incluso entre las de su género pero que a partir de ese momento decae en una serie de pequeñas anécdotas de guión, se pierde en la búsqueda de un final rebuscado, otra vuelta de tuerca más, pero ésta peor. Aunque, como ya he escuchado más de una vez, eso a Cronenberg no le importa, lo que importa es el tono, un significado de diez por encima de un significante más que notable. Y después median unos cuantos minutos donde se cierran tramas más o menos chapuceramente y se da un desenlace como podía ser cualquier otro (de hecho, mucho favor le haría a la película un final a lo Hollywoodland), pero si al director parece que no le importa, nosotros tampoco le vamos a importunar con pequeñeces, ¿no?
Completan el montaje unos secundarios de lujo (Mueller-Stahl haciendo de don y transmitiendo credibilidad, Vincent Cassel aportando un histrionismo necesario), una fotografía muy buena y una música discretilla, pero vamos, que de eso no sé, para leer críticas de gente que sepa de cine no lean la mía, un poco más arriba tendrán la del tal Grandine, Servadac o Macarrones (por ejemplo) que sin duda le sacarán más punta que un servidor, que se limita a decir lo que ve y siente.
8 de enero de 2009
8 de enero de 2009
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como Berlín (antaño), Jerusalén (hoy más que nunca) y en líneas generales casi todas las ciudades del mundo, Londres es una ciudad partida en dos, por un lado la city y la ciudad que fue capital del Imperio victoriano, y por otro lado los suburbios, el Londres desconocido, poblado de pakistaníes, emigrantes provenientes de las repúblicas ex-soviéticas y grupos mafiosos que se rigen por dos normas de convivencia básicas: la ley del Talión y el rígido dictamen del capital.
Es justamente este Londres el que retrata David Cronenberg, en esta película áspera, fría, contundente. Promesas del Este es otro ejercicio de estilo, otro ensayo más sobre la violencia y los instintos humanos, otro filme concebido por una de las mentes más perturbadas (y perturbadoras) del cine actual, por un maestro sanguinario, capaz de emprender el viaje que lleva desde lo indie a lo comercial, sin perder ni un gramo de su esencia primitiva, de sus filias y fobias, de su gusto por lo hiperrealista y por lo hiperviolento. Demostrando a sus detractores lo que es hacer un thriller apto para todo tipo de públicos basado en un eficiente guión, un excelente reparto (mis respetos para todos y cada uno de los actores) y una dirección dura como las heladas noches de invierno y letal como un disparo en la cabeza, que despliega todo tipo de artimañas para mantener al espectador clavado en el asiento, y que ofrece un festín de entretenimiento puro y duro. A destacar la pelea en la sauna (sencilla, horripilante, convulsa) y el final (conciso, elegante, ambiguo).
Es justamente este Londres el que retrata David Cronenberg, en esta película áspera, fría, contundente. Promesas del Este es otro ejercicio de estilo, otro ensayo más sobre la violencia y los instintos humanos, otro filme concebido por una de las mentes más perturbadas (y perturbadoras) del cine actual, por un maestro sanguinario, capaz de emprender el viaje que lleva desde lo indie a lo comercial, sin perder ni un gramo de su esencia primitiva, de sus filias y fobias, de su gusto por lo hiperrealista y por lo hiperviolento. Demostrando a sus detractores lo que es hacer un thriller apto para todo tipo de públicos basado en un eficiente guión, un excelente reparto (mis respetos para todos y cada uno de los actores) y una dirección dura como las heladas noches de invierno y letal como un disparo en la cabeza, que despliega todo tipo de artimañas para mantener al espectador clavado en el asiento, y que ofrece un festín de entretenimiento puro y duro. A destacar la pelea en la sauna (sencilla, horripilante, convulsa) y el final (conciso, elegante, ambiguo).
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