Un papá singular
6.0
2,852
Drama. Comedia
Brad, a pesar de tener una buena carrera profesional y una familia feliz, está obsesionado con el éxito y las fortunas que poseen sus antiguos compañeros de la escuela. Durante un viaje a la Costa Este en el que acompaña a su hijo, Brad se verá obligado a enfrentarse a su sentimiento de fracaso vital. (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2018
22 de mayo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante drama y además una excelente reflexión sobre la típica crisis de los 40. Cuenta con un argumento muy convincente, perfectamente interpretado por un formidable Ben Stiller, que consigue deleitarnos con sus brillantes interpretaciones.
La peli mantiene el ritmo, pero es cierto que no ha cumplido mis expectativas, ya que me esperaba otra cosa; pero eso no quita que sea una buena peli. No obstante, no entiendo porque la han incluido también en el género de la comedia, si de comedia no tiene nada.
Una de las cosas que más me gustó es que el trasfondo de la historia encierra una importante moraleja, digna de aprender:
Nota: 6,5.
La peli mantiene el ritmo, pero es cierto que no ha cumplido mis expectativas, ya que me esperaba otra cosa; pero eso no quita que sea una buena peli. No obstante, no entiendo porque la han incluido también en el género de la comedia, si de comedia no tiene nada.
Una de las cosas que más me gustó es que el trasfondo de la historia encierra una importante moraleja, digna de aprender:
Nota: 6,5.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"No te compares, ni compitas con los demás, porque te hará daño, compite solo contigo mismo, intentando superarte cada día. Valora lo que tienes y se feliz"
9 de octubre de 2018
9 de octubre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como estructura de guión, muy bien, todo pasa en poco tiempo y la trama está bien definida.
Pero cuando a la media hora o más veía al tío quejarse de lo mal que le había ido la vida, porque no tenía un jet privado y no se pasaba el dia en la playa con dos maromas follables, me dije: ¿pero este tío de qué va, con una mujer que es un ámgel y un hijo mucho más maduro que él? Y entonces llega la india que toca la flauta y le viene a decir que todos esos problemas son los de un hombre blanco al que no le falta nada y que se deje de chorradas.
Es lo que le quería decir yo. Y ahí la película mejora.
Interesante, pero poco más.
Pero cuando a la media hora o más veía al tío quejarse de lo mal que le había ido la vida, porque no tenía un jet privado y no se pasaba el dia en la playa con dos maromas follables, me dije: ¿pero este tío de qué va, con una mujer que es un ámgel y un hijo mucho más maduro que él? Y entonces llega la india que toca la flauta y le viene a decir que todos esos problemas son los de un hombre blanco al que no le falta nada y que se deje de chorradas.
Es lo que le quería decir yo. Y ahí la película mejora.
Interesante, pero poco más.
29 de mayo de 2020
29 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Narrada con voz en off del protagonista la película transcurre por los pensamientos íntimos del protagonista, un poco tal vez obsesionado con el éxito de sus compañeros de universidad....pero...la historia se ve muy muy bien y avanza con mucho interés.
Al final se basa todo en cómo poner en la balanza el éxito...y en la otra...lo que de verdad importa. Quien sepa y tenga la gran suerte de poder equilibrar a su gusto esta balanza habrá triunfado en la vida...pero en realidad no se trata de triunfar sino de ser FELIZ, así que la película podría ser protagonizada por nosotros mismo y nuestras propias situaciones; ¿somos felices?
Interesante, de verdad.
Al final se basa todo en cómo poner en la balanza el éxito...y en la otra...lo que de verdad importa. Quien sepa y tenga la gran suerte de poder equilibrar a su gusto esta balanza habrá triunfado en la vida...pero en realidad no se trata de triunfar sino de ser FELIZ, así que la película podría ser protagonizada por nosotros mismo y nuestras propias situaciones; ¿somos felices?
Interesante, de verdad.
13 de agosto de 2018
13 de agosto de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno pertenece al llamado primer mundo, probablemente llegará a los 50. Al lobo se le empezaran a ver las orejas y uno comenzará a mirar la vida de otra manera. Cuanto mejor esté uno, paradojicamente más tiempo tendrá para mirarse el ombligo y hacer un balance vital de lo que pudo ser y no fue o de lo que nunca pensé y fue. Cada mochuelo en su olivo y a quien Dios se la de San Pedro se la bendiga.
El personaje que interpreta con acierto y convicción Stiller cae en la casilla de la crisis de los 50. Un pequeño laberinto de frustraciones y comparaciones, de perdida de la realidad y toma de conciencia del paso del tiempo del que solo se sale si uno tiene la suficiente salud física y mental para que en el dado le salga un seis zen y se centre en el lado positivo del presente más inmediato, que generalmente y en última instancia es que seguimos vivos, aquello de amanece que no es poco. No se trata de conformarse, pero si de valorar aquello que tengamos sin compararnos con nada ni con nadie. Un personaje que se dedica a trabajar con ONGs debería valorar los privilegios de los que disponemos en esta parte del mundo.
Sobre todo ello gira el guión del propio director en este drama con toques de comedia algo repetitivo y lento por momentos pero en general acertado. La relación con los hijos y la familia acaba por poner bálsamo sobre la herida de la insatisfacción personal de un personaje que se pasa todo el metraje dando tumbos mentales. White no acaba de encontrarle el ritmo ni el tono pero la cinta se deja ver e invita a la reflexión.
cineziete.wordpress.com
El personaje que interpreta con acierto y convicción Stiller cae en la casilla de la crisis de los 50. Un pequeño laberinto de frustraciones y comparaciones, de perdida de la realidad y toma de conciencia del paso del tiempo del que solo se sale si uno tiene la suficiente salud física y mental para que en el dado le salga un seis zen y se centre en el lado positivo del presente más inmediato, que generalmente y en última instancia es que seguimos vivos, aquello de amanece que no es poco. No se trata de conformarse, pero si de valorar aquello que tengamos sin compararnos con nada ni con nadie. Un personaje que se dedica a trabajar con ONGs debería valorar los privilegios de los que disponemos en esta parte del mundo.
Sobre todo ello gira el guión del propio director en este drama con toques de comedia algo repetitivo y lento por momentos pero en general acertado. La relación con los hijos y la familia acaba por poner bálsamo sobre la herida de la insatisfacción personal de un personaje que se pasa todo el metraje dando tumbos mentales. White no acaba de encontrarle el ritmo ni el tono pero la cinta se deja ver e invita a la reflexión.
cineziete.wordpress.com
3 de junio de 2020
3 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vez en cuando Netflix me sorprende con alguna película que no está hecha descaradamente con pretensiones comerciales. No es frecuente, pero pasa, por ejemplo con esta “Qué fue de Brad”, una curiosa película intimista que cuesta enmarcar en un género. Incluso está protagonizada por Ben Stiller para terminar de desconcertar, en uno de los papeles más serios que le recuerdo - ¿el único, quizá?-.
Aquí se mete en la piel de Brad, un cincuentañero que está en esa fase de la vida en la que uno empieza a mirar hacia atrás a ver si la cosa ha merecido la pena. En principio, parece que sí, tiene un matrimonio razonablemente feliz y un hijo razonablemente normal… pero el hijo se va a la Universidad y todo el ajetreo que eso conlleva en EEUU (no es tan sencillo como aquí que echas plaza y tienes asegurada una oportunidad por un precio asequible, becas aparte). El caso es que, como es habitual, ese inesperado trajín despierta pensamientos habitualmente dormidos sobre si ha merecido la pena sacrificar la carrera por la familia, si tu hijo cumple las expectativas, si el chaval no se estará torciendo, si no le estarás presionando demasiado, si no podría esforzarse un poco más, si te habría ido mejor en otro trabajo, etc… muchas veces por comparación por situaciones con las que te encuentras al salir de la rutina diaria.
Su punto fuerte es la naturalidad con la que fluyen las situaciones, lo fácil que le resulta a la película presentar las reflexiones sin artificios, muy integrada con la acción de pantalla y lo bien que conecta con todos esos pensamientos que tenemos todos sobre sueños aparcados, logros alcanzados y balances vitales. Te identificas y te paras a pensar en lo que te propone la película casi sin darte cuenta. En parte es mérito de unas interpretaciones muy profesionales, subordinadas a la película y su guion. Su punto débil es también ese: habrá quien crear que para reflexionar sobre todo eso basta con un poco de tiempo libre y una almohada, no me lo tiene que contar Ben Stiller en dos horas.
Yo creo que “Qué fue de Brad” no es una película entretenida ni agradable de ver. Meterse en la piel de un padre como Ben Stiller te asegura momentos incómodos y si extrapolas puedes encontrar cosa en ti mismo que no te convenzan. Pero está bien hecha y sabe de lo que habla.
Aquí se mete en la piel de Brad, un cincuentañero que está en esa fase de la vida en la que uno empieza a mirar hacia atrás a ver si la cosa ha merecido la pena. En principio, parece que sí, tiene un matrimonio razonablemente feliz y un hijo razonablemente normal… pero el hijo se va a la Universidad y todo el ajetreo que eso conlleva en EEUU (no es tan sencillo como aquí que echas plaza y tienes asegurada una oportunidad por un precio asequible, becas aparte). El caso es que, como es habitual, ese inesperado trajín despierta pensamientos habitualmente dormidos sobre si ha merecido la pena sacrificar la carrera por la familia, si tu hijo cumple las expectativas, si el chaval no se estará torciendo, si no le estarás presionando demasiado, si no podría esforzarse un poco más, si te habría ido mejor en otro trabajo, etc… muchas veces por comparación por situaciones con las que te encuentras al salir de la rutina diaria.
Su punto fuerte es la naturalidad con la que fluyen las situaciones, lo fácil que le resulta a la película presentar las reflexiones sin artificios, muy integrada con la acción de pantalla y lo bien que conecta con todos esos pensamientos que tenemos todos sobre sueños aparcados, logros alcanzados y balances vitales. Te identificas y te paras a pensar en lo que te propone la película casi sin darte cuenta. En parte es mérito de unas interpretaciones muy profesionales, subordinadas a la película y su guion. Su punto débil es también ese: habrá quien crear que para reflexionar sobre todo eso basta con un poco de tiempo libre y una almohada, no me lo tiene que contar Ben Stiller en dos horas.
Yo creo que “Qué fue de Brad” no es una película entretenida ni agradable de ver. Meterse en la piel de un padre como Ben Stiller te asegura momentos incómodos y si extrapolas puedes encontrar cosa en ti mismo que no te convenzan. Pero está bien hecha y sabe de lo que habla.
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