Un tiro en la noche

El rey está desnudo y la película está sobrevalorada. Correcta factura y ya. Los buenos son muy buenos y los malos (una banda de 3 personas) son muy malos (y muy tontos); al fin y a la postre no se sabe si Ford ensalza o satiriza la historia estadounidense. Seguramente intenta ambas cosas, y de ahí que los personajes sean tan absolutamente histriónicos y grotescos, John Wayne haciendo de John Wayne, (le levantan a la chica en sus narices), James Stewart haciendo de abogado patoso ( gran actor, horrible personaje) y el resto de personajes (el sherif, el periodista, el malo y sus dos secuaces) auténticas caricaturas de los cómics de Lucky Luke. También podrían haber actuado Xan das Bolas, Paco Martínez Soria y no se hubiera notado. Nada que rescatar, nada que recordar de esta película, a excepción de (spoiler)

Un episodio de los Teletubbies es menos inverosímil que esta basurilla ideológica e historiográfica.
Si fuera un guion cutre, sin más, vale; pero lo jodido es que lo han hecho a posta para poder justificar el mensajito.
Refleja bien el alma de los EEUU; concretamente, el de los productores.

En este gran western por la historia que se cuenta y cómo se cuenta (realización, guión e interpretaciones fundamentalmente) peca de lo que suele pecar el convencional cine pro-norteamericano: la gran y mayor democracia del mundo (según quienes se lo crean de ellos) ha de llegar y llega a todas partes y, curiosamente, a trravés de la palabra y sin violencia... Lo que le salva al final de tanto propagandismo tópico es que las cosas se acaban resolviendo como casi siempre se resuelven en los EEUU o por parte de estos: a través de la violencia y los tiros.

Olvidándonos de esta pega, un gran film digno de ver y que queda en la retina para siempre.

Después de intentarlo con “La diligencia”, creo que definitivamente el género western no es lo mío. Creo que tendré que hacer un curso acelerado o algo para comprender este tipo de cine. O es que todo me parece igual o es que siempre todo es lo mismo.

De pequeño (que es cuando más propenso eres a que te guste todo), me parecía un rollo macareno, así que dejé de verlo por mucho que insistiera mi padre en que eso era la caña.

Como uno va creciendo y la percepción del cine va cambiando con los años, he decidido hacer caso a mis almas gemelas y en su criterio de gusto similar para abrir mis ojos hacia esta película, pero es imposible. Quizás sea que no me identifico con nadie, o que quizás los personajes me parecen de coña, o que la historia me aburre… Yo es que no le veo la chicha por ningún lado, la verdad.

Como soy incapaz de ver lo que ve el resto de la gente, la valoro como si fuera una cinta que me están pasando ahora y sólo veo un montaje correcto, una música adecuada, un guión sencillote y unas interpretaciones algo sobreactuadas…
Intento respirar hondo la mezcla y no me llena los pulmones. Hago otro esfuerzo, pero el resultado es inútil.

Sólo me queda probar el spaghetti western.

Nota: 4,5

A veces creo que no termino de captar a la gente de esta página. No te la creo los puntajes tan altos a una película tonta, previsible, peor actuada (John Wayne tiene menos expresión que una chancleta) y el viejo Ford repitiendo la misma fórmula de siempre (nunca supo contar otro tipo de historias). Es aburrida y una de las peores de la época, porque que sea vieja no tiene nada que ver, La semilla del diablo es vieja y sigue siendo una obra maestra. A Wayne y Ford los sobrevaloraron hasta el hartazgo y sus películas apestan a vejete. Y ésta es la peor. Vomitiva.