Los espíritus de la isla
2022 

7.0
20,903
Drama
Ambientada en una isla remota frente a la costa oeste de Irlanda en 1923, narra la historia de dos amigos de toda la vida, Pádraic y Colm, quienes se encuentran en un callejón sin salida cuando Colm pone fin a su amistad de un modo abrupto. Un Pádraic atónito, con la única comprensión de su hermana Siobhán y del simple Dominic, se esfuerza por reconstruir la relación, negándose a aceptar las negativas de su amigo de siempre. Cuando Colm ... [+]
29 de octubre de 2022
29 de octubre de 2022
54 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay discusión que la película es preciosa. Una película rural en Irlanda rodeada de prados, mar, y acantilados, ya tiene el 70 % de la crítica entregada.
Hasta puede que gane la Espiga de Oro de la Seminci. Al tiempo. Con ese 70% , le llega.
No hay discusión de que la película está fenomenalmente escrita, rodada, producida y musicalizada (el gran Carter Burwell)
No hay discusión de que la película está maravillosamente interpretada. Llevo un tiempo diciendo que Colin Farrell que nunca me ha gustado, se había puesto las pilas en sus últimas películas.
No hay discusión de que la película transmite porque tiene poso, tiene historia, raíces, gente, paisaje, espíritu, música, la soledad humana, ...¡¡¡Irlanda!!!
Lo que yo si discuto es la historia. ¡¡¡ No me la creo !!!
No me creo la amistad de la que parte.
No me creo la evolución del personaje de Colin Farrell. Se empeñan en tratar de venderlo como "limitado", cuando no pasa de ser inculto.
No me creo que el otro personaje, también rozando la incultura, por decidir querer tocar mal un violín tome decisiones personales extremas.
Y no me creo el planteamiento definitivo y traumático que plantea la película. No veo tanta fuerza en la historia, salvo que al ser una isla todo se magnifica a veces extremadamente, como para tomar decisiones fundamentales para una persona.
En definitiva, se deja ver, es simpática, todo lo de Irlanda cae bien, pero sin más.
Hasta puede que gane la Espiga de Oro de la Seminci. Al tiempo. Con ese 70% , le llega.
No hay discusión de que la película está fenomenalmente escrita, rodada, producida y musicalizada (el gran Carter Burwell)
No hay discusión de que la película está maravillosamente interpretada. Llevo un tiempo diciendo que Colin Farrell que nunca me ha gustado, se había puesto las pilas en sus últimas películas.
No hay discusión de que la película transmite porque tiene poso, tiene historia, raíces, gente, paisaje, espíritu, música, la soledad humana, ...¡¡¡Irlanda!!!
Lo que yo si discuto es la historia. ¡¡¡ No me la creo !!!
No me creo la amistad de la que parte.
No me creo la evolución del personaje de Colin Farrell. Se empeñan en tratar de venderlo como "limitado", cuando no pasa de ser inculto.
No me creo que el otro personaje, también rozando la incultura, por decidir querer tocar mal un violín tome decisiones personales extremas.
Y no me creo el planteamiento definitivo y traumático que plantea la película. No veo tanta fuerza en la historia, salvo que al ser una isla todo se magnifica a veces extremadamente, como para tomar decisiones fundamentales para una persona.
En definitiva, se deja ver, es simpática, todo lo de Irlanda cae bien, pero sin más.
11 de febrero de 2023
11 de febrero de 2023
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me hubiera gustado poder escribir algo más entusiasta acerca de una película que es clasificada como comedia negra, pero a mi me ha parecido bastante deprimente, pesada y desagradable. El ritmo es muy lento y ningún personaje cae especialmente bien, los diálogos no me hacen gracia y no me sumergen en una película en la que escasean los acontecimientos narrativos.
Hay dos frases que te sacan una sonrisa, pero ya. Me esperaba un duelo interpretativo memorable y vibrante, pero resulta el personaje Farrell (viene de hacer la estupenda 'The Gentleman' en la que daba vida a un criminal ingenioso y divertido) es un individuo que bordea el atraso mental, lo cual le quita bastante emoción a la cosa.
En esta película actúan tres actores que trabajaron en 'Calvary', y los tres tenían personajes más agradecidos en esa que digo que en la que nos ocupa (el propio Gleeson era un sacerdote que no tenía reparos a la hora de mostrarse sarcástico e impertinente si la ocasión lo requería, aquí solo me hizo gracia cuando le reprocha a Farrell el ser capaz de hablarle durante dos horas, y de manera ininterrumpida, acerca de los excrementos de su burra; en la de 2014, Gary Lydon era un inspector de policía con gustos homosexuales bastante más llamativo y carismático que el lerdo y violento policía de pueblo al que da vida aquí, un tipo alcohólico, grimoso y repelente que abusa de su hijo, disminuído mental; y Pat Shortt también se veía mejor en la peli irlandesa, como aquel tabernero budista que guardaba un bate de béisbol bajo la barra, aquí repite oficio pero ¿para no desentonar con la fauna local? da la sensación de ser un tipo algo limitado. En esa isla todos dan la sensación de andar un poco pillados de la cabeza...
Hay dos frases que te sacan una sonrisa, pero ya. Me esperaba un duelo interpretativo memorable y vibrante, pero resulta el personaje Farrell (viene de hacer la estupenda 'The Gentleman' en la que daba vida a un criminal ingenioso y divertido) es un individuo que bordea el atraso mental, lo cual le quita bastante emoción a la cosa.
En esta película actúan tres actores que trabajaron en 'Calvary', y los tres tenían personajes más agradecidos en esa que digo que en la que nos ocupa (el propio Gleeson era un sacerdote que no tenía reparos a la hora de mostrarse sarcástico e impertinente si la ocasión lo requería, aquí solo me hizo gracia cuando le reprocha a Farrell el ser capaz de hablarle durante dos horas, y de manera ininterrumpida, acerca de los excrementos de su burra; en la de 2014, Gary Lydon era un inspector de policía con gustos homosexuales bastante más llamativo y carismático que el lerdo y violento policía de pueblo al que da vida aquí, un tipo alcohólico, grimoso y repelente que abusa de su hijo, disminuído mental; y Pat Shortt también se veía mejor en la peli irlandesa, como aquel tabernero budista que guardaba un bate de béisbol bajo la barra, aquí repite oficio pero ¿para no desentonar con la fauna local? da la sensación de ser un tipo algo limitado. En esa isla todos dan la sensación de andar un poco pillados de la cabeza...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película va de que Gleeson pasa a considerar que Farrell es un coñazo de tío y siente que ya no disfruta de su compañía, pues solo habla de gilipolleces, cosa que me parece una decisión muy sana. Se lo dice con franqueza, dando a entender que las personas cambian y que pasa de seguir perdiendo su tiempo con un tío al que considera tonto y aburrido. Este último, como ya digo es un hombre de inteligencia limitada, no quiere o no lo puede entender y le acosa.
En respuesta, y como inmejorable oportunidad para hacer entender al espectador la insalvable diferencia intelectual que separa a los dos hombres, y para que de paso, quede registrada su sabiduría y su mente preclara, Gleeson se va cortando los dedos (insisto, una reacción lógica y cabal donde las haya, claro que sí, yo hubiera procedido igual, pero empezando por los pies) para que Farrell se entere de que ya no le aguanta y que le deje de molestar, pasando por alto que no lo va a entender porque es tonto.
Entre medias, salen otros personajes como la hermana (por otro lado, la única normal, no es de extrañar que se largue de ese criadero de chiflados a la mínima oportunidad que se la presenta a la pobre), una vieja que parece bruja, otro adalid del sentido común y el pensamiento racional, como no, y el mentado barman, cuyos ojos parecen pelotas de ping pong. Todos le dicen a Farrell que le deje a Gleeson en paz. No obstante, el tonto del pueblo le anima a seguir incordiándole. Imaginaros que decisión toma Farrell...
Resulta que es todo una metáfora de la guerra civil irlandesa. Aparte del hecho de que el metraje me haya aburrido profundamente, no me suelen gustar aquellas películas cuyo argumento pretende servir a modo de excusa o metáfora para hablar de otro asunto. Me parecen un timo.
En respuesta, y como inmejorable oportunidad para hacer entender al espectador la insalvable diferencia intelectual que separa a los dos hombres, y para que de paso, quede registrada su sabiduría y su mente preclara, Gleeson se va cortando los dedos (insisto, una reacción lógica y cabal donde las haya, claro que sí, yo hubiera procedido igual, pero empezando por los pies) para que Farrell se entere de que ya no le aguanta y que le deje de molestar, pasando por alto que no lo va a entender porque es tonto.
Entre medias, salen otros personajes como la hermana (por otro lado, la única normal, no es de extrañar que se largue de ese criadero de chiflados a la mínima oportunidad que se la presenta a la pobre), una vieja que parece bruja, otro adalid del sentido común y el pensamiento racional, como no, y el mentado barman, cuyos ojos parecen pelotas de ping pong. Todos le dicen a Farrell que le deje a Gleeson en paz. No obstante, el tonto del pueblo le anima a seguir incordiándole. Imaginaros que decisión toma Farrell...
Resulta que es todo una metáfora de la guerra civil irlandesa. Aparte del hecho de que el metraje me haya aburrido profundamente, no me suelen gustar aquellas películas cuyo argumento pretende servir a modo de excusa o metáfora para hablar de otro asunto. Me parecen un timo.
20 de marzo de 2023
20 de marzo de 2023
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguna vez te ha pasado que cierto día algún amigo, con quien te llevabas super bien, de pronto y sin previo aviso ya no te dirige la palabra y literalmente de la noche a la mañana se "enoja" contigo. En los personal debo decir que me pasó muchas veces a los largo de mi vida estudiantil y lo curioso es que hasta el día de hoy, de la gran mayoría hasta el día de hoy nunca supe que mismo fue lo que pasó.
Es este aparente "desliz" amistoso (bastante más común de lo que uno pensaría) en el cual el director Martin McDonagh basa la historia principal de su última película, que de paso ha vuelto a reunir a dos viejos colaboradores (y amigos) suyos como son Colin Farrell y Brendan Gleeson, con quienes repite después de la potente "In Bruges".
En esta ocasión el argumento se desarrolla históricamente hace 100 años (osea en 1923), se ubica en una remota isla inglesa de nombre "Inisherin" y tiene como principales protagonistas a dos buenos amigos "Pádraic" y "Colm", cuya amistad se rompe abruptamente por parte del segundo lo que provocará en el primero muchas interrogantes e incluso le hará replantearse el sentido de su propia vida.
A modo de metáfora el guión escrito por el propio McDonagh trata sobre la amistad, si, pero vista desde una óptica mucho más intima y nos muestra la importancia de las relaciones humanas, los cambios drásticos que se dan a veces y que terminan por alterarnos mentalmente, inclusive al entorno en que estamos acostumbrados a convivir.
Si bien el personaje interpretado por Colin Farrel (que esta maravilloso) da la impresión de ser un poco "ingenuo", representa lo que muchos deberíamos haber hecho a a veces cuando pasamos por una situación similar (claro está, sin llegar a los extremos) y es buscar solucionar las desavenencias o conflictos de frente, sin hipocresías.
Del resto del reparto un correcto Brendan Gleeson y un fenomenal Barry Keoghan se luce como "Dominic", el chico soñador del pueblo, ese que nunca falta en ningún pueblo y que representa su alma misma. De soporte una preciosa Kerry Condon, Pat Shortt, David Pearse, Gary Lydon, Jon Kenny y "Jenny", una "burrita" en miniatura adorable.
Destacar también las notas musicales del veterano compositor Carter Burwell y la exquisita cinematografía del experimentado director de fotografía Ben Davis, especial mención en aquellas en donde los planos abiertos son espectaculares y bellos.
Es este aparente "desliz" amistoso (bastante más común de lo que uno pensaría) en el cual el director Martin McDonagh basa la historia principal de su última película, que de paso ha vuelto a reunir a dos viejos colaboradores (y amigos) suyos como son Colin Farrell y Brendan Gleeson, con quienes repite después de la potente "In Bruges".
En esta ocasión el argumento se desarrolla históricamente hace 100 años (osea en 1923), se ubica en una remota isla inglesa de nombre "Inisherin" y tiene como principales protagonistas a dos buenos amigos "Pádraic" y "Colm", cuya amistad se rompe abruptamente por parte del segundo lo que provocará en el primero muchas interrogantes e incluso le hará replantearse el sentido de su propia vida.
A modo de metáfora el guión escrito por el propio McDonagh trata sobre la amistad, si, pero vista desde una óptica mucho más intima y nos muestra la importancia de las relaciones humanas, los cambios drásticos que se dan a veces y que terminan por alterarnos mentalmente, inclusive al entorno en que estamos acostumbrados a convivir.
Si bien el personaje interpretado por Colin Farrel (que esta maravilloso) da la impresión de ser un poco "ingenuo", representa lo que muchos deberíamos haber hecho a a veces cuando pasamos por una situación similar (claro está, sin llegar a los extremos) y es buscar solucionar las desavenencias o conflictos de frente, sin hipocresías.
Del resto del reparto un correcto Brendan Gleeson y un fenomenal Barry Keoghan se luce como "Dominic", el chico soñador del pueblo, ese que nunca falta en ningún pueblo y que representa su alma misma. De soporte una preciosa Kerry Condon, Pat Shortt, David Pearse, Gary Lydon, Jon Kenny y "Jenny", una "burrita" en miniatura adorable.
Destacar también las notas musicales del veterano compositor Carter Burwell y la exquisita cinematografía del experimentado director de fotografía Ben Davis, especial mención en aquellas en donde los planos abiertos son espectaculares y bellos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De entre las escenas que me conmovieron sin duda esta aquella "torpe" declaración amorosa de "Dominic" hacia "Siobhán" junto al lago, la actuación de Barry Keoghan es tierna y te llega (porque alguna vez me pasó algo similar de chico).
Poco después de que su hermana se va, definitivamente la muerte de "Jenny" después de atragantarse con los dedos de "Colm", me dolió igual que "Pádraic". Tres golpes en un solo día, cualquiera se rompe emocionalmente.
Poco después de que su hermana se va, definitivamente la muerte de "Jenny" después de atragantarse con los dedos de "Colm", me dolió igual que "Pádraic". Tres golpes en un solo día, cualquiera se rompe emocionalmente.
25 de enero de 2023
25 de enero de 2023
25 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con franqueza, no me gustó para nada esta película. Creo que es sumamente pretenciosa para los premios en que fue nominada. El tema es sumamente rebuscado y deprimente. No termina de fundamentarse el rechazo del amigo y su auto castigo me pareció paranoico y sin sustento. Me parecieron buenas las actuaciones de ambos protagonistas y de la hermana del amigo rechazado, pero no creo que sea merecedora de tanto elogio por parte de la crítica.
12 de marzo de 2023
12 de marzo de 2023
18 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Almas en pena de un pueblo de Irlanda hace cien años es una película lenta que pretende hacer una fábula a través de la historia de unas personas sencillas en el pueblo de una isla.
La historia puede tener algo de gancho al principio, la factura del film busca la belleza visual y la interpretación de Farrel es meritoria. Sin embargo las intenciones de McDonagh y todo su empeño resultan infructuosas. La moraleja es deprimente. El bueno se convierte en malo, porque quiero hacer una película sutil sobre la guerra civil. Pero en las guerras los buenos no se convierten en malos, ésa será la visión infantil del director, pero no la de la realidad.
La historia puede tener algo de gancho al principio, la factura del film busca la belleza visual y la interpretación de Farrel es meritoria. Sin embargo las intenciones de McDonagh y todo su empeño resultan infructuosas. La moraleja es deprimente. El bueno se convierte en malo, porque quiero hacer una película sutil sobre la guerra civil. Pero en las guerras los buenos no se convierten en malos, ésa será la visión infantil del director, pero no la de la realidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Con el primer corte de dedo la cosa pierde frescura. En los pueblos pasan cosas de lo más abyectas, es cierto, pero que un violinista se ampute un dedo porque no sabe tomarse una copa con un vecino, es bastante inverosimil.
Pero ése no es el problema, el problema es que pierde interés. Cuando los personajes empiezan a hacer cosas surreales, la historia pierde contacto con el público. Porque el público es gente normal que no se amputa dedos, que acepta que un amigo no quiera quedar contigo, acepta que el cura sea imbécil y el policía también. La fábula podría haber resultado pero su propio creador lo tira todo por la borda.
Al final sales con la sensación de haber perdido dos horas. Como digo, sólo vale la pena por ver a Farrel haciendo un papel diferente a lo habitual. Pero tampoco es para morirse ni aunque seas su fan number one.
Pero ése no es el problema, el problema es que pierde interés. Cuando los personajes empiezan a hacer cosas surreales, la historia pierde contacto con el público. Porque el público es gente normal que no se amputa dedos, que acepta que un amigo no quiera quedar contigo, acepta que el cura sea imbécil y el policía también. La fábula podría haber resultado pero su propio creador lo tira todo por la borda.
Al final sales con la sensación de haber perdido dos horas. Como digo, sólo vale la pena por ver a Farrel haciendo un papel diferente a lo habitual. Pero tampoco es para morirse ni aunque seas su fan number one.
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