Los espíritus de la isla
2022 

7.0
20,891
Drama
Ambientada en una isla remota frente a la costa oeste de Irlanda en 1923, narra la historia de dos amigos de toda la vida, Pádraic y Colm, quienes se encuentran en un callejón sin salida cuando Colm pone fin a su amistad de un modo abrupto. Un Pádraic atónito, con la única comprensión de su hermana Siobhán y del simple Dominic, se esfuerza por reconstruir la relación, negándose a aceptar las negativas de su amigo de siempre. Cuando Colm ... [+]
12 de febrero de 2023
12 de febrero de 2023
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gusta su rollo, su acidez, su puesta en escena, sus diálogos, aunque algunos sean demasiado rebuscados, me mola su forma de usar la comedia para hablar de cosas tristísimas y me fascinan sus títulos. Y aquí quiero detenerme un momentín: poco se escribe acerca de la importancia de un buen título, porque algo que se llama "Almas en pena de Inisherin", ¿Cómo no vas a querer verlo? ¿O algo que se titula "Tres anuncios en las afueras de Ebbing, Misuri"?
Esta es una película pequeña que parte de un hecho muy concreto y, sobre ello, divaga y divaga, juega y juega, habla, habla y vuelve a hacerlo, y es por ello, por lo de ser una obra muy específica, por lo que quizás Martin McDonagh jamás llegue a alzarse con la estatuilla. Las suyas son películas inteligentísimas y valiosísimas pero que no llegan a ser transversales, y el Oscar suele pedir eso. Dicho esto, "Almas en pena de Inisherin" me parece infinitamente mejor que "Los Fabelman", del mismo modo que la anterior me parecía superior a "La forma del agua". En ambas hay talento, ingenio y distinción a raudales.
Si bien es cierto que el argumento se queda algo justo, ya que son dos horas hablando del fin unilateral de una amistad, y en el cine aún, pero en casa no sé si la hubiese aguantado, todo rezuma calidad: Irlanda luce espléndida, la banda sonora está muy bien escogida y el reparto es de primerísimo nivel. También las dos mujeres, especialmente Kerry Condon como la única a la que pude comprender en todo esto, aunque "Inisherin" es propiedad de ellos: Barry Keoghan, que hace de tonto como nadie, la cara la tiene y el talento también; Brendan Gleeson, un actor de esos a los que nadie puede poner en duda; y el indómito Colin Farrell, que aquí cambia de registro y te lo crees a pies juntillas, deleitándonos con cada gesto y cada mirada. Personalmente, siempre me ha encantado y creo que el Oscar ya le toca.
Me gustan las películas de Martin McDonagh, ya lo he dicho antes, pero también confieso que me gustaría que sus películas me gustasen más. ¿Qué quiero decir? Que tanto la anterior como esta, aún celebradas por mi parte, me resultan forzadas, empaquetadas, falsas, muestras de músculo, productos hechos para fascinar al personal pero que en último término no emocionan. Al menos, a mí no. Sí que divierten, sí que hacen pensar y sí que guardan un trasfondo, pero es todo tan exagerado y los personajes se producen de forma tan incomprensible que impiden que conecte con el conjunto. No son películas que se hagan a mí ni yo a ellas, no sé si me explico, pero lo más extraño de todo es que no puedo valorarlas de otro modo que muy positivamente. Esas cosas inexplicables que tiene el arte.
Esta es una película pequeña que parte de un hecho muy concreto y, sobre ello, divaga y divaga, juega y juega, habla, habla y vuelve a hacerlo, y es por ello, por lo de ser una obra muy específica, por lo que quizás Martin McDonagh jamás llegue a alzarse con la estatuilla. Las suyas son películas inteligentísimas y valiosísimas pero que no llegan a ser transversales, y el Oscar suele pedir eso. Dicho esto, "Almas en pena de Inisherin" me parece infinitamente mejor que "Los Fabelman", del mismo modo que la anterior me parecía superior a "La forma del agua". En ambas hay talento, ingenio y distinción a raudales.
Si bien es cierto que el argumento se queda algo justo, ya que son dos horas hablando del fin unilateral de una amistad, y en el cine aún, pero en casa no sé si la hubiese aguantado, todo rezuma calidad: Irlanda luce espléndida, la banda sonora está muy bien escogida y el reparto es de primerísimo nivel. También las dos mujeres, especialmente Kerry Condon como la única a la que pude comprender en todo esto, aunque "Inisherin" es propiedad de ellos: Barry Keoghan, que hace de tonto como nadie, la cara la tiene y el talento también; Brendan Gleeson, un actor de esos a los que nadie puede poner en duda; y el indómito Colin Farrell, que aquí cambia de registro y te lo crees a pies juntillas, deleitándonos con cada gesto y cada mirada. Personalmente, siempre me ha encantado y creo que el Oscar ya le toca.
Me gustan las películas de Martin McDonagh, ya lo he dicho antes, pero también confieso que me gustaría que sus películas me gustasen más. ¿Qué quiero decir? Que tanto la anterior como esta, aún celebradas por mi parte, me resultan forzadas, empaquetadas, falsas, muestras de músculo, productos hechos para fascinar al personal pero que en último término no emocionan. Al menos, a mí no. Sí que divierten, sí que hacen pensar y sí que guardan un trasfondo, pero es todo tan exagerado y los personajes se producen de forma tan incomprensible que impiden que conecte con el conjunto. No son películas que se hagan a mí ni yo a ellas, no sé si me explico, pero lo más extraño de todo es que no puedo valorarlas de otro modo que muy positivamente. Esas cosas inexplicables que tiene el arte.
5 de febrero de 2023
5 de febrero de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘Almas en pena en Inisherin‘ parte como una de las favoritas de cara a los próximos Oscars, habiendo cosechado otros premios por el camino. La crítica la ha dejado prácticamente de obra maestra, alabando el ingenio de la propuesta y las interpretaciones de todo su reparto. La película supone el regreso de Martin McDonagh después de su inmerecida derrota hace unos años en los Oscars, al perder la maravillosa ‘Tres anuncios a las afueras‘ (su mejor película) contra la ya olvidada ‘La forma del agua‘. Cosas que pasan, pero estamos aquí para hablar de este intenso drama, que si bien no creo que sea la genialidad que están afirmando por ahí (espero que algún día los crítico se calmen…), sí que creo que es una película que merece mucho la pena, no pasando nada si acaba llevándose el premio gordo, ya sea por corregir el error de hace unos años.
McDonagh ofrece un trabajo intimista y precioso tras las cámaras, aprovechando los bellos paisajes y la estética rural de la isla en la que acontece la historia, siendo un trabajo sencillo a la par que elegante. No creo que merezca el premio a mejor director (hay mucha competencia este año), pero se nota su buen hacer. No obstante, aquí lo importante es el guion (también de McDonagh, como en sus anteriores producciones) y el reparto.
Respecto al guion, es sensacional como se puede coger un detalle tan nimio, y ofrecer una gran historia repleta de matices. El argumento es el siguiente: dos amigos dejan de serlo porque uno de ellos le confiesa al otro que se aburre y no quiere saber nada más de él, siendo un shock para éste. Sobre el papel parece que no hay más, pero luego hay una serie de alegorías que aderezan una propuesta que tiene muchas capas y mensajes ocultos, y en la que me he involucrado desde un principio, porque McDonagh sabe jugar muy bien sus cartas. La película te presenta su conflicto principal, y luego te tienes que dejar guiar por las acciones y decisiones de sus personajes. Suena a poco, pero es mucho más de lo que parece.
Afortunadamente, no estamos ante un nuevo somnífero de autor con ínfulas destinado exclusivamente a los entendidos, ya que la película atrapa con sus diálogos, sus acertados puntos cómicos (pequeños respiros que dan un necesario alivio al espectador) y sus indescriptibles personajes, los cuales mejoran muchísimo con un reparto en estado de gracia que eleva el conjunto del film. McDonagh no es idiota, volviendo a contar con la imposible pareja formada por Colin Farrel y Brendan Gleeson después de ‘Escondidos en Brujas‘ (el debut en el cine del director). Ambos están estupendos, el primero interpretando de forma excepcional al segundo inocentón (por decirlo de forma suave, que en estos tiempos no se sabe…) del pueblo (¿el mejor papel de Farrell? Es posible), y Gleeson ofreciendo una actuación más comedida, pero no por ello menos inspirada.
Y aunque parezca sorprendente, porque estamos ante dos monstruos de la actuación, los secundarios no se quedan atrás, destacando a una estupenda Kerry Condon (para mí, todo un descubrimiento), o a un sorprendente Barry Keoghan como primer inocentón del pueblo, en un papel nada sencillo. Los cuatro están nominados en sus respectivas categorías, y los cuatro merecen llevarse el premio a casa, porque están todos fabulosos, sin excepción.
Por lo tanto, ¿estamos ante una obra maestra? No lo creo, pero McDonagh vuelve a demostrar que no se conforma con contentar a los elitistas de turno (que es a lo que juegan otros cineastas de renombre), ofreciendo un drama entretenido (se ahorran los silencios innecesarios, lo que se agradece) y accesible para todo tipo de público, con una historia que merece ser contada, y con un reparto que son la guinda de un pastel a priori sencillo, pero que tiene mucho más sabor del que aparenta, y de ahí la alabanzas y nominaciones. Una ingeniosa y nada convencional historia sobre la amistad y la soledad que no deja indiferente. Esperando a lo próximo de McDonagh, porque es uno de los cineastas más originales e interesantes del momento, y su última película lo confirma una vez más. ¿Se llevará el premio gordo esta vez? No lo creo, pero algún día… Algún día.
Más críticas: ocioworld.net
Youtube: Javi McClane
McDonagh ofrece un trabajo intimista y precioso tras las cámaras, aprovechando los bellos paisajes y la estética rural de la isla en la que acontece la historia, siendo un trabajo sencillo a la par que elegante. No creo que merezca el premio a mejor director (hay mucha competencia este año), pero se nota su buen hacer. No obstante, aquí lo importante es el guion (también de McDonagh, como en sus anteriores producciones) y el reparto.
Respecto al guion, es sensacional como se puede coger un detalle tan nimio, y ofrecer una gran historia repleta de matices. El argumento es el siguiente: dos amigos dejan de serlo porque uno de ellos le confiesa al otro que se aburre y no quiere saber nada más de él, siendo un shock para éste. Sobre el papel parece que no hay más, pero luego hay una serie de alegorías que aderezan una propuesta que tiene muchas capas y mensajes ocultos, y en la que me he involucrado desde un principio, porque McDonagh sabe jugar muy bien sus cartas. La película te presenta su conflicto principal, y luego te tienes que dejar guiar por las acciones y decisiones de sus personajes. Suena a poco, pero es mucho más de lo que parece.
Afortunadamente, no estamos ante un nuevo somnífero de autor con ínfulas destinado exclusivamente a los entendidos, ya que la película atrapa con sus diálogos, sus acertados puntos cómicos (pequeños respiros que dan un necesario alivio al espectador) y sus indescriptibles personajes, los cuales mejoran muchísimo con un reparto en estado de gracia que eleva el conjunto del film. McDonagh no es idiota, volviendo a contar con la imposible pareja formada por Colin Farrel y Brendan Gleeson después de ‘Escondidos en Brujas‘ (el debut en el cine del director). Ambos están estupendos, el primero interpretando de forma excepcional al segundo inocentón (por decirlo de forma suave, que en estos tiempos no se sabe…) del pueblo (¿el mejor papel de Farrell? Es posible), y Gleeson ofreciendo una actuación más comedida, pero no por ello menos inspirada.
Y aunque parezca sorprendente, porque estamos ante dos monstruos de la actuación, los secundarios no se quedan atrás, destacando a una estupenda Kerry Condon (para mí, todo un descubrimiento), o a un sorprendente Barry Keoghan como primer inocentón del pueblo, en un papel nada sencillo. Los cuatro están nominados en sus respectivas categorías, y los cuatro merecen llevarse el premio a casa, porque están todos fabulosos, sin excepción.
Por lo tanto, ¿estamos ante una obra maestra? No lo creo, pero McDonagh vuelve a demostrar que no se conforma con contentar a los elitistas de turno (que es a lo que juegan otros cineastas de renombre), ofreciendo un drama entretenido (se ahorran los silencios innecesarios, lo que se agradece) y accesible para todo tipo de público, con una historia que merece ser contada, y con un reparto que son la guinda de un pastel a priori sencillo, pero que tiene mucho más sabor del que aparenta, y de ahí la alabanzas y nominaciones. Una ingeniosa y nada convencional historia sobre la amistad y la soledad que no deja indiferente. Esperando a lo próximo de McDonagh, porque es uno de los cineastas más originales e interesantes del momento, y su última película lo confirma una vez más. ¿Se llevará el premio gordo esta vez? No lo creo, pero algún día… Algún día.
Más críticas: ocioworld.net
Youtube: Javi McClane
16 de mayo de 2023
16 de mayo de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la barbarie que hay en el mundo y los temas tan interesantes que puede abordar el cine en una película, me parece una nimiedad el argumento principal y más teniendo en cuenta la época en la que se basa, una era de cruentas afrentas entre un bando y otro.
No veo razones de suficiente peso para que alguien quiera hacer una película sobre los enfados absurdos entre esos dos personajes, que más bobos y no nacen. A lo mejor no tenían otra cosa mejor que hacer en esa aldea, y, muertos del aburrimiento, deciden hacerse la vida imposible. ¿Y? No me interesa.
Se supone que es comedia,para mí un humor negro zafio que quizás solo lo puedan entender los más listos de la clase. Yo me rendí. Caricaturiza más a los personajes y los convierte en seres incomprensibles y lejanos de cualquier atisbo de humanidad.
Lo de los dedos es grotesco e innecesario. Más infantilismo. Más incomprensión.
Colin Farrell parece tener alguna discapacidad mental, mucho más que la del personaje que realmente la tiene, siendo Barry Keoghan una de las pocas cosas que salvan el film, en el que el más loco es definitivamente el más cuerdo.
Se aprovecha además de los preciosos paisajes irlandeses y de cierto aire celta, que llega a enamorar, para ganar puntos, pero para mí no llega a un aprobado.
No me extraña nada que al final no ganara ningún Óscar.
No veo razones de suficiente peso para que alguien quiera hacer una película sobre los enfados absurdos entre esos dos personajes, que más bobos y no nacen. A lo mejor no tenían otra cosa mejor que hacer en esa aldea, y, muertos del aburrimiento, deciden hacerse la vida imposible. ¿Y? No me interesa.
Se supone que es comedia,para mí un humor negro zafio que quizás solo lo puedan entender los más listos de la clase. Yo me rendí. Caricaturiza más a los personajes y los convierte en seres incomprensibles y lejanos de cualquier atisbo de humanidad.
Lo de los dedos es grotesco e innecesario. Más infantilismo. Más incomprensión.
Colin Farrell parece tener alguna discapacidad mental, mucho más que la del personaje que realmente la tiene, siendo Barry Keoghan una de las pocas cosas que salvan el film, en el que el más loco es definitivamente el más cuerdo.
Se aprovecha además de los preciosos paisajes irlandeses y de cierto aire celta, que llega a enamorar, para ganar puntos, pero para mí no llega a un aprobado.
No me extraña nada que al final no ganara ningún Óscar.
20 de mayo de 2023
20 de mayo de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Almas en pena de Inisherin” es un bien mostrado ejemplo sobre la estupidez humana y la delgada línea que muchas veces separa el amor (amistad en este caso) del odio. Su ambientación es muy buena y la fotografía, como era de esperarse en las costas de Irlanda, es espectacular.
Las interpretaciones elevan al film por encima de lo que el guion propone. Tal vez la interpretación menos lucida sea la de Brendan Gleeson que personifica a Colm, un ser parco y amargado como ha hecho muchas veces en su carrera. En contrapunto, Colin Farrell se luce en la piel de Pádraic, un hombre sencillo, de pocas luces pero de gran corazón, que no puede entender ni aceptar que su mejor amigo haya dejado de tratarlo de un día a otro sin causa alguna. Los secundarios también hacen un gran trabajo, Barry Keoghan da pena (dicho en un buen sentido) con su inocente Dominic y Kerry Condon da vida a la que, para mí, es el mejor personaje del film: Siobban, la hermana de Pádraic y la única persona de la isla con dos neuronas lucidas y que consecuentemente no aguanta más vivir en ese lugar lleno de soledad y tristeza, en donde a sus habitantes no les queda otra que buscar el sentido de sus vidas de una manera gris y rutinaria, ahogando las penas en una vieja taberna.
Lo que falla garrafalmente en el film es el guion de McDonagh que hace agua en la mayoría de sus líneas llevando la historia a una incongruencia narrativa. La historia presenta un claro desequilibrio entre la coherencia y la cohesión, el conflicto de la trama es claro pero todo va quedando a mitad de camino a medida que avanza el film, llegando a los momentos finales en donde la historia se despoja de cualquier atisbo de sentido común.
Las interpretaciones elevan al film por encima de lo que el guion propone. Tal vez la interpretación menos lucida sea la de Brendan Gleeson que personifica a Colm, un ser parco y amargado como ha hecho muchas veces en su carrera. En contrapunto, Colin Farrell se luce en la piel de Pádraic, un hombre sencillo, de pocas luces pero de gran corazón, que no puede entender ni aceptar que su mejor amigo haya dejado de tratarlo de un día a otro sin causa alguna. Los secundarios también hacen un gran trabajo, Barry Keoghan da pena (dicho en un buen sentido) con su inocente Dominic y Kerry Condon da vida a la que, para mí, es el mejor personaje del film: Siobban, la hermana de Pádraic y la única persona de la isla con dos neuronas lucidas y que consecuentemente no aguanta más vivir en ese lugar lleno de soledad y tristeza, en donde a sus habitantes no les queda otra que buscar el sentido de sus vidas de una manera gris y rutinaria, ahogando las penas en una vieja taberna.
Lo que falla garrafalmente en el film es el guion de McDonagh que hace agua en la mayoría de sus líneas llevando la historia a una incongruencia narrativa. La historia presenta un claro desequilibrio entre la coherencia y la cohesión, el conflicto de la trama es claro pero todo va quedando a mitad de camino a medida que avanza el film, llegando a los momentos finales en donde la historia se despoja de cualquier atisbo de sentido común.
20 de diciembre de 2022
20 de diciembre de 2022
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta dificil imaginar como desde la sinopsis del argumento se puede desarrollar una película en la que todo encaje y resulte creíble. El arte de contar, y por ende de dirigir, consiste precisamente en ser capaz de narrar una historia aparentemente insípida de forma que te enganche y te dejes llevar. Y esta conmigo lo consiguió sobradamente aunque entenderé perfectamente que a otras personas les resulte un tostón.
Para los que se animen, la primera media hora o 20 minutos son solo un prólogo...luego madura y toma cuerpo.
Para los que se animen, la primera media hora o 20 minutos son solo un prólogo...luego madura y toma cuerpo.
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