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Pasión

Drama. Romance Andreas, un hombre desconectado del mundo después de su divorcio, se retira a vivir a una pequeña isla del Báltico. Allí conoce a una pareja de artistas que está en plena desintegración, y a una joven e inestable viuda. Unidos por el dolor de la pérdida y la desconexión emocional, ella y Andreas inician una relación. Mientras tanto, alguien recorre la comunidad de la isla cometiendo actos de crueldad con animales. (FILMAFFINITY)
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9
30 de mayo de 2021 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ciencia trabaja de forma habitual dentro de la geometría euclidiana. Lo hace con objetos de dimensión entera. Los puntos tienen dimensión 0, las líneas 1, las superficies 2 y los volúmenes 3.

En 1883, el matemático ruso Georg Cantor impulsó el contorno de un nuevo tipo de objetos geométricos, en este caso, de dimensión fraccionaria. Uno de estos objetos sería el conocido como conjunto de Cantor o del tercio intermedio, que se construye de forma recursiva eliminando el tercio central de un segmento dado. Al parecer, en el límite de infinitas eliminaciones se obtiene un conjunto que, por construcción, no tiene ni dimensión 0 ni 1, sino intermedia.

El conjunto de Cantor posee la propiedad de invariancia de escala, es decir, de ser autosemejante. De esta manera, cuando se amplía una parte del mismo encontramos la forma del conjunto completo. Así, si separáramos un diminuto pedazo de la superficie completa de un copo de nieve, obtendríamos un nuevo copo, solo que más pequeño.

Se estima que esta propiedad podría abarcar objetos de mayor dimensión. Incluso nuestro universo podría comportarse como un conjunto de Cantor, ya que muestra estructuras fractales de súper-galaxias.

¿Sería aventurado concluir que la obra completa del cineasta Ingmar Bergman se encuentra más allá de la geometría euclidiana?

"Pasión" es un segmento del arte de Bergman creado de forma recursiva tras ir eliminando —hasta el infinito— el tercio central. "Pasión" es ese objeto, ya fuera de nuestro entendimiento tridimensional, resultante de extirpar/expiar la vergüenza, la humillación, el engaño, la desesperación, la angustia, la soledad, el fracaso, la incomunicación, la mentira, el tormento, la dependencia, la aceptación, el desprecio, la indiferencia, el silencio...

Porque sí, al final, en el infinito, en esa dimensión inalcanzable, una vez hemos eliminado todas las pasiones, entonces, esta película vuelve a ser todas ellas por ser autosemejante. En el infinito, la "Pasión" no deja de ser un nuevo fractal de la obra completa de este cineasta tan sueco como el más pequeño de los copos de nieve y tan universal como la más compleja de las súper-galaxias.

La "Pasión" es Bergman.

https://twitter.com/cautivodelmal
10
22 de marzo de 2025 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Pasión” es una de las obras más densas, filosóficas y literarias del maestro Ingmar Bergman. El complejo guión conformado a través de cuatro personajes, dos hombres y dos mujeres, y sus distintas relaciones entre ellos, el contexto de aislamiento físico de las casas donde transcurre la historia en la costa del Báltico, un ominoso telón de fondo en torno a un misterioso personaje que es perseguido por maltrato animal, las infidelidades, la violencia machista física y psicológica, la pérdida, la falta o el exceso de fe, la misoginia, las dobles vidas, las secuelas psicológicas incurables, la muerte, el suicidio, el silencio de Dios… todos los grandes elementos “bergmanianos” están presentes en este film de 1969 que, en su forma alambicada, remite a “Persona”.

El guión de Ingmar Bergman está perfectamente fotografiado por su inseparable Sven Nykvist e interpretado por su elenco actoral favorito e imprescindible conformado por, cómo no, la diosa Liv Ullmann, Bibi Andersson, Max Von Sydow y Erland Josephson, creando esa extraña estructura cuadrangular entre ellos.

En sus 100 exactos minutos, el argumento dramático se desarrolla, roto en su estructura narrativa por ciertas digresiones, siendo la más llamativa las distintas intervenciones a cámara de sus cuatro actores protagonistas para explicar las razones psicológicas de los personajes que encarnan. También es destacable, cómo no en el cine de Bergman, un sueño del personaje de Anna, rodado en blanco y negro, de una crudeza impactante.

Andreas es un hombre que vive solo y aislado en una pequeña casa rural a orillas del Báltico tras su divorcio. Un día conoce a un matrimonio de artistas en descomposición sentimental que alojan en su casa a Anna, una viuda reciente que arrastra secuelas físicas y psicológicas del acontecimiento vivido que le hizo perder a su cónyuge y a su hijo, poseedora además de unas fuertes convicciones religiosas. Andreas y Anna inician una tormentosa relación sentimental después de ciertos avatares sentimentales previos. Nada va a ser fácil y quizás roce lo imposible hasta límites insostenibles.

Como siempre y como no podría ser de otro modo, algunos primeros planos de Liv Ullmann recitando sus diálogos queman la pantalla y se incrustan en el corazón del cinéfilo más exigente.
7
7 de diciembre de 2012 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una interesante cinta que intenta profundizar en los sentimientos de distintos personajes pero sin lograrlo del todo, al plantear una trama algo floja en el inicio, un desarrollo narrado de forma atípica con intervenciones de los actores actuando de sí mismos, y un final poco contundente. No hay aspectos visuales destacables aunque la dirección es correcta. La historia tiene cierta convencionalidad con algunos momentos intensos pero de poco aporte y su virtud está en generar expectación por adentrarse en las personalidades mostradas, las cuales no están lo suficientemente delineadas y la trama carece de algún gancho suficientemente efectivo. Las actuaciones son muy buenas y los diálogos encierran mucha profundidad y dramatismo. En general no entusiasma tanto considerando otras obras del director, aún así vale la pena sin demasiadas expectativas.
5
13 de marzo de 2006
17 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy de acuerdo con el amigo de arriba en que el film es violento, crudo y feroz. Y sí es lento, lo cual no debe desmerecer a película alguna, lo que ocurre es que a mí este film me parece uno de los más depresivos con los que me he topado. No llega a la contundencia de Alas de mariposa -lo más destructivo con lo que me he topado- pero te deja hecho polvo. Además el final no me convence, da la sensación de que no sabía cómo terminar la película.

La mentira es la llave con la que cuentan todos los progatonistas para amarse y hacerse daño. Todos mienten contando medias verdades. Max von Sydow parece ser el único que observa desde la distancia y con cierta frialdad las nuevas relaciones en las que se ve sumergido. Al final prefiere la soledad a una compañía que sólo consigue decepcionarle un poco más.
8
7 de septiembre de 2017 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Octava película de Bergman que veo y he de decir que a modo personal me ha gustado un montón, las casi 2 horas que tiene de duración se me hicieron un suspiro y realmente me absorbió la historia.

Pasando a analizar más a fondo el film, encuentro muchos puntos positivos entre los que destacan el excelente guion, la actuación de los personajes, la fotografía y aunque entra dentro del guion, me gustaría resaltar los diálogos de la película.

Como es habitual en Bergman en la película toca temas existenciales y lo hace a través de un personaje perdido, que no encuentra su camino después de la muerte de su mujer y se retira a una pequeña isla para tratar de aislarse. Al principio sólo tiene contacto con otro ermitaño vecino que como él vive alejado de la sociedad. Durante el transcurso de la película se encontrará con una familia que le agradará desde el principio y comenzará una intrincada relación con cada uno de los miembros. Desde Eva, con la que tendrá un fugaz romance, pasando por su marido (no recuerdo el nombre) y finalmente llegando a la co-protagonista Anna. Cada uno de estos personajes esta fantásticamente construido y la película gira alrededor de la pregunta, ¿Vivimos la verdad?, toca temas como la soledad del hombre, la existencia de Dios, el sentido de la vida en pareja, el auto-engaño, el aferramiento al pasado... Todo esto rodeado por una sublime fotografía, interesantes metáforas con los animales que van saliendo a lo largo del film, hasta llegar a un final muy satisfactorio.

Obviamente no todo es bueno en esta cinta, tiene varios puntos negativos bastante importantes para mi, en primer lugar la exposición es un desastre, quizá el error más grave de la película. Bergman usa un narrador que se encarga de crear las situaciones pertinentes, y desde mi punto de vista abusa de él para hacerlo, hasta tal punto que cada salto importante en la trama es precedido por una explicación del narrador. Por si fuera poco, añade escenas explicativas del personaje entre medias de la película, lo cual me parece sobre-explicativo e innecesario. Para mi se carga gran parte del trabajo de construcción de personajes.

En conclusión es una película muy interesante, con algún que otro problema, pero que compensa con una interesante temática existencial. Cuando la terminé de ver le había dado un 7, pero tras escribir esto... Creo que opto más por el 8.
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