La princesa y el sapoAnimación
2009 

6.2
19,785
12 de febrero de 2010
12 de febrero de 2010
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que lo mejor que pueda decir de Tiana y el Sapo, es que es algo mejor que Zafarrancho en el Rancho, me dan ganas de cortarme las venas.
¿Cómo es posible ver una película esperando lo justo, nada más, y aun así, salir decepcionado? pues Tiana y el Sapo lo hace posible.
Animación excelente, fondos espectaculares, un acabo técnico de primera, pero FLOJA, floja, floja, floja, SOSA, sosa, sosa, sosa, carente de vida, de emoción, los personajes no transmiten NADA, aburrida en más de un momento, canciones olvidables en el 90% de los casos, y un auténtico quiero y no puedo. Sus virtudes técnicas ya se le presuponen, yo necesito una película que me transmita, y esta me deja FRIO.
La sensación que he tenido (tanto yo como mi pareja), es la de ver una película creada no desde el corazón, sino en un laboratorio, en la cual sus creadores, incapaces de crear algo con vida propia, han echado mano de todos los elementos que hicieron de algunos clásicos Disney los éxitos que fueron, pero no han sabido darles cuerpo, alma, corazón, en definitiva, esa magia tipicamente Disney, y que aquí brilla por su casi total ausencia.
No me esperaba una Obra Maestra, ni una joya, ni un híto, esperaba simplemente una película sencilla, entrañable, de esas que ves con una sonrisa y que sales del cine diciendo "no es un peliculón pero es muy maja". Nada. Es una película que provoca una indiferencia pasmosa, incluso aterradora (de verdad 6 AÑOS esperando para esta COSA???), es una película que no deja poso, no te provoca más que pena, de ver a una Disney que ha perdido su toque, que va dando palos de ciego, sin rumbo, una disney incapaz de reproducir, ni siquiera via laboratorio, algo de la grandeza de antaño. Es una película que ya he olvidado, que salvo 1 escena (la canción de Facilier, el único momento de la película en que, por un instante, he creido que la cosa podía coger cuerpo e interés) el resto es pura y duramente un Disney de segunda categoría. Es una película que, siendo corta, se hace larga (la escena de los tres paletos dándose golpes, me ha parecido simplemente patética).
Es MUY triste, que no sólo sea, con diferencia, la peor película de Musker y Clements (incluso Treasure Planet contiene más magia Disney que este híbrido insulso), sino la menos recordable película de Disney en los últimos 20 años (se dice pronto, eh), junto con la infame (aunque más honesta) Zafarrancho en el Rancho. algo que sin duda me ha pillado totalmente desprevenido.
Aspectos positivos, aparte de los obvios (impecable animación y fondos) y la escena ya mencionada, el doblaje me ha gustado bastante, y Charlotte tiene los únicos momentos cómicos buenos de la cinta. Muy poquita cosa a la hora de hacer balance final.
Pues nada, si este es el Disney 2D que nos espera, mejor que se dediquen a las secuelas de Campanilla, que francamente contienen más gracia, candor y simpatía que este fallido experimento.
¿Cómo es posible ver una película esperando lo justo, nada más, y aun así, salir decepcionado? pues Tiana y el Sapo lo hace posible.
Animación excelente, fondos espectaculares, un acabo técnico de primera, pero FLOJA, floja, floja, floja, SOSA, sosa, sosa, sosa, carente de vida, de emoción, los personajes no transmiten NADA, aburrida en más de un momento, canciones olvidables en el 90% de los casos, y un auténtico quiero y no puedo. Sus virtudes técnicas ya se le presuponen, yo necesito una película que me transmita, y esta me deja FRIO.
La sensación que he tenido (tanto yo como mi pareja), es la de ver una película creada no desde el corazón, sino en un laboratorio, en la cual sus creadores, incapaces de crear algo con vida propia, han echado mano de todos los elementos que hicieron de algunos clásicos Disney los éxitos que fueron, pero no han sabido darles cuerpo, alma, corazón, en definitiva, esa magia tipicamente Disney, y que aquí brilla por su casi total ausencia.
No me esperaba una Obra Maestra, ni una joya, ni un híto, esperaba simplemente una película sencilla, entrañable, de esas que ves con una sonrisa y que sales del cine diciendo "no es un peliculón pero es muy maja". Nada. Es una película que provoca una indiferencia pasmosa, incluso aterradora (de verdad 6 AÑOS esperando para esta COSA???), es una película que no deja poso, no te provoca más que pena, de ver a una Disney que ha perdido su toque, que va dando palos de ciego, sin rumbo, una disney incapaz de reproducir, ni siquiera via laboratorio, algo de la grandeza de antaño. Es una película que ya he olvidado, que salvo 1 escena (la canción de Facilier, el único momento de la película en que, por un instante, he creido que la cosa podía coger cuerpo e interés) el resto es pura y duramente un Disney de segunda categoría. Es una película que, siendo corta, se hace larga (la escena de los tres paletos dándose golpes, me ha parecido simplemente patética).
Es MUY triste, que no sólo sea, con diferencia, la peor película de Musker y Clements (incluso Treasure Planet contiene más magia Disney que este híbrido insulso), sino la menos recordable película de Disney en los últimos 20 años (se dice pronto, eh), junto con la infame (aunque más honesta) Zafarrancho en el Rancho. algo que sin duda me ha pillado totalmente desprevenido.
Aspectos positivos, aparte de los obvios (impecable animación y fondos) y la escena ya mencionada, el doblaje me ha gustado bastante, y Charlotte tiene los únicos momentos cómicos buenos de la cinta. Muy poquita cosa a la hora de hacer balance final.
Pues nada, si este es el Disney 2D que nos espera, mejor que se dediquen a las secuelas de Campanilla, que francamente contienen más gracia, candor y simpatía que este fallido experimento.
24 de agosto de 2010
24 de agosto de 2010
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésta película es mala, simplemente mala, no es nada novedosa, y de hecho más parece un vago intento de recrear un clásico de los viejos pero tratándole de meter temas actuales, sin embargo se pasa de absurdo a ridículo, los personajes son tediosos, digo son personajes que ya conocemos de otras películas, no tienen características nuevas, siempre lo mismo, obviamente el príncipe y la princesa no deben faltar, pero el gracioso de la película, la hada madrina y el villano diabólico no son nada nuevos, porque no evolucionan y ponen otra clase de villanos, villanos que no sean tan diabólicos.
A todo eso agreguemosle una banda sonora pésima, yo se que hay que respetar las diferentes culturas pero de hecho todas las canciones son una desagradable burla al jazz y sobre todo representadas con animales tan absurdos como el cocodrilo o cualquier otro que cantara jazz en ésta película.
A todo eso agreguemosle una banda sonora pésima, yo se que hay que respetar las diferentes culturas pero de hecho todas las canciones son una desagradable burla al jazz y sobre todo representadas con animales tan absurdos como el cocodrilo o cualquier otro que cantara jazz en ésta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La historia está basada en aquel cuento que se llama la princesa y el sapo sin embargo se quedaron cortos por que por lo menos antes hacían una película basada exactamente en el cuento, sin embargo aquí obviamente no lo iban a poner tan corto como hubiera sido que el sapo le decía a la princesa que si ella le daba un beso el se iba a convertir en un príncipe, sin embargo el ingenio de Disney no fue más allá de agregarle que se hacían amigos de una horda de animales en un pantano, que estos cantaban (muy raro no) y que había una vieja bruja practicante de magia vudú.
Definitivamente no me gustó nada esta película, no tiene nada novedoso y repite las mismas cosas que sus antecesoras, realmente mala.
Definitivamente no me gustó nada esta película, no tiene nada novedoso y repite las mismas cosas que sus antecesoras, realmente mala.
30 de enero de 2010
30 de enero de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástica película que nos presentan los estudios de Walt Disney Pictures (en solitario) al más estilo clásico y renovado que hizo resaltar a la compañía durante su segunda etapa magistral en el cine de animación: la década de los 90.
Tras unos años en los que la compañía perdió su identidad y comenzó a perder su eterna personalidad en la necesaria industria cinematográfica de animación, Disney se ha descubierto a sí misma con esta película y ha vuelto a recuperar los valores que la distinguieron como una fábrica de obras de arte del mundo animado.
La película recupera una de los grandes cuentos olvidados (la princesa y el sapo), no cayendo en la rutina de una simple adaptación de una idea literaria original inolvidable, sino que sabe tratarla, sabe transformarla para atrapar al espectador dándole ese toque mágico necesario para pasar a ser un nuevo clásico sin reconvertir al original o echarlo de menos.
La historia invertida de la princesa que besa un sapo convirtiéndose ésta en rana, mezclado con una realidad de principios del siglo pasado (toda la historia se desarrolla en Nueva Orleans, EEUU) era una apuesta difícil, pero el resultado: brillante. Se repasa el nacimiento del lugar de origen del género jazz (un buen guiño), ritmo que acompaña a toda la película y nos hace deleitar con una banda sonora "negra" extraordinaria (fantástica, sobre todo la última canción donde la voz "negra" resulta inigualable).
Importante es éste último punto, la vuelta del musical de Disney, donde acompaña a ritmo narrativo toda la historia, no sólo sin pisar o interferir la trama principal, sino dándole un apoyo y coherencia que le da más fuerza y que anima al espectador, e incluso deja un buen sabor de boca con canciones que vuelven a atraer y llamar la atención, alguna pagadiza, y recuperar esos musicales animados de los años 90 que tanto se extrañaban.
Vuelve también el malo malísimo (de nuevo con magia, esta vez con magia negra y más terrorífico de lo habitual) y el humor sencillo y fácil de entender para el público infantil y oportunista y cuidado para un público adulto. Aunque como comento en “spoiler”, la vuelta más hermosa y agradecida en la película es el de la moraleja final, la conclusión de una buena y trabajada trama principal.
Tras unos años en los que la compañía perdió su identidad y comenzó a perder su eterna personalidad en la necesaria industria cinematográfica de animación, Disney se ha descubierto a sí misma con esta película y ha vuelto a recuperar los valores que la distinguieron como una fábrica de obras de arte del mundo animado.
La película recupera una de los grandes cuentos olvidados (la princesa y el sapo), no cayendo en la rutina de una simple adaptación de una idea literaria original inolvidable, sino que sabe tratarla, sabe transformarla para atrapar al espectador dándole ese toque mágico necesario para pasar a ser un nuevo clásico sin reconvertir al original o echarlo de menos.
La historia invertida de la princesa que besa un sapo convirtiéndose ésta en rana, mezclado con una realidad de principios del siglo pasado (toda la historia se desarrolla en Nueva Orleans, EEUU) era una apuesta difícil, pero el resultado: brillante. Se repasa el nacimiento del lugar de origen del género jazz (un buen guiño), ritmo que acompaña a toda la película y nos hace deleitar con una banda sonora "negra" extraordinaria (fantástica, sobre todo la última canción donde la voz "negra" resulta inigualable).
Importante es éste último punto, la vuelta del musical de Disney, donde acompaña a ritmo narrativo toda la historia, no sólo sin pisar o interferir la trama principal, sino dándole un apoyo y coherencia que le da más fuerza y que anima al espectador, e incluso deja un buen sabor de boca con canciones que vuelven a atraer y llamar la atención, alguna pagadiza, y recuperar esos musicales animados de los años 90 que tanto se extrañaban.
Vuelve también el malo malísimo (de nuevo con magia, esta vez con magia negra y más terrorífico de lo habitual) y el humor sencillo y fácil de entender para el público infantil y oportunista y cuidado para un público adulto. Aunque como comento en “spoiler”, la vuelta más hermosa y agradecida en la película es el de la moraleja final, la conclusión de una buena y trabajada trama principal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Exageradas y falsas son aquellas voces levantadas que han querido tener una crítica destructiva al tachar en algún momento de "racista" este nuevo largo de Disney (de la que muchos siempre desean cualquier ocasión para criticar). Voces que no podrán quejarse de que no se refleje esa realidad racista donde convive el personaje principal desde un principio (racismo extremo en Nueva Orleans en esa época) y donde no se refleja en ningún momento en la película, donde el personaje de piel "oscura" (la princesa) es la que acaba cumpliendo todos sus sueños, frente a la caprichosa y frustrada amiga "blanca" que además de no saber valorar lo que tiene, no representa durante el film ningún valor o creencia reseñable.
Existen varios fragmentos del film que nos recuerdan a los grandes clásicos de la casa:
- Los peligros de la vida de ser sapo/rana al comienzo de la transformación (“Merlín, el encantador”).
- El momento de crear una situación de amor en el lago a lo “Sebastián” de Ray (“La Sirenita”).
- La hora máxima de las 12 de la noche para cumplir con el deseo (“La Cenicienta”).
En cualquier caso, una película que recupera además una moraleja final (con trabajo se consigue todo lo que se desea) que se agradece para los más pequeños, y digna en general de un notable (al menos rozando) en una “nueva” (recuperada) línea que esperemos que tenga una continuidad digna y no caiga de nuevo en la animación fácil, con la pérdida de identidad que se ha echado de menos hasta el momento en la factoría de sueños hechos realidad.
Existen varios fragmentos del film que nos recuerdan a los grandes clásicos de la casa:
- Los peligros de la vida de ser sapo/rana al comienzo de la transformación (“Merlín, el encantador”).
- El momento de crear una situación de amor en el lago a lo “Sebastián” de Ray (“La Sirenita”).
- La hora máxima de las 12 de la noche para cumplir con el deseo (“La Cenicienta”).
En cualquier caso, una película que recupera además una moraleja final (con trabajo se consigue todo lo que se desea) que se agradece para los más pequeños, y digna en general de un notable (al menos rozando) en una “nueva” (recuperada) línea que esperemos que tenga una continuidad digna y no caiga de nuevo en la animación fácil, con la pérdida de identidad que se ha echado de menos hasta el momento en la factoría de sueños hechos realidad.
27 de junio de 2011
27 de junio de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Disney no ha regresado a la animación artesanal por la puerta grande. Sabe a poco esta versión del cuento sobre el príncipe convertido en rana cuyo maleficio sólo podrá romperse si es besado por una princesa.
Mientras Tiana es todavía humana en la jazzística y gastronómica Nueva Orleáns, la historia marcha estupendamente. La niña negra aficionada a la cocina que al hacerse mayor trabaja de camarera sin descanso para conseguir el gran sueño dorado de su padre, tener su propio restaurante, simpatiza con el espectador. El Sur vibra con la música, los pintorescos barcos de vapor cruzan el Mississippi y la acción se presenta entretenida y ágil, y los diálogos enganchan.
Pero aparece el príncipe que es convertido en sapo por un hechicero de vudú, y al poco todo empieza a decaer y a volverse demasiado chirriante en las escenas del pantano. Algún bostezo llegué a registrar y me distraje de la pantalla en ciertos momentos, mala señal. Las canciones en sí tampoco son memorables, sólo válidas las melodías de jazz que ambientan la ciudad donde nació ese género (y yo no soy aficionada a él).
Al menos, el final remontó un poquito (muy tierno el desenlace del amor platónico que Ray la luciérnaga profesa a Evangeline), y los finales Disney tienen ese terrón de azúcar que me gusta, dejando que los sueños se cumplan.
Mientras Tiana es todavía humana en la jazzística y gastronómica Nueva Orleáns, la historia marcha estupendamente. La niña negra aficionada a la cocina que al hacerse mayor trabaja de camarera sin descanso para conseguir el gran sueño dorado de su padre, tener su propio restaurante, simpatiza con el espectador. El Sur vibra con la música, los pintorescos barcos de vapor cruzan el Mississippi y la acción se presenta entretenida y ágil, y los diálogos enganchan.
Pero aparece el príncipe que es convertido en sapo por un hechicero de vudú, y al poco todo empieza a decaer y a volverse demasiado chirriante en las escenas del pantano. Algún bostezo llegué a registrar y me distraje de la pantalla en ciertos momentos, mala señal. Las canciones en sí tampoco son memorables, sólo válidas las melodías de jazz que ambientan la ciudad donde nació ese género (y yo no soy aficionada a él).
Al menos, el final remontó un poquito (muy tierno el desenlace del amor platónico que Ray la luciérnaga profesa a Evangeline), y los finales Disney tienen ese terrón de azúcar que me gusta, dejando que los sueños se cumplan.
5 de marzo de 2011
5 de marzo de 2011
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca olvidaré lo que sentí en el cine viendo esta película. Fue como regresar a mi infancia y vivir de nuevo el éxito del Disney de los 90. No en vano la película tiene todos los ingredientes de aquellas grandes películas que sucedieron a "La Sirenita", y algún que otro recuerdo a viejos clásicos como la "Estrella Azul".
De nuevo Disney coge un cuento clásico y le da toda la vuelta, manteniendo los esquemas claves de la historia, nos crea un mundo nuevo, esta vez en Nueva Orleans. El esfuerzo por empapar la película de la cultura folklórica del Missisippi es loable, la distinción "dulcificada" de las clases sociales, el vodoo y sobre todo el jazz. La banda sonora es ejemplar, las canciones son extraordinarias y funcionan perfectamente en la película.
Los personajes son maravillosos completamente contrapuestos. Mientras queTiana es una joven negra obsesionada con el trabajo, Naveen es un joven príncipe que solo piensa en divertirse. Desternillante el personaje de Charlotte, absolutamente desbordante en todos los sentidos. Louis el despistado caimán y Ray la emotiva luciérnaga son la guinda del pastel.
Quizás el villano se queda un poco descafeinado en su desarrollo (no en su estética) y Mama Oddie sería merecedora de un mayor protagonismo, pero son cuestiones menores.
Nadie que haya disfrutado del Disney de siempre quedará decepcionado con esta película. Los sueños se hacen realidad en Nueva Orleans.
De nuevo Disney coge un cuento clásico y le da toda la vuelta, manteniendo los esquemas claves de la historia, nos crea un mundo nuevo, esta vez en Nueva Orleans. El esfuerzo por empapar la película de la cultura folklórica del Missisippi es loable, la distinción "dulcificada" de las clases sociales, el vodoo y sobre todo el jazz. La banda sonora es ejemplar, las canciones son extraordinarias y funcionan perfectamente en la película.
Los personajes son maravillosos completamente contrapuestos. Mientras queTiana es una joven negra obsesionada con el trabajo, Naveen es un joven príncipe que solo piensa en divertirse. Desternillante el personaje de Charlotte, absolutamente desbordante en todos los sentidos. Louis el despistado caimán y Ray la emotiva luciérnaga son la guinda del pastel.
Quizás el villano se queda un poco descafeinado en su desarrollo (no en su estética) y Mama Oddie sería merecedora de un mayor protagonismo, pero son cuestiones menores.
Nadie que haya disfrutado del Disney de siempre quedará decepcionado con esta película. Los sueños se hacen realidad en Nueva Orleans.
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