Godzilla
2014 

5.1
23,622
Ciencia ficción. Acción. Drama
Un monstruo marino prehistórico, que ha permanecido décadas aletargado después de que la humanidad tratara de destruirlo, se enfrenta a malvadas criaturas que, animadas por la arrogancia científica del hombre, amenazan la vida de la raza humana. (FILMAFFINITY)
11 de junio de 2014
11 de junio de 2014
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega a la gran pantalla una nueva película sobre el monstruo de la mano de Gareth Edwards, director de la notable "Monsters". Puede que para algunos no fuese necesaria una nueva apuesta por este personaje, pero lo cierto es que se merecía una buena película y ésta lo es. Es cierto que no tiene el toque de humor de la última, realizada por Roland Emmerich en 1998, pero se nota una característica personal de su director, al que agradezco que no haya hecho el típico blockbuster como hubiera armado otro. Aquellos espectadores que esperen desde el principio dosis de acción, no lo encontrarán aquí, ya que se intenta describir el origen del monstruo producto de mutaciones provocadas por el hombre y tarda en salir; de esta manera, el verdadero espectáculo acontece en la última parte del film, por lo que mantiene el suspense, pero parece que promete más de lo que ofrece en este sentido. También, Edwards intenta otorgar personalidad a los personajes, aunque no lo consiga mucho, pero el reparto es atractivo: Aaron Johnson hace un papel comercial alejado de lo que es habitual en él, acompañado de Elisabeth Olsen, Ken Watanabe, Bryan Cranston y Juliette Binoche, en una actuación corta y a la que sorprende ver en este tipo de films. En estas semanas, sobre este tipo de propuestas de acción, este estreno estaría a la altura de "Al filo del mañana" y a un nivel inferior de la nueva de los X-men.
17 de mayo de 2014
17 de mayo de 2014
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Godzilla, versión Gareth Edwards, no solo es infinitamente superior a su homónima prima de 1998 sino que además es la definición de lo que es una superproducción de verano, o lo que deberían ser, vaya.
La película de Gareth Edwards (por cierto, quién diría que apenas ha filmados dos o tres cositas antes de esto... maneja la cámara con una seguridad y un sentido del espectáculo que son una alegría para la vista) es primero y principalmente una cinta de aventuras y ciencia-ficción la mar de entretenida con apabullantes efectos visuales y unas batallas entre monstruos de distinto tamaño y pelaje que dejan con la boca abierta. No hay más que ver el brutal clímax, uno de los mejores y mejor hechos de los últimos tiempos, para darse cuenta de ello. Sólo con eso ya nos debería bastar porque tampoco pretende otra cosa. Hay mucho monstruo, todo luce espectacular, los diálogos no son Shakespeare pero se dejan escuchar sin que haya ganas de pegarse un tiro y no hay un solo momento para el aburrimiento. En definitiva, Godzilla funciona como un reloj. O casi.
Casi porque es cierto que la parte emocional de la historia (Ford, Elle y su hijo; la entente Ford-Joe funciona un poco mejor) no resulta interesante de puro vista mil veces que está ya. El destino de los personajes importa bien poco porque lo que interesa es ver los destrozos de los monstruos y especialmente al lagarto rey de todos los lagartos. Además, los personajes son tópicos hasta el hartazgo y hay una sensación de que sus dramas e historias se han hecho con una fotocopiadora, sin pensar nada y sin ni siquiera intentar añadir una gota de originalidad a la propuesta, cuando se ha demostrado perfectamente que se puede hacerlo (como en las últimas películas de superhéroes, por ejemplo, donde aparte de los protagonistas encontramos algunos personajes secundarios llenos de vida y complejidad).
Entre los actores sobresalen inevitablemente la siempre interesante y excelente Juliette Binoche en un breve pero intenso e importante papel, un Aaron Taylor-Johnson que lleva muy bien el peso sobre su espalda y logra destacar entre tanto bicho gigante (que son los reyes indiscutibles de la función) y sobre todo Bryan Cranston, un excelente actor al que ojalá se le haga el caso que merece ahora que ya ha terminado el fenómeno Breaking Bad. Ken Watanabe es otro excelente actor, pero aquí le toca bailar con la más fea y tiene a su cargo el casi único y además involuntario toque cómico de la película (o sea, cuando pronuncia el nombre de nuestro gran protagonista...), aunque hace buena pareja con Sally Hawkins, que es otra de esas intérpretes a las que da gusto ver en cualquier situación por su carisma y personalidad.
En definitiva, una excelente propuesta aventurera y fantástica para entretenerse con calidad en este incipiente verano de 2014. Más lagartos gigantes y más monster movies como esta o Pacific Rim, por favor.
Lo mejor: Lo entretenida que es, los efectos visuales, el espectacular clímax en San Francisco y el ritmo que tiene. Es la (casi) perfecta definición de un blockbuster veraniego.
Lo peor: El componente humano-dramático no funciona demasiado bien, en gran parte porque todos los personajes son una sarta de tópicos sin alma.
La película de Gareth Edwards (por cierto, quién diría que apenas ha filmados dos o tres cositas antes de esto... maneja la cámara con una seguridad y un sentido del espectáculo que son una alegría para la vista) es primero y principalmente una cinta de aventuras y ciencia-ficción la mar de entretenida con apabullantes efectos visuales y unas batallas entre monstruos de distinto tamaño y pelaje que dejan con la boca abierta. No hay más que ver el brutal clímax, uno de los mejores y mejor hechos de los últimos tiempos, para darse cuenta de ello. Sólo con eso ya nos debería bastar porque tampoco pretende otra cosa. Hay mucho monstruo, todo luce espectacular, los diálogos no son Shakespeare pero se dejan escuchar sin que haya ganas de pegarse un tiro y no hay un solo momento para el aburrimiento. En definitiva, Godzilla funciona como un reloj. O casi.
Casi porque es cierto que la parte emocional de la historia (Ford, Elle y su hijo; la entente Ford-Joe funciona un poco mejor) no resulta interesante de puro vista mil veces que está ya. El destino de los personajes importa bien poco porque lo que interesa es ver los destrozos de los monstruos y especialmente al lagarto rey de todos los lagartos. Además, los personajes son tópicos hasta el hartazgo y hay una sensación de que sus dramas e historias se han hecho con una fotocopiadora, sin pensar nada y sin ni siquiera intentar añadir una gota de originalidad a la propuesta, cuando se ha demostrado perfectamente que se puede hacerlo (como en las últimas películas de superhéroes, por ejemplo, donde aparte de los protagonistas encontramos algunos personajes secundarios llenos de vida y complejidad).
Entre los actores sobresalen inevitablemente la siempre interesante y excelente Juliette Binoche en un breve pero intenso e importante papel, un Aaron Taylor-Johnson que lleva muy bien el peso sobre su espalda y logra destacar entre tanto bicho gigante (que son los reyes indiscutibles de la función) y sobre todo Bryan Cranston, un excelente actor al que ojalá se le haga el caso que merece ahora que ya ha terminado el fenómeno Breaking Bad. Ken Watanabe es otro excelente actor, pero aquí le toca bailar con la más fea y tiene a su cargo el casi único y además involuntario toque cómico de la película (o sea, cuando pronuncia el nombre de nuestro gran protagonista...), aunque hace buena pareja con Sally Hawkins, que es otra de esas intérpretes a las que da gusto ver en cualquier situación por su carisma y personalidad.
En definitiva, una excelente propuesta aventurera y fantástica para entretenerse con calidad en este incipiente verano de 2014. Más lagartos gigantes y más monster movies como esta o Pacific Rim, por favor.
Lo mejor: Lo entretenida que es, los efectos visuales, el espectacular clímax en San Francisco y el ritmo que tiene. Es la (casi) perfecta definición de un blockbuster veraniego.
Lo peor: El componente humano-dramático no funciona demasiado bien, en gran parte porque todos los personajes son una sarta de tópicos sin alma.
15 de mayo de 2014
15 de mayo de 2014
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así es damas y caballeros, si todos los monstruos cinematográficos tuviesen pesadillas, sin duda serían con Godzilla. Atrás queda aquella burda caricatura dirigida por Emmerich en el 98; tanto si les gustó (cosa que dudo, pero en fin, para gustos colores) como si les defraudó, admiraran este filme. Y lo harán por lo siguiente:
Porque el señor Edwards han conseguido recuperar la esencia del monstruo mas carismático de las historia de la gran pantalla, y no solo eso, sino que lo ha hecho siendo fiel a los orígenes de la criatura, cosa que es de agradecer. Olvidado queda aquel "dinosaurio" de finales de los 90 que no era capaz de derribar un edificio. Porque disfrutaras como un enano, contemplando a este ser, gigantesco, y siempre cabreado, que lo destruye todo a su paso. Pero sobre todo porque en las dos horas que dura la película no hallarás ni un ápice de aburrimiento, además de disfrutar de unos grandiosos y excelentemente logrados efectos visuales.
Si van a ir al cine este fin de semana y no saben que película ver, vean Godzilla. Y observen el surgimiento de una nueva era del cine, etapa que ya inició magistralmente Guillermo del Toro con su Pacific Rim.
Los Monstruos están de moda, y Dios quiera que sigan estando durante mucho, pero que muchísimo tiempo. Alabado sea Godzilla. Y hurra por el cine de entretenimiento en su más puro estilo.
Porque el señor Edwards han conseguido recuperar la esencia del monstruo mas carismático de las historia de la gran pantalla, y no solo eso, sino que lo ha hecho siendo fiel a los orígenes de la criatura, cosa que es de agradecer. Olvidado queda aquel "dinosaurio" de finales de los 90 que no era capaz de derribar un edificio. Porque disfrutaras como un enano, contemplando a este ser, gigantesco, y siempre cabreado, que lo destruye todo a su paso. Pero sobre todo porque en las dos horas que dura la película no hallarás ni un ápice de aburrimiento, además de disfrutar de unos grandiosos y excelentemente logrados efectos visuales.
Si van a ir al cine este fin de semana y no saben que película ver, vean Godzilla. Y observen el surgimiento de una nueva era del cine, etapa que ya inició magistralmente Guillermo del Toro con su Pacific Rim.
Los Monstruos están de moda, y Dios quiera que sigan estando durante mucho, pero que muchísimo tiempo. Alabado sea Godzilla. Y hurra por el cine de entretenimiento en su más puro estilo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No llega al sobresaliente porque para el gusto de un servidor tiene ciertos fallos:
- El que se supone que es el monstruo protagonista (Godzilla) aparece poco, o al menos, aparece en menos escenas que las criaturas que se enfrentan a él. Eso si las secuencias dominadas por este ser son dignas de la mejor videoteca. Y con esto no digo que Godzilla no necesite "villanos", todo lo contrario.
- Los protagonistas humanos de la historia son muy pero que muy planos, a excepción de Bryan Cranston, que esta francamente bien, aunque salga poco rato.
Pero por todo lo demás esta peli merece la pena, y esperemos que no sea la primera y última
- El que se supone que es el monstruo protagonista (Godzilla) aparece poco, o al menos, aparece en menos escenas que las criaturas que se enfrentan a él. Eso si las secuencias dominadas por este ser son dignas de la mejor videoteca. Y con esto no digo que Godzilla no necesite "villanos", todo lo contrario.
- Los protagonistas humanos de la historia son muy pero que muy planos, a excepción de Bryan Cranston, que esta francamente bien, aunque salga poco rato.
Pero por todo lo demás esta peli merece la pena, y esperemos que no sea la primera y última
29 de mayo de 2014
29 de mayo de 2014
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apenas ayer por la noche regresé del cine y todavía tengo la imagen en mi cabeza de un Godzilla que es muy difícilmente olvidable. No sólo hablo del rey de los monstruos, que sin duda ha sido recreado de una manera sublime en esta nueva versión, con características impactantes como su brutal rugido, sino de la película en general.
El ritmo del film es muy bueno, con una perfecta introducción donde se deja todo claro, si bien es cierto que a veces se puede sentir que te cortan el rollo a punto de que se produzca algún momentazo. Sin embargo, Gareth Edwards se reserva esa intensidad que no nos deja vivir cien por cien a lo largo de la película para el final: TENSIÓN EN ESTADO PURO. Tanto así que probablemente recuerde los últimos mínutos de la película durante mucho mucho tiempo.
En cuanto a los efectos visuales, me animo a decir que han sido el plato más fuerte del largometraje. En varias escenas, me sentí abrumado ante la espectacularidad que apreciaban mis ojos. Es fácil meterte de lleno en los momentos de acción, tanto que quedarse sin palabras es poco. Y es que aunque quizá muchos critiquen que a la película le faltaba acción, en los momentos en los que la había, ésta era tan abrumadora que quedas totalmente satisfecho.
También es digno de mención la atmósferas un tanto siniestras en las que se desarrollan las escenas. Esto, unido a la forma en que se desarrolla la película, en la que muchas veces parece que la gran batalla final va a comenzar, pero no es así, crean una tensión constante que te hace vivir la película con una adrenalina impresionante.
En definitiva, me pareció una película bastante buena, con personajes casi perfectos. Con ese casi me refiero a los humanos, pues por más que pienso, me resulta imposible encontrar un fallo para la creación tanto de los MUTOS (es la primera vez que unos monstruos de película casi me dan miedo) como el protagonista: Godzilla.
Lo mejor: que aunque sea una película tan fantástica, está tan bien lograda que hace que te lo creas y que lo vivas con una tensión difícil de conseguir. Y, sobre todo, Godzilla, sin duda el Godzilla más auténtico de todos los tiempos.
Lo peor: en el spoiler
El ritmo del film es muy bueno, con una perfecta introducción donde se deja todo claro, si bien es cierto que a veces se puede sentir que te cortan el rollo a punto de que se produzca algún momentazo. Sin embargo, Gareth Edwards se reserva esa intensidad que no nos deja vivir cien por cien a lo largo de la película para el final: TENSIÓN EN ESTADO PURO. Tanto así que probablemente recuerde los últimos mínutos de la película durante mucho mucho tiempo.
En cuanto a los efectos visuales, me animo a decir que han sido el plato más fuerte del largometraje. En varias escenas, me sentí abrumado ante la espectacularidad que apreciaban mis ojos. Es fácil meterte de lleno en los momentos de acción, tanto que quedarse sin palabras es poco. Y es que aunque quizá muchos critiquen que a la película le faltaba acción, en los momentos en los que la había, ésta era tan abrumadora que quedas totalmente satisfecho.
También es digno de mención la atmósferas un tanto siniestras en las que se desarrollan las escenas. Esto, unido a la forma en que se desarrolla la película, en la que muchas veces parece que la gran batalla final va a comenzar, pero no es así, crean una tensión constante que te hace vivir la película con una adrenalina impresionante.
En definitiva, me pareció una película bastante buena, con personajes casi perfectos. Con ese casi me refiero a los humanos, pues por más que pienso, me resulta imposible encontrar un fallo para la creación tanto de los MUTOS (es la primera vez que unos monstruos de película casi me dan miedo) como el protagonista: Godzilla.
Lo mejor: que aunque sea una película tan fantástica, está tan bien lograda que hace que te lo creas y que lo vivas con una tensión difícil de conseguir. Y, sobre todo, Godzilla, sin duda el Godzilla más auténtico de todos los tiempos.
Lo peor: en el spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si bien es cierto que Godzilla es el protagonista, muchas veces parecía que fuesen los MUTOS. Personalmente me hubiese gustado ver más al rey de los monstruos. Aunque cuando aparecía me quedaba con la boca abierta, era tan perfecto el animal que quería verlo más. En cambio, se ven más a los MUTOS que a Godzilla.
También es cierto que no hablaría tan bien de la película si Godzilla hubiese muerto, como nos hicieron creer en un par de ocasiones. Aunque ya me parecía raro que el MUTO hembra siguiese causando destrozos con Godzilla muerto, me lo creí completamente que lo habían matado. Está claro que en la última media hora hay tensión por todas partes.
Sin embargo, el gran fallo para mí, es que hubiesen matado a Bryan Cranston. Era una personaje que podría haber dado mucho más juego, en lugar de quitárselo del medio en la primera mitad de la película. Por lo demás, me alegro muchísimo de haber pasado dos horas en el cine viendo Godzilla.
También es cierto que no hablaría tan bien de la película si Godzilla hubiese muerto, como nos hicieron creer en un par de ocasiones. Aunque ya me parecía raro que el MUTO hembra siguiese causando destrozos con Godzilla muerto, me lo creí completamente que lo habían matado. Está claro que en la última media hora hay tensión por todas partes.
Sin embargo, el gran fallo para mí, es que hubiesen matado a Bryan Cranston. Era una personaje que podría haber dado mucho más juego, en lugar de quitárselo del medio en la primera mitad de la película. Por lo demás, me alegro muchísimo de haber pasado dos horas en el cine viendo Godzilla.
25 de mayo de 2014
25 de mayo de 2014
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues eso, lo que digo. Al menos la última película sobre este monstruo gigante que parece un MegaZor de los Power Rangers tenía a Juan Moreno, que siempre resulta agradable de ver porque es un tío la mar de simpático.Aqui Bryan Cranston, el legendario Heisenberg, hace un papel equivalente al que hacía Liam Neeson en Battleship, aquel zuruyo pestilente de proporciones épicas pero que al fin y al cabo usa la misma estrategia que este; exóticos enemigos de la cuasi invencible raza humana( cuando hablamos de humanos , nos referimos a americanos,el resto son inmigrantes en la parte del mundo en que nos dejan vivir porque son bondadosos) y efectos grandilocuentes,mucho.
Una preocupación crece en mí, y no es otra que la de que las películas se vayan olvidando de ofrecer algún tipo de historia entretenida para volcar toda su esperanza de ocio en SUPER EXPLOSIONES y MEGA DESTRUCCIONES de urbes y en general, de cualquier cosa que pueda destruirse gracias a los maravillosos efectos digitales del siglo XXI.
Y es que si hay que destruir cosas, dadle el dinero a Nolan, que suele hacerlo con mucha categoría.
Para resumir, si has visto los trailers ,ya has visto lo único que valía la pena. Quédate con la excitacion que provocaban y olvidate de los 123 minutos de tu vida que gastarías por verla entera.
Ahhh y antes de acabar, te lo digo, este Godzilla parece un oso con sobrepeso y dermatitis seborreica.
Una preocupación crece en mí, y no es otra que la de que las películas se vayan olvidando de ofrecer algún tipo de historia entretenida para volcar toda su esperanza de ocio en SUPER EXPLOSIONES y MEGA DESTRUCCIONES de urbes y en general, de cualquier cosa que pueda destruirse gracias a los maravillosos efectos digitales del siglo XXI.
Y es que si hay que destruir cosas, dadle el dinero a Nolan, que suele hacerlo con mucha categoría.
Para resumir, si has visto los trailers ,ya has visto lo único que valía la pena. Quédate con la excitacion que provocaban y olvidate de los 123 minutos de tu vida que gastarías por verla entera.
Ahhh y antes de acabar, te lo digo, este Godzilla parece un oso con sobrepeso y dermatitis seborreica.
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