Emilia Pérez
5.9
13,485
Thriller. Musical. Drama
Rita Mora Castro es una infravalorada abogada mexicana de un gran bufete que un día recibe una oferta inesperada: ayudar a un temido jefe de un cartel, Juan 'Manitas' del Monte, a retirarse de su negocio y desaparecer para siempre convirtiéndose en la mujer que él siempre ha soñado ser: Emilia Pérez. (FILMAFFINITY)
5 de diciembre de 2024
5 de diciembre de 2024
101 de 177 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ojo, es un 1 pero podría ser un 10. No recuerdo haberme reído nunca tanto en una sala de cine, pero mucho me temo que la película no estaba pensada para mover a la risa, a no ser que Jacques Audiard sea un cachondo mental de primer orden.
Veamos, "Emilia Pérez" es un narcocorrido trans (esto ya de por sí es gracioso) que pretende pasar por un melodrama muy muy triste con personajes muy muy oprimidos en un entorno muy muy hostil. Soy de la opinión de que casi cualquier historia, y sobre todo en el cine, puede resultar interesante si está bien contada, por muy rocambolesca o simplona que sea ("Emilia Pérez" es ambas cosas). Pero es que esta cinta es prácticamente guiñolesca, involuntariamente esperpéntica: la realidad mexicana vista a través los ojos deformantes del wokismo más delirante. Y por si fuera poco, es un musical. La verosimilitud que Aristóteles prescribía Audiard se la pasa por los emilios.
En los primeros compases de película pienso: "ya me la han colado, otras dos horas de panfleto infumable", algo similar a lo que me ocurrió hace cosa de un año con "Pobres criaturas". Sin embargo, paulatinamente, a medida que los personajes se van haciendo más atormentados y sus vicisitudes más bizarras, va aflorando en mi rostro una ligera sonrisa que a la mitad del metraje ya es una carcajada constante acompañada por gestos de incredulidad como llevarse las manos a la cabeza o frotarse los ojos.
Pero supongamos que yo soy un tío muy raro con un humor trastornado y que en la película no hay nada de lo que se pueda o deba uno reír. Ahí van algunas razones más para ir a ver "Emilia Pérez":
-Si es usted progre, está de enhorabuena. "Emilia Pérez" tiene todas las papeletas para ser su nueva película favorita. No se le escapa una causa con la que "comprometerse": transexualidad/autodeterminación de género, machismo, lesbianismo, violencia de género y denuncia social. Supongo que la apología del veganismo y el sermón climático se los habrán guardado para la versión del director.
-Selena Gómez sale en braguitas. Y es prácticamente lo único que aporta a la cinta, porque, pese a su apellido, su español es peor que el de Bale en su primer año en el Madrid.
Para todo lo demás, Mastercard. Cómo están las cabezas. Al menos hoy dormiré como un bebé tras tanta carcajada.
Veamos, "Emilia Pérez" es un narcocorrido trans (esto ya de por sí es gracioso) que pretende pasar por un melodrama muy muy triste con personajes muy muy oprimidos en un entorno muy muy hostil. Soy de la opinión de que casi cualquier historia, y sobre todo en el cine, puede resultar interesante si está bien contada, por muy rocambolesca o simplona que sea ("Emilia Pérez" es ambas cosas). Pero es que esta cinta es prácticamente guiñolesca, involuntariamente esperpéntica: la realidad mexicana vista a través los ojos deformantes del wokismo más delirante. Y por si fuera poco, es un musical. La verosimilitud que Aristóteles prescribía Audiard se la pasa por los emilios.
En los primeros compases de película pienso: "ya me la han colado, otras dos horas de panfleto infumable", algo similar a lo que me ocurrió hace cosa de un año con "Pobres criaturas". Sin embargo, paulatinamente, a medida que los personajes se van haciendo más atormentados y sus vicisitudes más bizarras, va aflorando en mi rostro una ligera sonrisa que a la mitad del metraje ya es una carcajada constante acompañada por gestos de incredulidad como llevarse las manos a la cabeza o frotarse los ojos.
Pero supongamos que yo soy un tío muy raro con un humor trastornado y que en la película no hay nada de lo que se pueda o deba uno reír. Ahí van algunas razones más para ir a ver "Emilia Pérez":
-Si es usted progre, está de enhorabuena. "Emilia Pérez" tiene todas las papeletas para ser su nueva película favorita. No se le escapa una causa con la que "comprometerse": transexualidad/autodeterminación de género, machismo, lesbianismo, violencia de género y denuncia social. Supongo que la apología del veganismo y el sermón climático se los habrán guardado para la versión del director.
-Selena Gómez sale en braguitas. Y es prácticamente lo único que aporta a la cinta, porque, pese a su apellido, su español es peor que el de Bale en su primer año en el Madrid.
Para todo lo demás, Mastercard. Cómo están las cabezas. Al menos hoy dormiré como un bebé tras tanta carcajada.
28 de diciembre de 2024
28 de diciembre de 2024
65 de 105 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película ganadora en Cannes, mejor película europea del año, candidata a los Oscar. De la que me hubiera salido varias veces si el cine no estuviera en una zona bastante desolada y no hiciera en la calle el frio que hacía. Una película con un guion de fotonovela y con un desprecio digno de un woke supremacista blanco sobre la realidad de un país como México, convertido en un narco estado, con más de 100.000 asesinatos al año, que le sirve como decorado. Dudando del sano juicio de Audiard - sus películas más recientes son sobresalientes- y de mi sano juicio leo críticas y entrevistas. Y saco las siguientes conclusiones;
Resulta que según Audiard es una ópera. A pesar de ello, la música tiene poco protagonismo y cuando lo tiene es para mal. Las voces son malas, las letras patéticas, las canciones se declaman. No importa. Para Audiard las canciones permiten decir verdades con pocas palabras y además si no llega a ópera, serán coros griegos. El caso es revestir el asunto con el manto "culturexio",
Resulta que según Audiard es un drama almodovariano. Mira, pues tiene razón, en aquello de que la historia se cuenta como la telenovela que podría haber sido. Pero no basta copiarle a Almodóvar el color y escribir un guion sobre lo insólito del alma y de las relaciones humanas. Pedrooo es intimista, a Dios gracias. Ponerle de fondo a esta película la realidad de una sociedad como la mexicana es como si Almodóvar hubiera utilizado de fondo el conflicto palestino. Una falta de respeto al sufrimiento ajeno, utilizado para revestir una historia personal que podría haber sido contada sin necesidad de convertir el producto en una supuesta exquisitez para modernos, los únicos capaces de trascender los defectos de la película y de no avergonzarse de lo miserable de utilizar la violencia y los desaparecidos como telón de fondo. ¡Que original resulta todo!
Lo que más le acerca a el último Almodóvar es que su trama necesita personajes ricos. Que "cool" que la eutanasia no presente ningún problema ético entre gente que puede elegir cuando y como morir y lo hace en la tumbona del jardín de un casoplón de diseño, acompañada lo justo para que haya diálogos. Y que suerte que el narco rehabilitado maneje millones para hacer el bien, aunque respondiendo al arquetipo del millonario se dedique a la filantropía, porque le importan mas las lágrimas de las madres que las causas que las provocan (o sea, precisamente, los hijos de sus madres que se ha cargado y el sistema corrupto del que ha sido actor principalísimo).
Y ya, por último, no sé si pretende ser real o metafórico, pero que el narco se convierta en Teresa de Calcuta solo por cambiar de sexo es tan el signo de los tiempos que le resta a Audiard originalidad y seriedad. Y por supuesto verosimilitud, porque en el cerebro no le han hecho cirugía alguna, que se sepa. Detalles en spoiler.
Resulta que según Audiard es una ópera. A pesar de ello, la música tiene poco protagonismo y cuando lo tiene es para mal. Las voces son malas, las letras patéticas, las canciones se declaman. No importa. Para Audiard las canciones permiten decir verdades con pocas palabras y además si no llega a ópera, serán coros griegos. El caso es revestir el asunto con el manto "culturexio",
Resulta que según Audiard es un drama almodovariano. Mira, pues tiene razón, en aquello de que la historia se cuenta como la telenovela que podría haber sido. Pero no basta copiarle a Almodóvar el color y escribir un guion sobre lo insólito del alma y de las relaciones humanas. Pedrooo es intimista, a Dios gracias. Ponerle de fondo a esta película la realidad de una sociedad como la mexicana es como si Almodóvar hubiera utilizado de fondo el conflicto palestino. Una falta de respeto al sufrimiento ajeno, utilizado para revestir una historia personal que podría haber sido contada sin necesidad de convertir el producto en una supuesta exquisitez para modernos, los únicos capaces de trascender los defectos de la película y de no avergonzarse de lo miserable de utilizar la violencia y los desaparecidos como telón de fondo. ¡Que original resulta todo!
Lo que más le acerca a el último Almodóvar es que su trama necesita personajes ricos. Que "cool" que la eutanasia no presente ningún problema ético entre gente que puede elegir cuando y como morir y lo hace en la tumbona del jardín de un casoplón de diseño, acompañada lo justo para que haya diálogos. Y que suerte que el narco rehabilitado maneje millones para hacer el bien, aunque respondiendo al arquetipo del millonario se dedique a la filantropía, porque le importan mas las lágrimas de las madres que las causas que las provocan (o sea, precisamente, los hijos de sus madres que se ha cargado y el sistema corrupto del que ha sido actor principalísimo).
Y ya, por último, no sé si pretende ser real o metafórico, pero que el narco se convierta en Teresa de Calcuta solo por cambiar de sexo es tan el signo de los tiempos que le resta a Audiard originalidad y seriedad. Y por supuesto verosimilitud, porque en el cerebro no le han hecho cirugía alguna, que se sepa. Detalles en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo inverosímil se extiende en todas direcciones; la operada no recuerda que los millonarios en México tienen que llevar escolta por temor a ser secuestrados, y se permite el lujo de ir por ahí como si fuera una cooperante cualquiera, con lo fácil que lo hubiera tenido para ser filántropa en la sombra (máxime para no llamar la atención de hacienda hacia la procedencia de su dinero).operada le da
Y ya por último la operada es lesbiana. Vaya por Dios, con lo bonito que hubiera sido ver a ese narco transformado en mujer enamorarse de un hombre, y ver qué tipo de hombre le atraía, si el machote o el pagafantas o un "amigue" como dicen ahora, o cualquier tipo intermedio. Y es que me quedo yo con las ganas de que esa nueva mujer sea mujer, mujer, en plan antiguo, porque en una película sin límites como es ésta me parece que no hay que pecar de pacato.
Y ya por último la operada es lesbiana. Vaya por Dios, con lo bonito que hubiera sido ver a ese narco transformado en mujer enamorarse de un hombre, y ver qué tipo de hombre le atraía, si el machote o el pagafantas o un "amigue" como dicen ahora, o cualquier tipo intermedio. Y es que me quedo yo con las ganas de que esa nueva mujer sea mujer, mujer, en plan antiguo, porque en una película sin límites como es ésta me parece que no hay que pecar de pacato.
17 de noviembre de 2024
17 de noviembre de 2024
61 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jacques Audiard es un director que sabe llevar a cabo proyectos realmente destacables adaptándose a géneros tan variados y dejando obras que la crítica ha sabido valorar. Hay que tener mucho talento innato para haber hecho obras tan notorias como la magistral Un profeta y Los hermanos Sisters y otras sumamente interesantes como, De óxido y hueso, Dheepan y París, Distrito 13.
Ahora se ha atrevido con un musical, toma sus riesgos en el tono de la cita, se nota su mano en la cuidada planificación, crea una historia llevadera y entretenida para el público y realiza un proyecto pensado para recibir premios y la acogida de la crítica especializada. Hasta aquí todo bien, sin embargo, esta vez hay demasiados detalles que no terminan de encajar.
Por ejemplo, en una película donde México se convierte prácticamente en un personaje más de la trama, resulta desconcertante que ningún mexicano encabece el reparto principal. Esta falta de autenticidad permea toda la obra. El español de Selena Gomez, lejos de contribuir a la inmersión, distrae constantemente. Los clichés sobre el narcotráfico mexicano son los esperables de un director francés que no logra captar una visión más matizada y realista de la problemática. Además, las críticas sociales que Audiard intenta articular están tan subrayadas que dejan poco espacio para la inteligencia del espectador.
Dicho esto, el verdadero problema de esta película radica en su guion, y aunque entraré en detalles con spoilers más adelante, adelanto que hace aguas en casi todos los aspectos. Es cierto que no buscamos una verosimilitud absoluta en una película, pero un poco más de sutileza y coherencia no estaría de más:
Ahora se ha atrevido con un musical, toma sus riesgos en el tono de la cita, se nota su mano en la cuidada planificación, crea una historia llevadera y entretenida para el público y realiza un proyecto pensado para recibir premios y la acogida de la crítica especializada. Hasta aquí todo bien, sin embargo, esta vez hay demasiados detalles que no terminan de encajar.
Por ejemplo, en una película donde México se convierte prácticamente en un personaje más de la trama, resulta desconcertante que ningún mexicano encabece el reparto principal. Esta falta de autenticidad permea toda la obra. El español de Selena Gomez, lejos de contribuir a la inmersión, distrae constantemente. Los clichés sobre el narcotráfico mexicano son los esperables de un director francés que no logra captar una visión más matizada y realista de la problemática. Además, las críticas sociales que Audiard intenta articular están tan subrayadas que dejan poco espacio para la inteligencia del espectador.
Dicho esto, el verdadero problema de esta película radica en su guion, y aunque entraré en detalles con spoilers más adelante, adelanto que hace aguas en casi todos los aspectos. Es cierto que no buscamos una verosimilitud absoluta en una película, pero un poco más de sutileza y coherencia no estaría de más:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La mujer del Manitas no reconoce a su marido tras la operación y más si cabe después de convivir con él-ella. Con la capacidad de intuición que tiene la mujer en general, ¿de verdad quiere que me trague esto?
El clímax pierde toda tensión, los tiroteos cesan abruptamente y los tres protagonistas escapan del lugar sin problemas, como si nada hubiera ocurrido.
Emilia Pérez se enamora de aquella mujer sin ninguna evidencia previa, ah sí, a partir de que la mujer le dijese que su marido era un violador. Esa subtrama no aporta nada al desarrollo de la historia.
La supuesta muerte del Manita está narrada en unos segundos en un telediario. Qué manera más infantil de contarnos algo sin que se note que está agarrado con pinzas.
Lo más destacable, el Manitas es un asesino en serie, un tipo sin escrúpulos como hombre y de repente es una Teresa de Calcuta como mujer, ¿en serio?
Emilia Pérez quiere pasar desapercibida y no se le ocurre otra cosa que salir toda orgullosa en los medios de comunicación.
En fin, tengo la sensación de haber estado viendo una telenovela con un envoltorio de una película con un importante presupuesto.
El clímax pierde toda tensión, los tiroteos cesan abruptamente y los tres protagonistas escapan del lugar sin problemas, como si nada hubiera ocurrido.
Emilia Pérez se enamora de aquella mujer sin ninguna evidencia previa, ah sí, a partir de que la mujer le dijese que su marido era un violador. Esa subtrama no aporta nada al desarrollo de la historia.
La supuesta muerte del Manita está narrada en unos segundos en un telediario. Qué manera más infantil de contarnos algo sin que se note que está agarrado con pinzas.
Lo más destacable, el Manitas es un asesino en serie, un tipo sin escrúpulos como hombre y de repente es una Teresa de Calcuta como mujer, ¿en serio?
Emilia Pérez quiere pasar desapercibida y no se le ocurre otra cosa que salir toda orgullosa en los medios de comunicación.
En fin, tengo la sensación de haber estado viendo una telenovela con un envoltorio de una película con un importante presupuesto.
12 de enero de 2025
12 de enero de 2025
50 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que últimamente soy un chapas, pero me da hasta pereza criticarla, y más después del robo que se perpetró en contra de Anora o, en su defecto, A Real Pain, en los Globos de Oro.
Y voy a escribir un poco más diciendo nada porque si no FilmAffinity no me deja publicar una opinión tan sucinta, pero vaya, Emilia Pérez es poema a la vergüenza ajena, a no saber de lo que se habla y aún por encima que te premien por ello. Doy volteretas.
Una vergüenza ajena que se da por una nula intención de comprender México, que se basa en películas americanas, más vergüenza ajena con un trama que no se sostiene (y estuvo nominada a mejor guion, wow) y un musical completamente burdo y carente de elegancia.
Muchas gracias por leer este extracto alargado para que se pueda publicar. No la veáis, o si, yo ya no sé que pensar.
Y voy a escribir un poco más diciendo nada porque si no FilmAffinity no me deja publicar una opinión tan sucinta, pero vaya, Emilia Pérez es poema a la vergüenza ajena, a no saber de lo que se habla y aún por encima que te premien por ello. Doy volteretas.
Una vergüenza ajena que se da por una nula intención de comprender México, que se basa en películas americanas, más vergüenza ajena con un trama que no se sostiene (y estuvo nominada a mejor guion, wow) y un musical completamente burdo y carente de elegancia.
Muchas gracias por leer este extracto alargado para que se pueda publicar. No la veáis, o si, yo ya no sé que pensar.
16 de noviembre de 2024
16 de noviembre de 2024
78 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
2024 es sin duda, el peor año de cine que he experimentado viendo películas nuevas, no solo por la gran cantidad de bodrios y propuestas hechas de manera horrible o con el mínimo esfuerzo, sino también por la caída de algunos grandes directores con cintas muy decepcionantes - malas, ahí está el fiasco de Francis Ford Coppola con su "Mierdopolis", y ahora el caso del francés Jacques Audiard, un director que siempre me ha entusiasmado por la manera en la que se adentra a varios géneros con sorprendentes resultados. Ahí tenemos su obra maestra gangsteril, "El Profeta", el increíble western "The Sisters Brothers", o el hermoso romance "Metal y Hueso". Un verdadero camaleón de géneros... hasta que se metió al musical y engendro una abominación llamada "Emilia Pérez".
Una "mancha de cagada" para la historia de los musicales (y para el cine en general) en la que no puedes escoger cuál es su peor fallo u elemento: sus horrendas canciones - coreografías, sus penosas actuaciones, su grosero guion digno de telenovela de Televisa, la manera tan idiota y caricaturizada que retrata todos sus temas (el cambio de género y la violencia en México por el narcotráfico), o tal vez el "español" de Selena Gomez. Aún no lo sé amigo(a)s, pero lo que si puedo recomendarles es que se alejen de las tendencias y aquellos gremios idiotas que te quieren ver la cara de tonto, imponeniendote que esto es una buena película. Regresen a ver los clásicos musicales, para que así hagan el ejercicio de comparar entre lo que es bueno y lo que es una completa y vil mierda.
Una "mancha de cagada" para la historia de los musicales (y para el cine en general) en la que no puedes escoger cuál es su peor fallo u elemento: sus horrendas canciones - coreografías, sus penosas actuaciones, su grosero guion digno de telenovela de Televisa, la manera tan idiota y caricaturizada que retrata todos sus temas (el cambio de género y la violencia en México por el narcotráfico), o tal vez el "español" de Selena Gomez. Aún no lo sé amigo(a)s, pero lo que si puedo recomendarles es que se alejen de las tendencias y aquellos gremios idiotas que te quieren ver la cara de tonto, imponeniendote que esto es una buena película. Regresen a ver los clásicos musicales, para que así hagan el ejercicio de comparar entre lo que es bueno y lo que es una completa y vil mierda.
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