El hombre de las mil caras
2016 

6.7
21,385
Thriller. Drama
Francisco Paesa (Eduard Fernández), ex agente secreto del gobierno español, responsable de la operación contra ETA más importante de la historia, se ve envuelto en un caso de extorsión en plena crisis de los GAL y tiene que huir del país. Cuando regresa años después está arruinado. En tales circunstancias, recibe la visita de Luis Roldán (Carlos Santos), ex Director General de la Guardia Civil, y de su mujer Nieves Fernández Puerto ... [+]
3 de octubre de 2016
3 de octubre de 2016
22 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal vez una película tan ambiciosa como esta, con un buen reparto y una altísima producción, aunque falle en algo tan elemental como lo que cuenta y además la manera en que lo cuenta, debiera ponerle un 4 o un 5. Pero salgo del cine cabreado.
Cabreado precisamente por las expectativas que tenía y lo mucho que me he aburrido. Cabreado porque me han promocionado esta cinta hasta la extenuación dejando que casi se me escapen perlas como Tarde para la ira o La Puerta Abierta o incluso la original y bizarra El Tiempo de los Monstruos y se me venda que estoy ante un gran thriller político cuando es una película lineal, plana, distante y vacía.
Pero sobre todo estoy cabreado de que se hagan películas que desde el guión se ve que no cumple ni uno solo de los principios dramáticos que puede hacer que alguien se enganche a una historia. ¿Dónde están los arcos, los puntos de giro, los actos, la construcción de personajes?
¿DÓNDE ESTÁ EL CINE? ¿Dónde ha dejado al espectador, señor Rodriguez?
Cabreado precisamente por las expectativas que tenía y lo mucho que me he aburrido. Cabreado porque me han promocionado esta cinta hasta la extenuación dejando que casi se me escapen perlas como Tarde para la ira o La Puerta Abierta o incluso la original y bizarra El Tiempo de los Monstruos y se me venda que estoy ante un gran thriller político cuando es una película lineal, plana, distante y vacía.
Pero sobre todo estoy cabreado de que se hagan películas que desde el guión se ve que no cumple ni uno solo de los principios dramáticos que puede hacer que alguien se enganche a una historia. ¿Dónde están los arcos, los puntos de giro, los actos, la construcción de personajes?
¿DÓNDE ESTÁ EL CINE? ¿Dónde ha dejado al espectador, señor Rodriguez?
29 de septiembre de 2016
29 de septiembre de 2016
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Propuesta interesante, sobre todo para los que vivieron aquella época tan convulsa y rocambolesca que nos retrata bien como país. Un continuo de sucesos descabellados donde los políticos quedaron retratados y abocados a la dimisión, y posterior abandono de la política, y todo eso a cargo de un solo hombre con mucha ambición y recursos. EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS es una película que gustará a amantes de los biopics y de la historia, pero quizás al resto no le haga ni fú ni fá.
Eduard Fernández encarna a la perfección a un Franciso Paesa con dontes premonitorios, que está por encima del resto y siempre está un paso por delante, de ahí que el espectador a veces sienta cierta exclusión con lo que ocurre en el filme y no acabe de entrar en él como debiera. Pocos piensan ya que después conseguir la Concha de Plata a mejor actor en Donostia se le vaya a escapar el Goya. Carlos Santos (Los hombres de Paco) se encarga de ser Luis Roldán, el hombre más buscado a del mundo durante cerca de un año, ex-director de la Guardia Civil que puso en jaque a todas las autoridades y al que Francisco Paesa pudo esconder.
Pero, ¿quién es Francisco Paesa? Aquí tenéis dos pinceladas: su vida como banquero y espía le llevó a ser director del Banco Nacional de Guinea, diplomático de Santo Tomé y Príncipe, traficante de armas con ETA, galerista de arte, fundador de bancos, empresario fantasma en Panamá y protegido de la Stasi. ¿Qué os parece? Desde luego, han tardado mucho en hacer una película sobre él. Después de lo de Roldán, Paesa apareció "muerto" solo para resucitar al sexto año, justo cuando prescribían la mayor parte de los cargos de los que se le acusaba, entre ellos de llevarse más de 1100 millones malversados por Luis Roldán.
Como habéis podido comprobar, y si no leedlo en wikipedia, Franciso Paesa fue un mago del dinero. Cuentas en Panamá, paraísos fiscales, espía con gran cantidad de contactos, buscado internacionalmente y capaz de aparecer y desaparecer a su antojo. Un personaje del que todavía hoy se sabe bien poco, solo que Jesús Camoe era inseparable de él (José Coronado) y que su sobrina era aspirante a su sucesora (logró con su ayuda esconder los fondos malversados y esconderlo después de darlo por muerto en Luxemburgo).
EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS funciona como thriller y biopic a medias, puesto que la trama es compleja, y seguramente fuera más en la realidad, hay una gran cantidad de nombres y para los que no vivieron la época no ayuda a implicarse demasiado, y vemos a Paesa como una especie de deidad que logra salir siempre de los apuros, y además con los bolsillos llenos. En aspectos ténicos poco que decir de un Alberto Rodríguez siempre solvente, dando fuerza con esos primeros planos y con la gran actuación de Eduard Fernández, sin duda la atracción principal de la película. Carlos Santos como Luis Roldán no está mal, aunque ha de lidiar con actores de la talla de José Coronado, Marta Etura, Luis Callejo, etc., y el postizo es demasiado evidente.
En definitiva, EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS supone una mirada hacia atrás en parte de la historia más ridícula del país. Una historia que sigue y seguirá repitiéndose, quizás no con tanto artificio, pero con la sombra del fraude y corrupción como telonero. No es apta para todos los públicos, sobre todo al que no interese la política o los biopics, pero nunca está de más saber qué tipo de personas han estado gobernando y gobiernan nuestro país.
Eduard Fernández encarna a la perfección a un Franciso Paesa con dontes premonitorios, que está por encima del resto y siempre está un paso por delante, de ahí que el espectador a veces sienta cierta exclusión con lo que ocurre en el filme y no acabe de entrar en él como debiera. Pocos piensan ya que después conseguir la Concha de Plata a mejor actor en Donostia se le vaya a escapar el Goya. Carlos Santos (Los hombres de Paco) se encarga de ser Luis Roldán, el hombre más buscado a del mundo durante cerca de un año, ex-director de la Guardia Civil que puso en jaque a todas las autoridades y al que Francisco Paesa pudo esconder.
Pero, ¿quién es Francisco Paesa? Aquí tenéis dos pinceladas: su vida como banquero y espía le llevó a ser director del Banco Nacional de Guinea, diplomático de Santo Tomé y Príncipe, traficante de armas con ETA, galerista de arte, fundador de bancos, empresario fantasma en Panamá y protegido de la Stasi. ¿Qué os parece? Desde luego, han tardado mucho en hacer una película sobre él. Después de lo de Roldán, Paesa apareció "muerto" solo para resucitar al sexto año, justo cuando prescribían la mayor parte de los cargos de los que se le acusaba, entre ellos de llevarse más de 1100 millones malversados por Luis Roldán.
Como habéis podido comprobar, y si no leedlo en wikipedia, Franciso Paesa fue un mago del dinero. Cuentas en Panamá, paraísos fiscales, espía con gran cantidad de contactos, buscado internacionalmente y capaz de aparecer y desaparecer a su antojo. Un personaje del que todavía hoy se sabe bien poco, solo que Jesús Camoe era inseparable de él (José Coronado) y que su sobrina era aspirante a su sucesora (logró con su ayuda esconder los fondos malversados y esconderlo después de darlo por muerto en Luxemburgo).
EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS funciona como thriller y biopic a medias, puesto que la trama es compleja, y seguramente fuera más en la realidad, hay una gran cantidad de nombres y para los que no vivieron la época no ayuda a implicarse demasiado, y vemos a Paesa como una especie de deidad que logra salir siempre de los apuros, y además con los bolsillos llenos. En aspectos ténicos poco que decir de un Alberto Rodríguez siempre solvente, dando fuerza con esos primeros planos y con la gran actuación de Eduard Fernández, sin duda la atracción principal de la película. Carlos Santos como Luis Roldán no está mal, aunque ha de lidiar con actores de la talla de José Coronado, Marta Etura, Luis Callejo, etc., y el postizo es demasiado evidente.
En definitiva, EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS supone una mirada hacia atrás en parte de la historia más ridícula del país. Una historia que sigue y seguirá repitiéndose, quizás no con tanto artificio, pero con la sombra del fraude y corrupción como telonero. No es apta para todos los públicos, sobre todo al que no interese la política o los biopics, pero nunca está de más saber qué tipo de personas han estado gobernando y gobiernan nuestro país.
28 de septiembre de 2016
28 de septiembre de 2016
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más que el suceso en sí, recuerdo mucho más todo la expectación y burla mediática que levantó. Inolvidables aquellos especiales que dedicó Pepe Navarro en las recién inauguradas televisiones privadas, el reportaje que publicó Interviú con la orgia del susodicho personaje y, hasta incluso, una especie de ¿Dónde está Wally?, renombrado ¿Dónde está Roldán?, en las ediciones de verano del Heraldo de Aragón.
Un escándalo de primer orden convertido en una feria del exhibicionismo y que, junto al tema de las chicas de Alcàsser, trazó una línea entre la inocencia televisiva de los 70 y 80 y el nuevo camino hacia la tele basura más rotunda.
Probablemente muchos vean en esta nueva película de Alberto Rodríguez la madre de todos los problemas pasados y presentes de nuestro país, pero no solo a nivel político, sino también en lo relativo a lo social, los medios de comunicación y el entretenimiento. Nada fue lo mismo a partir del momento en el que el señor Roldán apareció presuntamente entregado en Laos. Incluso algunos era la primera vez que pondrían en el mapa este lugar del Lejano Oriente.
La cinta de Rodríguez es endiabladamente entretenida, dos horas de despilfarros, corrupciones varias y personajes sin ningún tipo de escrúpulos, cuyo principal objetivo es enriquecerse a costa de un país y de un engaño globalizado de primera línea.
Eduard Fernández, con una interpretación entre lo esperpéntico y lo escalofriante, logra una de las cotas más altas alcanzadas por una película española en este año. Al igual que el resto del reparto, entre los que destacan un José Coronado como el auténtico y convincente narrador del relato, y Carlos Santos, un más que curioso Luis Roldán, que hasta tiene un toque conmovedor y nostálgico hacía el personaje.
Como se suele decir no queda títere con cabeza, la película dispara a matar contra todo y todos, aunque sin olvidar su alto voltaje de entretenimiento. No en vano podemos entroncarla con la tradición de los mejores films de Alan J. Pakula o títulos como “Todos los hombres del presidente”.
Contiene momentos impagables como la aparición de Luis Callejo transformado en el “cochero de Drácula”, o los protagonizados por los vietnamitas y el abogado italiano con problemas con la bebida. Un circo de cuatro pistas que abre un camino interesantísimo, rompiendo un gran tabú en nuestro cine y que bien podría traernos títulos la mar de interesantes. Y es que anda que no tenemos “chicha” para sacar
Tras verla ya estoy deseando (y esperando con ganas) a que se decidan a tocar temas como el de Alcàsser, y, porque no, el 11M, pero desde el punto de vista conspiranoico.
Un escándalo de primer orden convertido en una feria del exhibicionismo y que, junto al tema de las chicas de Alcàsser, trazó una línea entre la inocencia televisiva de los 70 y 80 y el nuevo camino hacia la tele basura más rotunda.
Probablemente muchos vean en esta nueva película de Alberto Rodríguez la madre de todos los problemas pasados y presentes de nuestro país, pero no solo a nivel político, sino también en lo relativo a lo social, los medios de comunicación y el entretenimiento. Nada fue lo mismo a partir del momento en el que el señor Roldán apareció presuntamente entregado en Laos. Incluso algunos era la primera vez que pondrían en el mapa este lugar del Lejano Oriente.
La cinta de Rodríguez es endiabladamente entretenida, dos horas de despilfarros, corrupciones varias y personajes sin ningún tipo de escrúpulos, cuyo principal objetivo es enriquecerse a costa de un país y de un engaño globalizado de primera línea.
Eduard Fernández, con una interpretación entre lo esperpéntico y lo escalofriante, logra una de las cotas más altas alcanzadas por una película española en este año. Al igual que el resto del reparto, entre los que destacan un José Coronado como el auténtico y convincente narrador del relato, y Carlos Santos, un más que curioso Luis Roldán, que hasta tiene un toque conmovedor y nostálgico hacía el personaje.
Como se suele decir no queda títere con cabeza, la película dispara a matar contra todo y todos, aunque sin olvidar su alto voltaje de entretenimiento. No en vano podemos entroncarla con la tradición de los mejores films de Alan J. Pakula o títulos como “Todos los hombres del presidente”.
Contiene momentos impagables como la aparición de Luis Callejo transformado en el “cochero de Drácula”, o los protagonizados por los vietnamitas y el abogado italiano con problemas con la bebida. Un circo de cuatro pistas que abre un camino interesantísimo, rompiendo un gran tabú en nuestro cine y que bien podría traernos títulos la mar de interesantes. Y es que anda que no tenemos “chicha” para sacar
Tras verla ya estoy deseando (y esperando con ganas) a que se decidan a tocar temas como el de Alcàsser, y, porque no, el 11M, pero desde el punto de vista conspiranoico.
29 de enero de 2017
29 de enero de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller político y de espionaje español, algo poco habitual en la filmografía patria. Y como tal, aunque es un notable filme, adolece de emoción y le sobra una cierta pretenciosidad. Cuando trata el tema de los espías, de los seguimientos, de las conversaciones en sitios públicos, de las conspiraciones, muestra una puerilidad propia de la escasa experiencia del cien español. Todo parece demasiado fácil. Dos y dos son cuatro y en este mundillo no debería ser así.
No obstante, estas deficiencias quedan ocultas por la virtuosa interpretación de Eduard Fernández, un rara avis del cine español, como Sergi López, cuyos papeles se cuentan por nominaciones en los Goya, y si duda, los merecería todos. José Coronado y Carlos Santos acompañan también con magníficas interpretaciones, al igual que Marta Etura. Sin duda, lo mejor del filme son sus interpretaciones. Rayan en lo sublime.
En general es un buen filme, rodado de manera ágil, con diálogos inteligentes y una espectacular banda sonora. Y se disfruta de grandes actores.
No obstante, estas deficiencias quedan ocultas por la virtuosa interpretación de Eduard Fernández, un rara avis del cine español, como Sergi López, cuyos papeles se cuentan por nominaciones en los Goya, y si duda, los merecería todos. José Coronado y Carlos Santos acompañan también con magníficas interpretaciones, al igual que Marta Etura. Sin duda, lo mejor del filme son sus interpretaciones. Rayan en lo sublime.
En general es un buen filme, rodado de manera ágil, con diálogos inteligentes y una espectacular banda sonora. Y se disfruta de grandes actores.
12 de febrero de 2017
12 de febrero de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guión es malo, más que contar una historia parece un Informe Semanal. Narra hechos que, quienes tenemos cierta edad, vivimos y nos parecieron apasionantes, pero que aquí se exponen en tono monótono de documental; y dudo que gente más joven pueda comprender lo que la historia supuso en toda su dimensión, porque no está bien explicado. La interpretación es buena, merecido Goya de Carlos Santos.
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