El ladrón de Bagdad
1940 

7.2
2,989
Fantástico. Aventuras
Con la ayuda del ladronzuelo mendigo Abu, el califa Ahmed se enfrentará al malvado Visir , que le ha arrebatado el poder y dejado ciego, aspirando al amor de la hija del sultán de Basora. La famosa narración del clásico de la literatura árabe "Las mil y una noches" debe su logro, principalmente, a la labor del productor Alexander Korda.
24 de noviembre de 2018
24 de noviembre de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ladrón héroe, el príncipe romántico (del Romanticismo), la fiel y hermosa princesa, y el malo sin fisuras ni Sociedad Líquida ni "todo es relativo" y payasadas de esas postmodernistas.
Pónsela a los niños antes de que los videojuegos, el trap, Internet, Netflix y las pelúquilas de efectos especiales y contenido cero, les coman la olla y hagan que se comporten como señores de derechas en cuerpos infantiles.
Pónsela a los niños antes de que los videojuegos, el trap, Internet, Netflix y las pelúquilas de efectos especiales y contenido cero, les coman la olla y hagan que se comporten como señores de derechas en cuerpos infantiles.
17 de septiembre de 2024
17 de septiembre de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Afamada recreación de "Las mil y una Noches", en una de cuyas historias está vagamente inspirada, producida por Alexander Korda a caballo entre Inglaterra y California (a donde se trasladó el rodaje con motivo de la guerra), con gran influencia posterior y gran éxito de taquilla.
Si bien la impresión que le ha producido a quien esto escribe es que a toda la primera parte del filme, hasta el naufragio y la aparición del famoso genio de la lámpara (Rex Ingram), le falta cierto ritmo, tampoco puede obviarse su carácter pionero en muchos sentidos, como el de los efectos especiales, así como que atesora cierta magia, siquiera sea la que se desprende de una historia tan infantil como ingenua, además de repleta de fantasía.
Llama la atención asimismo y choca bastante a nuestra actual sensibilidad la utilización del color. También ciertos detalles de la planificación de algunas secuencias nada ortodoxos: encuadres inusuales, movimientos de cámara extraños, planos en que se utiliza la profundidad de campo de un modo que a uno no le parece que tenga mucho sentido...y que uno no sabría decir sí mejoran o empeoran la peli, pero la hacen interesante.
Y es que desde ese punto de vista formal la película no es nada académica, y no puede negarse que esa estética algo 'naif' y con una planificación que a ratos se diría que es aparentemente improvisada le otorga un sello propio.
Ignoro en qué medida pudo contribuir a ello el que participaran en la dirección seis directores (los tres que figuran en los créditos y otras tres personas más: los hermanos Alexander y Zoltan Korda y William Cameron Menzies) si bien da la impresión de que la película es, sobre todo, de Alexander Korda.
Agreguemos, por último, que no es una película en la que la interpretación sea destacable. Aunque Conrad Veidt no lo haga mal, y Sabú no desentone en la que sería su consagración, casi el mejor es Rex Ingram encarnando al genio.
Las secuencias de amor entre June Duprez (para cuyo papel Korda quería a Vivian Leigh, pero que prefirió marchar a Hollywood con Laurence Olivier) y John Justin (un actor muy sosaina, aunque en la versión en español que he visto estaba muy bien doblado por el gran Fernando Rey (!!)) son bastante ridículas.
Pero puede que dé lo mismo y no importe mucho, el cine tiene esas cosas.
Si bien la impresión que le ha producido a quien esto escribe es que a toda la primera parte del filme, hasta el naufragio y la aparición del famoso genio de la lámpara (Rex Ingram), le falta cierto ritmo, tampoco puede obviarse su carácter pionero en muchos sentidos, como el de los efectos especiales, así como que atesora cierta magia, siquiera sea la que se desprende de una historia tan infantil como ingenua, además de repleta de fantasía.
Llama la atención asimismo y choca bastante a nuestra actual sensibilidad la utilización del color. También ciertos detalles de la planificación de algunas secuencias nada ortodoxos: encuadres inusuales, movimientos de cámara extraños, planos en que se utiliza la profundidad de campo de un modo que a uno no le parece que tenga mucho sentido...y que uno no sabría decir sí mejoran o empeoran la peli, pero la hacen interesante.
Y es que desde ese punto de vista formal la película no es nada académica, y no puede negarse que esa estética algo 'naif' y con una planificación que a ratos se diría que es aparentemente improvisada le otorga un sello propio.
Ignoro en qué medida pudo contribuir a ello el que participaran en la dirección seis directores (los tres que figuran en los créditos y otras tres personas más: los hermanos Alexander y Zoltan Korda y William Cameron Menzies) si bien da la impresión de que la película es, sobre todo, de Alexander Korda.
Agreguemos, por último, que no es una película en la que la interpretación sea destacable. Aunque Conrad Veidt no lo haga mal, y Sabú no desentone en la que sería su consagración, casi el mejor es Rex Ingram encarnando al genio.
Las secuencias de amor entre June Duprez (para cuyo papel Korda quería a Vivian Leigh, pero que prefirió marchar a Hollywood con Laurence Olivier) y John Justin (un actor muy sosaina, aunque en la versión en español que he visto estaba muy bien doblado por el gran Fernando Rey (!!)) son bastante ridículas.
Pero puede que dé lo mismo y no importe mucho, el cine tiene esas cosas.
30 de noviembre de 2016
30 de noviembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cuanto al argumento, remito a la reseña de Filmaffinity. Doy un augurio favorable a los espectadores. El film se desliza con interés, un ritmo razonable dada la época de rodaje. Es una sucesión de aventuras o peripecias a cuál más interesante. Inolvidables las escenas de exhibición de los ingenios que regala el pretendiente a usurpador al jefe árabe, en su intentona para lograr que le ceda a su hija en matrimonio. Escenas de esa jaez, como un caballo que circula por el aire, entre las más memorables. Es digna así mismo de una mención especial lo relativo al episodio de la liberación del genio de una botella, con notas muy logradas en el humor que serpentea la acción. Si bien es cierto que la prolijidad de los efectos no tiene la perfección esperable hoy día, esto se compensa con un atinado criterio estético. Son también atrayentes los decorados, una bella coloración; las actuaciones muy acertadas, mereciendo además destacarse la convincente e imantada expresión del hechicero. Unos 8 puntos.
29 de agosto de 2021
29 de agosto de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fábula para toda la familia. Un relato repleto de aventura, fantasía, magia y verdadera artesanía cinematográfica.
Una historia fluida, con un ritmo pleno y unas secuencias llenas de colores vivos e intensos.
Un film que es un verdadero guiño nostálgico a los antepasados del CGI, Efectos especiales rudimentarios. Pura artesanía. El origen de la aventura.
Como dijo Jaffar: “escuchar, observar y recordar”, que esta película es inmortal.
Una historia fluida, con un ritmo pleno y unas secuencias llenas de colores vivos e intensos.
Un film que es un verdadero guiño nostálgico a los antepasados del CGI, Efectos especiales rudimentarios. Pura artesanía. El origen de la aventura.
Como dijo Jaffar: “escuchar, observar y recordar”, que esta película es inmortal.
8 de abril de 2022
8 de abril de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ladrón de Bagdad
Film de London Film. Estrenada en Gran Bretaña y presentada por United Artits en EE.UU. el 25 de diciembre de 1940.
Fue producida por Alexander Korda y Willian Cameron Menzies, Ludwin Berger, Michael Powell y Tim Whelan. Ayudante de producción André de Toch. Guión de Lajos Biro y Milles Malleson (responsable además de los diálogos). Escenografía de Vincent Korda y W.C. Menzies. Fotografía de George Perinal y Osmond Borradaille. Efectos especiales de Lawrence Butler y Jack Whitney. Montaje de Charles Crichton. Música de Miklos Rozsa.
La película obtuvo tres Oscar (Fotografía, escenografía y efectos especiales) y una nominación por la partitura.
La cinta está colmada de elementos fantásticos (el protagonista se transforma en un perro, el genio de la botella, la alfombra voladora, el rubí ojo-que-todo-lo-ve,...), que asombran y entusiasman al espectador, potenciando lejanos recuerdos de los cuentos de hadas de su perdida infancia.
Me sumo al sentir de John Kobal: “Nunca ha habido un cuento de hadas más maravilloso y cautivador, llevado a la pantalla por alguien,en ningún lugar, que tan bellamente rinda tributo a la magia del propio cine”.
Film de London Film. Estrenada en Gran Bretaña y presentada por United Artits en EE.UU. el 25 de diciembre de 1940.
Fue producida por Alexander Korda y Willian Cameron Menzies, Ludwin Berger, Michael Powell y Tim Whelan. Ayudante de producción André de Toch. Guión de Lajos Biro y Milles Malleson (responsable además de los diálogos). Escenografía de Vincent Korda y W.C. Menzies. Fotografía de George Perinal y Osmond Borradaille. Efectos especiales de Lawrence Butler y Jack Whitney. Montaje de Charles Crichton. Música de Miklos Rozsa.
La película obtuvo tres Oscar (Fotografía, escenografía y efectos especiales) y una nominación por la partitura.
La cinta está colmada de elementos fantásticos (el protagonista se transforma en un perro, el genio de la botella, la alfombra voladora, el rubí ojo-que-todo-lo-ve,...), que asombran y entusiasman al espectador, potenciando lejanos recuerdos de los cuentos de hadas de su perdida infancia.
Me sumo al sentir de John Kobal: “Nunca ha habido un cuento de hadas más maravilloso y cautivador, llevado a la pantalla por alguien,en ningún lugar, que tan bellamente rinda tributo a la magia del propio cine”.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here