Wild Wild CountryMiniserieDocumental
2018 

7.4
7,748
Serie de TV. Documental
Miniserie de TV (2018). 6 episodios. Cuando en 1981 el venerado gurú hindú Bhagwan, controvertido líder de la secta Rajneesh, y muchos de sus fanáticos seguidores comienzan a construir una ciudad utópica en medio de la nada al lado de la pequeña población de Antilope, Oregón, los conflictos con los lugareños traspasarán las fronteras del estado. Lo que sucedió en los años siguientes afectaría a todos los implicados en esta ... [+]
29 de diciembre de 2021
29 de diciembre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta todo lo que tiene que ver con sectas pero no conocía para nada la historia de esta.
Sobre la historia:
Al principio del documental alguien dice: "en unos años, alguien escribirá un libro sobre esto y creerán que es ficción", y creo que mejor no puede resumirse lo que sucedió. Una historia realmente Impactante (Ahondaré más en spoilers).
Sobre el docuemental:
Postivio: La banda sonora es excelente: Saben que canción o música poner en un momento determinado, jugando con las emociones del momento. Usan mucho material real de la época y de la secta, permitiéndole al espectador sentir que está viviendo más que viendo. No hay narrador, por lo que no hay quien te cuente los hechos desde su perspectiva sino que son las mismas personas que vivieron estos hechos quienes te lo cuentan todo.
Negativo: A veces se siente un poco largo; No sabría decir si era posible hacerlo más corto. A veces se pierde un poco la cronología.
Sobre la historia:
Al principio del documental alguien dice: "en unos años, alguien escribirá un libro sobre esto y creerán que es ficción", y creo que mejor no puede resumirse lo que sucedió. Una historia realmente Impactante (Ahondaré más en spoilers).
Sobre el docuemental:
Postivio: La banda sonora es excelente: Saben que canción o música poner en un momento determinado, jugando con las emociones del momento. Usan mucho material real de la época y de la secta, permitiéndole al espectador sentir que está viviendo más que viendo. No hay narrador, por lo que no hay quien te cuente los hechos desde su perspectiva sino que son las mismas personas que vivieron estos hechos quienes te lo cuentan todo.
Negativo: A veces se siente un poco largo; No sabría decir si era posible hacerlo más corto. A veces se pierde un poco la cronología.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cosas de la historia que me dejaron pensado:
- Es increible como lograron todo lo que lograron en tan poco tiempo. La verdadera cabeza detrás de ese "éxito", sin duda, fue Sheila, lo cual es aún más impresionante teniendo en cuenta lo relativamente jóven que era. Se podría decir que era una "genio" para la maldad. Osho no era más que un vende humos avaricioso.
- Curioso y gracioso que de tantos intentos de asesinato, individual y colectivo, nadie muriera. Así que no sé sí realmente Sheila planeaba matar a nadie o sólo "asustarlos".
- Es increible también, como en paises desarrollados y ricos (soy de Colombia), personas que no tienen ninguna carencia económica necesitan desesperadamente "algo más". Tantas personas con todas las posibilidades por delante viajando a un país sumido en la misería buscando qué? y dejándose engañar de cualquiera que crea tener la respuesta.
- Me parece triste la intolerancia de la gente del pueblo de Antelope, del Estado de Oregon y de toda USA; prácticamente quienes juzgaron y atacaron la secta desde el principio e hicieron todo lo posible por echarlos, aun cuando se sabía nada de los delitos.
- Me sentí triste cuando los verdaderos seguidores (no me refiero para nada a Osho, Sheila o los otros líderes) dejaron el lugar donde se sentían felices, que consideraban su hogar, un proyecto en el que de verdad creían, mientras todo el país se reía y burlaba de ellos. El título de mi crítica viene justamente de esa guerra entre la secta y los detractores de la secta porque estos últimos amenazaron, se armaron y atentaron contra la secta (la bomba en el hotel, por ejemplo), incluso antes que la misma secta. A veces parecía que no perseguían a Sheila y Osho por sus crímenes sino por lo que significaban espiritualmente a sus fieles.
- Al final, me queda la inquietud de qué hubiese sucedido sino no hubiesen logrado econtrar nada escabroso, es decir, resultara que los líderes no fusen corruptos, que todo fuese transparente, tal y como se veía, hubiesen seguido intentado echarlos del país?
- Me sorprende que después de todo aquello Osho aún tenga seguidores y siga vendiendo libros espirituales, porque la intolerancia era clara pero también quedaron bastante claro los actos delictivos que tuvieron lugar.
- Es increible como lograron todo lo que lograron en tan poco tiempo. La verdadera cabeza detrás de ese "éxito", sin duda, fue Sheila, lo cual es aún más impresionante teniendo en cuenta lo relativamente jóven que era. Se podría decir que era una "genio" para la maldad. Osho no era más que un vende humos avaricioso.
- Curioso y gracioso que de tantos intentos de asesinato, individual y colectivo, nadie muriera. Así que no sé sí realmente Sheila planeaba matar a nadie o sólo "asustarlos".
- Es increible también, como en paises desarrollados y ricos (soy de Colombia), personas que no tienen ninguna carencia económica necesitan desesperadamente "algo más". Tantas personas con todas las posibilidades por delante viajando a un país sumido en la misería buscando qué? y dejándose engañar de cualquiera que crea tener la respuesta.
- Me parece triste la intolerancia de la gente del pueblo de Antelope, del Estado de Oregon y de toda USA; prácticamente quienes juzgaron y atacaron la secta desde el principio e hicieron todo lo posible por echarlos, aun cuando se sabía nada de los delitos.
- Me sentí triste cuando los verdaderos seguidores (no me refiero para nada a Osho, Sheila o los otros líderes) dejaron el lugar donde se sentían felices, que consideraban su hogar, un proyecto en el que de verdad creían, mientras todo el país se reía y burlaba de ellos. El título de mi crítica viene justamente de esa guerra entre la secta y los detractores de la secta porque estos últimos amenazaron, se armaron y atentaron contra la secta (la bomba en el hotel, por ejemplo), incluso antes que la misma secta. A veces parecía que no perseguían a Sheila y Osho por sus crímenes sino por lo que significaban espiritualmente a sus fieles.
- Al final, me queda la inquietud de qué hubiese sucedido sino no hubiesen logrado econtrar nada escabroso, es decir, resultara que los líderes no fusen corruptos, que todo fuese transparente, tal y como se veía, hubiesen seguido intentado echarlos del país?
- Me sorprende que después de todo aquello Osho aún tenga seguidores y siga vendiendo libros espirituales, porque la intolerancia era clara pero también quedaron bastante claro los actos delictivos que tuvieron lugar.
27 de abril de 2020
27 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil imaginar una forma mejor de reflejar una historia como esta. Te podrá gustar más o menos, pero no por el método empleado, sino por el simple hecho de que la narración de estos hechos reales no te seduzca, no capte tu interés.
Durante los seis capítulos se tratan temas como la discriminación, la justicia, el engaño, la conspiración, la tolerancia, el odio, la debilidad y la fortaleza del ser humano, entre muchos otros. Este aspecto es precisamente lo interesante, porque pienso que esta serie-documental no esta dirigida a ese público que busca un entretenimiento superficial y pasajero. La audiencia que realmente disfrute viendo contenidos que le hagan pensar es a quien aconsejo ver esta serie.
Y, por encima de todo, lo que más destaco es la honestidad del relato, no toma partido, no tienes la sensación de que te están tomando por necio, sino que te permite razonar por ti mismo y, hoy en día, ¿cómo no destacar este aspecto?
Durante los seis capítulos se tratan temas como la discriminación, la justicia, el engaño, la conspiración, la tolerancia, el odio, la debilidad y la fortaleza del ser humano, entre muchos otros. Este aspecto es precisamente lo interesante, porque pienso que esta serie-documental no esta dirigida a ese público que busca un entretenimiento superficial y pasajero. La audiencia que realmente disfrute viendo contenidos que le hagan pensar es a quien aconsejo ver esta serie.
Y, por encima de todo, lo que más destaco es la honestidad del relato, no toma partido, no tienes la sensación de que te están tomando por necio, sino que te permite razonar por ti mismo y, hoy en día, ¿cómo no destacar este aspecto?
17 de abril de 2021
17 de abril de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más me impresiona de "Wild Wild Country" es su capacidad para ofrecer un retrato doble, e incluso triple debido a las aristas del caso, sobre un mismo tema. Da pie a la continua reflexión durante sus 6 apasionantes capítulos. La continua explicación doble de casi todos los hechos no hacen sino enriquecer el discurso, al contrario de otros documentales que buscan el posicionamiento del espectador. Aquí, pese a los errores de unos y otros, se habla de diferentes verdades y de la filosofía del que posteriormente se conoció como "Osho". Su carismática personalidad fascina y atrapa y uno solo puede aplaudir la realización y desear saber más sobre las luces y las sombras de algo/alguien que, innegablemente, cambió la vida de muchas personas. Una historia bien narrada que no decae en ningún momento y que cuenta con frames plagados de mística y poesía.
3 de marzo de 2022
3 de marzo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) A favor
Ademas de imparcial u objetiva, destaca por no ser nada maniquea. Algo muy poco habitual.
Por eso trata bien la dicotomía o dos caras de la moneda de lo que sucedió en Oregon.
El montaje es bueno, con imágenes de variados orígenes.
No hay un narrador individual, ni héroe, ni protagonista. Es una obra coral. Sin actores.
Cada espectador sacará sus conclusiones.
2) A modo de spoiler (Como es un asunto ya conocido, historia pasada, unos comentarios sobre lo que esta serie muestra)
La información que en la época de los acontecimientos se publicaba era parcial y recortada. Digamos que lo que prevalecía eran grandes paradojas, la primera de todas cómo un líder espiritual, un gurú indio, tipo monje, era propietario de una flota de 20 Rolls Royce; o la constante comparación a la inclasificable secta Jonestown en Guyana (famosa por el “suicidio colectivo”) aunque sus orígenes fuesen completamente distintos.
Como hubo tantas noticias negativas rozando lo absurdo, muchos llegamos a la conclusión que los políticos y la Administración de los EEUU se asustó por el significado de la comuna, y quisieron destruirla. Es verdad que el departamento de Justicia (Inmigración, principalmente) metió la pata en la persecución, torciendo chapuceramente la Constitución y las propias Leyes.
El núcleo del problema radica en las enormes contradicciones de que una filosofía pacifista y liberadora acabe necesitando tanta profusión de armas o cometa ciertas acciones violentas que difícilmente se justifiquen como defensa. Por lo tanto, algo falla internamente.
¿Los “sin techo” fueron ayudados o usados? ¿Se podría considerar que Osho fue algo así como secuestrado o aislado?
Evidente que abundaron hipocresía, lucha sucia por el poder, celos, espionajes, asesinatos y sobre todo intentos fallidos, traiciones etc.
Y todo eso, en medio de gente muy capaz.
¿Fue la declaración de Osho contra Sheela, la de un viejo chocho? Probablemente resultó muy meditada y por eso tardó tanto tiempo.
Ademas de imparcial u objetiva, destaca por no ser nada maniquea. Algo muy poco habitual.
Por eso trata bien la dicotomía o dos caras de la moneda de lo que sucedió en Oregon.
El montaje es bueno, con imágenes de variados orígenes.
No hay un narrador individual, ni héroe, ni protagonista. Es una obra coral. Sin actores.
Cada espectador sacará sus conclusiones.
2) A modo de spoiler (Como es un asunto ya conocido, historia pasada, unos comentarios sobre lo que esta serie muestra)
La información que en la época de los acontecimientos se publicaba era parcial y recortada. Digamos que lo que prevalecía eran grandes paradojas, la primera de todas cómo un líder espiritual, un gurú indio, tipo monje, era propietario de una flota de 20 Rolls Royce; o la constante comparación a la inclasificable secta Jonestown en Guyana (famosa por el “suicidio colectivo”) aunque sus orígenes fuesen completamente distintos.
Como hubo tantas noticias negativas rozando lo absurdo, muchos llegamos a la conclusión que los políticos y la Administración de los EEUU se asustó por el significado de la comuna, y quisieron destruirla. Es verdad que el departamento de Justicia (Inmigración, principalmente) metió la pata en la persecución, torciendo chapuceramente la Constitución y las propias Leyes.
El núcleo del problema radica en las enormes contradicciones de que una filosofía pacifista y liberadora acabe necesitando tanta profusión de armas o cometa ciertas acciones violentas que difícilmente se justifiquen como defensa. Por lo tanto, algo falla internamente.
¿Los “sin techo” fueron ayudados o usados? ¿Se podría considerar que Osho fue algo así como secuestrado o aislado?
Evidente que abundaron hipocresía, lucha sucia por el poder, celos, espionajes, asesinatos y sobre todo intentos fallidos, traiciones etc.
Y todo eso, en medio de gente muy capaz.
¿Fue la declaración de Osho contra Sheela, la de un viejo chocho? Probablemente resultó muy meditada y por eso tardó tanto tiempo.
10 de marzo de 2019
10 de marzo de 2019
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leo con gran asombro las críticas a este magnífico documental. Un gran poso me ha dejado a mi Osho en la conciencia. Grande y provocador. No entendemos nada. No entendemos qué llama a multitud de personas a unirse en semejante despropósito. Y todo el tiempo es lo mismo. Nuestro anhelo más profundo, aquel que nace desde nuestro más profundo ser y que ha sido pervertido por ideas y conceptos que apadrinamos, ponemos en un altar y que nos alejan de la verdad.
La comunidad nace de un auténtico y profundo deseo de ser y de amar. Es lo que queremos todos, incluso aquellos que no lo saben. El camino es duro porque significa desaprender, enfrentarnos a nuestras creencias y cuestionarlo todo, para encontrar la paz al final y entender y vivir nuestra unión con todo y con todos. Vivir de esta manera provoca y Osho lo sabe, despiertan los egos de todos aquellos que no se atreven a hacerlo conscientemente y que encuentran sentido a sus vidas criticando y señalando a los demás. Osho saca el espejo para enseñar a la sociedad justamente lo que es, porque no ha sido capaz de limpiar su propio espejo para ver reflejado su ser más profundo en un océano de espejos cristalinos que nos llevan a la última experiencia, el amor universal, la conexión más profunda entre todos. Todos los aspectos de la sociedad, su estructura, su origen y el por qué de los conflictos actuales se nos enseña de frente y sin complejos. Y nos retorcemos sin darnos cuenta de lo que se nos está mostrando, señalamos estupefactos a esa secta y hablamos de rolls royces. Cada uno ve un esperpento que no es más que el reflejo de nuestras propias manchas en nuestro espejo que debemos limpiar.
Osho lo dice desde un principio, no engaña a nadie, “sólo vengo a despertaros”. Y continuamente justificamos con nuestro discurso mental y tratamos de señalar otras cosas por nuestros anhelos de pertenencia, reconocimiento, amor e infinitas cosas más. Osho desembarca en América y no nos ofrece más que un espejo a la americana. Nos vemos nosotros mismos en él y no sabemos reconocernos, vemos en él lo que nos parecen barbaridades y que sin embargo somos nosotros mismos. Nos creemos limpios de mal porque hemos aprendido muy bien a esconder nuestros demonios y no enseñarlos, o eso nos creemos. Criticamos a aquellos que se atreven a seguir su corazón, abrir su cuerpo, sacudirlo y dejar salir los males que lo habitan para darse cuenta y progresar hacia la paz interior. Sin embargo no escondemos nada porque todos nuestros actos están dirigidos por nuestros egos, nos hemos convertido en su instrumento sin darnos cuenta y no sabemos ser otra cosa, lo demás nos asusta.
Invito a cada uno a cuestionar desde su más profundo ser cada una de las cuestiones que se ven en este documental, compararlo con su vida, pensar si tan malo es hacer el amor libremente con a quien uno le apetece, o bailar y sacudir el cuerpo para mover todas aquellas energías que no nos atrevemos a reconocer, que hemos ido encapsulando dentro de nosotros y que nos han robado el alma. Invito a cada uno a afrontar su propia cobardía y hacer una reflexión profunda, un ejercicio de conciencia, ir a la raíz y cuestionar lo que estamos viendo fuera de nuestros mecanismos aprendidos.
Una invitación a despertar, es lo que nos regala Osho, y la posibilidad de que tanta gente pase por encima durmiendo me despierta también una profunda compasión. Dejemos de pensar en el bien o mal, correcto o incorrecto, así o asá, el universo es complejo y gigantesco y cabe todo, estamos dentro de una gran rueda que gira sin darnos cuenta y para salir de ella hay muchos radios, cada uno es un camino igual de válido y no es criticable por no ser el nuestro.
La comunidad nace de un auténtico y profundo deseo de ser y de amar. Es lo que queremos todos, incluso aquellos que no lo saben. El camino es duro porque significa desaprender, enfrentarnos a nuestras creencias y cuestionarlo todo, para encontrar la paz al final y entender y vivir nuestra unión con todo y con todos. Vivir de esta manera provoca y Osho lo sabe, despiertan los egos de todos aquellos que no se atreven a hacerlo conscientemente y que encuentran sentido a sus vidas criticando y señalando a los demás. Osho saca el espejo para enseñar a la sociedad justamente lo que es, porque no ha sido capaz de limpiar su propio espejo para ver reflejado su ser más profundo en un océano de espejos cristalinos que nos llevan a la última experiencia, el amor universal, la conexión más profunda entre todos. Todos los aspectos de la sociedad, su estructura, su origen y el por qué de los conflictos actuales se nos enseña de frente y sin complejos. Y nos retorcemos sin darnos cuenta de lo que se nos está mostrando, señalamos estupefactos a esa secta y hablamos de rolls royces. Cada uno ve un esperpento que no es más que el reflejo de nuestras propias manchas en nuestro espejo que debemos limpiar.
Osho lo dice desde un principio, no engaña a nadie, “sólo vengo a despertaros”. Y continuamente justificamos con nuestro discurso mental y tratamos de señalar otras cosas por nuestros anhelos de pertenencia, reconocimiento, amor e infinitas cosas más. Osho desembarca en América y no nos ofrece más que un espejo a la americana. Nos vemos nosotros mismos en él y no sabemos reconocernos, vemos en él lo que nos parecen barbaridades y que sin embargo somos nosotros mismos. Nos creemos limpios de mal porque hemos aprendido muy bien a esconder nuestros demonios y no enseñarlos, o eso nos creemos. Criticamos a aquellos que se atreven a seguir su corazón, abrir su cuerpo, sacudirlo y dejar salir los males que lo habitan para darse cuenta y progresar hacia la paz interior. Sin embargo no escondemos nada porque todos nuestros actos están dirigidos por nuestros egos, nos hemos convertido en su instrumento sin darnos cuenta y no sabemos ser otra cosa, lo demás nos asusta.
Invito a cada uno a cuestionar desde su más profundo ser cada una de las cuestiones que se ven en este documental, compararlo con su vida, pensar si tan malo es hacer el amor libremente con a quien uno le apetece, o bailar y sacudir el cuerpo para mover todas aquellas energías que no nos atrevemos a reconocer, que hemos ido encapsulando dentro de nosotros y que nos han robado el alma. Invito a cada uno a afrontar su propia cobardía y hacer una reflexión profunda, un ejercicio de conciencia, ir a la raíz y cuestionar lo que estamos viendo fuera de nuestros mecanismos aprendidos.
Una invitación a despertar, es lo que nos regala Osho, y la posibilidad de que tanta gente pase por encima durmiendo me despierta también una profunda compasión. Dejemos de pensar en el bien o mal, correcto o incorrecto, así o asá, el universo es complejo y gigantesco y cabe todo, estamos dentro de una gran rueda que gira sin darnos cuenta y para salir de ella hay muchos radios, cada uno es un camino igual de válido y no es criticable por no ser el nuestro.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here