El rey leónAnimación
1994 

7.9
163,749
Animación. Drama. Aventuras. Comedia. Musical. Infantil
La sabana africana es el escenario en el que tienen lugar las aventuras de Simba, un pequeño león que es el heredero del trono. Sin embargo, al ser injustamente acusado por el malvado Scar de la muerte de su padre, se ve obligado a exiliarse. Durante su destierro, hará buenas amistades e intentará regresar para recuperar lo que legítimamente le corresponde. (FILMAFFINITY)
18 de septiembre de 2007
18 de septiembre de 2007
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está más que demostrado que el ser humano, según va madurando físicamente, va adquiriendo una fisonomía cada vez más rígida y dura (y no, no me refiero a ESO, malpensados), como se puede apreciar en los huesos, que van endureciéndose y perdiendo su flexibilidad apta para el crecimiento. También la mollera se hace más dura, y las ideas del exterior entran con mucha más dificultad que como lo hacían antes, en esa época de aprendizaje. Y también el corazón se va endureciendo, y los sentimientos lo tienen más chungo para exteriorizarse y también para entrar.
[Sigo en el spoiler, por el espacio, sin contar nada]
[Sigo en el spoiler, por el espacio, sin contar nada]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero claro, hay ciertos factores exteriores que provocan una no-maduración del ser, y una parte de él queda aún en una niñez. En mi caso, uno de esos factores fue el Rey León, que se quedó anclado desde pequeño en mi corazón (esto es simbólico, si un león de verdad me hubiera metido un bocado en el corazón, ahora dudo que estuviera por aquí soltando esta parrafada). Saltó desde la pantalla de cine, y con su penetrante mirada en forma de poderío visual me paralizó y me dejó atónito, presenciando tal festival de colorido. Y con una garra increíble, en forma de emocionante historia que aunque no precisamente infantil, no traumaba ni nada, se agarró a mí. Y su potente rugido en forma de profesional doblaje, de efectos sonoros imponentes (destacando la espectacularidad de la estampida) y sobretodo, de banda sonora increíble, me enamoró, empezando por la partitura épica de un Hans Zimmer años antes de empezar a reciclar, y siguiendo por las canciones compuestas por Elton John y que eran mejoradas por las gigantescas interpretaciones leoninas. Y finalmente atravesó mi piel, y sus dientes en forma de carismáticos personajes y de secundarios cómicos no cargantes, agarraron con toda su fuerza mi patata personal. Y allí se quedó, soltando una saliva que mantenía una parte de mi corazón blanda e hirviendo la sangre, hasta el día de hoy. Y aún sigue ahí.
Esto no me lo creía, pero el otro día, recordando pelis de la infancia, ésta pareció. Y ya que la tenía, decidí revisarla. No pude evitarlo: cada 15 minutos aproximadamente, los ojos comenzaban a escupir lágrimas. No podía evitarlo. No quería evitarlo. El león que se había agarrado a mí unos 12 o 13 años atrás, seguía rugiendo, y me hervía la sangre, y se me ablandaba todo el corazón entero, no sólo esa pequeña parte de mí que aún continuaba incambiable. Y sonaba «Es la noche del amor» (canción que hace no mucho fue violada en un desastrosa versión pop-basura de Marta Sánchez), y presenciaba aquella mirada lasciva de Nala, y me quedaba enamorado no de la leona, porque eso de la zoofilia animada no me va, sino de aquella historia de amor. Y así hasta el final, mientras los coros me llegaban a todos los rincones del alma.
Entonces pensé que quizá no fuera una de las mejores películas que había visto en mi vida, pero que, desde luego, el haber permanecido ahí, en mi interior, intacta, durante tanto tiempo, y conservándome joven una parte del corazón, tenía mérito. Esta es la peli de mi infancia, al igual que otros tendréis la vuestra, y a lo mejor a mí me parece una peli más bien normalita y olvidable. Es lo que tiene el cine, y la infancia, y la vida. Que según el punto de vista, el cambio de perspectiva puede ser de 180º.
Esto no me lo creía, pero el otro día, recordando pelis de la infancia, ésta pareció. Y ya que la tenía, decidí revisarla. No pude evitarlo: cada 15 minutos aproximadamente, los ojos comenzaban a escupir lágrimas. No podía evitarlo. No quería evitarlo. El león que se había agarrado a mí unos 12 o 13 años atrás, seguía rugiendo, y me hervía la sangre, y se me ablandaba todo el corazón entero, no sólo esa pequeña parte de mí que aún continuaba incambiable. Y sonaba «Es la noche del amor» (canción que hace no mucho fue violada en un desastrosa versión pop-basura de Marta Sánchez), y presenciaba aquella mirada lasciva de Nala, y me quedaba enamorado no de la leona, porque eso de la zoofilia animada no me va, sino de aquella historia de amor. Y así hasta el final, mientras los coros me llegaban a todos los rincones del alma.
Entonces pensé que quizá no fuera una de las mejores películas que había visto en mi vida, pero que, desde luego, el haber permanecido ahí, en mi interior, intacta, durante tanto tiempo, y conservándome joven una parte del corazón, tenía mérito. Esta es la peli de mi infancia, al igual que otros tendréis la vuestra, y a lo mejor a mí me parece una peli más bien normalita y olvidable. Es lo que tiene el cine, y la infancia, y la vida. Que según el punto de vista, el cambio de perspectiva puede ser de 180º.
25 de enero de 2007
25 de enero de 2007
96 de 180 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos puntos concretos y muy diferentes a comentar:
-La animación, que es sencillamente magistral, con un diseño de personajes excelente y unos fondos exquisitamente trabajados. De aquellos tiempos en que el ordenador tan sólo se usaba para imitar movimientos de cámara. Aunque eso aún lo continúa haciendo la productora Ghibli, y con unos resultados tan sublimes como los que aqui nos ocupan. Así que esas opiniones de que es la mejor animación de todos los tiempos... pues va a ser que no. De las mejores, desde luego; pero nunca hay que olvidar que lo de la belleza es algo subjetivo, y que Disney no es la única productora de dibujos animados.
-El argumento, además de ser en líneas generales un pobre resumen descafeinado de Hamlet, ni se adapta a los adultos por sus continuos infantilismos, ni es del todo apropiado para los más pequeños al contener escenas violentas. Además del maniqueísmo latente en ése mensaje tan pobre de que cada cual debe ser lo que toca, y que hay quien nace para mandar, igual que otros para obedecer (y morir para que se alimenten los poderosos), y que eso se ha de aceptar y respetar.
Así pues, tan sólo la recomendaría por la extrema belleza de sus imágenes, aunque siempre avisando de que el guión es una birria.
Ahora, que comience el bombardeo... que gracias al nuevo sistema de valoración de esta página, no sólo se puede confundír a los usuarios a base de puntuaciones desorbitadas, sino también ninguneando cualquier opinión que difiera de la gran mayoría.
-La animación, que es sencillamente magistral, con un diseño de personajes excelente y unos fondos exquisitamente trabajados. De aquellos tiempos en que el ordenador tan sólo se usaba para imitar movimientos de cámara. Aunque eso aún lo continúa haciendo la productora Ghibli, y con unos resultados tan sublimes como los que aqui nos ocupan. Así que esas opiniones de que es la mejor animación de todos los tiempos... pues va a ser que no. De las mejores, desde luego; pero nunca hay que olvidar que lo de la belleza es algo subjetivo, y que Disney no es la única productora de dibujos animados.
-El argumento, además de ser en líneas generales un pobre resumen descafeinado de Hamlet, ni se adapta a los adultos por sus continuos infantilismos, ni es del todo apropiado para los más pequeños al contener escenas violentas. Además del maniqueísmo latente en ése mensaje tan pobre de que cada cual debe ser lo que toca, y que hay quien nace para mandar, igual que otros para obedecer (y morir para que se alimenten los poderosos), y que eso se ha de aceptar y respetar.
Así pues, tan sólo la recomendaría por la extrema belleza de sus imágenes, aunque siempre avisando de que el guión es una birria.
Ahora, que comience el bombardeo... que gracias al nuevo sistema de valoración de esta página, no sólo se puede confundír a los usuarios a base de puntuaciones desorbitadas, sino también ninguneando cualquier opinión que difiera de la gran mayoría.
20 de abril de 2006
20 de abril de 2006
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque esta película con tanto animalito y tanto colorín es, ni más ni menos, que un ejemplo de lo que el poder y la envidia puede traer en cualquier grupo social, por muy pintoresco que sea.
Es la historia de un golpe de estado, para el que no se cortan en pedir ayuda a los enemigos naturales a riesgo de deberles luego demasiado.
Un principito presuntuoso que pasa de todo y prefiere vivir la vida a su aire hasta que descubre que el hecho de ser gobernante no sólo lo incumbe a él, sino que tiene que tomar decisiones por el bien de las personas que lo rodean.
Aparte del argumento, la belleza de unas imágenes que no se habían visto hasta el momento, unos personajes divertidos dentro de sus desgracias, con tanta vida y sinceridad da como resultado una película de las que no se olvidan con facilidad.
Banda sonora fenómena
Es la historia de un golpe de estado, para el que no se cortan en pedir ayuda a los enemigos naturales a riesgo de deberles luego demasiado.
Un principito presuntuoso que pasa de todo y prefiere vivir la vida a su aire hasta que descubre que el hecho de ser gobernante no sólo lo incumbe a él, sino que tiene que tomar decisiones por el bien de las personas que lo rodean.
Aparte del argumento, la belleza de unas imágenes que no se habían visto hasta el momento, unos personajes divertidos dentro de sus desgracias, con tanta vida y sinceridad da como resultado una película de las que no se olvidan con facilidad.
Banda sonora fenómena
21 de noviembre de 2009
21 de noviembre de 2009
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El joven cachorro Simba es expulsado por su malvado tío Scar a consecuencia de la desgraciada muerte de su padre, Mufasa. Forzado a defenderse por sí mismo entabla amistad con dos carismáticos -a la vez que extraños- personajes: Timon y Pumba. Al cabo de unos años se dará cuenta del sitio que debe ocupar en el "ciclo de la vida", es decir, el trono del reino usurpado actualmente por Scar.
En 1991 Disney estrenó la mágica 'La bella y la bestia' siendo ésta la primera película animada candidata al premio de la Academia a la mejor película. A partir de entonces, Disney se puso el mono de trabajo y compuso su animación al día con una bella mezcla de dibujos tradicionales y dibujos generados a ordenador. Tres años después, en 'El rey león' no sólo se fijaron los niveles técnicos de 'La bella y la bestia', sino que se convirtió al instante en otro clásico de Disney, compartiendo estantería junto a otras cintas tan lacrimógenas como 'Blancanieves y los siete enanitos', 'Dumbo' o 'Bambi'.
'El rey león' funciona tan bien porque contiene algunos de los elementos que convierten a esta clase de películas en una maravilla: un desarrollo tradicional, acción a raudales, aventura en la sabana, una banda sonora más que envidiable con canciones para el recuerdo y un sentimentalismo que rebosa las cuatro esquinas de la pantalla gracias a unos personajes a cada cual más entrañable. Así es como las escenas del cachorro atraerán a los más pequeños de la casa y la impresionante animación dejará boquiabiertos a los más adultos.
La respalda como ya dije, la pegadiza música de Elton John, que incluye los éxitos "Hakuna Matata", "Circle of Life" o la oscarizada canción "Can you feel the love tonight". La parte que le corresponde a Hans Zimmer es más de lo mismo, una emotiva banda sonora (también recompensada con una estatuilla) que nos lleva en volandas por todo el reino animal que Disney nos regala. Repito, es tremendamente conmovedora, en especial la relación entre Simba y su padre Mufasa (genialmente doblado por Constantino Romero), teniendo en cuenta que se trata sólo de personajes animados.
Por suerte tenemos a nuestro Zazú, a Timón y Pumba y a ese trío de hienas socarronas que nos alivian y nos hacen partirnos de risa; de lo contrario, todos exigiríamos que el DVD o el Blu-ray fueran acompañados de una caja de pañuelos de papel. Muy difícil lo tiene Pixar (ojo que son palabras mayores) para relevar a 'El rey león' como mi segunda película favorita de animacíon.
En 1991 Disney estrenó la mágica 'La bella y la bestia' siendo ésta la primera película animada candidata al premio de la Academia a la mejor película. A partir de entonces, Disney se puso el mono de trabajo y compuso su animación al día con una bella mezcla de dibujos tradicionales y dibujos generados a ordenador. Tres años después, en 'El rey león' no sólo se fijaron los niveles técnicos de 'La bella y la bestia', sino que se convirtió al instante en otro clásico de Disney, compartiendo estantería junto a otras cintas tan lacrimógenas como 'Blancanieves y los siete enanitos', 'Dumbo' o 'Bambi'.
'El rey león' funciona tan bien porque contiene algunos de los elementos que convierten a esta clase de películas en una maravilla: un desarrollo tradicional, acción a raudales, aventura en la sabana, una banda sonora más que envidiable con canciones para el recuerdo y un sentimentalismo que rebosa las cuatro esquinas de la pantalla gracias a unos personajes a cada cual más entrañable. Así es como las escenas del cachorro atraerán a los más pequeños de la casa y la impresionante animación dejará boquiabiertos a los más adultos.
La respalda como ya dije, la pegadiza música de Elton John, que incluye los éxitos "Hakuna Matata", "Circle of Life" o la oscarizada canción "Can you feel the love tonight". La parte que le corresponde a Hans Zimmer es más de lo mismo, una emotiva banda sonora (también recompensada con una estatuilla) que nos lleva en volandas por todo el reino animal que Disney nos regala. Repito, es tremendamente conmovedora, en especial la relación entre Simba y su padre Mufasa (genialmente doblado por Constantino Romero), teniendo en cuenta que se trata sólo de personajes animados.
Por suerte tenemos a nuestro Zazú, a Timón y Pumba y a ese trío de hienas socarronas que nos alivian y nos hacen partirnos de risa; de lo contrario, todos exigiríamos que el DVD o el Blu-ray fueran acompañados de una caja de pañuelos de papel. Muy difícil lo tiene Pixar (ojo que son palabras mayores) para relevar a 'El rey león' como mi segunda película favorita de animacíon.
10 de julio de 2008
10 de julio de 2008
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda existe un "Antes y Después" del Rey León.
Antes las películas infantiles eran solo eso: películas para niños.
A partir del Rey León se convirtieron en un género que podrían fascinar a los jóvenes y adultos.
La historia, sin duda, es muy emotiva y conmovedora, la música... excelentísima.
Qué decir de las bellas imágenes: simplemente un deleite visual, que en conjunto con el sonido, crean una atmósfera que hace que valga la pena verla en el cine o el dinero que te gastaste en tu gran Home Theater.
Esta película trascendió de ser un clásico infantil, a un "Clásico del Cine".
Antes las películas infantiles eran solo eso: películas para niños.
A partir del Rey León se convirtieron en un género que podrían fascinar a los jóvenes y adultos.
La historia, sin duda, es muy emotiva y conmovedora, la música... excelentísima.
Qué decir de las bellas imágenes: simplemente un deleite visual, que en conjunto con el sonido, crean una atmósfera que hace que valga la pena verla en el cine o el dinero que te gastaste en tu gran Home Theater.
Esta película trascendió de ser un clásico infantil, a un "Clásico del Cine".
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