Licencia para matar
1975 

5.8
4,275
Acción. Thriller
Jonathan Hemlock es un profesor de historia del arte que, anteriormente, llevaba una peligrosa doble vida como asesino a sueldo para una organización secreta internacional. Sin embargo, ahora será chantajeado para llevar a cabo una última misión: la víctima será una de las tres personas que intentan la ascensión al Eiger, una peligrosa cumbre de los Alpes Suizos. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2015
1 de marzo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era la última película de Clint Eastwood que me quedaba por ver como director antes de El francotirador que pronto la veré y la verdad es que últimamente me estaban decepcionando un poquito los últimos trabajos que he visto de él recientemente así que mi interés por Licencia para matar bajó un poco y aunque he disfrutado la considero de lo más normal de la filmografía de Clint.
Licencia para matar gana enteros desde el principio, muy entretenida, intensa y divertida con momentos realmente desternillantes y al más puro estilo habitual en su filmografía como si fuera Harry Callahan más que otro personaje. Desde el entretenamiento hasta una de las peleas y diálogos cerca de la piscina todo funciona, la banda sonora de John Williams que resulta demasiado grande e inesperada en una película de Clint y por supuesto la dirección bastante solvente y directa.
Quizás la cinta se pierda por los convencionalismos y tópicos además de renunciar al intenso ritmo que debería solventar la segunda mitad de la cinta donde la base de la cinta se hace presente que es el alpinismo pero me ha parecido la parte más pesada y aburrida cuando debería ser la mejor y por ello la cinta me ha decepcionado en ese sentido yendo de más a menos pero aún así la marca Eastwood está presente, hay momentos muy buenos y el guión sin ser una maravilla logra cumplir como entretenimiento pasajero y comercial más que arriesgado como otras cintas del director. Interesante.
Licencia para matar gana enteros desde el principio, muy entretenida, intensa y divertida con momentos realmente desternillantes y al más puro estilo habitual en su filmografía como si fuera Harry Callahan más que otro personaje. Desde el entretenamiento hasta una de las peleas y diálogos cerca de la piscina todo funciona, la banda sonora de John Williams que resulta demasiado grande e inesperada en una película de Clint y por supuesto la dirección bastante solvente y directa.
Quizás la cinta se pierda por los convencionalismos y tópicos además de renunciar al intenso ritmo que debería solventar la segunda mitad de la cinta donde la base de la cinta se hace presente que es el alpinismo pero me ha parecido la parte más pesada y aburrida cuando debería ser la mejor y por ello la cinta me ha decepcionado en ese sentido yendo de más a menos pero aún así la marca Eastwood está presente, hay momentos muy buenos y el guión sin ser una maravilla logra cumplir como entretenimiento pasajero y comercial más que arriesgado como otras cintas del director. Interesante.
14 de diciembre de 2017
14 de diciembre de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que nadie se confunda con el ridículo título que le pusieron aquí en España, porque no se trata de una película de James Bond, sino una que dirigió Clint Eastwood hoy prácticamente desconocida.
Aquí nos lo encontramos en mitad un batiburrillo de elementos increíble y apareciendo como asesino a sueldo y escalador de montañas...¿qué fan suyo rechazaría esta oferta? Tras compartir protagonismo con el carismático y joven Jeff Bridges en "Un Botín de 500.000 Dólares", Eastwood se encontraba con una jugosa oferta: adaptar y protagonizar la famosa novela "The Eiger Sanction" de Rodney W. Whitaker, un "thriller" de acción y aventuras que fusilaba el género de espías que tanto pegaba en los '70 y sobre todo hacía parodia de las historias de James Bond, en donde un profesor de universidad, Jonathan Hemlock, lleva una doble vida emocionante (muy a lo Indiana Jones esto, ¿no?) como renombrado alpinista y además como asesino a sueldo de una organización secreta del Gobierno, la CII, donde los trabajos son llamados "sanciones".
Nuestro amigo Eastwood se encontraba en una situación un tanto difícil. A él las películas de espías no le interesaban en absoluto, pero si por algo aceptó el encargo de los productores Richard Zanuck y David Brown, tras rechazarlo Paul Newman por considerarlo "demasiado violento", fue por dos cosas: porque con él terminaría por fin su contrato con la Universal Pictures para mudarse a la Warner Bros., ya que quedó tremendamente desilusionado por cómo manejó la compañía "Escalofrío en la Noche" y "Primavera en Otoño", y por la oportunidad de poder rodar secuencias de alpinismo en un escenario natural, no en un decorado, como se solía hacer por aquel entonces.
Aquí vemos como su álter-ego, este cáustico, cínico y mujeriego maestro ha decidido retirarse y vivir una apacible vida, cosa que no podrá hacer porque es chantajeado por su aterrador, albino y ex-nazi jefe Dragon, así que se verá forzado a matar a dos criminales más, con el inconveniente es que uno de ellos va a escalar el Eiger, uno de los picos más emblemáticos de los Alpes Suizos. Sin duda el actor/director aceptó un reto de los grandes cuando, después de pedir que se retocara el guión (se había hecho ya cien veces), se puso detrás de las cámaras para llevar a la pantalla la novela de Whitaker y delante para encarnar al protagonista, en lo que sería su cuarta obra como director tras el anteriormente citado drama "Primavera...".
Peculiares hay que admitir que fueron desde luego aquellos primeros films de Eastwood. Seguro que los que admiran trabajos suyos más actuales como "Mystic River", "El Intercambio" o "J. Edgar", los cuales siguen un estilo cinematográfico clásico y añejo, no están para nada familiarizados con los antiguos que realizó, muchísimo más arriesgados, transgresores y experimentales, en cierto modo. Basta recordar "Infierno de Cobardes", una auténtica extrañeza de película, inclasificable aun estando enmarcada en el "western".
En "Licencia para Matar" nos trae un film que, al igual que la novela, espoilea bien las aventuras de agentes secretos a lo James Bond, ofreciéndonos un imaginario de no creérselo, donde tenemos de todo: asesinos a sueldo, dobles identidades, chicas explosivas, misteriosas organizaciones, asuntos de microfilms sacados de las películas de espías de la Guerra Fría, peligrosas misiones en el extranjero, persecuciones por el desierto y, como guinda final, espectaculares escaladas de montaña, todo funcionando como una farsa de las misiones de 007.
Éste encuentra su antagonista más directo en Hemlock, un carismático, cínico y duro asesino en el que al sr. Eastwood le va que ni pintado, aunque su interpretación peque de impersonal y fría. Pero sabe aportar al film un ambiente oscuro y extraño (bien reflejado en las secuencias del despacho de Dragon, el jefe de Hemlock), aparte de dotarlo con violencia, intriga, sexo, humor negro, su homenaje al "western" (rodar en el Monument Valley tuvo que ser un sueño para él), a Don Siegel (ese último plano aéreo tan distintivo) y unas tremendamente bien filmadas escenas de alpinismo, donde el buen hombre, con sus 45 tacos, arriesgó el tipo haciéndolas él mismo.
Lo malo es que el resultado también es bastante esperpéntico y a veces incluso autoparódico (qué momento cuando George se quita la camiseta para que Hemlock suba la pared) y curiosamente en su parte final, la de la escalada al Eiger, la trama pierde fuerza y se vuelve monótona, al igual que ocurriría en la posterior "Firefox", en donde, tras ese argumento de espías bien construido, se esfuma la credibilidad al subirse el protagonista en el avión, pegando todo un vuelco inesperado a la par que desesperante.
Una cosa parecida ocurre aquí. Forman buen equipo con el actor/director un irreconocible Thayer David, Jack Cassidy en el papel del asesino homosexual Mellough, la despampanante Brenda Venus y el siempre genial George Kennedy (que se lleva la mejor frase de la película: "deberías follar, te sentaría bien"; ataque directo en las narices a las féminas de hoy en día...insuperable este hombre, de verdad).
Muy interesante 4.ª obra de Clint Eastwood, pero no clásica.
Se resarciría bien al año siguiente con "El Fuera de la Ley".
Aquí nos lo encontramos en mitad un batiburrillo de elementos increíble y apareciendo como asesino a sueldo y escalador de montañas...¿qué fan suyo rechazaría esta oferta? Tras compartir protagonismo con el carismático y joven Jeff Bridges en "Un Botín de 500.000 Dólares", Eastwood se encontraba con una jugosa oferta: adaptar y protagonizar la famosa novela "The Eiger Sanction" de Rodney W. Whitaker, un "thriller" de acción y aventuras que fusilaba el género de espías que tanto pegaba en los '70 y sobre todo hacía parodia de las historias de James Bond, en donde un profesor de universidad, Jonathan Hemlock, lleva una doble vida emocionante (muy a lo Indiana Jones esto, ¿no?) como renombrado alpinista y además como asesino a sueldo de una organización secreta del Gobierno, la CII, donde los trabajos son llamados "sanciones".
Nuestro amigo Eastwood se encontraba en una situación un tanto difícil. A él las películas de espías no le interesaban en absoluto, pero si por algo aceptó el encargo de los productores Richard Zanuck y David Brown, tras rechazarlo Paul Newman por considerarlo "demasiado violento", fue por dos cosas: porque con él terminaría por fin su contrato con la Universal Pictures para mudarse a la Warner Bros., ya que quedó tremendamente desilusionado por cómo manejó la compañía "Escalofrío en la Noche" y "Primavera en Otoño", y por la oportunidad de poder rodar secuencias de alpinismo en un escenario natural, no en un decorado, como se solía hacer por aquel entonces.
Aquí vemos como su álter-ego, este cáustico, cínico y mujeriego maestro ha decidido retirarse y vivir una apacible vida, cosa que no podrá hacer porque es chantajeado por su aterrador, albino y ex-nazi jefe Dragon, así que se verá forzado a matar a dos criminales más, con el inconveniente es que uno de ellos va a escalar el Eiger, uno de los picos más emblemáticos de los Alpes Suizos. Sin duda el actor/director aceptó un reto de los grandes cuando, después de pedir que se retocara el guión (se había hecho ya cien veces), se puso detrás de las cámaras para llevar a la pantalla la novela de Whitaker y delante para encarnar al protagonista, en lo que sería su cuarta obra como director tras el anteriormente citado drama "Primavera...".
Peculiares hay que admitir que fueron desde luego aquellos primeros films de Eastwood. Seguro que los que admiran trabajos suyos más actuales como "Mystic River", "El Intercambio" o "J. Edgar", los cuales siguen un estilo cinematográfico clásico y añejo, no están para nada familiarizados con los antiguos que realizó, muchísimo más arriesgados, transgresores y experimentales, en cierto modo. Basta recordar "Infierno de Cobardes", una auténtica extrañeza de película, inclasificable aun estando enmarcada en el "western".
En "Licencia para Matar" nos trae un film que, al igual que la novela, espoilea bien las aventuras de agentes secretos a lo James Bond, ofreciéndonos un imaginario de no creérselo, donde tenemos de todo: asesinos a sueldo, dobles identidades, chicas explosivas, misteriosas organizaciones, asuntos de microfilms sacados de las películas de espías de la Guerra Fría, peligrosas misiones en el extranjero, persecuciones por el desierto y, como guinda final, espectaculares escaladas de montaña, todo funcionando como una farsa de las misiones de 007.
Éste encuentra su antagonista más directo en Hemlock, un carismático, cínico y duro asesino en el que al sr. Eastwood le va que ni pintado, aunque su interpretación peque de impersonal y fría. Pero sabe aportar al film un ambiente oscuro y extraño (bien reflejado en las secuencias del despacho de Dragon, el jefe de Hemlock), aparte de dotarlo con violencia, intriga, sexo, humor negro, su homenaje al "western" (rodar en el Monument Valley tuvo que ser un sueño para él), a Don Siegel (ese último plano aéreo tan distintivo) y unas tremendamente bien filmadas escenas de alpinismo, donde el buen hombre, con sus 45 tacos, arriesgó el tipo haciéndolas él mismo.
Lo malo es que el resultado también es bastante esperpéntico y a veces incluso autoparódico (qué momento cuando George se quita la camiseta para que Hemlock suba la pared) y curiosamente en su parte final, la de la escalada al Eiger, la trama pierde fuerza y se vuelve monótona, al igual que ocurriría en la posterior "Firefox", en donde, tras ese argumento de espías bien construido, se esfuma la credibilidad al subirse el protagonista en el avión, pegando todo un vuelco inesperado a la par que desesperante.
Una cosa parecida ocurre aquí. Forman buen equipo con el actor/director un irreconocible Thayer David, Jack Cassidy en el papel del asesino homosexual Mellough, la despampanante Brenda Venus y el siempre genial George Kennedy (que se lleva la mejor frase de la película: "deberías follar, te sentaría bien"; ataque directo en las narices a las féminas de hoy en día...insuperable este hombre, de verdad).
Muy interesante 4.ª obra de Clint Eastwood, pero no clásica.
Se resarciría bien al año siguiente con "El Fuera de la Ley".
2 de septiembre de 2021
2 de septiembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en donde el gran Clint daba sus primeros pasos como director.
Acá interpreta un personaje que tiene una doble vida como profesor y como asesino a sueldo para una organización secreta internacional.
Las escenas de acción son flojas, las escenas de diálogos se estiran más de lo conveniente, hay situaciones no muy creíbles.
Pero hay algo que salva a la película y son las escenas espectaculares en Monument Valley y en los Alpes .
Es increíble ver a Clint subiendo el colosal Totem Pole, en el Monument Valley, mas teniendo en cuenta que en esos años no existían los drones u otros artefactos para filmar desde el aire.
También la escalada al imponente Eiger de Suiza, espectaculares las escenas filmadas, en tiempo que las filmaciones se hacían sin efectos digitales, de los que tanto abusan hoy en día.
También es sobresaliente la banda sonora, del gran John Williams.
Teniendo en cuenta la mediocridad de lo que se filma hoy, a pesar de lo flojo del argumento podemos decir que la película es entretenida y tiene el plus de las escenas de alpinismo, ellas solo justifican la visión de la película.
Lo peor. La película flojea en varias situaciones.
Lo mejor :las trepadas de Clint en el Totem Pole y le majetuoso Eiger, realmente impresionante.
Acá interpreta un personaje que tiene una doble vida como profesor y como asesino a sueldo para una organización secreta internacional.
Las escenas de acción son flojas, las escenas de diálogos se estiran más de lo conveniente, hay situaciones no muy creíbles.
Pero hay algo que salva a la película y son las escenas espectaculares en Monument Valley y en los Alpes .
Es increíble ver a Clint subiendo el colosal Totem Pole, en el Monument Valley, mas teniendo en cuenta que en esos años no existían los drones u otros artefactos para filmar desde el aire.
También la escalada al imponente Eiger de Suiza, espectaculares las escenas filmadas, en tiempo que las filmaciones se hacían sin efectos digitales, de los que tanto abusan hoy en día.
También es sobresaliente la banda sonora, del gran John Williams.
Teniendo en cuenta la mediocridad de lo que se filma hoy, a pesar de lo flojo del argumento podemos decir que la película es entretenida y tiene el plus de las escenas de alpinismo, ellas solo justifican la visión de la película.
Lo peor. La película flojea en varias situaciones.
Lo mejor :las trepadas de Clint en el Totem Pole y le majetuoso Eiger, realmente impresionante.
14 de julio de 2024
14 de julio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Bond tenía licencia para matar, y Clint Eastwood tiene -merced al título español- licencia para eso y para debutar en el cine de acción contemporáneo, aunque aquí las derivas tengan más cercanía con el de aventuras, para menear dentro de la misma coctelera al agente OO7 -o como mínimo tomar prestada su reciente propensión a los paisajes nevados-, adelantarse al pluriempleo del doctor Henry Jones Jr. -con el que compartiría a John Williams- currando como un aparentemente estirado y aburrido profesor de historia del arte, y sentar una catedra que nunca desaparecería genéricamente, la del asesino u/o espía retirado reincorporado a regañadientes y bajo coacción a su antigua ocupación... aparcando a sus alumnas:
"- Estoy dispuesta a cualquier cosa para subir mi nota, profesor. A cualquier cosa.
- ¿Estás sola en casa esta noche?
- Sí.
- Pues busca una silla y ponte a estudiar hasta que te duela el culo (palmada en el trasero) ... ¡pero que no te duela demasiado!".
¡Clint pelea con traje! ¡Clint pelea en tirantes! ¡Clint pelea sin camiseta con Brenda Venus en la cama! A propósito de Venus, no me voy a enrollar a costa de las bromas de Clint sobre indios, ni de las de albinos, ni de las de caniches en celo, ni de las de afroamericanos, ni las de gays, ni las de... bueno, tiene un poco para todos.
Ni aunque viviese mil años se me ocurriría una descripción mejor para ésta, la adaptación de 'The Eiger Sanction' (Trevanian) del tío Clint, que la de su propio trailer cinematográfico en España:
"Jonathan Hemlock, coleccionista de arte... ¡y de mujeres! Un experto escalador... ¡experto en sanciones!".
La nieve se está calentando.
"- Estoy dispuesta a cualquier cosa para subir mi nota, profesor. A cualquier cosa.
- ¿Estás sola en casa esta noche?
- Sí.
- Pues busca una silla y ponte a estudiar hasta que te duela el culo (palmada en el trasero) ... ¡pero que no te duela demasiado!".
¡Clint pelea con traje! ¡Clint pelea en tirantes! ¡Clint pelea sin camiseta con Brenda Venus en la cama! A propósito de Venus, no me voy a enrollar a costa de las bromas de Clint sobre indios, ni de las de albinos, ni de las de caniches en celo, ni de las de afroamericanos, ni las de gays, ni las de... bueno, tiene un poco para todos.
Ni aunque viviese mil años se me ocurriría una descripción mejor para ésta, la adaptación de 'The Eiger Sanction' (Trevanian) del tío Clint, que la de su propio trailer cinematográfico en España:
"Jonathan Hemlock, coleccionista de arte... ¡y de mujeres! Un experto escalador... ¡experto en sanciones!".
La nieve se está calentando.
26 de septiembre de 2015
26 de septiembre de 2015
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente ‘Licencia para matar’ es una entretenida película que sabe mezclar con bastante acierto las intrigas de los espías, la espectacularidad de la escalada y un poco de parodia respecto a las películas de agentes de secretos tipo James Bond. De hecho, creo que podíamos dividir la cinta en tres partes bien diferenciadas pero unidas por un mismo arco argumental.
La película, además cuenta con unas bellas imágenes de escaladas de los montes norteamericanos dónde se entrena Hemlock y de los propios Alpes. Estas imágenes corresponden al Yosemite National Park, al Tótem navajo situado en el Monument Valley de Arizona al que el propio Eastwood ascendió y al monte Eiger.
Quisiera destacar también el positivo trabajo en la cinta no sólo de Clint Eastwood, sino también del sólido George Kennedy en el papel de Ben, el amigo de Eastwood y el hombre base en la escalada final. Ambos protagonistas lucen a gran altura, especialmente George Kennedy.
En definitiva: ‘Licencia para matar’ es un buen cocktail de espías, intriga y alpinismo con ciertas dosis de parodia que merece más de un visionado. Además, cuenta con grandes imágenes de parajes naturales montañosos, con la caristmática presencia de Clint Eastwood y con un George Kennedy en estado de gracia.
-Lo mejor: La ambientación natural montañosa del film. La mezcla de géneros. Clint Eastwood y George Kennedy. La escalada final.
-Lo peor: Quizás su tono paródico del género de los espías le haga perder algo de "seriedad" al producto final.
-Más en: www.cineycine.com
La película, además cuenta con unas bellas imágenes de escaladas de los montes norteamericanos dónde se entrena Hemlock y de los propios Alpes. Estas imágenes corresponden al Yosemite National Park, al Tótem navajo situado en el Monument Valley de Arizona al que el propio Eastwood ascendió y al monte Eiger.
Quisiera destacar también el positivo trabajo en la cinta no sólo de Clint Eastwood, sino también del sólido George Kennedy en el papel de Ben, el amigo de Eastwood y el hombre base en la escalada final. Ambos protagonistas lucen a gran altura, especialmente George Kennedy.
En definitiva: ‘Licencia para matar’ es un buen cocktail de espías, intriga y alpinismo con ciertas dosis de parodia que merece más de un visionado. Además, cuenta con grandes imágenes de parajes naturales montañosos, con la caristmática presencia de Clint Eastwood y con un George Kennedy en estado de gracia.
-Lo mejor: La ambientación natural montañosa del film. La mezcla de géneros. Clint Eastwood y George Kennedy. La escalada final.
-Lo peor: Quizás su tono paródico del género de los espías le haga perder algo de "seriedad" al producto final.
-Más en: www.cineycine.com
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