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Los destellos

Drama La vida de Isabel da un inesperado giro el día en que su hija Madalen le pide que visite regularmente a Ramón, que se encuentra enfermo. Tras quince años alejada de su exmarido, un hombre al que ve como a un desconocido pese a que fueron familia durante años, en Isabel comienzan a reavivarse resentimientos que creía superados. Sin embargo, al acompañar a Ramón en su momento más vulnerable, Isabel conseguirá ver con otros ojos el fracaso ... [+]
Críticas 61
Críticas ordenadas por utilidad
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5 de octubre de 2024
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es tan lejana, o sí, la última representación del mismo vía crucis emocional a cargo de Fernando Franco en su ya penultimo trabajo de 2017 ('Morir'), y está al caer la próxima de Pedro Almodóvar, en la que los sentimientos de dos corazones separados, sea en una relación de índole sentimental o de amistad, caen escurridizos de la separación impuesta por el tiempo y avatares de las circunstancias personales para reestrechar lazos, paradójicamente, bajo la sombra del ciclo que les separará irremediablemente. Para el caso que le ocupa al tercer y más minimalista de los largometrajes de Pilar Palomero hasta la fecha ('Las niñas', 'La maternal'), el sentimiento de reconciliación aflora salpicando a bocajarro sobre una ex pareja que, ante la inminente partida de él del plano de existencia de los vivos, ven una última oportunidad, sufragada por el raciocinio adolescente -eso no ha cambiado respecto al resto de obras de su directora- de un papel juicioso desempeñado por su hija (Marina Guerola), acercándolos para limar asperezas y sofocar el resentimiento dando como resultas el previsible choque de trenes (de alta velocidad) entre Patricia López Arnaiz y Antonio de la Torre en una tesis catártica de amores hibernados, tóxicos aunque puros a la vez dependiendo del pie con que caminen dos antiguos amantes, dos viejos compañeros desprovistos de fuerza necesaria para depurarse sin ayuda del otro. Julián López interviene en un pequeño papel que, pese al cariz casi testimonial, se posiciona en lo interpretativo más cerca de su talento como escritor de lo que suele hacerlo con la mayor parte de vehículos mainstream en los que interviene como protagonista principal: no creo en el menosprecio al cine comercial, de hecho aborrezco ese postureo, pero hay comedias y comedias. Después de PLANETARIO (Ed. Suma de Letras) ésta es la segunda vez que me hace llorar el mismo tipo que gritaba "frejjjsquísssimooo" con una dentadura podrida falsa.
Amor, odio, amistad, rencor, felicidad y dolor abrazados en un engranaje extraordinariamente engrasado por una amarga belleza que te toca la patata entre fósiles y pasodobles.
6
5 de octubre de 2024
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diálogos mínimos, habla la cámara.
La cámara es la protagonista, la que escribe el guion, la que describe las emociones de los protagonistas.
Antonio de la Torre es el enfermo y borda el papel, su respiración, su voz, su sonrisa, el triste humor del desahuciado. Patricia, su exmujer, interpreta bien las contradicciones de su pasado, un pasado que la directora Palomero no explicita para que a partir de esas elipsis, todos imaginemos lo que queramos sobre la vida anterior de los personajes.

La directora Palomero juega con planos y escenas muy largas para crear el ambiente que pretende (es un patrón en toda su filmografía). Para mí, abusa de este recurso y creo que podría salpicar la cinta de otros elementos o recursos consiguiendo el mismo efecto. Puede entusiasmar a algunos espectadores pero puede aburrir a otros, conminarles a mirar el reloj.
8
12 de octubre de 2024
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Idea motora. La proximidad de la muerte altera las relaciones familiares. En ocasiones, hace olvidar afrentas, desacuerdos, incomodidades. Quien siente su cercanía, quien siente que su tiempo se agota, agranda su vulnerabilidad, y el entorno es decisivo en como enfrenta la despedida de lo que ama.

Como es llevado a la pantalla. Relatando como la vulnerabilidad que provoca la enfermedad, la cercanía de la muerte de un padre, modifica su relación con su hija y con su ex-pareja, madre del personaje interpretado por Marina Guerola. Cada uno de los personajes vive la presencia de la muerte de una manera propia. El personaje interpretado por Antonio de la Torre debe aprender a aceptar como dejará de ver a su hija,como se perderá momentos perfectos, llenos de alegría. Junto con su ex-mujer, interpretada por Patricia López Arnaiz, quiere olvidar las ofensas que sufrió o infligió, colocar en un segundo plano el dolor del recuerdo y vivir el presente. El equipo de cuidados paliativos, las nuevas parejas, los amigos y amigas acompañan en este paseo por el amor y la muerte que se desarrolla ante nuestros ojos.

Lo que más me ha llamado la atención en la dirección de la película. La dirección de actores y actrices es soberbia. La mayor parte de las escenas se hacen sobre planos fijos. La cámara acompaña a los personajes en sus desplazamientos, lentamente.

Lo que más me ha gustado de la película. Como refleja como esa proximidad afectiva que lleva la proximidad de la muerte, esa voluntad de olvidar las ofensas, el dolor, la pena, sigue teniendo la barrera del contacto corporal, del abrazo, del beso. Mientras que la hija se acomoda al cuerpo de su padre al caminar, al ver la televisión, a acariciarse o cogerse de la mano, su ex-mujer mantiene esa distancia física, que tiene tantos orígenes, tantas caras, y que hace que el afecto, el amor, se exprese de otras maneras, más allá del contacto con la piel. También destaca el papel de la nueva pareja de Patricia, buscando como no alterar eso que ve como un amistoso reencuentro

Lo que menos me ha gustado. La excesiva presencia de Patricia López Arnaiz. Hace una excelente interpretación, aguanta largos primeros planos que aportan poco a la película. De hecho, el cartel anunciador de la película es uno de esos momentos en donde la cámara permanece fija en el rostro de Patricia.

Las escenas que quedan en mi retina. Muchas, pero a mi modo de ver destaca la charla que tiene con el equipo de cuidados paliativos. Como con una inmensa ternura le plantea la proximidad de la muerte, un hecho inevitable, que diferentes culturas tratan de manera diferente, que en nuestro país se tiende a ignorar, a ocultar, y que puede enfrentarse con naturalidad, como algo que siempre acompaña a la vida.

Conclusión. Una película notable, bien dirigida, muy bien interpretada, con un ritmo adecuado al tema que trata. No es fácil abordar el efecto de la muerte en una familia sin sensiblería, sin sentir tus ojos humedecerse al ver como los actores y actrices lloran. Esta película logra tratar esa muerte con originalidad, desde el punto de vista del olvido de las ofensas, de intentar llenar la soledad, el miedo, la pena de quien va a fallecer. Como intentamos evitar, siempre que podamos, que la persona muera sola, sin nadie en su habitación, sin nadie a quien mirar en el último momento de consciencia, sin sentir el contacto de una mano, de un cuerpo que te toque, que te alivie la soledad de la muerte.
5
29 de octubre de 2024
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver la película, me sorprende la unanimidad de las criticas profesionales. Es verdad que muestra el paso a la muerte espléndidamente, con gran sensibilidad. Pero absolutamente nada más. Los personajes no muestran ningún ángulo fuera del que les toca. Es una película ABURRIDA, y para mi eso es imperdonable.
8
2 de octubre de 2024
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda vez que Pilar Palomero compite por la Concha de oro y otros premios del palmarés oficial del Festival de San Sebastián, después de hacerlo con "La maternal".
El cine de la directora española me gusta, al menos las tres películas que ha dirigido, por lo que cuenta y cómo lo hace, sabiendo sacar el máximo partido de todos los aspectos técnicos y artísticos que rodean a los personajes, además de tener unos buenos trabajos interpretativos.
Nos encontramos con una historia dramática que tiene como personaje central el de Isabel, una mujer que quiere rehacer su vida, junto a su nueva pareja, intentando dejar de lado su pasado junto a Ramón, el padre de su hija Madalen.

Pero este hombre con el que tuvo una relación de muchos años en el pasado, no se encuentra bien de salud, y cada paso que intenta dar esta mujer para dar un giro a su vida, se encuentra con el dilema moral de abandonar a Ramón, teniendo en cuenta la insistencia de su hija que quiere estar con su padre en esa etapa difícil de la enfermedad pero al mismo tiempo se encuentra en su último año de estudios de una carrera difícil en la Universidad de Valencia (ellos viven en una localidad tarraconense de Horta de Sant Joan).

La historia está bastante bien desarrollada y cerrada, con unos personajes muy interesantes y que tienen su importancia, pese a aparecer poco tiempo, como el interpretado por Julián López, que es actual pareja de la protagonista.
A destacar la calidad visual, en especial en la fotografía, que es algo habitual en los trabajos anteriores de Palomero. Pero si hay dos cosas que destacan por encima del resto son el guion escrito por la propia directora, que sin ser complejo es bastante bueno, y sobre todo las actuaciones.
Que decir de Patricia López Arnaiz (premiada con la Concha de plata por esta película), que siempre está bien, actuando con una gran naturalidad y credibilidad. Otra gran actuación de la actriz española.

Además, nos encontramos con un gran Antonio de la Torre, que lo hace bastante bien como una persona enferma. Julián López cumple, en sus breves apariciones, y dejo para el final la sorpresa positiva de la película, el descubrimiento de Marina Guerola que está excelente en el papel de Madalen, la hija de la protagonista, que es la que está en medio de esa mala relación de sus padres, y que tiene que tirar hacia adelante para no venirse abajo e intentar convencer a su madre de que ayude a su padre en esos momentos en los que la necesita, y de estar pendiente de su padre enfermo.

Junto a todos ellos, ese gran perro llamado Oso, que es entrañable, cuya presencia sirve de complemento a los personajes de esta historia bastante dura, y que la directora trata el asunto de la enfermedad con mucho tacto y una gran sensibilidad.
Recomendable a los que disfrutan con ese cine español de historias familiares dramáticas, con unas buenas interpretaciones y un guion muy bien escrito.

LO MEJOR: las interpretaciones. La dirección.
LO PEOR: tarda un poco en arrancar.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en http://www.filmdreams.net
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