Miss Violence
2013 

6.6
1,877
Drama
Una niña decide suicidarse saltando al vacío el día de su undécimo cumpleaños. Por si no fuese ya un caso suficientemente extraño y doloroso de por sí, la chica tenía una sonrisa en su boca antes de lanzarse al vacío, y su familia tarda bien poco en hacer lo indecible para olvidar su mera existencia. Esto último alarma a los Servicios Sociales, que deciden hacer una visita a una familia aparentemente perfecta...
27 de diciembre de 2016
27 de diciembre de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cruda es la palabra que se me viene a la cabeza tras ver esta película. Su ritmo es pausado, lento por momentos. La tensión palpable en todos sus planos. El mal cuerpo asegurado. El mensaje o reflexión, no tanto.
Eso sí, la fotografía excelente.
Eso sí, la fotografía excelente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al coincidir el suicidio con el cumpleaños se hace demasiado evidente el abuso sexual intrafamiliar. Lo que más me sorprendió fue quizás que la abuela diese el paso de matar al padre, pero el final no desprende justicia por ninguna parte. Demasiado sórdida.
21 de noviembre de 2021
21 de noviembre de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Una adolescente se tira por la ventana de su casa el día de su cumpleaños, la familia prácticamente ni siente la muerte ni cambia sus costumbres.
En la casa el ambiente es de familia perfecta hasta la aparición de los Servicios Sociales.
Que le gusta a los cineastas griegos un drama psicológico de los que te revuelven por dentro y juegan con la psicología.
Tiene momentos demasiado sórdidos buscando incomodar, hasta que no descubres el porqué de que actúen así.
Lo mejor: La narración hasta el desenlace.
Lo peor: Veo demasiada copia al gran Yorgos Lanthimos.
Alexandros Avranas consiguió en 2013 en el Festival de Venecia el León de Plata a Mejor Director y Themis Panou la Copa Volpi al mejor actor.
En la casa el ambiente es de familia perfecta hasta la aparición de los Servicios Sociales.
Que le gusta a los cineastas griegos un drama psicológico de los que te revuelven por dentro y juegan con la psicología.
Tiene momentos demasiado sórdidos buscando incomodar, hasta que no descubres el porqué de que actúen así.
Lo mejor: La narración hasta el desenlace.
Lo peor: Veo demasiada copia al gran Yorgos Lanthimos.
Alexandros Avranas consiguió en 2013 en el Festival de Venecia el León de Plata a Mejor Director y Themis Panou la Copa Volpi al mejor actor.
7 de noviembre de 2024
7 de noviembre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Después de sucumbir al letargo de muchas otras cintas pendientes en mi lista, me embarqué en esta producción griega que obtuvo notoriedad por su capacidad de perturbar. Y sí, Alexandros Avranas logra, mediante la calma, la construcción de atmósfera y ciertos aspectos técnicos, crear un film profundamente pérfido.
Miss Violence consigue aunar varios aspectos opuestos en sí misma, y es gracias a esta combinación que alcanza una sinergia que se retroalimenta. Entre estos aspectos destacan unas actuaciones completamente inexpresivas, más propias de robots que de humanos, lo cual aporta un grado de incomodidad adicional. Esta sensación se intensifica gracias al uso peculiar de la cámara, con encuadres a la altura de la cintura, sin mostrar el rostro o incluso sin exhibir la acción principal de la escena, dejando espacio para la imaginación del espectador.
En contraposición, existen primeros planos contados pero estratégicos, que elevan la cinta a una interpretación metódica de la narrativa, llena de simbolismos que van dejando entrever las costuras de la verdad.
Es una verdad que deja al espectador impotente; de ahí nace el mayor peso de la perturbación que transmite la cinta, el no ver ningún atisbo de esperanza. Esta frialdad proyectada desde el guion resulta atractiva y, en parte, arriesgada.
Arriesga porque es objetivamente lenta, se toma su tiempo y se divide en dos tercios de puro simbolismo y detalle, y en un último tercio en el que la cinta se sincera y expone la situación construida durante el metraje de una forma mucho más literal.
Recomiendo su visionado en función del aguante del espectador en temas escabrosos, ya que es lo que no se ve lo que perturba.
Miss Violence consigue aunar varios aspectos opuestos en sí misma, y es gracias a esta combinación que alcanza una sinergia que se retroalimenta. Entre estos aspectos destacan unas actuaciones completamente inexpresivas, más propias de robots que de humanos, lo cual aporta un grado de incomodidad adicional. Esta sensación se intensifica gracias al uso peculiar de la cámara, con encuadres a la altura de la cintura, sin mostrar el rostro o incluso sin exhibir la acción principal de la escena, dejando espacio para la imaginación del espectador.
En contraposición, existen primeros planos contados pero estratégicos, que elevan la cinta a una interpretación metódica de la narrativa, llena de simbolismos que van dejando entrever las costuras de la verdad.
Es una verdad que deja al espectador impotente; de ahí nace el mayor peso de la perturbación que transmite la cinta, el no ver ningún atisbo de esperanza. Esta frialdad proyectada desde el guion resulta atractiva y, en parte, arriesgada.
Arriesga porque es objetivamente lenta, se toma su tiempo y se divide en dos tercios de puro simbolismo y detalle, y en un último tercio en el que la cinta se sincera y expone la situación construida durante el metraje de una forma mucho más literal.
Recomiendo su visionado en función del aguante del espectador en temas escabrosos, ya que es lo que no se ve lo que perturba.
12 de octubre de 2017
12 de octubre de 2017
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los mandamientos del cine es crear un interrogante en el espectador en los primeros minutos del metraje. Bueno pues una niña de 11 años con una sonrisa a flor de piel en su rostro se suicida. Creo que el porqué de esa acción es un interesante cuestionamiento. No se necesita hilar muy delgado para saber que algo terrible pasa al interior de esta familia. Y entonces aparece el villano que con base en acciones sutiles y que va incrementando a medida que se desarrolla la producción, deja ver su lado oscuro. Algunos dicen que los personajes parecen robots o faltos de fuerza, por el contrario, están tan adormilados, tan desprovistos de humanidad dadas las circunstancias, que apenas si reaccionan por un poco de comida. Y luego de esas secuencias ralentizadas llega ese tercer acto, la sólida justificación a ese interrogante inicial y pese a que puede parecer predecible, la contundencia de las escenas logra consolidar las buenas intenciones de la cinta. Comparar a Miss Violence por su lugar de origen junto con Canino y hablar de sus bondades artísticas, es como poner en la balanza a Happiness de Todd Solondz y a Jackass por ser estadounidenses , siendo la primera inteligente y reflexiva y la segunda un chiste de mal gusto.
19 de septiembre de 2014
19 de septiembre de 2014
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena película cuyo guión no nos trae nada nuevo, pero es su apaisada forma de contarlo, su falta de sensacionalismo, su carácter minimalista, su serena quietud, hay algo que transpira dentro y fuera de la cinta que termina encandilándome.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Prácticamente está todo destripado en la sipnosis y es una pena porque me parece un crimen que este argumento, cuyo mayor atractivo reside en su manipulada contención, se aboque a un predecible formato de barato telefilm al asomar cualquier atisbo de información sobre el carácter de su protagonista.
Lo más práctico: que nunca leí su sipnosis antes de verla.
Lo jodido: que la hayas leido antes de verla.
Lo más práctico: que nunca leí su sipnosis antes de verla.
Lo jodido: que la hayas leido antes de verla.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here