Sencillamente una de las mejores películas de mafia con un estilo que
recuerda al mejor Scorsese y sobre todo a los hermanos Coen con su
también estupenda Sangre Fácil.Los actores rozando lo sublime todos,
tanto personajes segundarios como los principales.
Seguramente muchos de los Norteamericanos no compartirán la imagen que muestra la película, de ésta América que sale en las postales donde todo parace maravilloso,donde el sueño americano sólo es posible en el país de las barras y estrellas.Nada más lejos de la realidad, Dominic nos muestra esa América deprimente y caótica, donde no sabes quienes son peores, si los que visten traje y corbata o los que ejecutan las órdenes.

Al terminar la película lo primero que hice es ir a Filmaffinity y ponerle un 2, hasta que empecé a ver las críticas y comprendí muchas cosas. Indudablemente iba con la idea de ver una peli de acción, ligera y mi mente respondió de esa manera: aburriéndose, no entendiendo nada, asqueado...al ponerme a pensar un poquito más y analizar en retrospectiva, vi mi equivocación y me rectifiqué es EXCELENTE. La película es toda una metáfora, una alegoría, no interesa el argumento ni el guión, por ahí no va la cosa. Como dice un colega por ahí, es una excusa para hablar indirectamente de otra cosa: de la suciedad de la sociedad y de la limpieza de los políticos que constantemente nos hacen "ruido" distrayéndonos de la realidad, de la hipocrecía de un abogado miembro dirigente de la mafia, nos habla de que hasta mataríamos si así el público lo pidiera, nos habla del agobio atormentándonos con un ritmo cansino, relantizado, creando una atmósfera ensordecedora, pesada, abrumadora, como esa pesadez que nos cae de una sociedad en decadencia, del sueño americano imbuido de sexo, alcohol, droga, "humo", -de ese humo del que se queja el abogado- mentiras, muerte, palabras, palabras y más palabras, que sólo transmiten ruidos y pocas nueces. El film es lento, agobiante de a ratos, creando una atmósfera asfixiante, pesada, quizá no en vano, y sí totalmente hecha a propósito, para señalarnos una vez más, en referencia directa a esa sociedad tan llena de contradicciones y somnoliencia, de suciedad y espesura, de que por un poco de dinero hacemos cualquier cosa... No voy a entrar en detalle de las actuaciones: TODAS EXCELENTES, sólo quise echar un poco de luz sobre un film para el que habría que ir preparado para saber de que se trata y no como yo que flor de chasco me llevé por ser prejuicioso.
Gracias por leerme.

Primero que nada quiero decir que es una película que mezcla crimen/ thriller/ drama (cine negro).... este tipo de películas por lo general no son para cualquiera.... ya que tiene un alto contenido delictivo/ criminal usando la violencia (sin censura) como medio principal para sostener la trama, sin generar marcados condimentos en la trama ......

Bueno la trama es simple un grupo de ladrones novatos les roba a un grupo de jugadores (mafiosos) de poker en plena sesión, salen ilesos del robo, pero más tarde uno del grupo que fue robado le paga a un asesino profesional para que averigüe quienes fueron los que les robaron.... hasta que finalmente este da con los ladrones, en pocas palabras este es el cimiento de la trama....
La trama no me parece muy elaborada es más es simple y vacía por momentos pero realmente cumplió con mis expectativas, en términos generales para una película de este tipo no creo que haga falta una trama realmente bien pulida cuando el mensaje a expresar es el uso de la violencia para llegar a un fin, a mi me convenció. Me mantuvo entretenido aunque por momentos se hace un poquito lenta, pero esta bien, no se puede pretender más.

Las actuaciones son bastantes buenas en especial las de:

1. Garret Dillahunt: Gran actuación, es espontaneo. Cumple perfecto el papel de ladrón novato que tarde o temprano cae en la trampa por un error de su amigo. La escena cuando Brad Pitt llega al bar y habla con Garret realmente me hizo ponerme en lugar de Garret y experimentar sus sensaciones, debe ser asfixiante y onírico, me pareció muy bien lograda esa escena.

2. Brad Pitt: Realmente me esta sorprendiendo gratamente cada vez que veo una película de este gran actor. Creo que le quedan pocos calificativos a la actuación de Brad Pitt: Notable. Es de pocas palabras, frió y despiadado. Me encanto su papel.

3. Ben Mendelsohn: Me sorprendió lo bien ejecutado que estuvo su papel. Hace el papel del sucio, desalineado y drogadicto. Bien actuado.

La fotografía es un aspecto interesante del film, me gustan sus contrastes lumínicos dan un entorno sombrío y solitario. Hay escenas muy bien logradas con buenos efectos especiales.

El sonido al igual que la música me gustaron en su justa medida, aportan para maquillar distintas escenas y estados anímicos de los personajes.

Bueno a grandes rasgos y para concluir puedo decir que es una película digna de ver, la recomiendo, no creo que sea para un publico masivo, te tiene que gustar este tipo de genero, por lo que a mi cuenta logro satisfacer mis expectativas aunque no de manera rotunda. Mi nota 6/10.

16(26/01/13) El neozelandés Andrew Dominik vuelve a demostrar en su tercer largometraje su peculiar estilo dotado de un tremendo poderío, una magnética fascinación, donde el diálogo y la buena dirección de actores sobresale de modo extraordinario. Es un thriller que con un mordaz ingenio arremete despiadadamente contra ‘El Sueño Americano’, ello con la espléndida ambientación de un marco deprimente.
La acción se sitúa en Nueva Orleans en 2008, durante la campaña electoral para la presidencia entre el republicano McCain y Obama, Frankie (buen Ben Mendelson), recién salido del trullo, decide realizar un robo por encargo de Johnny Amato alias ‘Squirrel‘ (buen Vincent Curatola), busca un cómplice en el yonki Russell (buen Scoot McNairy), entre los dos no suman medio cerebro, son dos infelices perdedores, deben robar una timba de póker ilegal patrocinada por la mafia local en la persona de Markie Trattman (gran Ray Liotta), al que pretenden caiga la culpa. La mafia en la persona de ‘El Conductor’ (gran Richard Jenkins) contrata a un sicario profesional de fuera, Jackie Cogan (gran Brad Pitt, también productor), para que recupere el dinero y castigue a los culpables. Comenzando Cogan su particular búsqueda de la justicia y salvaguardar el orden establecido, echando mano este de otro sicario para que le ayude, Mickey (gran James Gandolfini).
Andrew Dominik guioniza una novela de George V. Higgins, ‘Cogan´s Trade’ (1974), trasladando la acción de Boston a la Nueva Orleans post-Katrina, y enmarcando la acción durante una campaña electoral a la presidencia, esto Dominik lo utiliza para a través de los diferentes discursos políticos que se escuchan bien por radio o por tele formando paralelismo entre la visión idealista de los candidatos y la pragmática de la mafia, ejemplo, cuando los dos patosos roban la partida de póker se oye una soflama sobre la negación de la crisis, sutil, o cuando Cogan busca a los ladrones este oye en la radio que la economía ha fallado, se requieren medidas extremas, Cogan las va a tomar, son cínicas, establece con ironía la crisis de valores que nos asola, donde las reglas se retuercen en pos de lograr el objetivo, si por el camino hay que eliminar chivos expiatorios pues es lo que hay, es el feroz Capitalismo en toda su expresión, al que se ataca por su espíritu despiadado y frío, sugiriendo semejanzas entre los métodos banqueros globales y la de los gánsteres, se comenta incluso que los sicarios han tenido que bajar sus precios por la crisis, como en el mundo de las altas finanzas en el de esta mafia no se sabe quién manda. De todo ello rezuma un tono Nihilista.
La cinta es un triste y pesimista recorrido hacia la decadencia de nuestra sociedad, un thriller seco y duro, con una ambientación feista extraordinaria que transmite aridez, calles solitarias, atmósfera gris que no llega a verse el sol, sensación creada por la fotografía de Greig Fraser (‘Déjame Entrar’ o ‘La Noche Más oscura’), y envuelto esto en la música de Marc Streinfeld (‘Gladiator’ o ‘Black Hawk derribado’), con plácidos sonidos de piano, en contraposición a la violencia latente del film, sumado a una buena galería de canciones de los 50 o 70, que consiguen la extraña impresión de atemporalidad. Dominik sabe puntear la acción con dosis ingenioso de humor negro, despuntando el film en unos diálogos y frases espléndidas que recuerdan a Tarantino, Quentin a su vez tomó prestado esto (como todo el cine de este director es todo una copia) del escritor Higgins, que hizo su marca este tipo de charlas que parecen intrascendentes y en realidad marcan a cada personaje a fuego, desbordando inteligencia y mordacidad sobresaliente en muchos momentos, destacando los ententes que mantienen Pitt con Jenkins, y el que tiene este con Gandolfini en la habitación de un hotel, kilates de calidad inundan los fotogramas. Salpicada la trama con brotes de una violencia sádica, realista, doliente, rodada con maestría por Dominik, manejando recursos de modo perspicaz para despojar a este salvajismo de cualquier belleza, para ello la mejor muestra es un asesinato en que de noche Cogan dispara de un coche a otro al piloto (no digo a quien por no spoilear), con un ralentí que se hunde en las entrañas, alargando el tiempo para mostrarnos la muerte desde diferentes ángulos, se rompe la ventanilla, y vemos compungidos como las balas penetran en la cabeza de la víctima, sublime.
Dominik construye personajes de una gran solidez, los humaniza y les confiere un fondo en sus actos, esto es potenciado por unos actores excelentes, empezando por un Brad Pitt enorme, tarda en aparece pero cuando lo hace deja huella, entra en pantalla a ritmo de Johnny Cash ‘The Man Comes Around’, sabe que la cámara lo quiere y lo aprovecha con un carisma aterrador, su pose es de una seguridad radiante, su mirada te atraviesa, su naturalidad al hablar es inquietante por lo que se esconde tras sus palabras, posee un poder de intimidación pavoroso, es el individualismo en persona, su lenguaje gestual es impresionante, excelente. James Gandolfini compone a un inseguro matón, un alcohólico deprimido por el divorcio de su esposa, tiene su gran momento en un cínico monólogo, Gandolfini detenta una personalidad arrolladora que pulió en ‘Los Soprano’, sabe emitir que tras su rudeza externa esconde un corazón frágil. Ray Liotta encarna con complejidad al organizador de partidas de póker, sabe dotar a su papel de humanidad, a pesar de lo rastrero que es. Richard Jenkins demuestra con poco lo gran actor que es. Scoot McNairy borda su rol de ratero perdedor, lo mejor que se puede decir de él es que no te puedes creer que actúe, tiene que ser así de patético, estupendo. (Continua en spoiler sin)

Interesante thriller de gánsteres, ladrones de poca monta, mafiosos y criminales a sueldo dirigido por un atinado Andrew Dominik que consigue dar a luz una potente historia de mafias contemporáneas. Incluye comentarios y críticas al capitalismo y al pueblo norteamericano, y desprende una cierta decepción con el primer mandato de Obama tras el horribilis Bush Jr.

El guión del propio Dominik (australiano para más señas) es una excelente adaptación de la novela homónima del gran escritor de novela negra George V. Higgins, “Killing them softly” (1974). Es un libreto muy bien escrito, con pocas lagunas y diálogos que a veces son la manifestación de vidas sucias y empobrecidas. Cuando Dominik camina por los cotidianos pasos de sus personajes, el espectador se siente tan mal como cada uno de ellos.

Tiene el film una música de contraste, con canciones de tono feliz para ilustrar momentos de suma crueldad, de autores varios; además, la historia discurre con el sonido de fondo de los telediarios en los que Obama explica la crisis a sus votantes. Excelente fotografía de Greig Fraser en que la cámara se maneja acorde a las lecturas y películas que habitan ya un género consagrado de mucho tiempo. Por ello, cada una de las escenas funciona con la elegancia, el realce y la ferocidad exigibles. Un gran trabajo de montaje.

El reparto es un Brad Pitt estupendo interpretando al asesino lacónico de corte tarantinoide. Richard Jenkins es un actor de talla que hace un trabajo impecable como abogado. James Gandolfini muy bien. Ray Liotta muy bien. Y magnífico San Sephard.

A mí me ha gustado, sé que tiene sus reiteraciones y su embrollo con tanto personaje, pero es brillante, tiene un reparto de lujo, unas escenas que espantan, una energía desbordante.

En resumen, película recomendable, que sin tener la enjundia de los lineamientos excelentes del neo-noir, da una nueva vuelta de tuerca sobre una base esencialmente alegórica.