Revenant: El renacido
2015 

7.2
73,949
Aventuras. Western
Año 1823. En las profundidades de la América salvaje, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo mestizo Hawk en una expedición de tramperos que recolecta pieles. Glass resulta gravemente herido por el ataque de un oso y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, ... [+]
7 de febrero de 2016
7 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"¿Puedes oír el viento padre? ¿Recuerdas lo que mi madre solía decir del viento? El viento no puede vencer a un árbol con fuertes raíces". Y eso es Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) en esta película: un árbol fuerte y lleno de vida, impetuoso pero también paciente. Él sabe que llegará su momento...
Visceral sería el adjetivo más apropiado para esta película. Sus imágenes te atrapan desde el primer momento, y su crudeza te hace sentir el frío, el dolor de un zarpazo o de un navajazo. El director nos arrastra con los personajes hasta sentir el lado más salvaje del ser humano, su lado más animal y primario. Y es ahí en medio de toda esa grandeza donde se percibe la calidad de una película que no será apreciada por todos.
Basada en la novela de Michael Punke, que a su vez está basada en la historia real de Hugh Glass, un explorador del XIX, Iñarritu construye la historia de un hombre y su hijo mestizo que participan en una campaña para conseguir pieles en el interior de las montañas de Norteamérica. Primero se verán cercados por los indios y después por el frío invierno, mientras que un terrible oso y un hombre aún más terrible acechan.
Esta tremenda historia de supervivencia se ve acompañada por un elenco de actores en estado de gracia. DiCaprio se come la pantalla y lleva magistralmente gran parte del peso del film, igual que hizo en su momento Tom Hanks en Naufrago. Tom Hardy está a la altura, haciendo uno de sus mejores papeles como ser despreciable.
El realismo con el que está todo rodado es un portento de la tecnología actual. El uso de la cámara y el gran angular son brillantes, e introducen al espectador hasta el punto de que uno queda pegado al asiento sin poder soltar el aliento, ya sea por un imponente paisaje o por una escena de lucha. El desasosiego y la brutalidad acompañan casi en cada plano, y esto hace que la película no sea para sensibles.
En definitiva, es un film sobre la fuerza de un hombre que irá más allá de la crudeza de la naturaleza y de la lógica para conseguir su objetivo final: la venganza.
Visceral sería el adjetivo más apropiado para esta película. Sus imágenes te atrapan desde el primer momento, y su crudeza te hace sentir el frío, el dolor de un zarpazo o de un navajazo. El director nos arrastra con los personajes hasta sentir el lado más salvaje del ser humano, su lado más animal y primario. Y es ahí en medio de toda esa grandeza donde se percibe la calidad de una película que no será apreciada por todos.
Basada en la novela de Michael Punke, que a su vez está basada en la historia real de Hugh Glass, un explorador del XIX, Iñarritu construye la historia de un hombre y su hijo mestizo que participan en una campaña para conseguir pieles en el interior de las montañas de Norteamérica. Primero se verán cercados por los indios y después por el frío invierno, mientras que un terrible oso y un hombre aún más terrible acechan.
Esta tremenda historia de supervivencia se ve acompañada por un elenco de actores en estado de gracia. DiCaprio se come la pantalla y lleva magistralmente gran parte del peso del film, igual que hizo en su momento Tom Hanks en Naufrago. Tom Hardy está a la altura, haciendo uno de sus mejores papeles como ser despreciable.
El realismo con el que está todo rodado es un portento de la tecnología actual. El uso de la cámara y el gran angular son brillantes, e introducen al espectador hasta el punto de que uno queda pegado al asiento sin poder soltar el aliento, ya sea por un imponente paisaje o por una escena de lucha. El desasosiego y la brutalidad acompañan casi en cada plano, y esto hace que la película no sea para sensibles.
En definitiva, es un film sobre la fuerza de un hombre que irá más allá de la crudeza de la naturaleza y de la lógica para conseguir su objetivo final: la venganza.
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El principal activo de esta película, y prácticamente su única virtud, es el realismo. Lo que sucede es que sólo con realismo visual, casi sin diálogos, con una trama corta y limitada, no se puede llenar una película, y mucho menos una como ésta. Casi tres horas de realismo blanco y frío como este guión que parece hecho a la medida de un reportaje del National Geographic, pero que es insuficiente para servir de hilo conductor a una historia que se recrea en su propia soledad.
La fotografía es magnífica, como en todo buen documental. Las vistas desoladas del largo invierno boreal recrean en el ánimo del espectador cómo debieron ser esos parajes hace doscientos años, cuando no había turistas ni hoteles ni embalses ni carreteras, y todos los que vivían en ellos vivían directamente de ellos, jugándose la supervivencia día a día. Pero una cosa diferente es construir, en medio de ese escenario de documental, una historia que sea algo más que un mero detalle en medio de tanto escenario y tanta grandilocuencia paisajística. Llenar minutos y minutos de nieve, invierno y ríos helados no es lo mismo que construir una película con una trama que sirva de soporte a una historia a la cual -ahora sí- se le añada el correspondiente contexto y el escenario en que tiene lugar. Que el escenario ha de ser en esencia un elemento auxiliar de la historia y no el substituto de la historia en sí es algo que esta película olvida por completo. Algo que su predecesora ("El hombre de una tierra salvaje", de Richard C. Sarafian), que cuenta exactamente la misma historia, no olvidó y que, en consecuencia, redundó en su beneficio.
Leonardo di Caprio -como su predecesor Richard Harris en la película que acabamos de citar- está sobradamente a la altura de su papel, pero sus registros son tan monocolores que al final uno sabe siempre qué expresión van encontrar en ese rostro. Ni en la cara del personaje, ni en la historia que interpreta, ni en el escenario en que se desarrolla, uno sabe, antes de llegar a la mitad de la película, que no va a encontrar ninguna sorpresa.
La fotografía es magnífica, como en todo buen documental. Las vistas desoladas del largo invierno boreal recrean en el ánimo del espectador cómo debieron ser esos parajes hace doscientos años, cuando no había turistas ni hoteles ni embalses ni carreteras, y todos los que vivían en ellos vivían directamente de ellos, jugándose la supervivencia día a día. Pero una cosa diferente es construir, en medio de ese escenario de documental, una historia que sea algo más que un mero detalle en medio de tanto escenario y tanta grandilocuencia paisajística. Llenar minutos y minutos de nieve, invierno y ríos helados no es lo mismo que construir una película con una trama que sirva de soporte a una historia a la cual -ahora sí- se le añada el correspondiente contexto y el escenario en que tiene lugar. Que el escenario ha de ser en esencia un elemento auxiliar de la historia y no el substituto de la historia en sí es algo que esta película olvida por completo. Algo que su predecesora ("El hombre de una tierra salvaje", de Richard C. Sarafian), que cuenta exactamente la misma historia, no olvidó y que, en consecuencia, redundó en su beneficio.
Leonardo di Caprio -como su predecesor Richard Harris en la película que acabamos de citar- está sobradamente a la altura de su papel, pero sus registros son tan monocolores que al final uno sabe siempre qué expresión van encontrar en ese rostro. Ni en la cara del personaje, ni en la historia que interpreta, ni en el escenario en que se desarrolla, uno sabe, antes de llegar a la mitad de la película, que no va a encontrar ninguna sorpresa.
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se apaga la luz y comienza la historia. De repente me veo en una zona boscosa en el viejo Oeste americano. Iñárritu me coge de la mano y me mete en una lucha épica entre unos cazadores y un grupo de indios Arikara.
No llevamos ni cinco minutos y ya está claro como el agua de los ríos de ese bosque, que estamos ante una película grandiosa. En un breve rato ya estamos inmersos en un espectacular plano secuencia que nos pone a pie de batalla contra los indios. Y esto es solamente el principio.
Acompaño al genial DiCaprio en una epopeya de supervivencia y venganza en plena naturaleza salvaje. Vivo con él, lucho con él, sufro con él, respiro con él.
La gran mayoría del público solo verá una bonita y espectacular historia de aventuras. Y lo es.
Los que tenemos más bagaje cinematográfico disfrutamos de esta “delicatessen” cinéfila con sus planos secuencia y primeros planos (incluso en las escenas más duras y complicadas). Está repleta de buen hacer. Su director, a pesar de haber hecho pocas películas (y algunas malas en mi opinión), realiza aquí su mejor trabajo hasta la fecha sin ningún género de dudas. Leonardo, por su parte, se sale de órbita. Su actuación es descomunal. De hecho, no hay palabras en el diccionario para describirlo. Cualquier adjetivo superlativo se queda corto. Sí, “El renacido” también es un peliculón si la enfocamos desde el punto de vista técnico y de valores artísticos.
Los más “gafapastas” que quieran entenderla como una metáfora filosófica sobre la vida, también aciertan. La odisea del protagonista ejemplifica el afán de superación, cómo los sentimientos más radicales pueden dar sentido a la existencia humana, y la naturaleza de las emociones fuertes. El mismo bosque parece reflejar su propia personalidad y vida. Las secuencias oníricas se prestan a interpretaciones también. Sí, esta película satisface también a los que les gustan las películas raritas.
Si alguien no entiende estos puntos de vista, pero es de los que ven documentales y les gusta hacer senderismo, también pueden encontrar su hueco aquí. Las localizaciones son absolutamente espectaculares. Se nota que el director se ha empeñado con esfuerzo en descubrir paisajes llamativos, de postal y poco conocidos. La combinación de bosque, agua, montaña y nieve, aderezados con una dirección de fotografía impecable dan como resultado un impacto visual pocas veces visto. Tengo la tentación de pensar que todo es tan bello que en algunos momentos han tenido que usar el ordenador. No sé si esto será así, pero desde luego no se nota ni una pizca.
El oso: Secuencia impactante, que te acelera el corazón y hace que una sala repleta de espectadores enmudezca y no se oiga ni el más mínimo ruido. Solo estos minutos ya superan todo el trabajo de Jean-Jacques Annaud en su famosa película (sin que “El oso” sea mala ni mucho menos), a nivel de realismo. Nadie en su sano juicio puede creer que este oso es real ¿cómo iban a conseguir que hiciera algo así? Y sin embargo, tampoco da la sensación de estar viendo un monigote hecho por ordenador, sino que realmente da miedo. Está tan bien hecha la escena, que solo por ella ya merece la pena ver el film entero, el cual no es corto, por cierto.
El director: Con este grandioso trabajo, no me queda otra que arrodillarme y pedirle disculpas. Lo siento, pero odio “Birdman” y no me gusta tampoco “Biutiful”. No es plan de decir nada de su anterior película, pues para eso cualquiera puede leer mi opinión en esta misma página. Pero con este renacido, que al principio me echaba para atrás solo por ser del cineasta que hizo la del hombre pájaro, Iñárritu y yo hacemos las paces para siempre.
Solo le veo dos puntos en contra, y es por ello que no le doy la calificación de 10.
Primero, la música de Sakamoto es demasiado extraña. Será una obra de arte para algunos, pero lo cierto es que rechina al oído, y por ello uno se da cuenta de que está escuchándola, lo cual corta el rollo bastante. Yo habría optado por algo mucho más épico en plan “último mohicano”, o incluso eliminar por completo la banda sonora, para lograr una mayor inmersión, si cabe.
Segundo, la duración es excesiva. Incluso para ser una película tan buena, no se puede mantener tanto nivel de calidad durante tantos minutos, de manera que en su último tramo uno llega a saturarse. De hecho, el ritmo decae y se vuelve un poco pesada. Es muy poco, casi nada, pero lo suficiente para que ya no alcance (por muy poco, insisto) la gloria cinéfila más absoluta.
Comercial, extremadamente bien hecha, filosófica, de las que te hacen preguntarte lo que tú harías en su lugar, hermosa visualmente, muy violenta, impactante, con interpretaciones de lujo y apta para ser vista muchísimas veces. Todo eso, a la vez, es “El renacido”.
No llevamos ni cinco minutos y ya está claro como el agua de los ríos de ese bosque, que estamos ante una película grandiosa. En un breve rato ya estamos inmersos en un espectacular plano secuencia que nos pone a pie de batalla contra los indios. Y esto es solamente el principio.
Acompaño al genial DiCaprio en una epopeya de supervivencia y venganza en plena naturaleza salvaje. Vivo con él, lucho con él, sufro con él, respiro con él.
La gran mayoría del público solo verá una bonita y espectacular historia de aventuras. Y lo es.
Los que tenemos más bagaje cinematográfico disfrutamos de esta “delicatessen” cinéfila con sus planos secuencia y primeros planos (incluso en las escenas más duras y complicadas). Está repleta de buen hacer. Su director, a pesar de haber hecho pocas películas (y algunas malas en mi opinión), realiza aquí su mejor trabajo hasta la fecha sin ningún género de dudas. Leonardo, por su parte, se sale de órbita. Su actuación es descomunal. De hecho, no hay palabras en el diccionario para describirlo. Cualquier adjetivo superlativo se queda corto. Sí, “El renacido” también es un peliculón si la enfocamos desde el punto de vista técnico y de valores artísticos.
Los más “gafapastas” que quieran entenderla como una metáfora filosófica sobre la vida, también aciertan. La odisea del protagonista ejemplifica el afán de superación, cómo los sentimientos más radicales pueden dar sentido a la existencia humana, y la naturaleza de las emociones fuertes. El mismo bosque parece reflejar su propia personalidad y vida. Las secuencias oníricas se prestan a interpretaciones también. Sí, esta película satisface también a los que les gustan las películas raritas.
Si alguien no entiende estos puntos de vista, pero es de los que ven documentales y les gusta hacer senderismo, también pueden encontrar su hueco aquí. Las localizaciones son absolutamente espectaculares. Se nota que el director se ha empeñado con esfuerzo en descubrir paisajes llamativos, de postal y poco conocidos. La combinación de bosque, agua, montaña y nieve, aderezados con una dirección de fotografía impecable dan como resultado un impacto visual pocas veces visto. Tengo la tentación de pensar que todo es tan bello que en algunos momentos han tenido que usar el ordenador. No sé si esto será así, pero desde luego no se nota ni una pizca.
El oso: Secuencia impactante, que te acelera el corazón y hace que una sala repleta de espectadores enmudezca y no se oiga ni el más mínimo ruido. Solo estos minutos ya superan todo el trabajo de Jean-Jacques Annaud en su famosa película (sin que “El oso” sea mala ni mucho menos), a nivel de realismo. Nadie en su sano juicio puede creer que este oso es real ¿cómo iban a conseguir que hiciera algo así? Y sin embargo, tampoco da la sensación de estar viendo un monigote hecho por ordenador, sino que realmente da miedo. Está tan bien hecha la escena, que solo por ella ya merece la pena ver el film entero, el cual no es corto, por cierto.
El director: Con este grandioso trabajo, no me queda otra que arrodillarme y pedirle disculpas. Lo siento, pero odio “Birdman” y no me gusta tampoco “Biutiful”. No es plan de decir nada de su anterior película, pues para eso cualquiera puede leer mi opinión en esta misma página. Pero con este renacido, que al principio me echaba para atrás solo por ser del cineasta que hizo la del hombre pájaro, Iñárritu y yo hacemos las paces para siempre.
Solo le veo dos puntos en contra, y es por ello que no le doy la calificación de 10.
Primero, la música de Sakamoto es demasiado extraña. Será una obra de arte para algunos, pero lo cierto es que rechina al oído, y por ello uno se da cuenta de que está escuchándola, lo cual corta el rollo bastante. Yo habría optado por algo mucho más épico en plan “último mohicano”, o incluso eliminar por completo la banda sonora, para lograr una mayor inmersión, si cabe.
Segundo, la duración es excesiva. Incluso para ser una película tan buena, no se puede mantener tanto nivel de calidad durante tantos minutos, de manera que en su último tramo uno llega a saturarse. De hecho, el ritmo decae y se vuelve un poco pesada. Es muy poco, casi nada, pero lo suficiente para que ya no alcance (por muy poco, insisto) la gloria cinéfila más absoluta.
Comercial, extremadamente bien hecha, filosófica, de las que te hacen preguntarte lo que tú harías en su lugar, hermosa visualmente, muy violenta, impactante, con interpretaciones de lujo y apta para ser vista muchísimas veces. Todo eso, a la vez, es “El renacido”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final se presta a interpretaciones. Si ve a su mujer muerta, puede ser que él mismo haya terminado muriendo, o bien que encuentre la paz y la redención por haber conseguido completar su destino. Y este destino es tan voluntario como obligado al mismo tiempo, pues la crueldad del personaje de Tom Hardy es digna de la más violenta de las venganzas, pero también es el protagonista capaz de casi perdonarle en última instancia. Al fin y al cabo, algunas personas, en esta situación tan terrible, podrían haberse conformado simplemente con sobrevivir, pero en este caso el afán de venganza era incontrolable en él.
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es cierto todo lo que se pueda decir de negativo de ella. No negaré que la película tiene un metraje excesivo, que sobran escenas algo largas y pesadas (a lo Terrence Malick pero sin llegar a su grado de enajenación), que los diálogos son prácticamente inexistentes y que podría parecer más un programa de "El último superviviente" que otra cosa. Sí, todo eso es cierto. Pero todo y con eso a mi me gustó, no se me hizo pesada (y últimamente tengo muy poco aguante) y disfruté como una cosaca.
Como puntos positivos, hay que mencionar la estupenda fotografía, la perfección de los planos secuencia (el primer encontronazo con los indios es grandioso), la coherencia interna del argumento, la tensión que genera, las actuaciones de os protagonistas (tanto DiCaprio como Hardy)... en definitiva a mi me ha compensado el balance y la película me ha encantado.
En cuanto a DiCaprio, nunca me ha gustado demasiado pero lo estoy redescubriendo y espero que se lleve el Oscar que tantas veces se le ha negado. No he visto las actuaciones de los otros candidatos (solo a Matt Damon en Mars y tampoco estaba de traca), pero dudo mucho que superen a Leo en esta ocasión.
No le pongo un 10 porque salí del cine con la sensación de que no iba a ganar el Oscar. El año pasado salí de Bird eufórica, con el absoluto convencimiento de que iba a llevarse la palma, pero en esta ocasión no lo veo claro... aunque en vista de lo que tenemos nominado este año, igual suena la flauta...
Como puntos positivos, hay que mencionar la estupenda fotografía, la perfección de los planos secuencia (el primer encontronazo con los indios es grandioso), la coherencia interna del argumento, la tensión que genera, las actuaciones de os protagonistas (tanto DiCaprio como Hardy)... en definitiva a mi me ha compensado el balance y la película me ha encantado.
En cuanto a DiCaprio, nunca me ha gustado demasiado pero lo estoy redescubriendo y espero que se lleve el Oscar que tantas veces se le ha negado. No he visto las actuaciones de los otros candidatos (solo a Matt Damon en Mars y tampoco estaba de traca), pero dudo mucho que superen a Leo en esta ocasión.
No le pongo un 10 porque salí del cine con la sensación de que no iba a ganar el Oscar. El año pasado salí de Bird eufórica, con el absoluto convencimiento de que iba a llevarse la palma, pero en esta ocasión no lo veo claro... aunque en vista de lo que tenemos nominado este año, igual suena la flauta...
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director mejicano plantea una experiencia sensorial por encima de lo común y no exagero si dijo que El Renacido es, de largo, su mejor película hasta la fecha y, bajo mi punto de vista, una de las mejores películas de los últimos 10-15 años.
Terminé la película exhausto después de 2 horas y media inmerso en la desgarrada piel de Hugh Glass, sobreviviendo a la implacable naturaleza y al salvajismo de una América convulsa y conflictiva.
Una América multicultural y multirracial que vivía en permanente conflicto entre tribus y razas. Una América despojada de sus pieles por los colonos europeos que extraviaron i violentaron, más si cabe, las profundidades del continente.
El conmovedor e intenso relato de supervivencia, la traición, la sed de venganza y la presentación de una
naturaleza tan bella como inclemente, te dejan sin aliento. Un aliento que sí sentimos cuando Di Caprio llega a empañar la cámara al exhalar esas angustiosas y moribundas bocanadas de aire para resistir. Éste es uno de los múltiples y brillantes recursos que el director utiliza, con la inestimable ayuda de un soberbio Di Caprio, para trasladar el sufrimiento y atrapar al espectador. Técnicamente la película es un prodigio. A la ya, destacada y habitualmente elogiada fotografía de Lubezki sumamos una voluntad de grabar con un estilo propio de Terrence Malick, para inmortalizar el sórdido interior norteamericano y el congelar el mismo invierno sobrecogedor que pone a prueba a los exploradores y tramperos. Los planos secuencia transmiten la sensación de vivir las escenas de acción, como si de un videojuego se tratase. La innovación y progresión técnica es quizás lo más destacado de la película y logró
captivarme por completo.
Si sumamos la belleza estilística y la sublimación de los fríos paisajes a dos interpretaciones extraordinarias, resulta una película excelente. Quiero reivindicar el papel odioso y despiadado de Tom Hardy (dando vida a Fitzgerald) que, magistralmente, caracteriza al villano que el heroico protagonista tendrá que enfrentar. Leonardo Di Caprio brilla con luz propia y seguramente ésta dolorosa y lacerante actuación le sirva para llevarse el Oscar que tanto se le resiste. Para ello ha sido necesario arrastrarse y languidecer por parajes extremos que le han llevado al límite. Poderosa interpretación física que, sobretodo, transmite y angustia por la violencia a la que es sometido. Una violencia que equilibra la balanza entre lo hermoso y lo terrorífico. Iñárritu se recrea en ella mostrando sangrientos planos explícitos y escenas de acción de una violencia que cautiva y estremece por su veracidad.
A modo de conclusión,"The Revenant" me parece una epopeya dotada de un realismo y pureza fuera de lo común. Logra alejarse de ser una historia más a cerca de la supervivencia y la relación hombre-naturaleza, para acercarse al espectador de un modo innovador y perturbador. Me resultó fascinante la manera en que te sumerge, desde el inicio, te asfixia, te hiela y termina liberándote después de una tremenda AVENTURA.
Terminé la película exhausto después de 2 horas y media inmerso en la desgarrada piel de Hugh Glass, sobreviviendo a la implacable naturaleza y al salvajismo de una América convulsa y conflictiva.
Una América multicultural y multirracial que vivía en permanente conflicto entre tribus y razas. Una América despojada de sus pieles por los colonos europeos que extraviaron i violentaron, más si cabe, las profundidades del continente.
El conmovedor e intenso relato de supervivencia, la traición, la sed de venganza y la presentación de una
naturaleza tan bella como inclemente, te dejan sin aliento. Un aliento que sí sentimos cuando Di Caprio llega a empañar la cámara al exhalar esas angustiosas y moribundas bocanadas de aire para resistir. Éste es uno de los múltiples y brillantes recursos que el director utiliza, con la inestimable ayuda de un soberbio Di Caprio, para trasladar el sufrimiento y atrapar al espectador. Técnicamente la película es un prodigio. A la ya, destacada y habitualmente elogiada fotografía de Lubezki sumamos una voluntad de grabar con un estilo propio de Terrence Malick, para inmortalizar el sórdido interior norteamericano y el congelar el mismo invierno sobrecogedor que pone a prueba a los exploradores y tramperos. Los planos secuencia transmiten la sensación de vivir las escenas de acción, como si de un videojuego se tratase. La innovación y progresión técnica es quizás lo más destacado de la película y logró
captivarme por completo.
Si sumamos la belleza estilística y la sublimación de los fríos paisajes a dos interpretaciones extraordinarias, resulta una película excelente. Quiero reivindicar el papel odioso y despiadado de Tom Hardy (dando vida a Fitzgerald) que, magistralmente, caracteriza al villano que el heroico protagonista tendrá que enfrentar. Leonardo Di Caprio brilla con luz propia y seguramente ésta dolorosa y lacerante actuación le sirva para llevarse el Oscar que tanto se le resiste. Para ello ha sido necesario arrastrarse y languidecer por parajes extremos que le han llevado al límite. Poderosa interpretación física que, sobretodo, transmite y angustia por la violencia a la que es sometido. Una violencia que equilibra la balanza entre lo hermoso y lo terrorífico. Iñárritu se recrea en ella mostrando sangrientos planos explícitos y escenas de acción de una violencia que cautiva y estremece por su veracidad.
A modo de conclusión,"The Revenant" me parece una epopeya dotada de un realismo y pureza fuera de lo común. Logra alejarse de ser una historia más a cerca de la supervivencia y la relación hombre-naturaleza, para acercarse al espectador de un modo innovador y perturbador. Me resultó fascinante la manera en que te sumerge, desde el inicio, te asfixia, te hiela y termina liberándote después de una tremenda AVENTURA.
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