Si el cine es una forma de arte para contar historias, independientemente de lo que cuentes y cómo lo cuentes, entonces esta película roza la obra de arte.
Una de las mejores películas de Pixar, con un personaje entrañable al extremo, de los que cualquiera de nosotros querríamos tener en casa, independientemente de nuestra edad.
Además, tenemos una historia estupenda, con moraleja medioambiental y sociológica incluida. Y es que la humanidad, después de cargarse el planeta, vive apoltronada en sus asientos dejándolo todo en manos de los robots. Solo los robots Wall-E y EVA conseguirán cambiar las cosas liderando una pequeña revolución.
No hay que olvidar el mérito que tiene también que gran parte de la película se apoye solamente en la música y sonido, ya que Wall-E no habla (o muy poco), con lo cual apenas hay diálogo en el principio de la historia.
En fin, un peliculón con todas las letras.

Pixar fue de Lucas antes de emanciparse, asi que el creador de sonidos míticos de la saga STAR WARS ponga sonido al robot más querido desde R2D2 o Johnny 5, es meritorio. Sin embargo, esa hora cuasi muda del film, que llegue a emocionar, a reir, y a pasarlo bien uno viéndola, le hace pensar a uno"Si yo fuera George Lucas, me daría cabezazos contra la Estrella de la Muerte".

Seamos sinceros: WALL-E es una joya de la animación que dificilmente se podrá superar. Ni Dreamworks, ni la Warner con los Looney Toons desmadrados... NADIE, así, con mayúsculas, podrá superar una de las más bellas historias de amor jamás contada. Una historia donde los robots son más humanos que los propios humanos (caricaturizados al borde del ridículo...)

Cine de animación, del bueno. Lágrimas garantizadas.

Original, divertida y muy, muy bella tanto por su forma como por su contenido. Walle resulta ser un encantador robot que consigue despertar momentos de verdadera ternura a pesar de la dura situación que nos presenta la película. Una Tierra totalmente destruida y unos humanos que parecen de todo menos humanos. Pero como debe ser, todo este paisaje devastador termina con un final feliz en el que el bien y el amor triunfan, no si antes pasar por una serie de obstáculos. Una obra maestra del cine, con un profundo mensaje.

Excelente película de animación que significará, con el tiempo, una nueva etapa de Disney y Pixar que, hasta ahora, sólo habían conseguido acercarse al público infantil y no al adulto, y menos con un argumento dramático (y no cómico, como en el caso de Dreamworks con Shrek). La película supone una reflexión sobre el futuro del planeta, de los avances de la tecnología en un sentido pesimista, un reflejo de la sociedad a raíz de estos avances y de lo autodestructiva que puede llegar a ser con su entorno. El guión, pues, excelente. La dirección también. Aguantar 40 minutos iniciales con un sólo personaje, sin que diga una sola palabra, y que no se haga pesado, es digna de un Oscar (que se lo dieron, creo). Momentos emotivos que Disney no conseguia transmitir desde el Rey Leon, otro momento alto en su carrera, la cuál empezaría a descender en sus siguientes películas hasta ésta. Recomendable al 100% para todas las edades

Gran película sin duda, no me la esperaba ni mucho menos de este estilo. Creía que me iba a encontrar con la típica de Disney y nada de eso, una historia que llega y te engancha (aunque leyendo las últimas criticas cada día entiendo menos a según que espectador). Historia sobre la soledad de un robot y la necesidad de la compañía y el afecto de otro ser.

Muy bien expresado el mensaje y el progreso que va llevando la cinta, transmiten justamente lo que pretenden.

Recomendable para todos los públicos, aunque tengo dudas de si les debe gustar a todos los niños.