Drive
7.2
86,951
Thriller. Acción. Drama. Cine negro
Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
3 de agosto de 2012
3 de agosto de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui al cine a ver Drive con la recomendación de mucha gente de la cual me fío y a pesar de eso me sorprendió. Eso es lo mejor que te puede pasar al ver una película.
Ryan Gosling no es Stallone, parece evidente pero es la diferencia entre un silencio que no dice nada y uno que dice mucho. Los microgestos de Gosling son la diferencia de un actor cualquiera y un gran actor. Él y Carey Mulligan son el 40% de una película que se ha convertido en la sorpresa del año. La química qe estos dos actorazos se reparten es complicada y más cuando uno de ellos es tan silencioso.
El gesto de que el personaje de Gosling no tenga nombre y en Imdb se le denomine "driver" dice mucho de una película que desprende amor al cine y amor a las películas de coches de los ochenta. De las que son símbolos la cazadora de Gosling y la sorprendente BSO. pero esto es un homenaje, no una de esas películas.Éste es un film contemporaneo y único.
Drive es una película de emociones y no de dialogos. Y el esfuerzo del director en que vivamos lo que los personajes viven se demuestran en unos cuidados efectos de sonido y en una violencia cuidada al milímetro que no sobrepasa el caracter realista de la película .
Por último hablar del comienzo, una declaración de intenciones. Esto no es Fast and the furious y ni Transporter. Drive es a estas películas lo que Bourne es a James Bond
Ryan Gosling no es Stallone, parece evidente pero es la diferencia entre un silencio que no dice nada y uno que dice mucho. Los microgestos de Gosling son la diferencia de un actor cualquiera y un gran actor. Él y Carey Mulligan son el 40% de una película que se ha convertido en la sorpresa del año. La química qe estos dos actorazos se reparten es complicada y más cuando uno de ellos es tan silencioso.
El gesto de que el personaje de Gosling no tenga nombre y en Imdb se le denomine "driver" dice mucho de una película que desprende amor al cine y amor a las películas de coches de los ochenta. De las que son símbolos la cazadora de Gosling y la sorprendente BSO. pero esto es un homenaje, no una de esas películas.Éste es un film contemporaneo y único.
Drive es una película de emociones y no de dialogos. Y el esfuerzo del director en que vivamos lo que los personajes viven se demuestran en unos cuidados efectos de sonido y en una violencia cuidada al milímetro que no sobrepasa el caracter realista de la película .
Por último hablar del comienzo, una declaración de intenciones. Esto no es Fast and the furious y ni Transporter. Drive es a estas películas lo que Bourne es a James Bond
25 de octubre de 2012
25 de octubre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que volver a quitarse el sobrero, la chaqueta, el pantalón… no se que mas. Nicolas Winding de nuevovuelve a dejarme impresionado con esta película, en una construcción “cuasi” perfecta tanto por la dirección, la fotografía (observar esos planos aéreos de la ciudad o esas conversaciones casi sin luz), la bso de sintetizadores ochenteros crea una atmósfera idónea, o esos diálogos en silencio con los que el director se maneja perfectamente…. vaya que este tío es un filón.La película en ocasiones me recordaba a Taxi Driver : un conductor solitario de pocas palabras y una mirada si acaso desafiante, en otras a True Romance: por la historia de amor, pero sin duda me recuerda a las brutales Pusher, Bronson, etc … me recuerda a Nicolas Winding Refn y no hay mas. La película hay que verla con detenimiento pues hay cantidad de referencias que a simple vista no son apreciables: la chaqueta con el escorpión en el espalda (símbolo de picadura mortal), las dos escenas del ascensor(una con paz y silencio y la otra..), la cara ensangrentada de Ryan en el lavabo( hay algo del chico que no se nos cuenta en la película),todo esta hecho con intención no se queda nada en le aire.Por mi muy recomendable.
www.cine-autor.com
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6 de agosto de 2013
6 de agosto de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drive es pura energía desde que Ryan arranca ese motor como el malo y gris de la película, como el chico tímido de alma atormentada, como el justiciero solitario que es. Drive se fundamenta en los silencios más que en los diálogos, en una maravillosa estética noir con una BSO ochentera y alucinante. Drive late en cada plano sutilmente cuidado, en esa lentitud y a veces ese no decir nada, en esas miradas tímidas y sonrisas a medias. No es una pelicula para sonreir ni para gritar o llorar, es una pelicula para ver con el alma. A mí me caló muy hondo porque hasta cada acto crudo y violento tenía un maravilloso sentido del amor y de la justicia. Altamente recomendable para aquellos que disfruten con un cine especial y que no separen cada cosa como si diseccionaran un pavo en Navidades. Todo tiene un sentido, hasta conducir sin rumbo alguno.
28 de febrero de 2014
28 de febrero de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ataviado con una chaqueta plateada con un escorpión bordado en oro a la espalda, el conductor sin nombre del film de Nicolas Winding Refn, luce su vestimenta con la fuerza icónica de los superhéroes, mientras esgrime un palillo entre los dientes, como el lacónico Bogart fumaba sus cigarrillos, nuestro joven mecánico de coches domina con maestría el volante, trabajando como especialista en films de acción. Su frialdad impertérrita y su silencio, los guarda para esporádicos trabajos sucios al volante con ladrones que pagan bien, siempre bajo las condiciones que él mismo establece. Su discreción asombra por su naturalidad, sólo rota en ocasiones de extrema violencia. Su talento y humanidad lo dedica a su amor por su desprotegida vecina Irene (una preciosa Carey Mulligan) y su hijo, le gusta observar la ciudad desde las ventanas, sobre todo por las noches, luces anónimas que deambulan por la ciudad entre calles iluminadas de neón.
Driver (excelente Ryan Goslyn) es un hombre romántico y taciturno, sus silencios son más elocuentes que sus palabras, que representa la culminación de este arquetipo heroico, posiblemente inspirado en el personaje de “Le Samouraï” que encarnaba Alain Delon en el film de Jean-Pierre Melville. Un personaje que demuestra a la vez una insospechada capacidad para la agresividad y el retraimiento de quien se sabe condenado por ello. Una película de género que rinde claramente tributo al cine de los ochenta, pero desde la actualidad, y a films como “Driver” de Walter Hill. Los Ángeles es una ciudad enorme donde la gente no se toca, no camina, el coche es como el caballo para el vaquero. Pero si en la película de Hill la pericia del “driver” se ponía de manifiesto en una serie de espectaculares secuencias de acción, en la de Winding Refn se prefiere subrayar su contenida pero implacable precisión estratégica.
El cineasta se queda con lo más esencial de la novela homónima de James Sallis en la que se basa este excelente film, y que ha adaptado Hossein Amini. Prescinde de explicar el pasado del protagonista, eliminando buena parte de los personajes secundarios para, en cambio, acentuar el aspecto romántico de un personaje que, en el libro se mueve por venganza, mientras que en el film es más por altruismo. El cineasta filma uno de los ejercicios “neonoir” más fascinantes de los últimos años, en mi opinión. “Drive” rebosa tradición americana de “thriller” y cine negro en todos sus fotogramas: los interiores filmados como si de un cuadro de Edward Hopper se tratara, con el empleo constante de tonos azules y granas, el paisaje conformado por carteles publicitarios, luces de neón, garajes y tiendas de empeño; los planos cenitales de la ciudad nocturna identificada por sus largas calles y autopistas, mostrada con respeto y admiración; los coches convertidos en algo más que un medio de transporte, verdaderos iconos de una forma de entender la vida…
En “Drive” se narra una historia de redención donde pesan más las emociones que la acción, gracias a unos estupendos secundarios que les dan una gran entidad a los personajes. Desde esa banda sonora que homenajea el primer pop electrónico de principio de los ochenta interpretado por grupos actuales. El cineasta imprime un tono hiperrealista al film, pausado y contemplativo con el que ha logrado su consagración definitiva, porque el lenguaje cinematográfico ha evolucionado y el cineasta lo ha entendido perfectamente. “Drive” es una película empañada de la melancolía del escorpión que se sabe prisionero de su naturaleza.
Driver (excelente Ryan Goslyn) es un hombre romántico y taciturno, sus silencios son más elocuentes que sus palabras, que representa la culminación de este arquetipo heroico, posiblemente inspirado en el personaje de “Le Samouraï” que encarnaba Alain Delon en el film de Jean-Pierre Melville. Un personaje que demuestra a la vez una insospechada capacidad para la agresividad y el retraimiento de quien se sabe condenado por ello. Una película de género que rinde claramente tributo al cine de los ochenta, pero desde la actualidad, y a films como “Driver” de Walter Hill. Los Ángeles es una ciudad enorme donde la gente no se toca, no camina, el coche es como el caballo para el vaquero. Pero si en la película de Hill la pericia del “driver” se ponía de manifiesto en una serie de espectaculares secuencias de acción, en la de Winding Refn se prefiere subrayar su contenida pero implacable precisión estratégica.
El cineasta se queda con lo más esencial de la novela homónima de James Sallis en la que se basa este excelente film, y que ha adaptado Hossein Amini. Prescinde de explicar el pasado del protagonista, eliminando buena parte de los personajes secundarios para, en cambio, acentuar el aspecto romántico de un personaje que, en el libro se mueve por venganza, mientras que en el film es más por altruismo. El cineasta filma uno de los ejercicios “neonoir” más fascinantes de los últimos años, en mi opinión. “Drive” rebosa tradición americana de “thriller” y cine negro en todos sus fotogramas: los interiores filmados como si de un cuadro de Edward Hopper se tratara, con el empleo constante de tonos azules y granas, el paisaje conformado por carteles publicitarios, luces de neón, garajes y tiendas de empeño; los planos cenitales de la ciudad nocturna identificada por sus largas calles y autopistas, mostrada con respeto y admiración; los coches convertidos en algo más que un medio de transporte, verdaderos iconos de una forma de entender la vida…
En “Drive” se narra una historia de redención donde pesan más las emociones que la acción, gracias a unos estupendos secundarios que les dan una gran entidad a los personajes. Desde esa banda sonora que homenajea el primer pop electrónico de principio de los ochenta interpretado por grupos actuales. El cineasta imprime un tono hiperrealista al film, pausado y contemplativo con el que ha logrado su consagración definitiva, porque el lenguaje cinematográfico ha evolucionado y el cineasta lo ha entendido perfectamente. “Drive” es una película empañada de la melancolía del escorpión que se sabe prisionero de su naturaleza.
10 de abril de 2014
10 de abril de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Yo solo conduzco, tú te encargas de todo lo demás", con esta atractiva filosofía se nos presenta el protagonista de esta historia en este film noir: un personaje sin nombre conocido como "el conductor", que se dedica a hacer de doble y a pilotar coches de películas durante el día... mientras que algunas noches se dedica a hacer de "chofer" para los ladronzuelos durante sus huídas.
El calculado universo de este personaje se ve trastocado cuando se mete en problemas con la mafia.
"Drive" me ha parecido una película restringidamente entretenida; con una trama que, a pesar de tratarse de una conspiración mafiosa un tanto trillada y vista en su desarrollo... y no demasiado profusa, evolucionada y desenvuelta en el guión (las cosas como son), consigue mantener la atención con la solemnidad necesaria.
Y eso es suficiente, pues la cinta pone el resto en su plasticidad... que es sin duda imponente y excelente, siendo lo que mas despierta el interés durante todo el metraje. Este marco incomparable de este Los Ángeles (vetusto y psicodélico a la vez) es un personaje más... el personaje más importante de "Drive". Ya sea en los planos exteriores o interiores, ya sea en un plano general de un nocturno e iluminado skyline metropolitano, ya sea en las sombras y la vestimenta de sus personajes... la fotografía es siempre una verdadera y sencilla delicia, la composición de los planos y los encuadres son maestros, los movimientos de cámara admirables, la iluminación resulta excelente y las inserciones musicales... simplemente inolvidables.
Es por eso que reconozco que momentos como el prólogo me parecen algo magnífico, que la "chupa del escorpión" ya solo puede generarme turbación, que los títulos de crédito y su montaje musical van directamente a mi ranking de los mejores del cine, que las canciones de "Nightcall", "A Real Hero" y "Under Your Spell" y sus inserciones en la trama me han resultado memorables... y ya siempre las asociaré sin remedio a una trama criminal en una gran ciudad contemporánea.
Ahora bien, no voy a recordar el embrollo mafioso ni si el protagonista logró salir de él o no (ni el destino del protagonista). Y es que Refin deja más espacio al "videoclip" y a la virguería que a la historia... y eso pesa, pues no hay un nivel en su trama de matices, ahondamiento, intensidad e ingenio suficientes como para superar lo que es la leve y mera distracción.
"El conductor" es un criminal claroscuro (e incluso cómplice), con estallidos violentos muy bien descritos, pero con un toque de ternura y parsimonia genuino (mucho aporta en esto el siempre solvente Ryan Goslin. También destacan positivamente las interpretaciones de Mulligan y Cranston... pese a contar con personajes algo planos), pero el desarrollo argumental y de personajes no es el de "El padrino" precisamente (ojalá fuera así, pero va a ser que no), sino más bien algo cercano a "To Live and To Die in L.A." (admito que nunca fuí fan de ésta).
En definitiva "Drive" está demasiado condicionada por su lirismo de autor (que la mayor parte de sus veces funciona... y otras no (a destacar como se alarga en algunas escenas sin necesidad)), si le hubiera dedicado más tiempo a enriquecer la trama y no tanto a la hermosa percha... tal vez se hubiera logrado un equilibrio de obra maestra.
Lo mejor: Los temas musicales. Los primeros minutos. La cuidadosa interpretación de Goslin.
Lo peor: Refn se pasa de listo en algunos de sus alardes adornando la nada sin necesidad.
El calculado universo de este personaje se ve trastocado cuando se mete en problemas con la mafia.
"Drive" me ha parecido una película restringidamente entretenida; con una trama que, a pesar de tratarse de una conspiración mafiosa un tanto trillada y vista en su desarrollo... y no demasiado profusa, evolucionada y desenvuelta en el guión (las cosas como son), consigue mantener la atención con la solemnidad necesaria.
Y eso es suficiente, pues la cinta pone el resto en su plasticidad... que es sin duda imponente y excelente, siendo lo que mas despierta el interés durante todo el metraje. Este marco incomparable de este Los Ángeles (vetusto y psicodélico a la vez) es un personaje más... el personaje más importante de "Drive". Ya sea en los planos exteriores o interiores, ya sea en un plano general de un nocturno e iluminado skyline metropolitano, ya sea en las sombras y la vestimenta de sus personajes... la fotografía es siempre una verdadera y sencilla delicia, la composición de los planos y los encuadres son maestros, los movimientos de cámara admirables, la iluminación resulta excelente y las inserciones musicales... simplemente inolvidables.
Es por eso que reconozco que momentos como el prólogo me parecen algo magnífico, que la "chupa del escorpión" ya solo puede generarme turbación, que los títulos de crédito y su montaje musical van directamente a mi ranking de los mejores del cine, que las canciones de "Nightcall", "A Real Hero" y "Under Your Spell" y sus inserciones en la trama me han resultado memorables... y ya siempre las asociaré sin remedio a una trama criminal en una gran ciudad contemporánea.
Ahora bien, no voy a recordar el embrollo mafioso ni si el protagonista logró salir de él o no (ni el destino del protagonista). Y es que Refin deja más espacio al "videoclip" y a la virguería que a la historia... y eso pesa, pues no hay un nivel en su trama de matices, ahondamiento, intensidad e ingenio suficientes como para superar lo que es la leve y mera distracción.
"El conductor" es un criminal claroscuro (e incluso cómplice), con estallidos violentos muy bien descritos, pero con un toque de ternura y parsimonia genuino (mucho aporta en esto el siempre solvente Ryan Goslin. También destacan positivamente las interpretaciones de Mulligan y Cranston... pese a contar con personajes algo planos), pero el desarrollo argumental y de personajes no es el de "El padrino" precisamente (ojalá fuera así, pero va a ser que no), sino más bien algo cercano a "To Live and To Die in L.A." (admito que nunca fuí fan de ésta).
En definitiva "Drive" está demasiado condicionada por su lirismo de autor (que la mayor parte de sus veces funciona... y otras no (a destacar como se alarga en algunas escenas sin necesidad)), si le hubiera dedicado más tiempo a enriquecer la trama y no tanto a la hermosa percha... tal vez se hubiera logrado un equilibrio de obra maestra.
Lo mejor: Los temas musicales. Los primeros minutos. La cuidadosa interpretación de Goslin.
Lo peor: Refn se pasa de listo en algunos de sus alardes adornando la nada sin necesidad.
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