La Liga de la Justicia de Zack Snyder
6.8
18,113
Fantástico. Acción. Ciencia ficción
Con la determinación de asegurar que el sacrificio definitivo de Superman (Henry Cavill) no fue en vano, Bruce Wayne (Ben Affleck) une fuerzas con Diana Prince (Gal Gadot) para reclutar a un equipo de metahumanos que protejan el mundo de una amenaza inminente de proporciones catastróficas. La tarea es más difícil de lo que Bruce imaginaba, ya que cada uno de los reclutas deberá enfrentarse a sus propios demonios para trascender aquello ... [+]
18 de marzo de 2021
18 de marzo de 2021
38 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Misión de audaces, Escrito bajo el sol, Cuna de héroes, Hatari, Tierra de faraones, Toy Story, Solo los ángeles tienen alas, Charada, El cebo, Un ladrón en la alcoba, La semilla del diablo, Raíces profundas... y podría seguir, seguir, y seguir...
Si este truño tiene mejor nota, digo, que las anteriores (que desde luego pueden denominarse así, no como este engendro), entonces no entiendo nada.
Dos primeras horas de nada, NADA. Cámara lenta (dejad la cámara lenta ya, por Dios) música trascendente, diálogos de infantil ...
Aburrida, aburrida, aburrida. Por lo menos la anterior duraba algo menos.
Una historia que puedes contar en 60 minutos y te sobra tiempo.
Pues nada, sigamos así. Estupendo todo.
Y de lo del formato 4:3 ya no digo nada, porque prefiero no calentarme. Decir que es la tontuna del año es un eufemismo agradable.
Y no sigo porque me conozco.
P.d.: el Superman de Richard Donner tiene un 6.7, y se encuentra, no en una galaxia, en un universo de distancia. Es El padrino comparado con “esto”.
Si este truño tiene mejor nota, digo, que las anteriores (que desde luego pueden denominarse así, no como este engendro), entonces no entiendo nada.
Dos primeras horas de nada, NADA. Cámara lenta (dejad la cámara lenta ya, por Dios) música trascendente, diálogos de infantil ...
Aburrida, aburrida, aburrida. Por lo menos la anterior duraba algo menos.
Una historia que puedes contar en 60 minutos y te sobra tiempo.
Pues nada, sigamos así. Estupendo todo.
Y de lo del formato 4:3 ya no digo nada, porque prefiero no calentarme. Decir que es la tontuna del año es un eufemismo agradable.
Y no sigo porque me conozco.
P.d.: el Superman de Richard Donner tiene un 6.7, y se encuentra, no en una galaxia, en un universo de distancia. Es El padrino comparado con “esto”.
19 de marzo de 2021
19 de marzo de 2021
13 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar me parece la mejor imitación de La saga de las galaxias. Pero no se si esto es bueno para una película de cine. Todos la hemos visto en pantalla pequeña y la crítica de verdad habría que hacerla viéndola en pantalla grande que es para lo que está hecha, pero es lo que hay.
Da pena ver a actores como Ben Affleck tener que decir esos diálogos cuando menos absurdos, o a Jeremy Irons, que iba para mejor actor británico y se ha convertido en un secundario más. Algo parecido se puede decir de William Dafoe.
La película tiene su público igual que lo tenía el líder del cine español, Antonio Ozores, pero indudablemente no pasará a la historia a no ser por su duración. Los efectos especiales son el otro aspecto por el que puede optar a un Oscar pero aquí ya hay mucha competencia.
Y de Gal Gadot merece la pena hablar. La pagan por actuar, luego es actriz. Pero es firme candidata a un premio Razzie. En las escenas en las que aparecen todos juntos y todos tienen su intervención mirad su cara y escucharla en versión original. De pena.
Indudablemente en un pastiche de este calibre hay enormes carencias de guion pero que a los fanáticos de estos espectáculos se la refanfinfla.
Hay que hablar de las famosas coreografías de las películas de acción. Es este aspecto cualquier película coreana de serie B está mejor hecha y no se por qué no se han aprovechado de su experiencia. Y el ridículo se roza en el poblado, reino, de las amazonas, donde imitan, llevándolo al terreno de lo ridículo, las que se hacían para las películas "de romanos" de los años 60.
¿Y si tan mala te parece por qué pones un 5? Pues porque solo me he dormido dos veces durante la película y la he terminado de ver hasta los títulos de crédito. Y en estas películas de Oliver y Benji para adultos que siguen aferrados a Oliver y Benji, que solo dos veces el sueño haya sido más placentero que la película es un 5 para mí.
Da pena ver a actores como Ben Affleck tener que decir esos diálogos cuando menos absurdos, o a Jeremy Irons, que iba para mejor actor británico y se ha convertido en un secundario más. Algo parecido se puede decir de William Dafoe.
La película tiene su público igual que lo tenía el líder del cine español, Antonio Ozores, pero indudablemente no pasará a la historia a no ser por su duración. Los efectos especiales son el otro aspecto por el que puede optar a un Oscar pero aquí ya hay mucha competencia.
Y de Gal Gadot merece la pena hablar. La pagan por actuar, luego es actriz. Pero es firme candidata a un premio Razzie. En las escenas en las que aparecen todos juntos y todos tienen su intervención mirad su cara y escucharla en versión original. De pena.
Indudablemente en un pastiche de este calibre hay enormes carencias de guion pero que a los fanáticos de estos espectáculos se la refanfinfla.
Hay que hablar de las famosas coreografías de las películas de acción. Es este aspecto cualquier película coreana de serie B está mejor hecha y no se por qué no se han aprovechado de su experiencia. Y el ridículo se roza en el poblado, reino, de las amazonas, donde imitan, llevándolo al terreno de lo ridículo, las que se hacían para las películas "de romanos" de los años 60.
¿Y si tan mala te parece por qué pones un 5? Pues porque solo me he dormido dos veces durante la película y la he terminado de ver hasta los títulos de crédito. Y en estas películas de Oliver y Benji para adultos que siguen aferrados a Oliver y Benji, que solo dos veces el sueño haya sido más placentero que la película es un 5 para mí.
22 de marzo de 2021
22 de marzo de 2021
12 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, la 'Canción a la sirena' o 'Song to the siren' de Tim Buckley en una versión parecida a la maravillosa que realizaron This Mortal Coil. Eso es lo que se oye en la más que vergonzante secuencia en la que Flash salva de una segura muerte a una chica con el conductor del autobús y la hamburguesa exquisita. Y no es el único momento terrible, hay muchos más que, combinados con esa fotografía retocada como de carboncillo (que nos gustó en '300' pero que ya empieza a cansar muchísimo), esa cámara lenta hasta para pedir un taxi, esos diálogos que explican todo dos veces por si alguien había mirado el móvil en casa y esas frases metidas con calzador de feministo (o algo) de Gadl Gadot y también... esa música de cuatro horas sin ninguna melodía reconocible. Esa música que suena como a Enya o a Lisa Gerrard cada vez que salen las valkirias a caballo. En fin. También he de reconocer, particularmente, que me levanté del sofá muchas menos veces que con 'El irlandés', el ladrillo ese de Scorsese. Y no comparo, solo constato hechos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sí, la vergüenza ajena. Qué terrible enemiga para las películas épicas. Poner a un héroe con el superpoder de regalar dinero del cajero a una pobre mujer es casi casi casi de cárcel.
5 de abril de 2021
5 de abril de 2021
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para este "refrito" no hacía falta torturar al personal durante casi cuatro horas. Sobra al menos la mitad del metraje. Es una película pretenciosa hasta el hartazgo, pesada hasta el aburrimiento, sin nada nuevo que decir ni que aportar y con una banda sonora increíblemente sosa. En definitiva, después de aguantar los primeros 45 minutos he llegado a la conclusión de que no merecía dedicar ni un segundo más a este bodrio infumable. La "versión" de 2017 era realmente floja pero al menos no hacía perder una tarde completa como esta pretende. Tal como dice el refranero: "Lo malo, si breve, menos malo".
Supongo que será aceptable para los muy amantes de los "héroes" de Marvel y para los muy admiradores de Snyder. Como no soy ni lo uno ni lo otro, me resulta insoportable.
Supongo que será aceptable para los muy amantes de los "héroes" de Marvel y para los muy admiradores de Snyder. Como no soy ni lo uno ni lo otro, me resulta insoportable.
31 de agosto de 2024
31 de agosto de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, efectivamente, el Snyder Cut de “La Liga de la Justicia” no es una obra maestra, al menos no en el sentido literal del término. Pero aclaro, otra vez, que yo no reservo la nota de 10 exclusivamente para las grandes obras cinematográficas de la humanidad (fundamentalmente porque no me considero cualificado para reconocer una aunque la tuviera encima de mi hombro susurrándome «Jordi Costa me ve, como mínimo, una vez al mes»), sino que aplico un criterio de valoración más personal y si algo me toca alguna fibra sensible o considero que introduce uno o varios elementos revolucionarios o, simplemente, me parece que trata de buscar la excelencia y no se queda demasiado lejos, le otorgo el único reconocimiento que tengo a mano: mi máxima valoración, por insignificante que sea.
Veo “La Liga de la Justicia de Zach Snyder” y veo muchas cosas que me hacen hervir la sangre e integrarme en sus propuestas. Veo voluntad de superación de la tragedia que impidió completar el proyecto original. Veo un golpe encima de la mesa que reivindica un concepto ganador capaz de plantar cara a Marvel, erróneamente abandonado. Veo valor para ignorar el riesgo de recomponer una obra denostada por los expertos y rechazada por el público. Pero, sobre todo, veo amor por el cine para imponer sus convicciones por encima de todos los convencionalismos en cuanto a duración, comercialidad y estructura de una película. A mi entender, a pesar de sus fallos, se merece la máxima puntuación, como esos deportes en los la dificultad del ejercicio supera el 10 y compensa ciertas penalizaciones por infracción.
Un análisis comparativo entre este montaje de Zach Snyder y lo que llevó a la pantalla Joss Whedon es útil en el sentido de que ayuda a determinar qué quería uno, qué llegó a rodar, qué rehizo el otro y qué hubo que rellenar a posteriori… pero no tiene sentido tratar de establecer cuál es mejor o peor porque, sencillamente, las realizaciones no se hicieron en las mismas condiciones. Es fácil decir que el Snyder Cut es más fluido sin tener en cuenta que a Whedon le forzaron a limitar la duración a dos horas o que no tuvo plena libertad para desarrollar su punto de vista sin restricciones. Así que dejemos claro que Whedon hizo el mejor trabajo posible en unas circunstancias bastante adversas y, aún así, sacó adelante una película respetuosa con los conceptos DC, muy seria, bastante divertida y absolutamente entretenida. Honor, Joss.
Efectivamente, “La Liga de la Justicia de Zach Snyder” es más coherente y comprensible. Fundamentalmente, porque entendemos quienes son Flash y Cyborg, el personaje de Steppenwolf tiene más sentido una vez desvelada su relación con Darkseid y la historia de las cajas se cuenta sin tanta confusión. ¿Que más de cuatro horas es excesivo? Yo lo veo una genialidad, un toque de exclusividad, un guiño a los seguidores de DC para hacerles ver que donde otros hacen series con un setenta por ciento de relleno y en las que no pasa nada hasta el sexto episodio, Snyder hace Cine de verdad para el que quiera verlo. La apariencia visual es mucho más oscura y acorde a su visión de un universo DC que no sólo lleva héroes del cómic a la pantalla, sino que se lleva con ellos toda la esencia posible de la novela gráfica. Estructurada en capítulos, la narración deja ver el tipo de personajes complejos y solemnes que ha venido caracterizando la filosofía de Snyder desde que arrancó su universo, personajes que prefieren hablar a masacrar sin más.
No hay grandes debilidades en la película y, las que hay, son fruto de las circunstancias: personajes con evidentes cambios físicos a lo largo de la película según se trate de tomas originales de 2017 o ampliadas en 2021, efectos especiales muy limitados y algún que otro salto que no se pudo suavizar. Como siempre, se le ha achacado cierta falta de escenas de acción, aunque eso va por gustos y hay que tener en cuenta que frente al frenesí de acción y CGI de Marvel, DC siempre se ha mantenido más mesurado y con preferencia al uso de efectos más artesanales.
Creo que el UDC de Zack Snyder se merecía un final así, que no dejase que la franquicia pusiera punto y final con el mal sabor de boca de los patinazos de “Wonder woman 1984” y “Shazam 2”, dejando el listón tan por los suelos que el reboot de Gunn no pudiera hacer otra cosa que mejorarlo. Un Gunn al que nadie le quita talento como realizador… siempre que cuente con libertad para hacer, literalmente, lo que le venga en gana, aunque sea prescindiendo de valores seguros como un Henry Cavill dispuesto a volver y de los personajes consolidados de Momoa, Gadot o Miller, por no hablar de que nadie ha perdido dinero con Dwayne Johnson en el reparto. Claro que contar con esa gente y satisfacer la demanda de continuidad por parte de un público que ha percibido una bajada de calidad no achacable al elenco, podría suponer compartir mérito con Snyder por el cásting o, peor, que la gente se llegara a preguntar qué aporta Gunn. Un James Gunn que se infiltró en el UDC con una sobrevalorada continuación de el Escuadrón Suicida en la que ya apuntaba maneras: se unió a la campaña de vilipendio de la predecesora (de nuevo para bajar el listón) y rompió la continuidad a su antojo dejando claro que su película era una cosa personal y separada de todo. Así que le veo con la suficiente mala sangre como para haber boicoteado deliberadamente “Flash” y “Black Adam” con limitaciones de presupuesto «mi reboot de Superman necesita un par de millones de Flash que, de todos modos, no tiene futuro» e imposiciones argumentales con el cuento de «este personaje no puede decir esto para no interferir en mi nuevo proyecto».
Este nuevo montaje demuestra que el UDC siempre tuvo futuro, pero Warner decidió cambiar de caballo en mitad del río. Aquí somos del Team Snyder forever, Zach.
Veo “La Liga de la Justicia de Zach Snyder” y veo muchas cosas que me hacen hervir la sangre e integrarme en sus propuestas. Veo voluntad de superación de la tragedia que impidió completar el proyecto original. Veo un golpe encima de la mesa que reivindica un concepto ganador capaz de plantar cara a Marvel, erróneamente abandonado. Veo valor para ignorar el riesgo de recomponer una obra denostada por los expertos y rechazada por el público. Pero, sobre todo, veo amor por el cine para imponer sus convicciones por encima de todos los convencionalismos en cuanto a duración, comercialidad y estructura de una película. A mi entender, a pesar de sus fallos, se merece la máxima puntuación, como esos deportes en los la dificultad del ejercicio supera el 10 y compensa ciertas penalizaciones por infracción.
Un análisis comparativo entre este montaje de Zach Snyder y lo que llevó a la pantalla Joss Whedon es útil en el sentido de que ayuda a determinar qué quería uno, qué llegó a rodar, qué rehizo el otro y qué hubo que rellenar a posteriori… pero no tiene sentido tratar de establecer cuál es mejor o peor porque, sencillamente, las realizaciones no se hicieron en las mismas condiciones. Es fácil decir que el Snyder Cut es más fluido sin tener en cuenta que a Whedon le forzaron a limitar la duración a dos horas o que no tuvo plena libertad para desarrollar su punto de vista sin restricciones. Así que dejemos claro que Whedon hizo el mejor trabajo posible en unas circunstancias bastante adversas y, aún así, sacó adelante una película respetuosa con los conceptos DC, muy seria, bastante divertida y absolutamente entretenida. Honor, Joss.
Efectivamente, “La Liga de la Justicia de Zach Snyder” es más coherente y comprensible. Fundamentalmente, porque entendemos quienes son Flash y Cyborg, el personaje de Steppenwolf tiene más sentido una vez desvelada su relación con Darkseid y la historia de las cajas se cuenta sin tanta confusión. ¿Que más de cuatro horas es excesivo? Yo lo veo una genialidad, un toque de exclusividad, un guiño a los seguidores de DC para hacerles ver que donde otros hacen series con un setenta por ciento de relleno y en las que no pasa nada hasta el sexto episodio, Snyder hace Cine de verdad para el que quiera verlo. La apariencia visual es mucho más oscura y acorde a su visión de un universo DC que no sólo lleva héroes del cómic a la pantalla, sino que se lleva con ellos toda la esencia posible de la novela gráfica. Estructurada en capítulos, la narración deja ver el tipo de personajes complejos y solemnes que ha venido caracterizando la filosofía de Snyder desde que arrancó su universo, personajes que prefieren hablar a masacrar sin más.
No hay grandes debilidades en la película y, las que hay, son fruto de las circunstancias: personajes con evidentes cambios físicos a lo largo de la película según se trate de tomas originales de 2017 o ampliadas en 2021, efectos especiales muy limitados y algún que otro salto que no se pudo suavizar. Como siempre, se le ha achacado cierta falta de escenas de acción, aunque eso va por gustos y hay que tener en cuenta que frente al frenesí de acción y CGI de Marvel, DC siempre se ha mantenido más mesurado y con preferencia al uso de efectos más artesanales.
Creo que el UDC de Zack Snyder se merecía un final así, que no dejase que la franquicia pusiera punto y final con el mal sabor de boca de los patinazos de “Wonder woman 1984” y “Shazam 2”, dejando el listón tan por los suelos que el reboot de Gunn no pudiera hacer otra cosa que mejorarlo. Un Gunn al que nadie le quita talento como realizador… siempre que cuente con libertad para hacer, literalmente, lo que le venga en gana, aunque sea prescindiendo de valores seguros como un Henry Cavill dispuesto a volver y de los personajes consolidados de Momoa, Gadot o Miller, por no hablar de que nadie ha perdido dinero con Dwayne Johnson en el reparto. Claro que contar con esa gente y satisfacer la demanda de continuidad por parte de un público que ha percibido una bajada de calidad no achacable al elenco, podría suponer compartir mérito con Snyder por el cásting o, peor, que la gente se llegara a preguntar qué aporta Gunn. Un James Gunn que se infiltró en el UDC con una sobrevalorada continuación de el Escuadrón Suicida en la que ya apuntaba maneras: se unió a la campaña de vilipendio de la predecesora (de nuevo para bajar el listón) y rompió la continuidad a su antojo dejando claro que su película era una cosa personal y separada de todo. Así que le veo con la suficiente mala sangre como para haber boicoteado deliberadamente “Flash” y “Black Adam” con limitaciones de presupuesto «mi reboot de Superman necesita un par de millones de Flash que, de todos modos, no tiene futuro» e imposiciones argumentales con el cuento de «este personaje no puede decir esto para no interferir en mi nuevo proyecto».
Este nuevo montaje demuestra que el UDC siempre tuvo futuro, pero Warner decidió cambiar de caballo en mitad del río. Aquí somos del Team Snyder forever, Zach.
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