Wolverine: Inmortal
2013 

5.3
35,582
Fantástico. Ciencia ficción. Acción
Un Logan amnésico investiga su pasado en el mundo del crimen organizado japonés. Vulnerable por primera vez y desafiando sus límites físicos y emocionales, no sólo se enfrentará al letal acero samurái, sino que además mantendrá una lucha interna contra su inmortalidad, que lo hará más fuerte. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2016
9 de julio de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hugh Jackman ha conseguido un Logan/Lobezno inolvidable. Eventualmente se irá de la franquicia (nada dura eternamente) y se le echará de menos como al que más. Pero no ha tenido nada de suerte con su saga monográfica hasta ahora. Si bien "Orígenes" es entretenida pero demasiado nula y tonta a nivel argumental, "Inmortal" tiene una historia más oscura y compleja pero carente de garra y ritmo.
El guión a nivel argumental toma un giro decidido a lo adulto, lo enrevesado y lo violento. Pero se despreocupa por el ritmo. A nivel narrativo es demasiado lenta, sobre todo de cara a su segunda mitad (tras un primer tercio interesante, bien llevado), terminando por matar el interés y la paciencia del espectador (sobre todo más cuando la trama va degenerando de cara a su conclusión, con una solución final absurda).
La dirección es buena y elegante. La banda sonora ayuda a propinar un buen ambiente y los efectos visuales cumplen.
Las interpretaciones son correctas en general, con Hugh Jackman como única interpretación a destacar de verdad.
Con un mejor ritmo, menos minutos de película en su segunda mitad y un tercio final con una mejor escritura, hablaríamos de una notable película del mítico e inolvidable personaje. Por desgracia tenemos un arranque positivo y diferente lastrado por una lentitud inexplicable y una floja mitad y conclusión. Una vez más, decepcionante.
El guión a nivel argumental toma un giro decidido a lo adulto, lo enrevesado y lo violento. Pero se despreocupa por el ritmo. A nivel narrativo es demasiado lenta, sobre todo de cara a su segunda mitad (tras un primer tercio interesante, bien llevado), terminando por matar el interés y la paciencia del espectador (sobre todo más cuando la trama va degenerando de cara a su conclusión, con una solución final absurda).
La dirección es buena y elegante. La banda sonora ayuda a propinar un buen ambiente y los efectos visuales cumplen.
Las interpretaciones son correctas en general, con Hugh Jackman como única interpretación a destacar de verdad.
Con un mejor ritmo, menos minutos de película en su segunda mitad y un tercio final con una mejor escritura, hablaríamos de una notable película del mítico e inolvidable personaje. Por desgracia tenemos un arranque positivo y diferente lastrado por una lentitud inexplicable y una floja mitad y conclusión. Una vez más, decepcionante.
24 de julio de 2013
24 de julio de 2013
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se estrena hoy en los cines españoles “Lobezno Inmortal”, la última película de James Mangold, veterano director que ha firmado películas como “Inocencia interrumpida” (1999), “En la cuerda floja” (2005), o ya más recientemente aquél despropósito titulado “Noche y día” (2010), donde Tom Cruise y Cameron Díaz se dedicaban a ir en moto entre los toros de los San Fermines por las calles de Sevilla (sí, lo habéis leído bien).
Ahora se encarga de la segunda aventura en solitario de Lobezno, después de que su anterior intento en solitario en 2009 con “X-Men orígenes: Lobezno” disgustase a la mayoría (tengo que reconocer que a mí me gustó). El director repite con Hugh Jackman, después de coincidir ambos en “Kate & Leopold”, o lo que es lo mismo, el último intento de Meg Ryan de protagonizar una comedia romántica como estrella.
El argumento puede resultar caótico para aquellos alejados de la evolución del universo cinematográfico de los mutantes de Marvel, el cual está intentando homogeneizar Twenty Century Fox tal y como ha conseguido con tremendo éxito Marvel.
De esta forma, “Lobezno Inmortal” sería una secuela directa de “X-Men: La decisión final” (dirigida por Brett Ratner en 2006 y en exceso maltratada, resultando mucho más entretenida que ésta); contándonos cómo Lobezno decide alejarse del resto de los mutantes y aislarse de un mundo que odia, a la vez que mantiene vivo su amor por Jean Grey (Famke Janssen) y sufre las consecuencias de lo ocurrido en la tercera entrega de los X-Men.
Su vida de redención y aislamiento se ve interrumpida cuando una joven japonesa le pide que le acompañe a Tokio, donde está muriéndose Yashida, un antiguo amigo de Lobezno, el cual quiere devolverle el favor por haberle salvado la vida cuando era joven. El regalo que le ofrece es la mortalidad.
De esta forma comienza una secuela escrita por nada menos que Christopher McQuarrie (ganador de un Oscar a Mejor Guión por “Sospechosos habituales”) basándose en el cómic original de Frank Miller. Debido a su guionista y a un solvente director poco asiduo a los “blockbusters”, nos encontrados con una historia oscura, densa, en la cual prima la introspección del personaje por encima de la acción, relevando esta última a momentos anecdóticos de la trama (aunque, eso sí, muy bien rodada).
“Lobezno inmortal” se aleja del concepto de comedia de acción y aventuras de superhéroes fomentada por “X-Men: Primera generación”, y sobre todo, por “Los vengadores”; contagiándose por el drama y potenciación de la figura del antihéroe que tan bien le salió a Christopher Nolan con su saga de Batman. Pero lo que quedó bien a Nolan a Mangold no le funciona, creando una historia innecesaria que encalla en una trama aburrida y poco interesante.
Pero no sólo la historia es densa, sino que las escenas oníricas de Famke Janssen tampoco ayudan a avanzar a la trama, así como tampoco resultan interesantes una serie de secundarios a cada cual más innecesario y un cúmulo de escenas que no pasarán a la historia del Cine. Pero lo que resulta más llamativo es que, a parte del protagonista, sólo aparezcan dos mutantes, de los cuales uno no muestra poderes (sólo dice que los tiene) y el otro, Viper (papel rechazado por Jessica Biel), no se encuentra a la altura para ejercer el papel de villano de la función.
En definitiva, el resultado final se aleja totalmente del concepto de película que desean ver los espectadores devoradores del género de superhéroes, chocando de lleno ante un drama intimista del que sólo se rescatan del hundimiento la figura de Lobezno (magistralmente interpretado, como siempre, por un Hugh Jackman que ya ha asumido que será el papel que le dará la inmortalidad, así que lo potenciará todo lo que dé de sí el personaje) y una escena a mitad de los créditos que se refuerza como la única escena reseñable.
Lo peor: Que ya resulta palpable que las películas en solitario de Lobezno son innecesarias, resultando mucho más gratificante (y entretenido) verle rodeado del resto de mutantes.
Lo mejor: La escena a mitad de los créditos, que enlaza con lo que veremos el año que viene, es decir, “X-Men: Días de Futuro Pasado”.
Síguenos en Twitter: @cineralia y @EduQuintana16
Ahora se encarga de la segunda aventura en solitario de Lobezno, después de que su anterior intento en solitario en 2009 con “X-Men orígenes: Lobezno” disgustase a la mayoría (tengo que reconocer que a mí me gustó). El director repite con Hugh Jackman, después de coincidir ambos en “Kate & Leopold”, o lo que es lo mismo, el último intento de Meg Ryan de protagonizar una comedia romántica como estrella.
El argumento puede resultar caótico para aquellos alejados de la evolución del universo cinematográfico de los mutantes de Marvel, el cual está intentando homogeneizar Twenty Century Fox tal y como ha conseguido con tremendo éxito Marvel.
De esta forma, “Lobezno Inmortal” sería una secuela directa de “X-Men: La decisión final” (dirigida por Brett Ratner en 2006 y en exceso maltratada, resultando mucho más entretenida que ésta); contándonos cómo Lobezno decide alejarse del resto de los mutantes y aislarse de un mundo que odia, a la vez que mantiene vivo su amor por Jean Grey (Famke Janssen) y sufre las consecuencias de lo ocurrido en la tercera entrega de los X-Men.
Su vida de redención y aislamiento se ve interrumpida cuando una joven japonesa le pide que le acompañe a Tokio, donde está muriéndose Yashida, un antiguo amigo de Lobezno, el cual quiere devolverle el favor por haberle salvado la vida cuando era joven. El regalo que le ofrece es la mortalidad.
De esta forma comienza una secuela escrita por nada menos que Christopher McQuarrie (ganador de un Oscar a Mejor Guión por “Sospechosos habituales”) basándose en el cómic original de Frank Miller. Debido a su guionista y a un solvente director poco asiduo a los “blockbusters”, nos encontrados con una historia oscura, densa, en la cual prima la introspección del personaje por encima de la acción, relevando esta última a momentos anecdóticos de la trama (aunque, eso sí, muy bien rodada).
“Lobezno inmortal” se aleja del concepto de comedia de acción y aventuras de superhéroes fomentada por “X-Men: Primera generación”, y sobre todo, por “Los vengadores”; contagiándose por el drama y potenciación de la figura del antihéroe que tan bien le salió a Christopher Nolan con su saga de Batman. Pero lo que quedó bien a Nolan a Mangold no le funciona, creando una historia innecesaria que encalla en una trama aburrida y poco interesante.
Pero no sólo la historia es densa, sino que las escenas oníricas de Famke Janssen tampoco ayudan a avanzar a la trama, así como tampoco resultan interesantes una serie de secundarios a cada cual más innecesario y un cúmulo de escenas que no pasarán a la historia del Cine. Pero lo que resulta más llamativo es que, a parte del protagonista, sólo aparezcan dos mutantes, de los cuales uno no muestra poderes (sólo dice que los tiene) y el otro, Viper (papel rechazado por Jessica Biel), no se encuentra a la altura para ejercer el papel de villano de la función.
En definitiva, el resultado final se aleja totalmente del concepto de película que desean ver los espectadores devoradores del género de superhéroes, chocando de lleno ante un drama intimista del que sólo se rescatan del hundimiento la figura de Lobezno (magistralmente interpretado, como siempre, por un Hugh Jackman que ya ha asumido que será el papel que le dará la inmortalidad, así que lo potenciará todo lo que dé de sí el personaje) y una escena a mitad de los créditos que se refuerza como la única escena reseñable.
Lo peor: Que ya resulta palpable que las películas en solitario de Lobezno son innecesarias, resultando mucho más gratificante (y entretenido) verle rodeado del resto de mutantes.
Lo mejor: La escena a mitad de los créditos, que enlaza con lo que veremos el año que viene, es decir, “X-Men: Días de Futuro Pasado”.
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27 de julio de 2013
27 de julio de 2013
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en cierta manera parecida a la propuesta de "El Hobbit". Un arranque de personajes, con condición humana alevín, pero al menos con cierta intencionalidad de drama. De hecho, la producción( propia de telefilm), aburrió soberanamente a los amigos en esa parte. Luego mi atención no se equivocaba.
El guión se despendola cuando aparecen los ninjas, los trenes balas y las coorporaciones en ese contexto de Japón que ya en los 80´s ofrecía lo mismo que ahora. Le pesa al guión los años, el polvo en los archivos, los ramalazos millerianos están más que superados.
En fin, para irla a ver al cine no, pero si la pasan por la tele, pues para hacer la digestión de un cocidito, sirve.
El guión se despendola cuando aparecen los ninjas, los trenes balas y las coorporaciones en ese contexto de Japón que ya en los 80´s ofrecía lo mismo que ahora. Le pesa al guión los años, el polvo en los archivos, los ramalazos millerianos están más que superados.
En fin, para irla a ver al cine no, pero si la pasan por la tele, pues para hacer la digestión de un cocidito, sirve.
26 de julio de 2013
26 de julio de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Lobezno Inmortal “rompe con la tendencia que últimamente han llevado las películas de superhéroes/mutantes (Los Vengadores ,X Men : 1º generación, Iron Man 3, etc…) de presentarnos a muchos protagonistas o secundarios juntos en la misma película y centrarse en la acción, en esta es lo opuesto presentamos a muy pocos secundarios (los justos) y nos centramos mucho más en el protagonista y en su historia.
Saben que Lobezno es uno de los personajes de Marvel más carismático y potente por eso creo que la decisión de centrarse en él y en su historia en Japón ha sido para reforzar al personaje y prepararlo para lo que un futuro será “X Men : días del futuro pasado” después de una floja parte anterior que no justo a crítica y fans, pero esto puede ser un arma de doble filo ya que quienes vayan a verla con la idea de ver una película del estilo de lo último que se ha visto puede que les decepcione o les sepa a poco.
A mi esta ambientación en Japón me encanta es una de mis debilidades, me ponen Samuráis, Ninjas, Katanas y todo esto en Tokio y ya me tienen en el bote por lo que quien lea esto y este tipo de ambientación no le resulte atractiva o especialmente llamativa deberá quitarle un punto a la nota final, también me he fijado en que existen muchos fallos en la película, pequeños, muy leves pero muchos para una producción de este nivel, no subtitulan todas las conversaciones en Japonés, escena conduciendo en la que mueven el volante de forma poco realista, extras que se tiran en los coches ( literalmente) el oso se nota mucho que es CGI, la escena del tren bala no es muy realista, etc… y hay más que no diré para no alargarme mucho.
A mí me ha gustado pero es que el personaje y la ambientación me tiran mucho pero puede quedar esa sensación de haber visto una historia secundaria fuera del universo Marvel/mutante que prepare el camino y al personaje para algo mayor.
NOTA: Existe una escena entre los créditos que para todos aquellos que hayan visto todas las películas de los Xmen especialmente la última (Xmen: La decisión final) y sepan lo que está por venir sabrán darle el valor que tiene para mí de las mejores escenas post créditos (si no la mejor) que se ha hecho, es una de las mejores cosas de la película.
Saben que Lobezno es uno de los personajes de Marvel más carismático y potente por eso creo que la decisión de centrarse en él y en su historia en Japón ha sido para reforzar al personaje y prepararlo para lo que un futuro será “X Men : días del futuro pasado” después de una floja parte anterior que no justo a crítica y fans, pero esto puede ser un arma de doble filo ya que quienes vayan a verla con la idea de ver una película del estilo de lo último que se ha visto puede que les decepcione o les sepa a poco.
A mi esta ambientación en Japón me encanta es una de mis debilidades, me ponen Samuráis, Ninjas, Katanas y todo esto en Tokio y ya me tienen en el bote por lo que quien lea esto y este tipo de ambientación no le resulte atractiva o especialmente llamativa deberá quitarle un punto a la nota final, también me he fijado en que existen muchos fallos en la película, pequeños, muy leves pero muchos para una producción de este nivel, no subtitulan todas las conversaciones en Japonés, escena conduciendo en la que mueven el volante de forma poco realista, extras que se tiran en los coches ( literalmente) el oso se nota mucho que es CGI, la escena del tren bala no es muy realista, etc… y hay más que no diré para no alargarme mucho.
A mí me ha gustado pero es que el personaje y la ambientación me tiran mucho pero puede quedar esa sensación de haber visto una historia secundaria fuera del universo Marvel/mutante que prepare el camino y al personaje para algo mayor.
NOTA: Existe una escena entre los créditos que para todos aquellos que hayan visto todas las películas de los Xmen especialmente la última (Xmen: La decisión final) y sepan lo que está por venir sabrán darle el valor que tiene para mí de las mejores escenas post créditos (si no la mejor) que se ha hecho, es una de las mejores cosas de la película.
29 de julio de 2013
29 de julio de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decepción. Esa fue la sensación con la que salí de la sala de cine tras ver ‘Lobezno inmortal’. Una película que prometía, por Hugh Jackman, por el contexto donde se desarrolla la trama (Japón), por su director James Mangold (‘Identidad’, ‘El tren de las 3:10’ o ‘Inocencia interrumpida’), por su guionista Christopher McQuarrie (‘Sospechosos habituales’) y porque, en definitiva, Marvel lleva un par de años bastante buenos, dándonos entregas entretenidas y de calidad, en las que parecía haber ya una base afianzada. Pero en lugar de eso nos encontramos con una película de superhéroes más, y probablemente la peor de la saga mutante.
La verdad que el camino que inició allá por el 2000 Bryan Singer ha sido bastante irregular. Una trayectoria con bastantes nubes y claros. La primera parte para mí fue algo floja, con demasiada presentación (cosa necesaria, no hay duda) y carente de buena acción. Y donde el buen hacer de Ian McKellen, Patrick Stewart o Hugh Jackman consiguieron sacar la saga hacia delante. Unos años después, tras las pertinentes presentaciones de mutantes, Singer volvió con las pilas cargadas y nos regaló una secuela bastante mejor en todos los aspectos, aún faltando personajes clásicos del cómic original como ‘Bestia’, ‘Gambito’ o ‘Juggernaut’. Deliciosa y espectacular, siendo dos horas de buena evasión.
Tras ‘X-men 2’, vino el cambio, Bryan Singer salió del proyecto y entró Brett Rattner (saga ‘Hora punta’) en su lugar, el espectáculo que nos ofreció fue entretenido, pero no de excelente calidad, enseñándonos todo un zoológico de nuevos mutantes, pero con un desempeño de la cinta muy acelerado, aunque valiente por otra parte, siendo capaz de eliminar a más de un mutante de relevancia por el camino. Tras la conclusión de la trilogía original vino aquel spin-off, con Gavin Hood en dirección, del personaje más carismático de la patrulla X, ‘Lobezno’, donde se nos muestra el nacimiento del héroe más rebelde y solitario de los X-men. Una película que causó una división de opiniones entre sus seguidores, y no es de extrañar. Tras una primera hora espectacular, el show termina por decaer en unos 20 minutos finales donde entran las prisas y las ganas por terminar, habiendo sido necesarios 20 minutos más para dotar de mayor solidez al blockbuster.
Hace dos años la productora, FOX, decidió volver a juntar a todos los mutantes, pero retrocediendo 40 años en su temporalidad, es decir mostrándonos el origen de los mutantes en un contexto setentero. Y la verdad, fue una de las sensaciones más gratas de los últimos años, en ella vemos a unos James McAvoy y Michael Fassbender (Profesor X y Magneto respectivamente) como profesores de excepción y a Jennifer Lawrence (Mística) como alumna más aventajada. Su director, Vince Vaughn, venía de sorprender a Hollywood con la delirante ‘Kick-Ass’, confirmándose así como director que conecta con el público y mostrándonos una cinta con aire Bond y unos héroes con licencia para mutar.
Tras todo ese proceso y construcción de la saga, hace un par de días llegó a nuestras salas ‘Lobezno inmortal’, una propuesta interesante para el verano. Hugh Jackman partía como seguro en el papel de protagonista, y la verdad es que no lo hace nada mal, sabe dotarle del carácter necesario a cada situación. La dirección venía de la mano de James Mangold, algo que podía hacernos dudar, podía ser positivo como ‘Identidad’ o ‘El tren de las 3:10’ o, por el contrario, podía ser un fiasco total como ‘Noche y día’, aquella película donde San Fermín y Las Fallas se celebran en Sevilla, y la verdad, que sin llegar a ser como su anterior trabajo, el resultado es decepcionante, más aún cuando todo parecía por fin firme en las películas de Marvel (tras X-men primera generación, Los Vengadores o Iron man 3). Pero lo que más defrauda es ver que el cómic de Frank Miller es totalmente desaprovechado por un guionista que en su día tocó la gloria con la magnífica ‘Sospechosos habituales’. Una pena que el escritor de la historia y el director no hayan sabido ni profundizar ni matizar una historia repleta de cosas positivas. Porque la verdad es que Lobezno está bastante perdido entra Yakuzas y samurais mal dibujados, no juegan bien con el proceso de mortalidad de su personaje, no muestran esa fuerza que le dota el ser más vulnerable, no muestran a la verdadera femme fatale que debería haber sido Viper, teniendo más de fatalidad que de mujer de armas tomar, no ponen un enemigo digno de las garras de Logan. Todo esto es más decepcionante si cabe tras ver un gran inicio donde vemos a nuestro protagonista salvando su pellejo y el de su amigo japones tras el estallido de la bomba atómica de Nagasaki.
En este film todo se ciñe a lo que se nos muestra en los trailers, la acción es insuficiente, el drama es pesado y el contexto desaprovechado, por no hablar de los villanos sin carisma y el final cutre y predecible, más propio de películas de Van Damme donde el bueno se enfrenta al malo en un duelo a muerte. Se pretende dotar de mayor oscuridad y dramatismo, pero sin dar con la tecla que sólo Nolan conoce. La mayor frustración del espectador es saber que Darren Aronofsky, estuvo muy cerca de hacer el proyecto, y la verdad, estoy seguro de que lo habría culminado de manera brillante. Lo mejor del film, tristemente, viene tras los créditos, donde se nos muestra un ápice de lo que va a ser el macro proyecto de ‘X-men: days of future past’. Eso y la ambigüedad continua de la película sobre si Jean Grey sigue viva de algún modo o es fruto del tormento de Logan.
Más y mejores críticas en la revista digital http://www.ojocritico.com/
La verdad que el camino que inició allá por el 2000 Bryan Singer ha sido bastante irregular. Una trayectoria con bastantes nubes y claros. La primera parte para mí fue algo floja, con demasiada presentación (cosa necesaria, no hay duda) y carente de buena acción. Y donde el buen hacer de Ian McKellen, Patrick Stewart o Hugh Jackman consiguieron sacar la saga hacia delante. Unos años después, tras las pertinentes presentaciones de mutantes, Singer volvió con las pilas cargadas y nos regaló una secuela bastante mejor en todos los aspectos, aún faltando personajes clásicos del cómic original como ‘Bestia’, ‘Gambito’ o ‘Juggernaut’. Deliciosa y espectacular, siendo dos horas de buena evasión.
Tras ‘X-men 2’, vino el cambio, Bryan Singer salió del proyecto y entró Brett Rattner (saga ‘Hora punta’) en su lugar, el espectáculo que nos ofreció fue entretenido, pero no de excelente calidad, enseñándonos todo un zoológico de nuevos mutantes, pero con un desempeño de la cinta muy acelerado, aunque valiente por otra parte, siendo capaz de eliminar a más de un mutante de relevancia por el camino. Tras la conclusión de la trilogía original vino aquel spin-off, con Gavin Hood en dirección, del personaje más carismático de la patrulla X, ‘Lobezno’, donde se nos muestra el nacimiento del héroe más rebelde y solitario de los X-men. Una película que causó una división de opiniones entre sus seguidores, y no es de extrañar. Tras una primera hora espectacular, el show termina por decaer en unos 20 minutos finales donde entran las prisas y las ganas por terminar, habiendo sido necesarios 20 minutos más para dotar de mayor solidez al blockbuster.
Hace dos años la productora, FOX, decidió volver a juntar a todos los mutantes, pero retrocediendo 40 años en su temporalidad, es decir mostrándonos el origen de los mutantes en un contexto setentero. Y la verdad, fue una de las sensaciones más gratas de los últimos años, en ella vemos a unos James McAvoy y Michael Fassbender (Profesor X y Magneto respectivamente) como profesores de excepción y a Jennifer Lawrence (Mística) como alumna más aventajada. Su director, Vince Vaughn, venía de sorprender a Hollywood con la delirante ‘Kick-Ass’, confirmándose así como director que conecta con el público y mostrándonos una cinta con aire Bond y unos héroes con licencia para mutar.
Tras todo ese proceso y construcción de la saga, hace un par de días llegó a nuestras salas ‘Lobezno inmortal’, una propuesta interesante para el verano. Hugh Jackman partía como seguro en el papel de protagonista, y la verdad es que no lo hace nada mal, sabe dotarle del carácter necesario a cada situación. La dirección venía de la mano de James Mangold, algo que podía hacernos dudar, podía ser positivo como ‘Identidad’ o ‘El tren de las 3:10’ o, por el contrario, podía ser un fiasco total como ‘Noche y día’, aquella película donde San Fermín y Las Fallas se celebran en Sevilla, y la verdad, que sin llegar a ser como su anterior trabajo, el resultado es decepcionante, más aún cuando todo parecía por fin firme en las películas de Marvel (tras X-men primera generación, Los Vengadores o Iron man 3). Pero lo que más defrauda es ver que el cómic de Frank Miller es totalmente desaprovechado por un guionista que en su día tocó la gloria con la magnífica ‘Sospechosos habituales’. Una pena que el escritor de la historia y el director no hayan sabido ni profundizar ni matizar una historia repleta de cosas positivas. Porque la verdad es que Lobezno está bastante perdido entra Yakuzas y samurais mal dibujados, no juegan bien con el proceso de mortalidad de su personaje, no muestran esa fuerza que le dota el ser más vulnerable, no muestran a la verdadera femme fatale que debería haber sido Viper, teniendo más de fatalidad que de mujer de armas tomar, no ponen un enemigo digno de las garras de Logan. Todo esto es más decepcionante si cabe tras ver un gran inicio donde vemos a nuestro protagonista salvando su pellejo y el de su amigo japones tras el estallido de la bomba atómica de Nagasaki.
En este film todo se ciñe a lo que se nos muestra en los trailers, la acción es insuficiente, el drama es pesado y el contexto desaprovechado, por no hablar de los villanos sin carisma y el final cutre y predecible, más propio de películas de Van Damme donde el bueno se enfrenta al malo en un duelo a muerte. Se pretende dotar de mayor oscuridad y dramatismo, pero sin dar con la tecla que sólo Nolan conoce. La mayor frustración del espectador es saber que Darren Aronofsky, estuvo muy cerca de hacer el proyecto, y la verdad, estoy seguro de que lo habría culminado de manera brillante. Lo mejor del film, tristemente, viene tras los créditos, donde se nos muestra un ápice de lo que va a ser el macro proyecto de ‘X-men: days of future past’. Eso y la ambigüedad continua de la película sobre si Jean Grey sigue viva de algún modo o es fruto del tormento de Logan.
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