4x4
5.4
918
Thriller
Una lujosa camioneta 4x4 está estacionada en la vereda en un barrio como tantos de Buenos Aires. Un chico entra en ella para robar. Pero cuando quiere salir, no puede. Las puertas no responden, los vidrios tampoco; el vehículo es como un bunker blindado. La situación es desesperante: está encerrado. Alguien desde afuera tiene el control de la 4x4, y parece tener un plan. (FILMAFFINITY)
30 de julio de 2019
30 de julio de 2019
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen thriller argentino en el que casi toda la película se proyecta en un Toyota Predator 4x4, mantiene un buen guión y no aburre.
Debo admitir que me atraen mucho los filmes en los que casi toda su duración se basa en un escenario, porque se ve un buen trabajo de guión para entretenerte según pasen los minutos, no es tarea fácil. 4x4 es eso, hay mucha intriga en su casi hora y media de película poniendo en practica una demanda social a la delincuencia que en latinoamerica sobre todo no da tregua, la actuación de Peter Lanzini su protagonista no esta nada mal, personaje solvente que evita caer en errores, se desenvuelve muy bien en lo que demanda su actuación, estar tanto tiempo en un auto se requiere de una buena actuación. Una vez mas demostrando Argentina que sabe hacer buenos thrillers sin importar su bajo presupuesto.
Debo admitir que me atraen mucho los filmes en los que casi toda su duración se basa en un escenario, porque se ve un buen trabajo de guión para entretenerte según pasen los minutos, no es tarea fácil. 4x4 es eso, hay mucha intriga en su casi hora y media de película poniendo en practica una demanda social a la delincuencia que en latinoamerica sobre todo no da tregua, la actuación de Peter Lanzini su protagonista no esta nada mal, personaje solvente que evita caer en errores, se desenvuelve muy bien en lo que demanda su actuación, estar tanto tiempo en un auto se requiere de una buena actuación. Una vez mas demostrando Argentina que sabe hacer buenos thrillers sin importar su bajo presupuesto.
7 de marzo de 2025
7 de marzo de 2025
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Estamos ante una película agobiante, esto va a suceder desde los primeros momentos de la cinta y nos recordará otros títulos como "Buried" o " 127 Horas" ambas de corte agobiante ante la desesperación que sufren sus protagonistas.
La trama es más que sencilla, el personaje principal es un joven con una vida complicada, algo que le hará robar lo que sea necesario para poder sobrevivir. Nos vamos a dar cuenta desde el inicio que esta película critica el estado de inseguridad que se debe sentir en Argentina, viendo por ejemplo en pantalla varias cámaras de seguridad.
Pues bien siguiendo con la trama el joven pasa por delante de un lujoso todoterreno 4X4 el que se convierte en su objetivo, así es como abre las puertas y roba la pantalla del vehículo pero después de esto y de que con gran desprecio o envidia a los ricos orine los asientos del coche, intentará salir y ya no habrá forma.
En este punto empieza lo complicado y lo que hace difícil pensar en verse en una situación similar. El protagonista intentará todo lo posible para romper ventanillas, puertas o cualquier elemento para poder salir pero incluso disparando a la luna no lo conseguirá y lo que hará es que la bala penetre en su pierna.
Ante todo esto en un momento dado volverá a enchufar el equipo de radio y recibirá la llamada del dueño del coche que le hará saber que ha caído en una trampa y no lo va a dejar salir de allí.
Prosigo con algunos spoilers en la zona dedicada más abajo, a través de ellos profundizaré más en la trama y en la crítica social tan fuerte que hace esta cinta.
Mi nota para esta cinta es de un 6/10, estamos ante algo interesante y fresco que aporta sobre todo por su originalidad.
La trama es más que sencilla, el personaje principal es un joven con una vida complicada, algo que le hará robar lo que sea necesario para poder sobrevivir. Nos vamos a dar cuenta desde el inicio que esta película critica el estado de inseguridad que se debe sentir en Argentina, viendo por ejemplo en pantalla varias cámaras de seguridad.
Pues bien siguiendo con la trama el joven pasa por delante de un lujoso todoterreno 4X4 el que se convierte en su objetivo, así es como abre las puertas y roba la pantalla del vehículo pero después de esto y de que con gran desprecio o envidia a los ricos orine los asientos del coche, intentará salir y ya no habrá forma.
En este punto empieza lo complicado y lo que hace difícil pensar en verse en una situación similar. El protagonista intentará todo lo posible para romper ventanillas, puertas o cualquier elemento para poder salir pero incluso disparando a la luna no lo conseguirá y lo que hará es que la bala penetre en su pierna.
Ante todo esto en un momento dado volverá a enchufar el equipo de radio y recibirá la llamada del dueño del coche que le hará saber que ha caído en una trampa y no lo va a dejar salir de allí.
Prosigo con algunos spoilers en la zona dedicada más abajo, a través de ellos profundizaré más en la trama y en la crítica social tan fuerte que hace esta cinta.
Mi nota para esta cinta es de un 6/10, estamos ante algo interesante y fresco que aporta sobre todo por su originalidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Igual que antes dije que el inicio nos muestra el estado de Argentina en la actualidad, el cual debe ser de inseguridad y delincuencia. Pues así es como vamos a ver que este hombre esta sediento de poder terminar con todo esto y el chico a tenido la mala suerte de dar con él. Todo esto parece no cuadrar con un hombre formal, que tiene familia y es un reputado médico.
Después de que la película haya avanzado hasta su parte final en la que encontramos al protagonista en un estado de desesperación y agonía máximo pero así es como de una vez le veremos el rostro al dueño del coche que viene a darle al chico su último deseo. Lo que no planeaba el médico es que al darle ese porro el chico sacaría fuerzas de flaqueza y al ver que el arma seguía teniendo munición le disparará y podrá escapar.
Pues bien todo esto resultará en la llegada de la policía y una larga negociación en la que de nuevo veremos la opinión dividida de la gente hacia los delincuentes. Por suerte para el chico el médico no querrá manchar sus manos de sangre y lo liberará pero accederá al vehículo y lo hará saltar por los aires.
Supongo que esto último de la película será algo que hace un hombre desesperado por no poder cambiar el Mundo ni saber como vivir en él.
Después de que la película haya avanzado hasta su parte final en la que encontramos al protagonista en un estado de desesperación y agonía máximo pero así es como de una vez le veremos el rostro al dueño del coche que viene a darle al chico su último deseo. Lo que no planeaba el médico es que al darle ese porro el chico sacaría fuerzas de flaqueza y al ver que el arma seguía teniendo munición le disparará y podrá escapar.
Pues bien todo esto resultará en la llegada de la policía y una larga negociación en la que de nuevo veremos la opinión dividida de la gente hacia los delincuentes. Por suerte para el chico el médico no querrá manchar sus manos de sangre y lo liberará pero accederá al vehículo y lo hará saltar por los aires.
Supongo que esto último de la película será algo que hace un hombre desesperado por no poder cambiar el Mundo ni saber como vivir en él.
4 de mayo de 2019
4 de mayo de 2019
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Metáfora cruel sobre una sociedad enferma (la Argentina), la dupla guionista Duprat – Cohn (El Artista, 2008; El Hombre de al Lado, 2009), El Ciudadano Ilustre 2016, La Obra Maestra, 2018) vuelve a unirse para construir un guión impecable sobre la realidad que vivimos.
La oportunidad hace al ladrón dice el refrán. Ciro, un ladronzuelo de pasacasetes, magníficamente interpretado por Peter Lanzani, ve la oportunidad de un robo en un auto estacionado en una calle de un barrio de Buenos Aires. La calle está desierta, no hay nadie a la vista. Ciro se acerca sigilosamente a una camioneta y con suma habilidad y destreza abre la puerta. De la misma manera opera para extraer la radio pasacasetes. El robo esta consumado. No ha pasado más de dos minutos dentro del vehículo cuando intenta huir con su botín. Sin embargo, no puede hacerlo. Un mecanismo de protección le impide su salida. Ciro queda encerrado en la camioneta.
El film, dirigido por Cohn, se transforma en la historia de la pesadilla que comienza a vivir el ladrón. Es la historia del ladrón burlado. Encerrado en el auto, mecanismos de protección activados le impiden la salida y el escape. La película se transforma, entonces, en un verdadero masterpiece sobre el encierro.
De hecho, Cohn encierra a Lanzani dentro de una 4 x 4. Durante más de una hora de película que equivale a aproximadamente 3 días de encierro en el film, y con una habilidad digna de todo elogio logra atraer la atención del espectador sobre cada detalle de lo que le pasa al ladrón sin perder nada de tensión ni interés en lo que está narrando. Room de Lenny Abrahanson (2015) y Panic Room de David Fincher (2002) pueden ser modelos de este film argentino que posee sus propios méritos.
El film es todo un desafío, tanto para el Cohn, como director como para Lanzani, como actor, cuya actuación sin lugar a dudas es consagratoria. Cohn logra mantener la atención permanente durante esa hora de encierro, de aislamiento en la que el ladrón solo toma contacto visual con la realidad que lo circunda donde unos vidrios polarizados lo vuelven invisible. Nadie lo ve. Nadie puede ayudarlo.
El trabajo de Cohn es minucioso. Sigue al actor desde diferentes ángulos que no solo muestran una destreza fotográfica notable sino que contribuyen perfectamente a la situación de desesperación por el encierro, la falta de comida y sobre todo de agua que van mellando la fortaleza del ladrón.
Hasta aquí, como ejercicio de estilo, el film ronda los 10 puntos. Pero la situación se vuelve insostenible y en consecuencia los guionistas deciden liberar un poco de presión y distender la trama. El film comienza a caer porque cuando la ficción se torna realidad, la dupla Cohn – Duprat se asusta de lo que han construido y aparece la idea de ajusticiamiento por mano propia.
El fantasma del ladrón carilindo como víctima de una sociedad injusta e insensible se instala en la pantalla. Por lo tanto, el film bira violentamente y ensaya un final políticamente correcto que tranquiliza a toda la audiencia pero que sin lugar a dudas no parece dar la solución al problema social que describe dado que ni la cárcel ni la puerta giratoria de la justicia son soluciones a una sociedad que continua siendo incapaz de generar bonanza y vive de espaldas al delito.
No obstante, en resumen, es un film cinematográficamente notable. Un ejercicio de estilo impecable. Actuaciones de Lanzani y Brieba memorables. Un guión bien escrito e interesante. Una puesta de escena riesgosa y bien resuelta. Y un final que deja un sabor a poco, que parece de otra época donde reina lo naif.
La oportunidad hace al ladrón dice el refrán. Ciro, un ladronzuelo de pasacasetes, magníficamente interpretado por Peter Lanzani, ve la oportunidad de un robo en un auto estacionado en una calle de un barrio de Buenos Aires. La calle está desierta, no hay nadie a la vista. Ciro se acerca sigilosamente a una camioneta y con suma habilidad y destreza abre la puerta. De la misma manera opera para extraer la radio pasacasetes. El robo esta consumado. No ha pasado más de dos minutos dentro del vehículo cuando intenta huir con su botín. Sin embargo, no puede hacerlo. Un mecanismo de protección le impide su salida. Ciro queda encerrado en la camioneta.
El film, dirigido por Cohn, se transforma en la historia de la pesadilla que comienza a vivir el ladrón. Es la historia del ladrón burlado. Encerrado en el auto, mecanismos de protección activados le impiden la salida y el escape. La película se transforma, entonces, en un verdadero masterpiece sobre el encierro.
De hecho, Cohn encierra a Lanzani dentro de una 4 x 4. Durante más de una hora de película que equivale a aproximadamente 3 días de encierro en el film, y con una habilidad digna de todo elogio logra atraer la atención del espectador sobre cada detalle de lo que le pasa al ladrón sin perder nada de tensión ni interés en lo que está narrando. Room de Lenny Abrahanson (2015) y Panic Room de David Fincher (2002) pueden ser modelos de este film argentino que posee sus propios méritos.
El film es todo un desafío, tanto para el Cohn, como director como para Lanzani, como actor, cuya actuación sin lugar a dudas es consagratoria. Cohn logra mantener la atención permanente durante esa hora de encierro, de aislamiento en la que el ladrón solo toma contacto visual con la realidad que lo circunda donde unos vidrios polarizados lo vuelven invisible. Nadie lo ve. Nadie puede ayudarlo.
El trabajo de Cohn es minucioso. Sigue al actor desde diferentes ángulos que no solo muestran una destreza fotográfica notable sino que contribuyen perfectamente a la situación de desesperación por el encierro, la falta de comida y sobre todo de agua que van mellando la fortaleza del ladrón.
Hasta aquí, como ejercicio de estilo, el film ronda los 10 puntos. Pero la situación se vuelve insostenible y en consecuencia los guionistas deciden liberar un poco de presión y distender la trama. El film comienza a caer porque cuando la ficción se torna realidad, la dupla Cohn – Duprat se asusta de lo que han construido y aparece la idea de ajusticiamiento por mano propia.
El fantasma del ladrón carilindo como víctima de una sociedad injusta e insensible se instala en la pantalla. Por lo tanto, el film bira violentamente y ensaya un final políticamente correcto que tranquiliza a toda la audiencia pero que sin lugar a dudas no parece dar la solución al problema social que describe dado que ni la cárcel ni la puerta giratoria de la justicia son soluciones a una sociedad que continua siendo incapaz de generar bonanza y vive de espaldas al delito.
No obstante, en resumen, es un film cinematográficamente notable. Un ejercicio de estilo impecable. Actuaciones de Lanzani y Brieba memorables. Un guión bien escrito e interesante. Una puesta de escena riesgosa y bien resuelta. Y un final que deja un sabor a poco, que parece de otra época donde reina lo naif.
24 de julio de 2019
24 de julio de 2019
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Su mayor mérito es lograr atraparte y que te resulte interesante ver a un tipo encerrado en una camioneta, comunicándose ocasionalmente con su "secuestrador" a través de una pantalla.
El planteo es muy interesante, la forma en la que lo maneja durante la primera hora también, los debates morales, sociales, judiciales, que se dan, si es mejor la justicia punitiva o garantista, y las consecuencias de las mismas.
Lo mejor, la primera hora, las interpretaciones, sobre todo de Peter Lanzani, Brandoni está bien, y Dady Brieva si bien no era para nada el indicado, no daba el tipo ni a palos, ni de su profesión, ni de su clase social, ni de nada, un Franchella, hasta un Raúl Taibo hubieran sido mejores opciones.
La segunda parte, que la verdad es un antes y un después la división que hay entre las 2, es como dije la más floja, la más obvia, como si Gastón Pratt, el guionista, no supiera como resolver el conflicto y se fuera por el lado más fácil para cerrar la historia, tanto que hasta se olvida del protagonista que e los últimos minutos queda totalmente relegado.
Con todo es una propuesta valiente e interesante sobre la inseguridad como eje, y todo lo que esta genera tanto en las victimas como en los victimarios.
El planteo es muy interesante, la forma en la que lo maneja durante la primera hora también, los debates morales, sociales, judiciales, que se dan, si es mejor la justicia punitiva o garantista, y las consecuencias de las mismas.
Lo mejor, la primera hora, las interpretaciones, sobre todo de Peter Lanzani, Brandoni está bien, y Dady Brieva si bien no era para nada el indicado, no daba el tipo ni a palos, ni de su profesión, ni de su clase social, ni de nada, un Franchella, hasta un Raúl Taibo hubieran sido mejores opciones.
La segunda parte, que la verdad es un antes y un después la división que hay entre las 2, es como dije la más floja, la más obvia, como si Gastón Pratt, el guionista, no supiera como resolver el conflicto y se fuera por el lado más fácil para cerrar la historia, tanto que hasta se olvida del protagonista que e los últimos minutos queda totalmente relegado.
Con todo es una propuesta valiente e interesante sobre la inseguridad como eje, y todo lo que esta genera tanto en las victimas como en los victimarios.
3 de octubre de 2019
3 de octubre de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de una sola localización y un solo peronaje en pantalla en gran parte del metraje, que consigue mantener el interés, la tensión y el ritmo, y sabe dar un giro de 180 grados antes de que esto deje de pasar, estableciendo un nuevo motivo de interes. Todo como vehiculo (nunca mejor dicho) para criticar laa inseguridad y el sistema judicial. Una grata sorpresa
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