Sin Límites
2011 

6.4
35,154
Thriller
El escritor Eddie Morra (Bradley Cooper) sufre una grave crisis de creatividad. Un día prueba una nueva droga que le permite sacar el máximo partido a sus facultades mentales. De este modo, consigue triunfar en Nueva York. Un poderoso magnate de Wall Street (Robert De Niro) siente una irreprimible curiosidad por averiguar qué se esconde detrás de tanto éxito. (FILMAFFINITY)
22 de abril de 2014
22 de abril de 2014
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprendente. La película es una vorágine de acción, a toda leche y sin manos, y lleva el diabólico mensaje de la cultura del pelotazo. Es la hora de la muerte del trabajo constante, del salario.
En resumen: la película es una farsa. Tú puedes ser el más espabilado y aprovechar tu cerebro al 100 por 100. Puedes adelantarte en los negocios a todo el mundo, pero la mentira está en que la velocidad no la pones tú, la velocidad la lleva la administración, la burocracia y los estamentos y ante esto ninguna píldora puede acelerar el éxito de un negocio o que tu novela sea un best seller de hoy para mañana; ningún trámite se resuelve en 4 días y menos con funcionarios mal pagados o con consejeros y asesores puestos a dedo en la Administración por los políticos.
Todo esto no quita que la película sea genial.
En resumen: la película es una farsa. Tú puedes ser el más espabilado y aprovechar tu cerebro al 100 por 100. Puedes adelantarte en los negocios a todo el mundo, pero la mentira está en que la velocidad no la pones tú, la velocidad la lleva la administración, la burocracia y los estamentos y ante esto ninguna píldora puede acelerar el éxito de un negocio o que tu novela sea un best seller de hoy para mañana; ningún trámite se resuelve en 4 días y menos con funcionarios mal pagados o con consejeros y asesores puestos a dedo en la Administración por los políticos.
Todo esto no quita que la película sea genial.
9 de abril de 2011
9 de abril de 2011
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como aficionado a la ciencia ficción, por una vez Hollywood me ha dado una alegría no basándose -cuando no "versionando" o plagiando, directamente- en los clásicos del cine fantástico (con ejemplos tan sangrantes como las nuevas adaptaciones de "El Planeta de los Simios", "El tiempo en sus manos", etc.). Bueno, puntualicemos, una alegría a medias, porque el resultado final no es tan brillante como debiera, pero por lo menos tiene una cierta dosis de originalidad, que hace que salgamos del tedio que embarga a este género, cada vez más denostado e invadido por las adaptaciones de los videojuegos y cómics de moda: Eddie Morra se convierte de la noche a la mañana con una pastilla de diseño en una versión mejorada de sí mismo; más guapo, más fuerte, y mucho, muchísimo más listo. La trama promete, ya que sitúa en ojo del huracán a lo que muchos hubiéramos soñado, esto es, a utilizar el 100% de la capacidad cerebral gracias a una droga de diseño de procedencia bastante ilícita. Y ahora viene lo peor de la historia: cuando tiene utilizado ese 100% ¿en qué lo emplea? Pues a jugar a la bolsa para hacerse supermultimillonario. O sea, que cuando se es listo, lo que hay que hacer es jugar a la bolsa, para poder comprarse una casa de 8 millones y medio de dólares, un deportivo último modelo, viajar por todo el mundo pasándoselo pipa, recuperar a la novia que te abandonó por no tener un duro (toma ya el mensajito!!!!!) y vivir la vida. Nada, nos olvidamos de crear una vacuna contra el SIDA, o a mejorar el medio ambiente, las energías y el calentamiento global, la economía mundial, la pobreza, la indigencia... todo eso ¿pa qué? Que se ocupen otros, que yo estoy ocupado en ganar pasta fácil. Esta reflexión es la que creo que termina minando como una carga de profundidad una película que podría haber sido un juguete muy bien pensado y dirigido, por un Neil Burger ("El Ilusionista") que sabe muy bien articular la historia con grandes dosis de acción y un formato visual más que atractivo, sin llegar por supuesto a la excelencia contemporánea máxima del cine comercial norteamericano que tiene David Fincher (sobre todo en los "subidones" que se pega el protagonista, sobrepasando los límites de lo humano). (SIGUE EN SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El guión está bien muy bien encajado y hay varios giros inteligentes que hacen mucho más atractiva la historia -incluso un giro final inesperado bastante original, que deja con muy buen regusto-. En cuanto a Bradley Cooper, la estrella protagonista del film, y además productor del mismo, parece haber encontrado el producto que lo lance definitivamente al estrellato, después de que la saga de "Resacón en Las Vegas" le granjeara al gran público -especialmente al femenino- y haber tomado el testigo del guaperas del grupo en "El Equipo A". Esforzado y bien encajado en su papel, lamentablemente no podemos decir lo mismo del antaño mito intocable Robert De Niro, que se pasa todo el film con cara de estreñido y cuya participación parece exclusivamente haber sido aceptada previo paso por un talón de muchos ceros. También merece la pena señalar el empleo de la música de Nico Muhly, que además de recrear muy eficazmente en la música incidental todo el trasiego, utiliza a la perfección todo un repertorio de canciones clásicas del pop norteamericano para componer un mosaico en la vida del protagonista, cercano al acertadísimo que creara Cameron Crowe en "Vanilla Sky", en una visión contemporánea que resumía lo más "cool" de la actual cultura norteamericana. Pero el mensaje final, el "ethos", que dijera Aristóteles en su "Dramática" es preocupante, cuando no demoledor: todos deseamos comernos una pastillita que arregle todos nuestros problemas personales, y así salir del fracaso o la mediocridad que embarga a buena parte de la humanidad. Por eso ha sido un gran éxito en los Estados Unidos, y seguramente esté llamada a serlo en buena parte del mundo. Porque ¿a quién no le gustaría coger esa pastillita? Claro, a todo el mundo, y esta gusta, me la como yo...
19 de mayo de 2011
19 de mayo de 2011
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha decepcionado mucho esta especie de videoclip plano y sin ningún tipo de dilema moral, que en mi opinión, podría haber salvado la película
La pastillita en cuestión te hace tener más memoria y cosas así, pero lo que es mas listo, pues parece que no.
El protagonista pasa de ser un mugriento proyecto de escritor a un estudiante de empresariales pijo obsesionado con la pasta.
Esto lo vemos en los primeros 10 minutos, ahora paso a spoiler
La pastillita en cuestión te hace tener más memoria y cosas así, pero lo que es mas listo, pues parece que no.
El protagonista pasa de ser un mugriento proyecto de escritor a un estudiante de empresariales pijo obsesionado con la pasta.
Esto lo vemos en los primeros 10 minutos, ahora paso a spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor son los efectos de la pastilla en el prestamista de europa del este, a ese el único efecto que le hace la pastilla es que le dan ganas de vestir ropa mas hortera.
La pastilla en resumen, no mejora tu inteligencia, unicamente potencia tus sentidos y tu memoria. No son mas inteligentes, sólo más avariciosos.
Finalmente el protagonista inexplicablemente sale bien librado de un par de asesinatos y se mete en política, miedo malo!!!!!
La pastilla en resumen, no mejora tu inteligencia, unicamente potencia tus sentidos y tu memoria. No son mas inteligentes, sólo más avariciosos.
Finalmente el protagonista inexplicablemente sale bien librado de un par de asesinatos y se mete en política, miedo malo!!!!!
17 de agosto de 2011
17 de agosto de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Refiriéndose, lógicamente, a la bendita y mal ponderada pastilllita en cuestión. Lo cierto es, no nos engañemos, que dicha droga le permite al vacilante escritor escaparse SIEMPRE, pero el cómo se escapa es la cuestión. O bien lo hace buscando una respuesta, o bien lo hace huyendo de la respuesta que finalmente encontró. En ese aspecto Sin límites trata de una constante huída y en última instancia para eso están las drogas. Me hubiera gustado ver más esos acertados efectos secundarios, medio ninguneados por un director que hace la vista gruesa demasiadas veces.
Pero el problema principal de esta peli pasa por su innecesaria multiplicación de tramas conforme llega a su primera mitad: lo más discreto, y quizás efectivo, hubiera sido unificar el argumento. Pastilla da, pastilla quita (justamente lo que no se explota en la peli). No, para el caso la trama se llena de pistas, datos y enigmas que no vienen al caso. De pronto humildes secundarios luchan por tener su mini historia (la escena de la pista de patinaje sobre hielo no tiene pies ni cabeza) y la pastilla alcanza niveles colosales de importancia...¡Cómo si no los hibuera ya tenido previamente con el sólo trauma que le provoca al protagonista! Se echa mano de la paranoia para hacer de éste un thriller al uso cuando en realidad en su primera mitad poseía rasgos sutilmente únicos.
El videoclip sólo le pertenece al ritmo: ese bendito ritmo tan acertado que nos hizo permanecer sentados pese a esta peli tan innecesariamente bifurcada.
Pero el problema principal de esta peli pasa por su innecesaria multiplicación de tramas conforme llega a su primera mitad: lo más discreto, y quizás efectivo, hubiera sido unificar el argumento. Pastilla da, pastilla quita (justamente lo que no se explota en la peli). No, para el caso la trama se llena de pistas, datos y enigmas que no vienen al caso. De pronto humildes secundarios luchan por tener su mini historia (la escena de la pista de patinaje sobre hielo no tiene pies ni cabeza) y la pastilla alcanza niveles colosales de importancia...¡Cómo si no los hibuera ya tenido previamente con el sólo trauma que le provoca al protagonista! Se echa mano de la paranoia para hacer de éste un thriller al uso cuando en realidad en su primera mitad poseía rasgos sutilmente únicos.
El videoclip sólo le pertenece al ritmo: ese bendito ritmo tan acertado que nos hizo permanecer sentados pese a esta peli tan innecesariamente bifurcada.
5 de marzo de 2012
5 de marzo de 2012
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco más o menos así podría titularse esta película, porque resume perfectamente lo básico de la trama, por llamarla de alguna manera.
Un tío colgaísimo, sin oficio ni beneficio, más guarro que la potota, va y se toma un día una pastillita que casualmente le regala su excuñao, con el que lleva algo así como chiquicientos años sin verse, y con la pastillita le da un subidón que te cagas y en un par de días se hace millonario. Conste que no estoy revelando nada porque esto se ve en el minuto 3. Y nada, a partir de aquí todo es un sindiós: el tío a tope, se lava la cabeza, que falta le hacía, limpia su piso, que se caía de mierda, la novia to flipá, mafias que lo persiguen, empresarios de éxito que se lo rifan, peeeeero... hasta aquí puedo contar.
La típica estética videoclipera que ya, por lo vista y requetevista, resulta tan cansina; un actor que dicen por ahí que es guaperas (en fin, sobre gustos...); una historia de amor de fondo, cómo iba a faltar; un montón de cabos sueltos; y un gancho muy desafortunado: Robert de Niro haciendo uno de esos papeles que dice una: por qué, Bob, por qué lo has hecho, si tú no tienes necesidad de esto?
A ver, la verdad es que la peli entretiene y se deja ver tranquilamente sin caer en el sopor; tiene sus ratitos de acción, su mijita de intriga, su correspondiente escena vomitivo-sanguinolenta... vamos, que no le falta un detalle. Si no fuera porque el guión es más flojo que un muelle guita y porque los actores están del primero al último pa pegarles una somanta palos, incluído mi adorado Roberto... podría hasta casi aprobarla por los pelos. Pero sinceramente, visto lo visto, me niego. Igual si me tomo una pastillita de ésas...
Un tío colgaísimo, sin oficio ni beneficio, más guarro que la potota, va y se toma un día una pastillita que casualmente le regala su excuñao, con el que lleva algo así como chiquicientos años sin verse, y con la pastillita le da un subidón que te cagas y en un par de días se hace millonario. Conste que no estoy revelando nada porque esto se ve en el minuto 3. Y nada, a partir de aquí todo es un sindiós: el tío a tope, se lava la cabeza, que falta le hacía, limpia su piso, que se caía de mierda, la novia to flipá, mafias que lo persiguen, empresarios de éxito que se lo rifan, peeeeero... hasta aquí puedo contar.
La típica estética videoclipera que ya, por lo vista y requetevista, resulta tan cansina; un actor que dicen por ahí que es guaperas (en fin, sobre gustos...); una historia de amor de fondo, cómo iba a faltar; un montón de cabos sueltos; y un gancho muy desafortunado: Robert de Niro haciendo uno de esos papeles que dice una: por qué, Bob, por qué lo has hecho, si tú no tienes necesidad de esto?
A ver, la verdad es que la peli entretiene y se deja ver tranquilamente sin caer en el sopor; tiene sus ratitos de acción, su mijita de intriga, su correspondiente escena vomitivo-sanguinolenta... vamos, que no le falta un detalle. Si no fuera porque el guión es más flojo que un muelle guita y porque los actores están del primero al último pa pegarles una somanta palos, incluído mi adorado Roberto... podría hasta casi aprobarla por los pelos. Pero sinceramente, visto lo visto, me niego. Igual si me tomo una pastillita de ésas...
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