Haz click aquí para copiar la URL

Trumbo. La lista negra de Hollywood

Drama En los años 40, Dalton Trumbo, el guionista mejor pagado de Hollywood y afiliado al partido comunista, disfruta de sus éxitos. Pero entonces comienza la caza de brujas: la Comisión de Actividades Antiamericanas inicia una campaña anticomunista. Trumbo, uno de los llamados "10 de Hollywood", entra en la lista negra por sus ideas políticas y le prohiben trabajar... Biopic del famoso guionista Dalton Trumbo (“Espartaco” o “Vacaciones en ... [+]
Críticas 92
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
9
4 de marzo de 2016
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando un hombre, por las necesidades que sean, se acomoda a los reclamos de una sociedad enferma, va con la corriente, pero en contra de la razón, porque, no obstante que el mundo entero sea el que apruebe una insensatez, ésta no dejará nunca de ser una insensatez. Precisamente, lo que tiene a este mundo trastornado, cuasi-esquizofrénico y al borde del auto exterminio, son las insensateces que se propagan como cucarachas.

Sin duda, una de las mayores cualidades que debemos alentar en nuestros hijos y en la sociedad entera es el carácter. Cuando un hombre, con su propio criterio, experiencia y conocimiento, decide lo que conviene para él y para la humanidad, será un hombre libre y tendrá muchísimas más opciones de acertar que los que sólo siguen al rebaño sin pestañear, pues, sentirse cómodo en una sociedad enferma puede ser la mayor de las locuras.

<<TRUMBO>>, el nuevo biopic que ha realizado, Jay Roach, partiendo de la obra, “Dalton Trumbo” de Bruce Cook, es una historia con tres objetivos básicos: El primero, exaltar la vida de un hombre pródigo y prolífico que, con su extensa obra, se convirtió en uno de los más notables escritores y guionistas que hayan dado los Estados Unidos de Norteamérica. Después, y por enésima vez –porque sigue siendo necesario-, denuncia la infamia antidemocrática que significó para la historia la HUAC (Comité de Actividades Antiamericanas), cuyos miembros se propusieron arruinar la vida de grandes talentos, por el simple hecho de pensar distinto.

Finalmente, Roach consigue un encantador reflejo del carácter y la perseverancia, requisitos indispensables para poder superar la peor de las crisis a la que podamos vernos abocados. El filme está suficientemente dosificado con toques de drama y de comedia, y los detalles que demuestran el fuerte y recto compromiso de su protagonista, se van dando con eficacia y objetividad plenas. El director se sirve de precisos insertos para ilustrar los hechos históricos más trascendentales, y un reparto muy bien seleccionado -buscando ciertos parecidos con los originales-, refuerza significativamente una historia que interesa por igual a conocedores del cine clásico como a quienes ignoren quien fue, Dalton Trumbo.

Por el filme circularán personajes que hicieron historia, como el productor, Frank King (de King Brothers Productions), quien, contra todo riesgo, optó por rodar varios guiones que, con testaferros o seudónimos, siguiera escribiendo el censurado autor. El director, Otto Preminger, primero en usar el nombre de su guionista tras varios años de ocultamiento. El actor Kirk Douglas, el siguiente en respaldar que el nombre de Trumbo figurara en los créditos de, “Espartaco”… y también veremos a una familia que soportó improcedencias hasta que, finalmente, entendió que la lucha del padre no era en contra suyo sino contra una sociedad obtusa donde la estatua de la libertad tenía entonces (¿entonces?) una gran venda en los ojos.

Bryan Cranston (Trumbo), tiene el que quizás sea, hasta ahora, el mejor rol de su carrera; y dotándolo con un gran carisma, logra que empatizar con él sea sólo verlo. También, Helen Mirren, lo hace muy bien como Hedda Hooper, la controvertida y conservadora periodista, con más simpatía por, John Wayne, que por Dalton Trumbo (la escena entre estos dos es explosiva). Entre otros, Diane Lane, adorable como Cleo, la esposa leal y gran sostén en los momentos más difíciles del escritor; y cómo no mencionar a, Madison Wolfe (Nicola, niña) y a Elle Fanning (Nicola Adolescente), pues, con sumo encanto, dieron vida a esa hija en la que, Dalton Trumbo, veía felizmente reflejado su propio carácter.
8
5 de abril de 2016
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dalton Trumbo fue un escritor que abogó por los derechos de los trabajadores de la industria cinematográfica. El director aborda su vida de forma lineal, sin sobresaltos, pero la historia de Trumbo es la de un guionista que sufrió la persecución del macarthismo en los Estados Unidos de los años 50. En cierta forma, representa el paradigma del sueño americano, del trabajador incansable que lucha contra la adversidad, pero que en su caso fue perseguido y tildado de antipatriota por pertenecer al partido comunista. Ganó dos premios Oscar por “Roman Holiday” (1953) y “The Brave One” (1956), bajo diferentes pseudónimos debido a que su nombre no podía aparecer en los créditos, hasta que Kirk Douglas decidió inscribir su nombre en “Espartaco” y el director Otto Preminger hiciera lo propio con “Éxodo”. Stanley Kubrick dirigió “Espartaco” (1960), la epopeya de un esclavo que se enfrentó al Imperio Romano, historia similar a la de Trumbo luchando contra el imperio norteamericano premunido sólo de imaginación y una máquina de escribir. Quizás a algunos les parezca otra película del héroe anónimo que supera los obstáculos, pero “Trumbo” no es una cinta cualquiera, es la historia verdadera que desnuda la época oprobiosa de una industria fílmica también de verdad.
6
20 de enero de 2016
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al fin le brindaron la oportunidad al magnífico Cranston de competir por el Oscar a mejor actor. Era algo doloroso verlo hacer papeles de segunda mano y apariciones ínfimas sin repercusión como por ejemplo en Godzilla. Aunque en Rescatando al Soldado Ryan y sobretodo en Argo su rol adquiere más importancia.

No sería muy descabellado que se haga con el premio de la Academia, es que la película es él casi en su totalidad. Claro que ésto no es cualidad suficiente para ganar el premio. Es él y lo es en forma espléndida; su actuación transcurre por un tobogán de emociones: vemos a un Trumbo violento, artero, cariñoso y familiar, cómico, arrogante, irónico y hasta capitalista confeso dentro de su comunismo. La otra parte de actuación se la reparten entre Mirren y el siempre dispuesto a hacernos esbozar una sonrisa John Goodman. Que por cierto, parece no envejecer (aunque sí subir de peso) desde los Picapiedra.

Cinematograficamente hablando, la película quizás queda por el camino de lo que uno espera, aunque no molesta demasiado, ya que ilustra una época de Hollywood algo opaca y gris que seguramente muchos (como yo) desconocían.

Conjuntamente, para bien o mal, es una sólida producción que logra iluminarnos.
5
24 de abril de 2016 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Trumbo corría el riesgo de ser concebida bajo la muy frecuente (y dañina) etiqueta de “película necesaria”. Afortunadamente, y aunque uno de sus objetivos sea presentar los escabrosos hechos que rodearon la figura de Dalton Trumbo, el film de Jay Roach consigue alejarse desde los primeros compases de la intrascendencia cinematográfica que conlleva dicha etiqueta. Eso no quiere decir que no pueda ser intrascendente, o que no haya gente a la que se lo pueda parecer. Pero, en caso de serlo, lo será por motivos muy diferentes. En una decisión muy inteligente, el director estadounidense decide mantenerse fiel al resto de su filmografía; los toques humorísticos son una constante en este drama biográfico, tan alejado de la corriente actual de biopics como cercano al clasicismo de tantísimas películas estrenadas en el lapso de tiempo en que se desarrolla la cinta. Sin alardes de ningún tipo en la puesta en escena, que por momentos resulta incluso algo prefabricada, Trumbo encuentra sus virtudes en la continuidad cronológica y el ritmo de su narración. Y en su descomunal reparto, por supuesto.

En 1943, año en el que arranca la película, el confeso comunista y activista político Trumbo era el guionista mejor pagado de la industria hollywoodiense. Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, dio comienzo la Guerra Fría, que enfrentaba a los americanos con la URSS. Este hecho propició una caza de brujas contra cualquier acusado de lo que, según ellos, era el mayor delito que se podía cometer: ser comunista. Estas actividades se extendieron rápidamente a la industria cinematográfica, y algunos de sus miembros de más renombre se pusieron de parte del Comité de Actividades Antiamericanas y su cada vez más insistente campaña anticomunista. Esto acabó con Trumbo y algunos compañeros de profesión (e ideología) condenados a un año de cárcel por luchar abiertamente por sus derechos. Pero Trumbo era un hombre tan especial (escribía mientras fumaba en la bañera) como perseverante, y continuaría firmando guiones para todo tipo de producciones bajo diferentes seudónimos. Sus trabajos en la sombra para Vacaciones en Roma y El bravo fueron premiados con el galardón de la Academia a la Mejor Historia. Pero su trabajo a escondidas no sería recompensando hasta que Kirk Douglas, productor de Espartaco, se atreviera a declarar que la película había sido escrita por Dalton Trumbo. Para suerte de muchos, especialmente del propio guionista, el éxito que cosechó el film de Stanley Kubrick consiguió acabar con el bochornoso trato que recibieron los artistas comunistas en la meca del cine.

El guion de Trumbo, firmado por John McNamara, desarrolla todos los personajes en su justa medida, siendo el motor narrativo de la cinta el propio Trumbo y su carrera como guionista, mucho más importante que las evidentes disputas familiares derivadas de su situación laboral. Esto propicia que la mayoría de personajes se presenten algo desdibujados a excepción de Trumbo, pero las excelentes interpretaciones de todo el elenco de secundarios, conocedores a la perfección de su labor e importancia en la obra, minimizan los problemas que podían haber surgido de la naturaleza de sus propios caracteres. Así pues, se conforma una película coral en torno a la figura del protagonista interpretado notablemente por Bryan Cranston. Todos los secundarios aumentan sustancialmente el nivel de una cinta que podría haber caído en lo rutinario y en lo superficial. Quizá el más inspirado sea un divertidísimo John Goodman como productor de serie B, pero sería injusto menospreciar el trabajo de Helen Mirren, Michael Stuhlbarg, Diane Lane, Louis C.K. o Elle Fanning.

Trumbo no es un trabajo brillante ni un biopic ejemplar, pero sí un notable entretenimiento que combina a la perfección el drama con el humor. Pese a que casi cada escena esté acompañada por algún gag tan oportuno como efectivo, la película no pierde en ningún momento su claro (y ácido) componente denunciatorio y los tintes trágicos de un intervalo de la historia del cine que jamás debería ser olvidado. Un escándalo en el que se vieron implicados muchísimos nombres de importancia en la industria y que a día de hoy aún sigue levantando ampollas. Una película importante, por lo que trata y por cómo lo hace.
8
3 de julio de 2021
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La de Dalton Trumbo, guionista represaliado durante el llamado ‘McCarthysmo’ o ‘Caza de Brujas de Hollywood’ en los Estados Unidos de la década de los cincuenta, es una de esas inspiradoras biografías que debían ser contadas y que merece la pena ver. “Trumbo” nos hace una introducción al personaje durante los años de prosperidad previos a la época negra, a su exitoso trabajo como guionista y a sus relaciones con otros actores famosos del momento como John Wayne y Edward G. Robinson y, una vez en contexto, nos sumerge en el mundo de las listas negras, los abusos legales, las traiciones personales y las discriminaciones por cuestiones ideológicas.

“Trumbo” no deja pasar la oportunidad de idealizar y ensalzar al personaje, a veces de manera merecida a veces de manera exagerada, de presentarlo como un adalid de las libertades que no renunció a sus principios ni por miedo a su integridad personal, ni a perder su trabajo, ni al daño que pudiera sufrir su reputación. Se negó a delatar a nadie, no renegó de sus posiciones izquierdistas y pagó durante muchos años con el ostracismo, el ninguneo a su trabajo, el malvivir con trabajos de quinta categoría o el renunciar a la gloria dejando que otros firmasen sus guiones al ser la única manera de que los aceptaran.

Aquí hay que decir que, si bien su firmeza y determinación me parecen dignas del elogio que reciben en la película (con independencia de lo alejado que yo pueda estar de su ideología), creo que “Trumbo” tiende a suavizar y blanquear su posicionamiento político transformando en abierto izquierdismo lo que en realidad era comunismo stalinista. Y creo que hace mal, porque el hombre era stalinista convencido y declarado, y no hubiese querido que se ablandara el concepto ejerciendo así la censura que él se negó a admitir, en aras de hacerlo más digerible por una sociedad actual a la que parece que hay que sobreproteger y endulzar la realidad, no sea que no la acepte. Yo creo que para el espectador inteligente, el que saca sus propias conclusiones y está dispuesto a aceptar puntos de vista distintos al suyo, la película podría haber sobrevivido al Trumbo de extrema izquierda que era y no generarías la tradicionales dudas acerca de en qué más nos está tergiversando la realidad.

Esta traición (innecesaria, para más inri) a los principios que parece querer defender es el único pero que le veo a una película que cuenta una historia que merece la pena ser contada de una manera ágil, comprensible y entretenida… interpretada por uno de los actores del momento, Bryan Cranston, que construye un personaje sólido, simpático cuando puede, duro cuando tiene que serlo, que sufre y lucha de manera creíble y fácil de empatizar. El resto del reparto no se queda atrás y evita el error frecuente en estos casos de olvidarse de interpretar para centrarse en la caracterización de personajes y en conseguir parecidos físicos con las celebridades a las que ponen alma. Así, los mencionados Wayne, Robinson o Kirk Douglas tienen cierto aire a sus trasuntos, pero sin la falta de naturalidad o kilos de artificioso maquillaje que hemos visto en otras ocasiones.

El conjunto es un gran biopic, entretenido, didáctico, que ayuda a entender la trascendencia de ciertas frases míticas como «Yo soy Espartaco». Altamente recomendable y con un mensaje a favor de los principios y las libertades que está extremadamente de actualidad hoy en día, en una sociedad tan dada a reducir las ideas de una persona a una etiqueta y marginarla si no coinciden con el mainstream. Yo propondría su visionado como actividad extraescolar en lugar de algunas mierdas ideológicas de las que he tenido constancia.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para