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Trumbo. La lista negra de Hollywood

Drama En los años 40, Dalton Trumbo, el guionista mejor pagado de Hollywood y afiliado al partido comunista, disfruta de sus éxitos. Pero entonces comienza la caza de brujas: la Comisión de Actividades Antiamericanas inicia una campaña anticomunista. Trumbo, uno de los llamados "10 de Hollywood", entra en la lista negra por sus ideas políticas y le prohiben trabajar... Biopic del famoso guionista Dalton Trumbo (“Espartaco” o “Vacaciones en ... [+]
Críticas 92
Críticas ordenadas por utilidad
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6
4 de junio de 2016
32 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
No basta con tener algo importante que decir. Dalton Trumbo se revolvería de disgusto y exasperación en su tumba si pudiera ver la insipidez de película que han confeccionado en torno a su calvario personal sobre sus afinidades comunistas durante la época en que tuvo prohibido escribir guiones (bajo su nombre) para Hollywood debido a sus opiniones políticas y a haber formado parte de la notoria lista negra cuanto la guerra fría entre las dos potencias hegemónicas campaba a sus anchas en aquellos oscuros años de propaganda desenfrenada y el patrioterismo de opereta. La libertad de expresión es un duro caballo de batalla y tener principios y comportarse de acuerdo a ellos tiene un precio que pocos han estado dispuestos a pagar.

Sin embargo, este interesante punto de partida queda diluido en una propuesta anodina y convencional que poco aporta más allá de recordarnos un relato ya sabido, trufarlo con algunos nombres de la industria con el objeto de dar lustre y empaque al conjunto (entre otros, Ronald Reagan, John Wayne, Edward G.Robinson, Sam Wood o Hedda Hopper) pero que adolece de una simpleza, tibieza y zafiedad en el guión y en la realización que no consiguen dotar en ningún momento de alma al conjunto, languideciendo todo su desarrollo entre largos parloteos doctrinarios, estériles enfrentamientos personales, feudos ideológicos diversos e historietas vindicativas de cualquier índole que nunca remontan el vuelo más allá de lo trillado, machacón y previsible. Es una pena que pese a sus buenos ingredientes y loables intenciones el resultado sea tan soso y esaborío.

Ganar durante los años cincuenta dos premios Oscar de la Academia – uno bajo un seudónimo, el otro sirviéndose de un amigo como tapadera – podría dar lugar a un relato lleno de pormenores picantes, entresijos mordaces y revelaciones satíricas, pero se queda en una amalgama morosa de reuniones, sermones, repeticiones y divagaciones que en nada iluminan la vida del biografiado y poco aportan al acervo común de los chascarrillos cáusticos de la farándula estrellada del firmamento. Juzgar desde la distancia del tiempo y con la perspectiva histórica actual una historia lamentable, sin apenas contextualizarla ni iluminar recovecos de la intimidad de aquellas gentes, acaba siendo un artefacto trucado que se asemeja más a una atildada tesis estudiantil que a un espectáculo del entretenimiento.

Plana, insulsa, afectada y banal. Se deja ver por la convincente interpretación de Bryan Cranston – que sin embargo resulta demasiado añoso para ser veraz – y por incluir a una luminosa Diane Lane en un papel decorativo. Nada más.
7
9 de febrero de 2016
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
08/08(08/01/16) Merecido y buen homenaje a uno de los guionistas mejores y más combativos que hayan trabajado en Hollywood, obra que se convierte en un canto a la libertad de expresión, a la individualidad, a la dignidad, a los principios morales, atacando la intolerancia, los prejuicios sociales, el sectarismo, la marginación social, reflejada en uno de los comités más nefastos creados por el hombre, el del Senador McCarthy, con su Caza de Brujas, un organismo salido de las entrañas de lo peor de la inquisición, les separa que los estadounidenses no llegaban a quemar a sus “criminales”, ellos “solo” los “lapidaban” en vida, negándoles en plan mafioso a trabajar en lo que mejor hacían. El especialista en comedias Jay Roach (director de la popular saga “Austin Powers”) cambia de registro para desarrollar uno de esos films en que la Meca del Cine se mira el ombligo, lo hace con estupendos picos dramáticos, con un humor sutil (algo de negro), con personajes notablemente construidos, con un Bryan Cranston cumbre, no es una cinta redonda, pero te atrapa por lo que cuenta, y por el carisma de este singular “héroe” americano.

El realizador adapta el guión de John McNamara, se basa en el libro biográfico de Bruce Cook sobre el guionista Dalton Trumbo, uno de los más famosos de Hollywood que en el mejor momento de su carrera fue “vejado” por sus ideas políticas, pasando a ser el más popular de los 10 de la Black List, fueron muchos más los apartados por lustros de poder laborar en el cine, me extiendo un poco más sobre el tema en spoiler. El film recuerda notoriamente almagnífico documental homónimo de Peter Askin del 2007, sale perdiendo el film a favor de la frescura y autenticidad que manaba del documental, pero aún así es un film apreciable, con una historia sugestiva que nos habla de temas de calado, el honor, la nobleza, el orgullo de ser lo que quieras ser sin ser juzgado por ello, algo paradójico, pues se supone Trumbo era comunista, y lo que yo veo en la historia es un ensalzamiento de la individualidad, lo que nos hace diferentes, lo contrario de lo que predica esta política, el colectivismo y la unificación de ideas a la búlgara, algo que por el contrario es lo que pretendía la Caza de Brujas, el mundo al revés.

Jay Roach describe al verdadero héroe americano, un tipo “Solo ante el peligro”, film este del oeste precisamente escrito por uno de la Lista Negra. El director dijo <Lo realmente admirable es que él nunca se rindió. Pese al acoso, pese a ver que algunos de sus compañeros se suicidaban, él siguió confiando en sus posibilidades y en las de su país. Creía en su derecho a ser comunista en un país libre. Y lo llevó hasta el extremo. Con humor incluso>. Una cinta que sirve para denunciar los fanatismos ideológicos que llevaban a la marginación social, al escarnio público, arremete contra las olas de paranoia ciego, y como los radicalismos políticos se tocan en un efecto circular, los que pomposamente decían defender la libertad de los USA, los que se vanagloriaban de ello son unos fascistas intolerantes, y el acusado es el mayor defensor de los valores de la libertad, la de expresión o la de callarse, no está de más recordarnos los errores de nuestro pasado, a ver si pueden evitarse, aunque el hombre es el único animal que no es que tropiece dos veces en la misma piedra, lo hace cíclicamente sin fin.

Es un estudio de personaje en que el director huye de la hagiografía facilona, le busca aristas, le encuentra contradicciones a un tipo que predica ideas socialistas desde su vida acomodada de guionista muy bien pagado que le da para vivir en un rancho con su familia, muestra sombras en su comportamiento arrogante con algunas persona, creyendo poseer la superioridad moral, para ello está muy bien su relación dual, una con Edward G. Robinson, en la que peca de soberbio y displicente con el sufrimiento interno del actor, lo arrolla con su superioridad moral sin darle mínimo cuartel, y por otro lado está su amistad con Arlen Hird, más radical que Trumbo. El relato aborda el desarrollo personal de Trumbo desde su placidez burguesa, de reclamo hollywoodiense a pasar a ser un apestado, llega a estar en prisión, y tras salir la marginación profesional, a través de estos años de travesía, y como nunca se doblegará ante sus inquebrantables principios éticos, esta faceta rígida dejará aflorar como su carácter individualista cae en el egoísmo, y la condescendencia. Jay Roach imprime un ritmo discontinuo, a veces se atasca, con buenos y sabrosos diálogos sobre temas de hondura ideológica, salpicada de dosis de humor, alejado del sentido trágico, propio de lo divertido que era realmente Trumbo. Reseña la importancia el film de una anómala situación que provocó y propulsó esta Caza de Brujas, como fue la sustitución de un juez liberal del Tribunal Supremo por otro de corte conservador, esto acentúa lo arbitraria que es la justicia, no importa lo que sea, si no quien lo decida y como se puede pervertir la justicia.

En el debe del relato es de mencionar además de su ritmo un tanto a trompicones, que prefiere el realizador ahondar en la vida familiar del guionista, que recrear con más saña este síndrome de paranoia que asoló Hollywood, acrecentar los dardos sobre los cómplices de esta ignominia, se toca, pero de modo tangencial, tampoco reflejan de modo diáfano el clima que reinaba en Hollywood antes de comenzar la Caza, se marcan unos cuantos trazos gruesos, sin que nos llegue muy bien el porqué se originó esta demencia que huracanó el cine, no se nos habla del origen de que tatos artistas se apuntaran al Partido Comunista. Tampoco Roach deja marca alguna original, llega a parecer uno de esos buenos films producidos en USA para la tele por cable, ojo, hay buenos telefilms en la tele por cable. Su puesta en escena resulta únicamente correcta, con buena ambientación, pero sin dejar marca. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Momentos para el recuerdo: Las estampas icónicas del guionista Trumbo escribiendo en la bañera de agua caliente, con su máquina y u un cigarrillo con boquilla; El delicioso modo en que Trumbo le explica a su hija lo que es para él el comunismo, o por lo menos su idealización, curioso por paradójico que hable de las miserias de la gente en un rancho con caballos; La curiosa visión (real de archivo) de Ronald Reagan declarando orgulloso ante el Gran Jurado, el que décadas después sería presidente USA, como también lo fue el vicepresidente del infausto comité, Richard Nixon; La tempestuosa y racial intervención ante el comité de Trumbo; El escalofriante encuentro que tiene Trumbo con John Wayne, como lo deja ko con el Don de la palabra, atacando el patriotismo del Duque, de lo que más se vanagloriaba el actor; Los encuentros de Trumbo con Edward G. Robinson, lo que fue dos modos de afrontar estos tiempos, uno afrontando a pecho descubierto, sin doblegarse, el otro es el actor, no soportando la presión social; La reunión de guionistas de la Lista Negra en la que con guiones de serie B pretendían colar sus ideales, en historias esperpénticas por ejemplo de extraterrestres; El visceral tramo en que el dueño, Frank, de la compañía de films serie B es abordado por un tipo que intenta presionarle para despida a los guionistas de la Black List que tiene en nómina, la reacción de Frank con un bate de beisbol es impresionante por su escenificación y por la carga de profundidad que conlleva de la defensa de la dignidad; El para mí el mejor plano del film, Trumbo asiste a la premier de “Spartacus”, vemos una trémula toma en que sobre sus gafas se reflejan los créditos del film en se ve screenplay (guión) of Dalton Trumbo, y tras los cristales se atisba la emoción lagrimal del guionista; Tras la premier en la habitación de Trumbo y su esposa se acerca emocionada al escritor y le dice a flor d piel <Ya se ha acabado>; Trumbo <Nací en un pueblo de Colorado y aún recuerdo el primer coche que pasó por mi calle. Hoy acabo de volar en un 747. Para una sola vida, no está mal>.

En conjunto me queda un buen film, que sobre todo me ha enganchado por lo sugestivo de lo que cuenta, y por un Bryan Cranston impresionante. Recomendable a los que gusten de intrahistorias de un Hollywood Dorado donde no todo era glamur. Fuerza y honor!!!

Crítica cercenada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2016/02/trumbo.html
7
31 de enero de 2016
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde sus inicios, el cine ha sido utilizado como un elemento más de propaganda al servicio del estado. Descaradamente por alemanes y americanos durante la Segunda Guerra Mundial, y más sutilmente bajo la Guerra fría.
Esta película no sólo rinde tributo al miembro más famoso de Hollywood que fue perseguido, encarcelado y negado su derecho a trabajar durante décadas, por el, hoy día, denostado Comité de Actividades Anti-Americanas, sino que también deja en muy mal lugar a los miembros de la industria hollywoodiense que consintieron e incluso participaron activamente en la persecucione de sus compañeros de oficio. Hedda Hopper (Imperial Hellen Mirren) y John Wayne, entre otros, salen muy mal parados de la película. Mientras que a la vez se rinde tributo a otros miembros del sector que hacia fines de los cincuenta se atrevieron a poner el nombre de Dalton Trumbo en los títulos de crédito de sus películas, personas como Kirk Douglas o el director Otto Preminger, resistieron las presiones para que no lo hicieran. Y eso pese a las amenazas de chantaje que sufrieron por parte de Hollywood.
Qué decir de Bryan Cranston, el actor de su generación más interesante actualmente. Sencillamente magistral interpretando a Dalton Trumbo, el guionista que ganó bajo otros pseudónimos, dos Oscar al mejor guión original.
Es un biopic, y por tanto todo suena previsible, pero las actuaciones elevan la película por encima de la media.

Durante la película, Trumbo cita dos frases que se me quedaron grabadas y me llegaron al alma, y quiero compartirlas con quien lea la crítica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El hombre pobre lucharía con la pobreza de Jesús, el hombre rico con la astucia de Satán

Necesitan guiones como un ejército necesita papel higiénico
4
30 de abril de 2016
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La biografía del notable guionista Dalton Trumbo y su peripecia en la caza de brujas desatada por el Comité de Actividades Antinorteamericanas a principios de los '50 está reflejada en esta película con el trabajo de un equipo de guionistas que no le llegan ni a los talones al personaje retratado. Y no es que sean malos los diálogos ni que el argumento esté mal desarrollado, pero a mí me parece que se falla en la capacidad de contar una historia en forma precisa y directa y entonces se apela a una duración mayor a 2 horas sin estética que lo justifique.

A riesgo de ser repetitivo porque es algo en lo que he estado insistiendo últimamente respecto a la duración de las películas, actuales, transcribo textualmente palabras del bloguero Crisurdiales de aquí mismo, FilmAffinity, refiriéndose a otra película: "...¿dónde está el ejercicio de síntesis que una buena película debería al menos intentar? Recuerdo con nostalgia el cine clásico, donde en hora y media te enterabas del pasado de los protagonistas, la vida de los secundarios, la historia que estaban contando y la sociedad de la época como si te hubiesen puesto una temporada entera de una serie actual."

Aunque me pareció interminable cuenta con el extraordinario Bryan Cranston y por cuyo trabajo exclusivamente vale la pena ver esta película, complementado también por excelentes actuaciones de Helen Mirren, John Goodman y Diane Lane.
6
14 de febrero de 2017
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un biopic a la altura del propio TRUMBO. Entretenida con algún toque de genialidad, que haría las delicias del escritor.

Incide en lo más sobresaliente de su vida, y lo hace de una manera cronológica, entretenida, con momentos brillantes que nos aportan a través de esas pinceladas, una biografía cercana , sobre el Mcartismo,una de las más oscuras etapas que atravesó el mundo del cine en Estados Unidos, donde todos estuvieron en su punto de mira.

En ningún momento decae, sobresaliendo a ratos, para adentrarnos en instantes donde la emoción aporta un halo narrativo de autenticidad.

UN 6
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