Antes de la medianoche
2013 

7.3
28,148
3 de agosto de 2013
3 de agosto de 2013
44 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estuve leyendo la opinión sobre ésta película de algunas personas, me dí cuenta que las mismas arrojaron una buena puntuación,intenté encontrar alguna razón para reconsiderar mi opinión al respecto, pero no pude.
Voy directamente al punto:
A mi parecer la conversación que mantienen éstos personajes no tiene nada de original ni inteligente, la pauta la da la postura de J Delpy que hace responsable a su marido de la debacle del matrimonio...! Esa mujer necesita análisis! En su especie de monólogo (denso por demás), no escuché que haga alguna autocrítica, adoptando una postura caprichosa propia de una adolescente. Quejosa por demás, reiterativa, inmadura, cansadora, me invitaba a retirarme del cine sin ver el final..
No la recomiendo en absoluto.
Voy directamente al punto:
A mi parecer la conversación que mantienen éstos personajes no tiene nada de original ni inteligente, la pauta la da la postura de J Delpy que hace responsable a su marido de la debacle del matrimonio...! Esa mujer necesita análisis! En su especie de monólogo (denso por demás), no escuché que haga alguna autocrítica, adoptando una postura caprichosa propia de una adolescente. Quejosa por demás, reiterativa, inmadura, cansadora, me invitaba a retirarme del cine sin ver el final..
No la recomiendo en absoluto.
20 de julio de 2013
20 de julio de 2013
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya no queda duda que cuando Richard Linklater viaja a Europa consigue sacar lo mejor de sí mismo como autor. Y “Antes del anochecer”, tercera parte de su trilogía romántica, no es la excepción, ya que sus icónicos personajes vuelven a concedernos un nuevo “tour de force” interpretativo. Una trilogía fundamentada en los diálogos de su pareja protagonista, una plática que vemos evolucionar como la vida misma desde su más redonda primera parte hasta esta menos tontorrona conclusión, sin duda el más incisivo de todos sus viajes.
Este anochecer de Linklater vuelve a ratificarlo como uno de los cineastas norteamericanos más polifacéticos al atreverse con propuestas tan contradictorias en su filmografía que van desde el drama hasta la comedia más ligera, pasando por ámbitos tan atípicos como la animación y el documental. Pero la película también demuestra otra capacidad innegable del director que es su cinefilia, ya que existen referencias a su compatriota y también europeizado Woody Allen, a Eric Rohmer y al mismísimo Ingmar Bergman. De hecho, el tercer acto de la película bien podría formar parte de “Secretos de un matrimonio”, situándose a la altura de los mejores momentos del genio sueco. En definitiva, un americano también puede volverse profundo, pero para ello necesita volver a sus orígenes, al Viejo Continente tanto para sus referentes como para sus escenarios.
Y hablando de orígenes, la parada en este caso nos lleva a la misma Grecia, la cuna de nuestra civilización. Y es ahora cuando podemos afirmar que la elección de las localizaciones de cada episodio no es para nada intrascendente ni caprichosa. Y en este caso, la película se reconduce hacia la tragedia, uno de los mayores logros literarios de esta cultura, y así aparece comentado en la propia película. Carente de los míticos coros (sólo Woody Allen se atrevió en tiempos modernos a introducir esta figura anacrónica en su alocada “Poderosa Afrodita”), la última parte de la película muestra su lado más trágico hasta el punto de que podemos ver en ella una de las partes más importantes en la estructura de la tragedia: el “estásimo”. La referencia no es gratuita dada la enorme carga de “pathos” presente en la escena, ese momento en el que el autor busca influir en el juicio del espectador. Y así lo consigue Linklater hasta el punto de lograr la empatía total en el público, tan dividido como sus protagonistas a causa de la continua guerra de sexos. Así pues, partimos del tópico, pero en boca de estos personajes inolvidables logra un nivel de magia pocas veces igualada en el cine actual.
En definitiva, “Antes del anochecer” nos brinda alguno de los mejores momentos de la trilogía, lo cual no es poco, y nos obliga también a pedir nuevos instantes junto a Jesse y Céline. En que punto se encontrará su relación en los próximos años es la ya habitual incógnita que nos ofrecen sus finales abiertos. Como siempre, todo girará en torno a las dos posibilidades que ya se esgrimían en los capítulos previos, el romanticismo o el cinismo como los dos polos opuestos que determinarán si siguen juntos o no. Sea como fuere, el ciclo gana en fuerza así como se van sumando nuevos episodios, y esperemos que sigan aportándose nuevas muestras de genialidad hasta llegar a lo que podría ser una crepuscular y equivalente “Sarabande”. Nos vemos dentro de otros nueve años (y ahora ya cincuentones).
Este anochecer de Linklater vuelve a ratificarlo como uno de los cineastas norteamericanos más polifacéticos al atreverse con propuestas tan contradictorias en su filmografía que van desde el drama hasta la comedia más ligera, pasando por ámbitos tan atípicos como la animación y el documental. Pero la película también demuestra otra capacidad innegable del director que es su cinefilia, ya que existen referencias a su compatriota y también europeizado Woody Allen, a Eric Rohmer y al mismísimo Ingmar Bergman. De hecho, el tercer acto de la película bien podría formar parte de “Secretos de un matrimonio”, situándose a la altura de los mejores momentos del genio sueco. En definitiva, un americano también puede volverse profundo, pero para ello necesita volver a sus orígenes, al Viejo Continente tanto para sus referentes como para sus escenarios.
Y hablando de orígenes, la parada en este caso nos lleva a la misma Grecia, la cuna de nuestra civilización. Y es ahora cuando podemos afirmar que la elección de las localizaciones de cada episodio no es para nada intrascendente ni caprichosa. Y en este caso, la película se reconduce hacia la tragedia, uno de los mayores logros literarios de esta cultura, y así aparece comentado en la propia película. Carente de los míticos coros (sólo Woody Allen se atrevió en tiempos modernos a introducir esta figura anacrónica en su alocada “Poderosa Afrodita”), la última parte de la película muestra su lado más trágico hasta el punto de que podemos ver en ella una de las partes más importantes en la estructura de la tragedia: el “estásimo”. La referencia no es gratuita dada la enorme carga de “pathos” presente en la escena, ese momento en el que el autor busca influir en el juicio del espectador. Y así lo consigue Linklater hasta el punto de lograr la empatía total en el público, tan dividido como sus protagonistas a causa de la continua guerra de sexos. Así pues, partimos del tópico, pero en boca de estos personajes inolvidables logra un nivel de magia pocas veces igualada en el cine actual.
En definitiva, “Antes del anochecer” nos brinda alguno de los mejores momentos de la trilogía, lo cual no es poco, y nos obliga también a pedir nuevos instantes junto a Jesse y Céline. En que punto se encontrará su relación en los próximos años es la ya habitual incógnita que nos ofrecen sus finales abiertos. Como siempre, todo girará en torno a las dos posibilidades que ya se esgrimían en los capítulos previos, el romanticismo o el cinismo como los dos polos opuestos que determinarán si siguen juntos o no. Sea como fuere, el ciclo gana en fuerza así como se van sumando nuevos episodios, y esperemos que sigan aportándose nuevas muestras de genialidad hasta llegar a lo que podría ser una crepuscular y equivalente “Sarabande”. Nos vemos dentro de otros nueve años (y ahora ya cincuentones).
30 de julio de 2013
30 de julio de 2013
64 de 112 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como otras veces, tomo un préstamo para titular una crítica. En esta ocasión, el título de una colección de relatos (que no he leído) de Raymond Carver.
No entiendo nada. ¿7´7 esta película?. Para intentar responder a esta peliaguda cuestión, tal vez nada mejor que plantear otra: ¿es posible hacer una película interesante (excluido el genero de comedia, con las dosis de mordacidad que se deseen) sobre personajes que no tienen interés alguno?. Julie Deppy insiste, en su único registro como actriz, en su detestable personaje; esta vez enriquecido con dosis de un feminismo rancio que ya no se ve ni en los telefilms vespertinos de Antena 3 de los sábados; pues no va la dama y le pregunta a su caballero ¿cómo se llama el pediatra de tus hijas?. Dado que el pobre Ethan lo ignora, el esquematismo de la dama sentencia: MACHISTA. Imagino que con alborozo de la gran mayoría de la platea femenina, y parte de la masculina que debe pedir perdón por su condición y el peso de la historia. Pero me estoy yendo de la película (Dios mío, a ver si voy a haberme contagiado de esta logorrea...).
En cuanto a él, la verdad es que vivir en París tiene su aquel, pero si es al precio de compartir domicilio con ella, preferiría vivir en Alicante, lo que ya es preferir...
Desde luego, en esta historia se habla más que en todo el cine iraní de la historia, todo junto. Se habla más que en una película argentina; se habla más que en una discusión entre Agustín Jiménez y Leo Harlem; Messi no hablará en toda su vida ni la mitad de lo que habla Delpy en cinco minutos de esta película. Esta señora me ha dejado la cabeza como un tambor de Calanda. Además, tiene mérito; tanta palabra, y ni media idea interesante.
En cuanto a quienes hayan visto intensidad en esta histeria no puedo estar más en desacuerdo. Les preguntaría como Torrente, ¿te gustan las pistolitas?, ¿te apetece ver salvajismo emocional, hard core sentimental?, ¿quieres ver dónde de verdad se hace la gente pupita duodenal?. Desempolva, por ejemplo, "La heredera"; o rescata la obra final de Bergman, "Saraband", y verás barbarie de verdad; y no en las aburridas cuitas de dos mequetrefes que no se soportan entre sí, y a los que no sé cómo los soporta el público. 7´7, no doy crédito...
**************************
Por cierto, la realización es menos que mediocre; la localización de exteriores, (¿¿??) inexistente; la fotografía, sin interés; la música, por el estilo...
**************************
Propuesta para un corto aprovechando la misma idea:
Él deja a su hijo en el aeropuerto después de unas vacaciones en Grecia. Vuelve al coche donde ella (que no es la madre del chaval) le espera. Él dice: "Debería pasar más tiempo con mi hijo". Ella contesta: "No pienso mudarme a Chicago". El replica (en mi propuesta): "Hemos terminado". FIN. Y mientras se proyectan los títulos de crédito, una entrada de él mirándola a ella: "Estúpida". Ahora sí que FIN...
No entiendo nada. ¿7´7 esta película?. Para intentar responder a esta peliaguda cuestión, tal vez nada mejor que plantear otra: ¿es posible hacer una película interesante (excluido el genero de comedia, con las dosis de mordacidad que se deseen) sobre personajes que no tienen interés alguno?. Julie Deppy insiste, en su único registro como actriz, en su detestable personaje; esta vez enriquecido con dosis de un feminismo rancio que ya no se ve ni en los telefilms vespertinos de Antena 3 de los sábados; pues no va la dama y le pregunta a su caballero ¿cómo se llama el pediatra de tus hijas?. Dado que el pobre Ethan lo ignora, el esquematismo de la dama sentencia: MACHISTA. Imagino que con alborozo de la gran mayoría de la platea femenina, y parte de la masculina que debe pedir perdón por su condición y el peso de la historia. Pero me estoy yendo de la película (Dios mío, a ver si voy a haberme contagiado de esta logorrea...).
En cuanto a él, la verdad es que vivir en París tiene su aquel, pero si es al precio de compartir domicilio con ella, preferiría vivir en Alicante, lo que ya es preferir...
Desde luego, en esta historia se habla más que en todo el cine iraní de la historia, todo junto. Se habla más que en una película argentina; se habla más que en una discusión entre Agustín Jiménez y Leo Harlem; Messi no hablará en toda su vida ni la mitad de lo que habla Delpy en cinco minutos de esta película. Esta señora me ha dejado la cabeza como un tambor de Calanda. Además, tiene mérito; tanta palabra, y ni media idea interesante.
En cuanto a quienes hayan visto intensidad en esta histeria no puedo estar más en desacuerdo. Les preguntaría como Torrente, ¿te gustan las pistolitas?, ¿te apetece ver salvajismo emocional, hard core sentimental?, ¿quieres ver dónde de verdad se hace la gente pupita duodenal?. Desempolva, por ejemplo, "La heredera"; o rescata la obra final de Bergman, "Saraband", y verás barbarie de verdad; y no en las aburridas cuitas de dos mequetrefes que no se soportan entre sí, y a los que no sé cómo los soporta el público. 7´7, no doy crédito...
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Por cierto, la realización es menos que mediocre; la localización de exteriores, (¿¿??) inexistente; la fotografía, sin interés; la música, por el estilo...
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Propuesta para un corto aprovechando la misma idea:
Él deja a su hijo en el aeropuerto después de unas vacaciones en Grecia. Vuelve al coche donde ella (que no es la madre del chaval) le espera. Él dice: "Debería pasar más tiempo con mi hijo". Ella contesta: "No pienso mudarme a Chicago". El replica (en mi propuesta): "Hemos terminado". FIN. Y mientras se proyectan los títulos de crédito, una entrada de él mirándola a ella: "Estúpida". Ahora sí que FIN...
26 de noviembre de 2014
26 de noviembre de 2014
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de eso teníamos un par de pequeñas joyas, dirigidas por Linklater (al que considero uno de los grandes cineastas de su generación, por originalidad y creatividad) y protagonizadas por Ethan Hawke y Julie Delpy, en la que conseguían implicar al espectador con poco más que diálogos constantes entre los dos protagonistas. En una clara muestra de talento, este terceto se las aviaba para resultar apasionante y creíble.
Bien, pues la mayor parte de eso desaparece en esta tercera entrega. Salvo momentos puntuales, la película está muy por debajo de sus dos predecesoras (aunque la opinión general no piensa eso, pero para mí es muy evidente). En este caso los diálogos son mucho más mecánicos, e incluso son bastante plomizos en algún momento, y eso jamás pasaba en las dos primeras.
En un determinado momento de la película, se llega a un diálogo en el que los protagonistas se enzarzan en una ridícula discusión que el personaje de Delpy se encarga de avivar con constantes referencias hacía la guerra de sexos (sin venir a cuento, la verdad) en la que suelta varios discursos feministas que resultan enormemente forzados. Y el feminismo rancio es igual de negativo que el machismo rancio, aunque lo primero esté mejor visto a día de hoy (por aquello de intentar "igualar" los siglos de machismo que ha vivido nuestra sociedad, y que a día de hoy aún perdura en algunos lugares).
Así que, bueno, sé que voy en contra de la mayoría, pero lo escribo como lo siento. La película no está mal, pero que sea seguramente la más reconocida de las tres, pues como que no, sólo lo entiendo por aquello de que 'Antes del amanecer' pasase tan de puntillas en su momento y para compensar.
Bien, pues la mayor parte de eso desaparece en esta tercera entrega. Salvo momentos puntuales, la película está muy por debajo de sus dos predecesoras (aunque la opinión general no piensa eso, pero para mí es muy evidente). En este caso los diálogos son mucho más mecánicos, e incluso son bastante plomizos en algún momento, y eso jamás pasaba en las dos primeras.
En un determinado momento de la película, se llega a un diálogo en el que los protagonistas se enzarzan en una ridícula discusión que el personaje de Delpy se encarga de avivar con constantes referencias hacía la guerra de sexos (sin venir a cuento, la verdad) en la que suelta varios discursos feministas que resultan enormemente forzados. Y el feminismo rancio es igual de negativo que el machismo rancio, aunque lo primero esté mejor visto a día de hoy (por aquello de intentar "igualar" los siglos de machismo que ha vivido nuestra sociedad, y que a día de hoy aún perdura en algunos lugares).
Así que, bueno, sé que voy en contra de la mayoría, pero lo escribo como lo siento. La película no está mal, pero que sea seguramente la más reconocida de las tres, pues como que no, sólo lo entiendo por aquello de que 'Antes del amanecer' pasase tan de puntillas en su momento y para compensar.
30 de julio de 2013
30 de julio de 2013
26 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, quizás mis expectativas eran demasiado elevadas por las altas valoraciones de esta película en FilmAffinity, pero aún así creo que si hubiera ido a verla sin saber nada antes mis reflexiones hubieran sido las mismas. Se trata de la teatralización (porque parece una obra de teatro) de un día cualquiera en la vida de una pareja que después de varios años de convivencia comienza la tan común fase de los reproches. La única circunstancia anormal en esta situación es que los protagonistas se pasan hablando en distintos tonos pasando de la cordialidad a la discusión sin intermedios durante toda la cinta. Insoportable. Me pasé toda la película esperando que pase algo, pero no pasa nada. Y quien piense que al menos la ambientación en Grecia aportará algo de estética se equivoca, los planos exteriores se cuentan con los dedos de una mano. debo decir que eésta película no me ha aportado absolutamente nada, salvo ganas de demandar a la protagonista por cretina.
La próxima vez, leeré primero las críticas de peor valoración, me parece que son bastante más razonables la mayor parte de las veces.
La próxima vez, leeré primero las críticas de peor valoración, me parece que son bastante más razonables la mayor parte de las veces.
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