Spring Breakers
4.9
19,626
Thriller. Drama
Cuatro jóvenes estudiantes con ganas de mucha juerga acaban en la cárcel, tras ser sorprendidas en una casa llena de drogas durante sus locas vacaciones escolares de primavera (spring break). Pronto salen bajo fianza gracias a un joven traficante de armas y de drogas (James Franco) que ve en las chicas a unas potenciales delincuentes que podrían serle útiles. (FILMAFFINITY)
22 de febrero de 2013
22 de febrero de 2013
51 de 86 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se como empezar esta crítica...., tuve la oportunidad de verla en su preestreno en Madrid. No había visto ningún trabajo anterior de Harmony Korine su director, pero después de ver Spring Breakers creo que no volveré a ver ninguna película suya.
Desde que empieza hasta que termina, es todo una mezcla de sin sentido y absurdez, con planos que dan la sensación de ver un videoclip de los malos de cualquier dj que intenta hacerse un hueco en el panorama musical.
Los actores con este trabajo van de culo, cuesta abajo y sin frenos, James Franco interpreta a un rapero-traficante que "rescata"a las chicas de la cárcel con segundas intenciones. Y quienes son las chicas, Rachel Korine (si esposa del director) a quien no había visto en ningún trabajo y dudo que volvamos a verla en cualquier película que no sea por enchufe, no trasmite nada. Vanessa Hudgens que después de Sucker Punch ya me dejo descolocada, con Spring mas de lo mismo intenta quitarse el san benito de chica Disney igual que su compañera Selena Gomez que es la única en la película que parece tener prejuicios. Y ya solo me queda Ashley Benson, que hace el mismo papel de alocada que sus compañeras es quizas la que mejor interpretación hace en la película o por lo menos la más "creíble".
En definitiva, solo decir que no volvería a ver esta película ni regalada. Me hubiese dolido dar dinero por verla.
Pd: NO TODOS LOS JÓVENES SOMOS ASÍ
Desde que empieza hasta que termina, es todo una mezcla de sin sentido y absurdez, con planos que dan la sensación de ver un videoclip de los malos de cualquier dj que intenta hacerse un hueco en el panorama musical.
Los actores con este trabajo van de culo, cuesta abajo y sin frenos, James Franco interpreta a un rapero-traficante que "rescata"a las chicas de la cárcel con segundas intenciones. Y quienes son las chicas, Rachel Korine (si esposa del director) a quien no había visto en ningún trabajo y dudo que volvamos a verla en cualquier película que no sea por enchufe, no trasmite nada. Vanessa Hudgens que después de Sucker Punch ya me dejo descolocada, con Spring mas de lo mismo intenta quitarse el san benito de chica Disney igual que su compañera Selena Gomez que es la única en la película que parece tener prejuicios. Y ya solo me queda Ashley Benson, que hace el mismo papel de alocada que sus compañeras es quizas la que mejor interpretación hace en la película o por lo menos la más "creíble".
En definitiva, solo decir que no volvería a ver esta película ni regalada. Me hubiese dolido dar dinero por verla.
Pd: NO TODOS LOS JÓVENES SOMOS ASÍ
18 de marzo de 2013
18 de marzo de 2013
24 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con este tipo de propuestas cinematográficas, hay que esperar uno o dos días: si hay o no hay poso. En mi caso lo hay, y por ello la provocación ha funcionado. Y es extraño, pues el ejercicio sensitivo de Korine, como algunos otros, debería, o al menos eso creo, exigir excitación a la salida del cine. En mi caso particular los "peros" se anteponen en la salida del cine (por cierto, cine con la entrada con goteras y unos cubos de aguas por ahí tirados...tampoco era muy peligroso pues a esta multisala habíamos ido 4 gatos), y es en la resaca donde la película es recordada. Y qué difícil es recordar una película, escenas, imágenes de un film al día siguiente!!. Pues no es por gamberrismo ni provocación por lo que se mantiene la impronta, sino por sensaciones de imágenes y sonidos ya modificados en la memoria.
Esto, como modo de retratar( pues Spring Breakers se mantiene fiel al relato de un contexto social y narrar una alegoría un poco simplona), parece que funciona perfectamente. La visión de Harmony que ya hizo en época grunge con los "kidz", se amolda perfectamente a la realidad y análisis de estos tiempos.
Las preguntas son formuladas: ¿Por qué siempre las chicas Disney hacen el mismo itinerario vital?. 18 años, salen al mundo, videos con contenido erótico subido, novio "malote" que les zurra un poquito, divorcio con embarazo, 20 años y una "mochila", juergas a tope, rehabilitación, juicios, cárcel preventiva, salida, rehabilitación, celulitis, olvido, un tour con las nalgas otra vez prietas (ya sea por bulimia, maratón de ejercicio y coca o por cirugía) y defenestración y entierro artístico a los 23 años. Britney Spears, Aguilera, Lohan, etc. Y yo siempre he dicho, y con razón, que la Gaga tiene la cabeza muy amueblada: primero, porque es la única megaestrella que compone sus temas y tiene conocimientos académicos, y segundo y más importante, porque se quita la peluca, se desmaquilla y se pone una camiseta y unos vaqueros y en la 5º avenida no la reconoce ni su madre. Chica lista.
Korine lo explica como una salida de la burbuja y búsqueda de experiencias nuevas, sin importar que las chicas se desfasen con las drogas y el alcohol, con el sexo y ya puestos disparando a gangsta, sin olvidar nunca el aspecto divertido del asunto (como un videojuego). Mete algo de caña ("mama, estoy viendo cosas maravillosas", y se ve a unas tías apartándose la tira del biquini para mear en unos setos), pero admite la condición adolescente y sin mucha condescendencia deja a las chicas filosofar en diálogos trascendentes y claro intrascendentes. Eso sería sólo ser justo en el retrato, pero Korine hace que la moda, la música y el you tube hablen por las chicas. Así sus tintes de pelo, los colores de sus bikinis, Skrillex (tema Scary monsters and nice sprites y su "Oh my good", cogido de este video recomendadísimo http://www.youtube.com/watch?v=j54yGxuk0yo ), ejemplizan perfectamente el retrato.
Y de lo que se habla no es más que el tiempo en la vida de esa niña asiática preciosa y graciosísima de ese video jugando con cubos de plástico y donde estará, que hará, que experiencias vivirá dentro de unos insignificantes 2 o 3 años. Ni sabremos nunca el interior nosotros ni ella, si no se acabaría el misterio de "la joven de la perla" de Veermer y tantas y tantas obras maestras. Me cuesta tanto imaginarme a esos genios como padres celosos de sus hijas, y tan poco admirando la belleza de una ninfa...Ese Nabokov, por ejemplo.
Nota referencial: Estética y música ambiental inspirada en "Drive". Creando escuela.
Esto, como modo de retratar( pues Spring Breakers se mantiene fiel al relato de un contexto social y narrar una alegoría un poco simplona), parece que funciona perfectamente. La visión de Harmony que ya hizo en época grunge con los "kidz", se amolda perfectamente a la realidad y análisis de estos tiempos.
Las preguntas son formuladas: ¿Por qué siempre las chicas Disney hacen el mismo itinerario vital?. 18 años, salen al mundo, videos con contenido erótico subido, novio "malote" que les zurra un poquito, divorcio con embarazo, 20 años y una "mochila", juergas a tope, rehabilitación, juicios, cárcel preventiva, salida, rehabilitación, celulitis, olvido, un tour con las nalgas otra vez prietas (ya sea por bulimia, maratón de ejercicio y coca o por cirugía) y defenestración y entierro artístico a los 23 años. Britney Spears, Aguilera, Lohan, etc. Y yo siempre he dicho, y con razón, que la Gaga tiene la cabeza muy amueblada: primero, porque es la única megaestrella que compone sus temas y tiene conocimientos académicos, y segundo y más importante, porque se quita la peluca, se desmaquilla y se pone una camiseta y unos vaqueros y en la 5º avenida no la reconoce ni su madre. Chica lista.
Korine lo explica como una salida de la burbuja y búsqueda de experiencias nuevas, sin importar que las chicas se desfasen con las drogas y el alcohol, con el sexo y ya puestos disparando a gangsta, sin olvidar nunca el aspecto divertido del asunto (como un videojuego). Mete algo de caña ("mama, estoy viendo cosas maravillosas", y se ve a unas tías apartándose la tira del biquini para mear en unos setos), pero admite la condición adolescente y sin mucha condescendencia deja a las chicas filosofar en diálogos trascendentes y claro intrascendentes. Eso sería sólo ser justo en el retrato, pero Korine hace que la moda, la música y el you tube hablen por las chicas. Así sus tintes de pelo, los colores de sus bikinis, Skrillex (tema Scary monsters and nice sprites y su "Oh my good", cogido de este video recomendadísimo http://www.youtube.com/watch?v=j54yGxuk0yo ), ejemplizan perfectamente el retrato.
Y de lo que se habla no es más que el tiempo en la vida de esa niña asiática preciosa y graciosísima de ese video jugando con cubos de plástico y donde estará, que hará, que experiencias vivirá dentro de unos insignificantes 2 o 3 años. Ni sabremos nunca el interior nosotros ni ella, si no se acabaría el misterio de "la joven de la perla" de Veermer y tantas y tantas obras maestras. Me cuesta tanto imaginarme a esos genios como padres celosos de sus hijas, y tan poco admirando la belleza de una ninfa...Ese Nabokov, por ejemplo.
Nota referencial: Estética y música ambiental inspirada en "Drive". Creando escuela.
9 de agosto de 2013
9 de agosto de 2013
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Tú hazle caso a las críticas a la hora de elegir una película de este año para ver una noche no que tienes demasiado que hacer! La madre que ¿$%&"·... Ni estandarte de cultura pop, ni reflejo de la sociedad, ni mirada dentro de la juventud, ni todo lo que quieran vender. Spring Breakers no es más que un maldito escupitajo en los ojos cuando estás intentando abrirlos después de una tormenta de arena. Te dejará marca, eso está claro, no volverás a querer ver nada así en la vida.
Entorno a un 40% de la película lo podría describir una bonita canción llamada 'Primavera' (bonita coincidencia) de un gran grupo llamado Mama Ladilla, el estribillo de la misma es algo así como:
Tetas y culos y culos y teta, tetas y culos y culos y tetas, tetas y culos y culos y tetas,tetas y culos y culos y tetas, tetas y culos y culos y tetas....
Esto, claro está, entrará en un blucle infinito de retroalimentación el cual parece no tener fin hasta que la plata de los malditos dientes de James Franco se quede tan negra como los tatuajes de pega de tanta droga que se tala a lo largo de la película. Destaco la escena en la que toca el piano con dos dedos, ¡bravó! (con acento en la O).
Amigos, no soy ningún experto en cine ni mucho menos, pero si esto es una buena película, innovadora, rompedora, atrevida, brutal y todos los adjetivos que puedan haberle vanagloriado desde su estreno, yo corto con el cine como mi droga y me busco a un cantaautor indú como profeta.
Pero puestos a darle una oportunidad, he empezado a buscar en el fondo de la sartén, en busca de algo que pudiera salvarse de un arroz caducado antes de ser cocinado... Allí me he encontrado con lo único que me ha hecho pensar que la película no la habían creado sus protagonistas, un montaje algo curioso. No es que sea espectacular, pero si algo diferente.
Ya saben, si quieren semi-desnudos totalmente gratuitos y con una facilidad apabullante, no lo duden, esta es su... compilación de escenas que intentan contar una historia. En cambio, si lo que quieren es una película, olviden todo esto y hagan como si no supieran de su existencia.
Entorno a un 40% de la película lo podría describir una bonita canción llamada 'Primavera' (bonita coincidencia) de un gran grupo llamado Mama Ladilla, el estribillo de la misma es algo así como:
Tetas y culos y culos y teta, tetas y culos y culos y tetas, tetas y culos y culos y tetas,tetas y culos y culos y tetas, tetas y culos y culos y tetas....
Esto, claro está, entrará en un blucle infinito de retroalimentación el cual parece no tener fin hasta que la plata de los malditos dientes de James Franco se quede tan negra como los tatuajes de pega de tanta droga que se tala a lo largo de la película. Destaco la escena en la que toca el piano con dos dedos, ¡bravó! (con acento en la O).
Amigos, no soy ningún experto en cine ni mucho menos, pero si esto es una buena película, innovadora, rompedora, atrevida, brutal y todos los adjetivos que puedan haberle vanagloriado desde su estreno, yo corto con el cine como mi droga y me busco a un cantaautor indú como profeta.
Pero puestos a darle una oportunidad, he empezado a buscar en el fondo de la sartén, en busca de algo que pudiera salvarse de un arroz caducado antes de ser cocinado... Allí me he encontrado con lo único que me ha hecho pensar que la película no la habían creado sus protagonistas, un montaje algo curioso. No es que sea espectacular, pero si algo diferente.
Ya saben, si quieren semi-desnudos totalmente gratuitos y con una facilidad apabullante, no lo duden, esta es su... compilación de escenas que intentan contar una historia. En cambio, si lo que quieren es una película, olviden todo esto y hagan como si no supieran de su existencia.
9 de julio de 2018
9 de julio de 2018
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pongo la película y me enfrento a la intro. Tías buenas en bikini bailando completamente borrachas mientras se dejan manosear por todo aquel dotado de polla en 300 metros a la redonda. (Bien). Primeros planos de culos contoneándose al ritmo de la machacona música house. (Vamos a más). Fuera parte de arriba del bikini, tetas a tutiplén. (Vaya, qué sutileza. ¿Qué será lo siguiente?). Planos de todas esas tías sentadas en el suelo y abiertas de piernas mientras se meten sincrónicamente un polo en la boca. Dentro-fuera, dentro-fuera. Hasta el fondo, nena. Así me gusta, que se vea esa lengua juguetona. Miro por curiosidad el tiempo: llevamos cuatro minutos de peli y constato que he visto escenas porno con arranques más sutiles y elegantes. No, no intento ser sarcástico.
En efecto, Spring Breakers tiene alma de peli porno con ínfulas. Algo así como si Nicolas Winding Refn se levantase mañana en plena crisis de los cuarenta y quisiera hacer revival de lo más pajillero de su adolescencia. Oh, sí; unos planos preciosos. Festival de bikinis en tonos eléctricos sobre fondos neón, fotografía degradada y tirando a ocre -Nolan vive- y mucho plano detalle. Y no solo de tetas o de besos lésbicos, cuidao; esto es arte. También de los llorosos ojos de nuestras protas. ¿Hay algo más poético una lágrima falsa deslizando por la cara de una chica ultramaquillada?
Pero… Dejémonos de mierda esteticista wannabe. ¿Qué más tenemos?
Onanismo. La más absurda acumulación de fantasías salidas de la parte más reptiliana del cerebro masculino que te puedas imaginar. Supón que cogiéramos a un chaval de 14 años, le diéramos 50 millones y le dijéramos “rueda lo que te salga de la polla”. Déjalo, no lo supongas: eso es exactamente Spring Breakers.
Venga, entre tú y yo, ahora que no nos oye nadie: ¿A qué alguna vez ha caído pajilla con las tías buenas de HSM? Pues mira, te voy a meter a cuatro en bikini. Pero ojo, nada de actitud modosita Disney y que te corte el rollo, sino en plan zorrón arrastrado: soltando cosas como “Se me hace el coño agua cada vez que veo dinero”, fumando droga, metiéndose rayas, intercambiando besos lésbicos, tocándose el culo, simulando mamársela a pollas dibujadas en un cuaderno, y obligando a James Franco a hacerle una felación a una pipa antes de follárselo en grupo. ¿Qué? ¿Se te ha puesto dura? Un poquito sí, pillín.
Por supuesto, eso no es todo. Claro que no. Toda fantasía de adolescente pajillero necesita un contexto. Las chicas ya han sido presentadas, pero ahora tienes que beneficiártelas. Y para eso hay que impresionarlas, hacerse con su noble corazón de muñecas hinchables politoxicómanas. ¿Y qué mejor que un rollo “chungo”? Por favor, una de gánsters a lo GTA, cubiertos de cadenas y con pinta de “oye, que estoy muy loco”. A poder ser, con 20 kilos de heroína en la mesita de noche y dos docenas de armas automáticas tiradas sobre la cama. ¿Soy o no soy el puto amo? Pero ojo; en el fondo soy también un pedazo de pan y un perfecto caballero. Por eso, y porque tengo un par de millones tirados sobre la alfombra, al final las cuatro se enamorarán de mi y me dejarán que me las chingue. A lo mejor acabo mal por malote, pero me voy como un fucker. Fin.
Lo dicho. Eso es Spring Breakers: quizás la más pretenciosa y ridículamente disparatada película “softcore” que se haya rodado jamás. Todos sus intentos de ser transgresora y escandalizar dejarán frio a cualquier con más de quince años (o que no viva en un monasterio) Y sus ínfulas esteticistas y relamidas, lejos de disimular el desaguisado, lo hacen más evidente. Pulgar abajo.
En efecto, Spring Breakers tiene alma de peli porno con ínfulas. Algo así como si Nicolas Winding Refn se levantase mañana en plena crisis de los cuarenta y quisiera hacer revival de lo más pajillero de su adolescencia. Oh, sí; unos planos preciosos. Festival de bikinis en tonos eléctricos sobre fondos neón, fotografía degradada y tirando a ocre -Nolan vive- y mucho plano detalle. Y no solo de tetas o de besos lésbicos, cuidao; esto es arte. También de los llorosos ojos de nuestras protas. ¿Hay algo más poético una lágrima falsa deslizando por la cara de una chica ultramaquillada?
Pero… Dejémonos de mierda esteticista wannabe. ¿Qué más tenemos?
Onanismo. La más absurda acumulación de fantasías salidas de la parte más reptiliana del cerebro masculino que te puedas imaginar. Supón que cogiéramos a un chaval de 14 años, le diéramos 50 millones y le dijéramos “rueda lo que te salga de la polla”. Déjalo, no lo supongas: eso es exactamente Spring Breakers.
Venga, entre tú y yo, ahora que no nos oye nadie: ¿A qué alguna vez ha caído pajilla con las tías buenas de HSM? Pues mira, te voy a meter a cuatro en bikini. Pero ojo, nada de actitud modosita Disney y que te corte el rollo, sino en plan zorrón arrastrado: soltando cosas como “Se me hace el coño agua cada vez que veo dinero”, fumando droga, metiéndose rayas, intercambiando besos lésbicos, tocándose el culo, simulando mamársela a pollas dibujadas en un cuaderno, y obligando a James Franco a hacerle una felación a una pipa antes de follárselo en grupo. ¿Qué? ¿Se te ha puesto dura? Un poquito sí, pillín.
Por supuesto, eso no es todo. Claro que no. Toda fantasía de adolescente pajillero necesita un contexto. Las chicas ya han sido presentadas, pero ahora tienes que beneficiártelas. Y para eso hay que impresionarlas, hacerse con su noble corazón de muñecas hinchables politoxicómanas. ¿Y qué mejor que un rollo “chungo”? Por favor, una de gánsters a lo GTA, cubiertos de cadenas y con pinta de “oye, que estoy muy loco”. A poder ser, con 20 kilos de heroína en la mesita de noche y dos docenas de armas automáticas tiradas sobre la cama. ¿Soy o no soy el puto amo? Pero ojo; en el fondo soy también un pedazo de pan y un perfecto caballero. Por eso, y porque tengo un par de millones tirados sobre la alfombra, al final las cuatro se enamorarán de mi y me dejarán que me las chingue. A lo mejor acabo mal por malote, pero me voy como un fucker. Fin.
Lo dicho. Eso es Spring Breakers: quizás la más pretenciosa y ridículamente disparatada película “softcore” que se haya rodado jamás. Todos sus intentos de ser transgresora y escandalizar dejarán frio a cualquier con más de quince años (o que no viva en un monasterio) Y sus ínfulas esteticistas y relamidas, lejos de disimular el desaguisado, lo hacen más evidente. Pulgar abajo.
12 de enero de 2013
12 de enero de 2013
30 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de Harmony Korine es hablar de un cineasta nada convencional. Sus películas son totalmente experimentales, por lo cual, nunca te van a dejar indiferente. Puedes estar en el grupo de los que aman su obra o de los que la detestan. Lamentablemente, yo me encuentro en el segundo grupo.
Korine sorprendió a la crítica con el sobrevalorado film ''Gummo'', en la cual se narraba por decirlo de alguna manera, la vida de unos adolescentes en los suburbios de una ciudad y su relación con las drogas. Pero con este director la sinopsis no cuenta, debido a que la estructura de sus películas es totalmente inexistente.
Spring Breakers es más de lo mismo, sobre la superficie la película trata sobre un grupo de adolescentes que son detenidas por posesión de drogas durante las vacaciones de primavera y que serán ayudadas por un traficante a cambio de un favor. Pero en cuanto visionas el film, nada de lo que has leído puedes intuirlo, debido a que la película es una sucesión disparatada de escenas a ritmo de videoclip con música trance, hardcore y dubstep (en la BSO está acreditado el DJ de moda Skrillex).
Los minutos pasan al ritmo de un montaje frenético y que no te deja pensar ni asimilar lo que está pasando, por lo que acabas sin enterarte ni de qué va la historia, ni que pintan las chicas esas ahí o qué coño pinta en todo esto James Franco (cuya carrera parece que va en picado). Las interpretaciones son prácticamente nulas, ya que a Korine poco le importa lo que quieran transmitir sus actrices, y es más una provocación o un afán de querer ser el más guay y moderno el escoger en el casting a dos actrices de la factoría Disney como son Selena Gomez y Vanessa Hudgens, las cuales, poco o nada saben de actuar. También reserva un papel para su esposa, Rachel Korine, la cual, todo hay que admitirlo está de muy buen ver.
La película presenta momentos vergonzosos, entre los que se incluyen mónologos sin sentido de las protagonistas que más que trascender provocan vergüenza ajena.
Señor Korine, ¿tan difícil es para usted crear una película coherente, con principio, nudo y desenlace? ¿No se da cuenta a que a los modernillos de medio pelo como usted, el señor Eastwood les dio una lección de cine con un guión tan ''convencional'' como el de Million Dollar Baby?
Spring Breakers más que una película es un videoclip alargado de Skrillex o por otro lado, un anuncio de lujo del festival de Tomorrowland.
Korine sorprendió a la crítica con el sobrevalorado film ''Gummo'', en la cual se narraba por decirlo de alguna manera, la vida de unos adolescentes en los suburbios de una ciudad y su relación con las drogas. Pero con este director la sinopsis no cuenta, debido a que la estructura de sus películas es totalmente inexistente.
Spring Breakers es más de lo mismo, sobre la superficie la película trata sobre un grupo de adolescentes que son detenidas por posesión de drogas durante las vacaciones de primavera y que serán ayudadas por un traficante a cambio de un favor. Pero en cuanto visionas el film, nada de lo que has leído puedes intuirlo, debido a que la película es una sucesión disparatada de escenas a ritmo de videoclip con música trance, hardcore y dubstep (en la BSO está acreditado el DJ de moda Skrillex).
Los minutos pasan al ritmo de un montaje frenético y que no te deja pensar ni asimilar lo que está pasando, por lo que acabas sin enterarte ni de qué va la historia, ni que pintan las chicas esas ahí o qué coño pinta en todo esto James Franco (cuya carrera parece que va en picado). Las interpretaciones son prácticamente nulas, ya que a Korine poco le importa lo que quieran transmitir sus actrices, y es más una provocación o un afán de querer ser el más guay y moderno el escoger en el casting a dos actrices de la factoría Disney como son Selena Gomez y Vanessa Hudgens, las cuales, poco o nada saben de actuar. También reserva un papel para su esposa, Rachel Korine, la cual, todo hay que admitirlo está de muy buen ver.
La película presenta momentos vergonzosos, entre los que se incluyen mónologos sin sentido de las protagonistas que más que trascender provocan vergüenza ajena.
Señor Korine, ¿tan difícil es para usted crear una película coherente, con principio, nudo y desenlace? ¿No se da cuenta a que a los modernillos de medio pelo como usted, el señor Eastwood les dio una lección de cine con un guión tan ''convencional'' como el de Million Dollar Baby?
Spring Breakers más que una película es un videoclip alargado de Skrillex o por otro lado, un anuncio de lujo del festival de Tomorrowland.
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