El guerrero solitario
7.2
34,830
5 de noviembre de 2009
5 de noviembre de 2009
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mala leche, frases lapidarias a cada minuto, militares yanquis...
Una opción perfecta para ver en sesión doble junto a "La chaqueta metaálica", vaya.
Vaya por delante: la película es normalita. Algo ochentera. Y palidece junto a obras posteriores de Eastwood. Pero...
Clint se las gasta que pa qué. Pone a una panda de capullos indisciplinados (y a unos cuantos oficiales) más firme que un poste, suelta unas respuestas incisivas que Mr. Constantino Romero (qué hombre... vaya voz) eleva a niveles míticos y no se doblega ante nadie.
Un clásico menor de Eastwood y otro personaje icónico para su galería: Highway.
Lo mejor: Clint, sus respuestas (está claro que el guionista estaba inspirado) y la traducción (el doblaje es fenomenal, bemoles).
Lo peor: La escaramuza final y el cargante personaje de Mario Van Peebles.
Una opción perfecta para ver en sesión doble junto a "La chaqueta metaálica", vaya.
Vaya por delante: la película es normalita. Algo ochentera. Y palidece junto a obras posteriores de Eastwood. Pero...
Clint se las gasta que pa qué. Pone a una panda de capullos indisciplinados (y a unos cuantos oficiales) más firme que un poste, suelta unas respuestas incisivas que Mr. Constantino Romero (qué hombre... vaya voz) eleva a niveles míticos y no se doblega ante nadie.
Un clásico menor de Eastwood y otro personaje icónico para su galería: Highway.
Lo mejor: Clint, sus respuestas (está claro que el guionista estaba inspirado) y la traducción (el doblaje es fenomenal, bemoles).
Lo peor: La escaramuza final y el cargante personaje de Mario Van Peebles.
24 de junio de 2007
24 de junio de 2007
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se puede decir que la película cae un poco en el exceso típico de cualquier película de militares. Efectivamente, Tom Highway puede ser calificado de sargento "chusquero" y malcarado que esconde una vida personal un tanto fracasada. Compárese, en su caso, con el Sargento Hartman, de "La chaqueta metálica", interpretado por otro "duro", R. Lee Ermey. Pero si hay algo verdaderamente destacable, en mi opinión, es el increíble doblaje de Constantino Romero. Cuando oí la voz original de Eastwood me llevé una pequeña desilusión; pero qué duda cabe que Constantino Romero añade al personaje el carácter, la fuerza y la intensidad tan caras a Eastwood. No es lo mismo oír al propio Eastwood decir lo de "He bebido más cerveza..." que oírlo con la voz de Constantino Romero. Y es que en los USA, "La Voz" será Frank Sinatra; aquí, indiscutiblemente, "La Voz" es Constantino Romero.
La "gracia" de la película, en todo caso, reside en que el recto y al mismo tiempo nada ortodoxo veterano del Vietnam es capaz de avergonzar a sus superiores, como superviviente que es.
La "gracia" de la película, en todo caso, reside en que el recto y al mismo tiempo nada ortodoxo veterano del Vietnam es capaz de avergonzar a sus superiores, como superviviente que es.
15 de diciembre de 2009
15 de diciembre de 2009
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de no ser una de las más fuertes películas del director de Sin perdón y Million Dollar Baby, entre otras muchas, El sargento de hierro podemos incluirla entre sus mejores realizaciones, por sus diálogos, su forma de entretener y por lo ameno de verla.
No se equivoquen, no estamos ante una de las películas más puras de Clint Eastwood, cargadas en la última década de mensaje y sostenidas sobre lo sentimental. Estamos ante un film comercial, entretenido, divertido, con un fuerte y grosero guión, sólo comparable al inicio de La chaqueta metálica (1987, Stanley Kubrick).
La historia, que no es excesivamente original, destaca por lo bien contada que está y el buen desarrollo de la misma.
Un cuartel repleto de jóvenes marines indisciplinados, acostumbrados al libre albedrío que les permitía su anterior superior, se ve sorprendido por el sargento de artillería Highway (Clint Eastwood), quien se presenta con un memorable discurso que hace comprender a la tropa que las cosas a partir de su llegada no van a ser tan cómodas como hasta ahora, que será formada hasta que todos sus miembros demuestren que son soldados de verdad.
Buen lucimiento de Clint Eastwood, que encarna como sólo el sabe, a un tipo duro, un héroe cargado de medallas pero de vida personal fracasada, habiendo llegado al divorcio con su mujer y refugiándose de sus problemas en el alcohol. Algo que sólo podrá superar en su admirado ejército, formando estrictamente a sus nuevos discípulos.
Sería simplemente una película interesante de no ser por lo original, desenfadado y divertido de sus diálogos, que elevan esta cinta un peldaño más arriba, haciéndola buena.
No se equivoquen, no estamos ante una de las películas más puras de Clint Eastwood, cargadas en la última década de mensaje y sostenidas sobre lo sentimental. Estamos ante un film comercial, entretenido, divertido, con un fuerte y grosero guión, sólo comparable al inicio de La chaqueta metálica (1987, Stanley Kubrick).
La historia, que no es excesivamente original, destaca por lo bien contada que está y el buen desarrollo de la misma.
Un cuartel repleto de jóvenes marines indisciplinados, acostumbrados al libre albedrío que les permitía su anterior superior, se ve sorprendido por el sargento de artillería Highway (Clint Eastwood), quien se presenta con un memorable discurso que hace comprender a la tropa que las cosas a partir de su llegada no van a ser tan cómodas como hasta ahora, que será formada hasta que todos sus miembros demuestren que son soldados de verdad.
Buen lucimiento de Clint Eastwood, que encarna como sólo el sabe, a un tipo duro, un héroe cargado de medallas pero de vida personal fracasada, habiendo llegado al divorcio con su mujer y refugiándose de sus problemas en el alcohol. Algo que sólo podrá superar en su admirado ejército, formando estrictamente a sus nuevos discípulos.
Sería simplemente una película interesante de no ser por lo original, desenfadado y divertido de sus diálogos, que elevan esta cinta un peldaño más arriba, haciéndola buena.
7 de mayo de 2010
7 de mayo de 2010
21 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood es un producto que se vende bien; y él lo sabe mejor que nadie.
No era necesario más que mostrar el personaje duro que la gente quiere ver, el soldado indisciplinado, imbatible, pendenciero y, en especial, querido y admirado por todos.
Para Clint, eso está tirado: únicamente necesita un repertorio de frases hechas a cada cual más malsonante y amenazante y... ha triunfado. Luego, por supuesto, su presencia absorbente que atrae a los más típicos satélites secundarios para este género y lo demás sobra. Sobra el argumento, por ejemplo, con poner el de siempre es suficiente. Sobran hasta los personajes y... faltan cosas, por desgracia... falta originalidad, emoción... y ganas.
No se trata de valorar las frases, hostiasjoder, se trata de buscar los silencios, la acción y el alma del verdadero tío duro. Lo que no puede ser son las inmensas tonterías, el repertorio de estupideces correlativas que hay, una tras otra, y luego las prisas para terminar con la película y ya está. Pues no.
No era necesario más que mostrar el personaje duro que la gente quiere ver, el soldado indisciplinado, imbatible, pendenciero y, en especial, querido y admirado por todos.
Para Clint, eso está tirado: únicamente necesita un repertorio de frases hechas a cada cual más malsonante y amenazante y... ha triunfado. Luego, por supuesto, su presencia absorbente que atrae a los más típicos satélites secundarios para este género y lo demás sobra. Sobra el argumento, por ejemplo, con poner el de siempre es suficiente. Sobran hasta los personajes y... faltan cosas, por desgracia... falta originalidad, emoción... y ganas.
No se trata de valorar las frases, hostiasjoder, se trata de buscar los silencios, la acción y el alma del verdadero tío duro. Lo que no puede ser son las inmensas tonterías, el repertorio de estupideces correlativas que hay, una tras otra, y luego las prisas para terminar con la película y ya está. Pues no.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si apartamos lo que se quiere ver, quedan las recurridas y lamentables peleas de gallos que no se pueden obviar carentes de todo tipo de forma y fondo y diálogos de besugos, sobre todo cuando hay una mujer enfrente.
-Clint, el otro me ha pedido que me case con él... (estaría borracho)
-¿Y qué le has dicho? Espera, no me digas nada que me da igual, o contesta después de la publicidad, que ahora están diciendo que nos tenemos que ir al cuartel.
A la guerra.
Vamos, que el negrito en el avión cuando van a invadir la isla de Granada, antes de tirarse en paracaídas, preguntando al sargento que qué es lo que estaba pasando con aquella movida, es para decirle: tú eres gilipollas o qué..., si todavía no te has enterado eres más tonto que mis cojones de hierro. Señores, esto no es más que un guión sin sentido alguno para rellenar huecos.
La aparición de un par de soldados cubanos (uno con un habano en el bosillo como ofrenda final para Clint) de cháchara mientras se sucede el tirotero con el enemigo a diez metros escasos y encima de espaldas no es para reírse..., es para irse a acostar. ¿Y la tanqueta enemiga clavada en el mismo sitio todo el rato? Si la coje Rommel llega hasta Nueva York con ella, pero claro, se ve que como está el sargento de hierro enfrente cuando han ido a arrancar se les ha calado (perra vida).
Un sargento desobedeciendo las órdenes del teniente de no tomar la colina y cuando lo hace llega el superior y reprende al teniente y felicita al sargento. No cabe duda que sólo importa vender el producto, por malo e incomprensible que sea.
Y la gente aplaudiendo; es Clint, el sargento de hierro... y una guerra muy hija de perrilla.
-Clint, el otro me ha pedido que me case con él... (estaría borracho)
-¿Y qué le has dicho? Espera, no me digas nada que me da igual, o contesta después de la publicidad, que ahora están diciendo que nos tenemos que ir al cuartel.
A la guerra.
Vamos, que el negrito en el avión cuando van a invadir la isla de Granada, antes de tirarse en paracaídas, preguntando al sargento que qué es lo que estaba pasando con aquella movida, es para decirle: tú eres gilipollas o qué..., si todavía no te has enterado eres más tonto que mis cojones de hierro. Señores, esto no es más que un guión sin sentido alguno para rellenar huecos.
La aparición de un par de soldados cubanos (uno con un habano en el bosillo como ofrenda final para Clint) de cháchara mientras se sucede el tirotero con el enemigo a diez metros escasos y encima de espaldas no es para reírse..., es para irse a acostar. ¿Y la tanqueta enemiga clavada en el mismo sitio todo el rato? Si la coje Rommel llega hasta Nueva York con ella, pero claro, se ve que como está el sargento de hierro enfrente cuando han ido a arrancar se les ha calado (perra vida).
Un sargento desobedeciendo las órdenes del teniente de no tomar la colina y cuando lo hace llega el superior y reprende al teniente y felicita al sargento. No cabe duda que sólo importa vender el producto, por malo e incomprensible que sea.
Y la gente aplaudiendo; es Clint, el sargento de hierro... y una guerra muy hija de perrilla.
22 de octubre de 2009
22 de octubre de 2009
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo con un sargento así no me metería nunca. A las memorables frases malsonantes con un lenguaje imposible hay que sumarle una actitud chulesca aderezada con una lista de los peores defectos posibles. Es violento, arrogante, propenso al alcohol y sobre todo, es un patriota yanqui. Aunque sean equívocas, el sargento Highway tiene sus razones para responder con todo tipo de excesos ante cualquier situación. Sea quien sea el que se le pone delante se sale con la suya, por eso cae bien, y me atrevo a decir que además no es malo, tras esa fachada exterior se esconde un buen corazón. Es cierto que es una película hecha para él, esta es la medida justa de Clint Eastwood, no me imagino un sargento de hierro con otro porte.
Para mi gusto la última media hora, aunque necesaria, le hace perder la intensidad con la que había empezado. La instrucción previa de los muchachos de la sección de reconocimiento es un divertimento absoluto, de diez. Muy pocas veces he encontrado tan acertado el uso de un lenguaje tan soez. Asumo que no es para todos, cierto sector se escandalizaría, a mí me encanta ver como se dicen las cosas de esta manera. Yo no podría.
No me olvido que es el mismo de los Puentes de Madison, ahí está la grandeza de este hombre!!!
Para mi gusto la última media hora, aunque necesaria, le hace perder la intensidad con la que había empezado. La instrucción previa de los muchachos de la sección de reconocimiento es un divertimento absoluto, de diez. Muy pocas veces he encontrado tan acertado el uso de un lenguaje tan soez. Asumo que no es para todos, cierto sector se escandalizaría, a mí me encanta ver como se dicen las cosas de esta manera. Yo no podría.
No me olvido que es el mismo de los Puentes de Madison, ahí está la grandeza de este hombre!!!
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