Butch Cassidy
1969 

7.8
39,101
Western
Un grupo de jóvenes pistoleros se dedica a asaltar los bancos del estado de Wyoming y el tren-correo de la Union Pacific. El jefe de la banda es el carismático Butch Cassidy (Newman), y Sundance Kid (Redford) es su inseparable compañero. Un día, después de un atraco, el grupo se disuelve. Será entonces cuando Butch, Sundance y una joven maestra de Denver (Ross) formen un trío de románticos forajidos que, huyendo de la ley, llegan hasta Bolivia. (FILMAFFINITY) [+]
5 de diciembre de 2008
5 de diciembre de 2008
21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este es un western cómico-dramático en el que lo más destacable es la química del dúo protagonista, los cuales sostienen admirablemente el peso del desarrollo argumental, de la acción y del guión sazonado de sentido del humor.
Butch Cassidy es el líder de la conocida “Banda del desfiladero”, que se dedica a desvalijar trenes. Se asocia con Sundance Kid, uno de los pistoleros más rápidos de la comarca, y ambos deciden dedicarse al asalto de bancos. Pero tendrán que huir incansablemente de unos sicarios enviados por el agraviado dueño de la línea de ferrocarril a la que Butch y Sundance suelen asaltar.
Perseguidos día y noche, los dos forajidos viven mil incidentes y aventuras, jugándose el pellejo y escapando hacia lo que piensan que será su liberación y una vida nueva: Bolivia, la tierra de las minas, que puebla la imaginación popular con quimeras de oro, plata y estaño, como antaño lo hizo la Fiebre del Oro de California... Hacia allá se dirigen acompañados por la novia de Sundance, quien es cómplice de sus andanzas.
Un western que sigue los hilos de una acción desbordada y que en su tiempo obtuvo un gran éxito, sin duda a causa del irresistible carisma de sus dos protagonistas, de la fotografía y de la banda sonora. Newman y Redford se dan la réplica maravillosamente, uno como el simpático, divertido y hablador ratero de ferrocarriles, y el otro como el lacónico, pesimista y hábil pistolero más rápido que se conoce por esos lugares. Sin duda, lo más chispeante es seguir sus confrontaciones dialécticas, sus decisiones desesperadas y su actitud ante el peligro.
Aunque, eso sí, creo que la inclusión de Katharine Ross queda bastante eclipsada y pasa sin mucha pena ni gloria en un desarrollo que absorben por completo los otros dos gigantes de la interpretación. Para tratarse también de un papel principal y tras tanto que se oye acerca de esta película, deja bastante que desear o más bien no se corresponde demasiado con lo que una se esperaba…
En suma, una película bastante entretenida y buena gracias a la aparición de Newman y de Redford pero, en mi opinión, no muy memorable.
Butch Cassidy es el líder de la conocida “Banda del desfiladero”, que se dedica a desvalijar trenes. Se asocia con Sundance Kid, uno de los pistoleros más rápidos de la comarca, y ambos deciden dedicarse al asalto de bancos. Pero tendrán que huir incansablemente de unos sicarios enviados por el agraviado dueño de la línea de ferrocarril a la que Butch y Sundance suelen asaltar.
Perseguidos día y noche, los dos forajidos viven mil incidentes y aventuras, jugándose el pellejo y escapando hacia lo que piensan que será su liberación y una vida nueva: Bolivia, la tierra de las minas, que puebla la imaginación popular con quimeras de oro, plata y estaño, como antaño lo hizo la Fiebre del Oro de California... Hacia allá se dirigen acompañados por la novia de Sundance, quien es cómplice de sus andanzas.
Un western que sigue los hilos de una acción desbordada y que en su tiempo obtuvo un gran éxito, sin duda a causa del irresistible carisma de sus dos protagonistas, de la fotografía y de la banda sonora. Newman y Redford se dan la réplica maravillosamente, uno como el simpático, divertido y hablador ratero de ferrocarriles, y el otro como el lacónico, pesimista y hábil pistolero más rápido que se conoce por esos lugares. Sin duda, lo más chispeante es seguir sus confrontaciones dialécticas, sus decisiones desesperadas y su actitud ante el peligro.
Aunque, eso sí, creo que la inclusión de Katharine Ross queda bastante eclipsada y pasa sin mucha pena ni gloria en un desarrollo que absorben por completo los otros dos gigantes de la interpretación. Para tratarse también de un papel principal y tras tanto que se oye acerca de esta película, deja bastante que desear o más bien no se corresponde demasiado con lo que una se esperaba…
En suma, una película bastante entretenida y buena gracias a la aparición de Newman y de Redford pero, en mi opinión, no muy memorable.
27 de septiembre de 2011
27 de septiembre de 2011
29 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los dos hombres, sin parangón, diseñados específicamente para estimular las glándulas salivares femeninas y dar lugar al consiguiente babeo. El destino ya es otra cosa. Es un destino tramposillo y pelín favorable a los dos hombres. Demasiados enemigos detrás y demasiada buena suerte; bueno, y demasiada mala suerte la de los enemigos, que caen como moscas.
Lo malo de la peli es que es un western-fusión, pero western a fin de cuentas. Y como tal repite tooooodos los esquemas del western tradicional y se convierte a ratos en una pesadez sin límites y a ratos en la típica exhibición de tiro a la nada con el resultado habitual de 0 muertos por un lado y tropecientosmil por el otro. Que sí, que al que le vaya el rollo, genial, pero a los que hemos tragado mucho Far West y seguimos sin verle el puntito, ni fu ni fa.
Lo bueno de la peli... hombre, pues sin duda los dos hombres. Su complicidad, su camaradería, su indudable feeling; que son guapos de romperse, de cagarse y de morirse; que sólo por mirarlos durante dos horas merece la pena hasta tragarse un western; algunas escenas para el recuerdo (el salto al vacío en los acantilados, el paseíto-videoclip en bici de Paul, la escena final...). Y sobre todo el efecto afrodisíaco. Si yo fuera un señor y quisiera mojar con cierto grado de certeza una noche ésta es exactamente la pócima mágica. Un consejo; olvídense del porno, caballeros. Para cualquier tía de pro el porno auténtico es "2 hombres y un destino". Éxito garantizado. Eso sí, luego por favor, apaguen la luz para consumar; las comparaciones pueden ser odiosas.
Lo malo de la peli es que es un western-fusión, pero western a fin de cuentas. Y como tal repite tooooodos los esquemas del western tradicional y se convierte a ratos en una pesadez sin límites y a ratos en la típica exhibición de tiro a la nada con el resultado habitual de 0 muertos por un lado y tropecientosmil por el otro. Que sí, que al que le vaya el rollo, genial, pero a los que hemos tragado mucho Far West y seguimos sin verle el puntito, ni fu ni fa.
Lo bueno de la peli... hombre, pues sin duda los dos hombres. Su complicidad, su camaradería, su indudable feeling; que son guapos de romperse, de cagarse y de morirse; que sólo por mirarlos durante dos horas merece la pena hasta tragarse un western; algunas escenas para el recuerdo (el salto al vacío en los acantilados, el paseíto-videoclip en bici de Paul, la escena final...). Y sobre todo el efecto afrodisíaco. Si yo fuera un señor y quisiera mojar con cierto grado de certeza una noche ésta es exactamente la pócima mágica. Un consejo; olvídense del porno, caballeros. Para cualquier tía de pro el porno auténtico es "2 hombres y un destino". Éxito garantizado. Eso sí, luego por favor, apaguen la luz para consumar; las comparaciones pueden ser odiosas.
10 de diciembre de 2007
10 de diciembre de 2007
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sexto largometraje de George Roy Hill ("El golpe", 1973). Escribe el guión William Goldman ("La princesa prometida", Reiner, 1987), que se inspira vagamente en hechos reales. Se rueda en exteriores de Nuevo Méjico, Colorado y Utah y en los Fox Studios (LA). Nominado a 7 Oscar, gana 4 (guión, fotografía, banda sonora y canción). Producido por John Foreman para la Fox, se estrena el 23-IX-1969 (EEUU).
La acción tiene lugar en Wyoming, NYC y Bolivia, en la última década del XIX y primeros años del XX. Butch Cassidy (Paul Newman) y The Sundance Kid (Robert Redford) forman parte de la banda "Hole In The Wall", dedicada a asaltar trenes y atracar bancos. Cuando deciden disolverla, se van a NYC con Ethel "Etta" Place (Katharine Ross), novia de Kid. Butch es locuaz, ocurrente, optimista e idealista. Kid es callado, vanidoso, observador y realista.
El film suma "western", drama, crimen, intriga, aventuras, acción, comedia y biografía. Como "El golpe" es, además, un "buddy movie", film en el que dos amigos/dos amigas protagonizan la acción. Como "western" pertenece a la etapa crespuscular del género, que se ocupa sobre todo de los tiempos en los que los cambios tecnológicos, institucionales, económicos y sociales, hacen inviables las actividades de los antiguos forajidos. Éstos se ven obligados a integrarse en la sociedad o a buscar nuevos horizontes. El guión se inspira en la leyenda de dos personajes reales, activos en Wyoming en 1890/1900, que en 1901 viajan a NYC y Buenos Aires, desde donde pasan a Bolivia, donde residen hasta en 1911. Con el apoyo de un guión sólido y bien estructurado, la película plantea una reflexión sobre el destino y su caracter inevitable e irreversible o controlable. Plantea, además, una reflexión sobre la posibilidad de redención e integración social de las personas que han vivido al margen de la ley. Adopta una posición diferente de la de "El hombre del Oeste" (Mann, 1958). La película se beneficia de un excelente tratamiento visual, la poderosa interpretación de los dos protagonistas y el grato tono irónico y satírico del relato. Los personajes se presentan bien construidos. Newman y Redford repiten colaboración con Hill en "El golpe" (1973). Contiene escenas memorables: la de la bicicleta, la de la lucha a cuchillo, la que culmina en la caída libre al fondo del acantilado.
La música, de Burt Bacharach, pretende aportar al film aires innovadores y de modernidad. Lo consigue en su momento, pero el paso del tiempo la ha tratado con inclemencia. Queda en pie su valor documental sobre la moda melódica de la música de los 60. La fotografía, de Conrad Hall ("American Beauty", Mendes, 1999), se recrea en unos paisajes amplios y espectaculares, ofrece composiciones crepusculares y contraluces naturales, fija encuadres de detalle y añade imágenes a cámara lenta, congeladas y documentales en sepia. Título muy popular de los 60.
La acción tiene lugar en Wyoming, NYC y Bolivia, en la última década del XIX y primeros años del XX. Butch Cassidy (Paul Newman) y The Sundance Kid (Robert Redford) forman parte de la banda "Hole In The Wall", dedicada a asaltar trenes y atracar bancos. Cuando deciden disolverla, se van a NYC con Ethel "Etta" Place (Katharine Ross), novia de Kid. Butch es locuaz, ocurrente, optimista e idealista. Kid es callado, vanidoso, observador y realista.
El film suma "western", drama, crimen, intriga, aventuras, acción, comedia y biografía. Como "El golpe" es, además, un "buddy movie", film en el que dos amigos/dos amigas protagonizan la acción. Como "western" pertenece a la etapa crespuscular del género, que se ocupa sobre todo de los tiempos en los que los cambios tecnológicos, institucionales, económicos y sociales, hacen inviables las actividades de los antiguos forajidos. Éstos se ven obligados a integrarse en la sociedad o a buscar nuevos horizontes. El guión se inspira en la leyenda de dos personajes reales, activos en Wyoming en 1890/1900, que en 1901 viajan a NYC y Buenos Aires, desde donde pasan a Bolivia, donde residen hasta en 1911. Con el apoyo de un guión sólido y bien estructurado, la película plantea una reflexión sobre el destino y su caracter inevitable e irreversible o controlable. Plantea, además, una reflexión sobre la posibilidad de redención e integración social de las personas que han vivido al margen de la ley. Adopta una posición diferente de la de "El hombre del Oeste" (Mann, 1958). La película se beneficia de un excelente tratamiento visual, la poderosa interpretación de los dos protagonistas y el grato tono irónico y satírico del relato. Los personajes se presentan bien construidos. Newman y Redford repiten colaboración con Hill en "El golpe" (1973). Contiene escenas memorables: la de la bicicleta, la de la lucha a cuchillo, la que culmina en la caída libre al fondo del acantilado.
La música, de Burt Bacharach, pretende aportar al film aires innovadores y de modernidad. Lo consigue en su momento, pero el paso del tiempo la ha tratado con inclemencia. Queda en pie su valor documental sobre la moda melódica de la música de los 60. La fotografía, de Conrad Hall ("American Beauty", Mendes, 1999), se recrea en unos paisajes amplios y espectaculares, ofrece composiciones crepusculares y contraluces naturales, fija encuadres de detalle y añade imágenes a cámara lenta, congeladas y documentales en sepia. Título muy popular de los 60.
2 de enero de 2014
2 de enero de 2014
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ocasiones, recupero títulos famosos anteriores a mi nacimiento. Hay mucho cine antiguo y clásico para ver. Normalmente uno se lleva grandes alegrías al descubrir películas famosas que son dignas de su popularidad.
Otras veces, como en este caso, me llevo profundas decepciones.
Y no se trata del error de ver con ojos modernos lo que tiene más de 40 años. Es que simplemente "Dos hombres y un destino" no me ha parecido nada del otro mundo.
Esta clásica historia de dos forajidos del Oeste perseguidos por la justicia no me ha terminado de convencer demasiado.
Se pasan más rato yendo de acá para allá que inmersos en tiroteos o robos. Y esto hace que se me haya hecho un poco aburrida.
Reconozco que Redford y Newman tienen química (aunque esté mucho mejor "El golpe") y que la fotografía es excepcional.
Pero no me gusta el ritmo pausado del argumento, las partes en que se nos cuenta la historia con fotografías color sepia ni la banda sonora.
A pesar de la popularidad de la canción, creo que en un western no pegaba ni con cola, ni siquiera en la escena romántica a la que acompaña con un fuerte tono humorístico.
Aún peor es la pieza que suena cuando están siendo perseguidos por los soldados bolivianos. Muy chocante y fuera de contexto.
Por lo demás, tiene escenas buenas como la del cañón o algunos de los robos. Realmente gracioso cuando tratan de hacer el atraco en español sin tener ni idea del idioma.
Una película buena, ciertamente, pero en mi opinión no tanto como se ha dicho. Como digo, prefiero mil veces verles en "El golpe".
Otras veces, como en este caso, me llevo profundas decepciones.
Y no se trata del error de ver con ojos modernos lo que tiene más de 40 años. Es que simplemente "Dos hombres y un destino" no me ha parecido nada del otro mundo.
Esta clásica historia de dos forajidos del Oeste perseguidos por la justicia no me ha terminado de convencer demasiado.
Se pasan más rato yendo de acá para allá que inmersos en tiroteos o robos. Y esto hace que se me haya hecho un poco aburrida.
Reconozco que Redford y Newman tienen química (aunque esté mucho mejor "El golpe") y que la fotografía es excepcional.
Pero no me gusta el ritmo pausado del argumento, las partes en que se nos cuenta la historia con fotografías color sepia ni la banda sonora.
A pesar de la popularidad de la canción, creo que en un western no pegaba ni con cola, ni siquiera en la escena romántica a la que acompaña con un fuerte tono humorístico.
Aún peor es la pieza que suena cuando están siendo perseguidos por los soldados bolivianos. Muy chocante y fuera de contexto.
Por lo demás, tiene escenas buenas como la del cañón o algunos de los robos. Realmente gracioso cuando tratan de hacer el atraco en español sin tener ni idea del idioma.
Una película buena, ciertamente, pero en mi opinión no tanto como se ha dicho. Como digo, prefiero mil veces verles en "El golpe".
3 de agosto de 2009
3 de agosto de 2009
61 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madre mía, lo que hace la mitomanía.
Esta película consiste sencillamente en coger a dos de los mejores actores guaperas de la historia, que encima son amigotes y tienen complicidad entre ellos; meterles en una historia que no cuenta nada reseñable, algún diálogo estilo Club de la Comedia; y colar un anuncio de colonia al ritmo de una cancioncita pegadiza en una escena ciclista.
Lo demás es una castaña de las gordas. Sí, se dio una vuelca de tuerca al género. Para desajustar la rueda e inaugurar el rollo macabeo western.
Si la ven con la parienta no se la pierdan. Podrán leer tranquilamente su diario deportivo favorito mientras ella babea. La obra maestra de los films consoladores, oigan.
Esta película consiste sencillamente en coger a dos de los mejores actores guaperas de la historia, que encima son amigotes y tienen complicidad entre ellos; meterles en una historia que no cuenta nada reseñable, algún diálogo estilo Club de la Comedia; y colar un anuncio de colonia al ritmo de una cancioncita pegadiza en una escena ciclista.
Lo demás es una castaña de las gordas. Sí, se dio una vuelca de tuerca al género. Para desajustar la rueda e inaugurar el rollo macabeo western.
Si la ven con la parienta no se la pierdan. Podrán leer tranquilamente su diario deportivo favorito mientras ella babea. La obra maestra de los films consoladores, oigan.
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