La soledad de los números primos
2010 

4.7
1,310
Drama
En la escuela, Mattia había estudiado que entre los números primos (los que sólo son divisibles por sí mismos o por la unidad) hay algunos muy especiales, a los que los matemáticos llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están casi juntos, pues entre ellos sólo se interpone un número par. Son números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, ... [+]
11 de enero de 2025
11 de enero de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todos los libros que me obligaron a leer en el instituto, "La Solitudine dei Numeri Primi" fue el que me marcó. Y más aún descubriéndolo en la etapa crucial de la posadolescencia, edad idónea para comprender mejor el texto, las ideas y a los personajes del entonces escritor novel Paolo Giordano.
Ya un "best-seller" cuando llegó a mis manos, no tardé en hundir en mi alma y preservar en mi mente las palabras, miradas y silencios que compartían Mattia y Alice, esas dos almas tan cercanas pero tan separadas como los números primos a los que el autor hacía referencia; sufrí, lloré, me desesperé y me excité junto a ellos.
Y tras saber de la existencia de una adaptación cinematográfica lo primero que pensé fue por qué pasó tan desapercibida si ya se había editado el libro en medio Mundo y Giordano había recibido varios premios...pero sólo hace falta empezar a verla para entender esto. Bueno, hay que decir que el inicio de la película no es el de la novela, sino el prólogo nunca filmado de "Suspiria" (ni más ni menos, música de GOBLIN incluida), así que ya vamos mal. Tras este sinsentido sentí crujir mis vértebras al ver que la narración lineal del texto había sido sometida a los delirantes alardes de un montaje que va atrás y adelante sin ninguna receta médica para los nervios del espectador.
Saverio Costanzo, que dijo sentirse fascinado con los primeros capítulos del libro (donde se describe la infancia traumática de la pareja protagonista), debió creerse un gran cineasta de la "nouvelle vague" y en lugar de ser fiel al material decidió experimentar con la forma y el estilo, arrebatando la esencia de la novela y despersonalizándola. Pero una cosa es cambiar algo, prescindir de un personaje innecesario, un pasaje redundante o arreglar una escena por cuestiones estéticas, y otra cambiarlo absolutamente todo, no hacer reconocible ni la historia, ni a los protagonistas, ni el tono, ni la intención. Ni nada de nada.
Lo peor es que el cerril director aún declara que su modo de enfocar y tratar la trama fue el adecuado, porque no quiso "apegarse a la estructura original" e intentó que la experiencia para el espectador fuese "impredecible"; Giordano, que colaboró con él en el guión y el montaje, también está de acuerdo. La demencia es contagiosa, sí. Pero el imbécil no sólo desordena los acontecimientos (y así soy forzado a ver la desagradable escena del acoso a Alice en los aseos para luego pasar al momento en que descubre, ya de adulta, la invitación a la boda de Viola (la víbora que la maltrataba en el instituto) ), sino que pervierte las sensaciones que deben transmitir.
Aun salpicada de instantes impactantes, la novela, desde el principio, se movía por una calma desalentadora y amarga, se concentraba en el poder del silencio, y al seguir los pasos de Alice y Mattia cronológicamente compartíamos su evolución emocional, lenta y resignada. Pero donde Giordano era depresivo Costanzo es opresivo, se obsesiona por enardecer el drama hasta llevarlo a extremos de puro terror, usando la estridencia, el exceso; y la escena de la discusión entre los padres de Mattia sobre su espeluznante comportamiento lo ejemplifica bien.
Cómo se expresaban en las páginas y la atmósfera que el autor daba a ese momento tan íntimo difiere terriblemente a cómo la concibe en pantalla el director. El tono cambia, los diálogos suenan distintos, nada se interioriza, ni se siente, ni se absorbe de igual manera; entre tanto el guión juega a inventar situaciones (¿cuándo Viola besaba a Alice?), ubicar a personajes donde no corresponde o comerse partes enteras, vitales del libro (¿qué leches pintan el doctor Fabio y Mattia en la boda de Viola y por qué no vemos cómo Alice se venga de ella durante la sesión de fotos?). Y lo peor está aún por llegar...
Porque la película se pone a la altura del desastre que lleva perpetrando desde el principio presentándonos una especie de largo epílogo donde el tono cambia drásticamente y también los actores (otra vez, para seguir tocando los cojones). Un "siete años después" que no cuenta, ni muestra, ni sirve para nada, pues se elimina toda la historia de Alice y Fabio, por amor de Dios; entonces, ¿siete años después de qué?, ¿qué les ha pasado a los protagonistas?, ¿qué les está pasando?, ¿a qué viene este desbarajuste? Incluso si no se tratara de la adaptación de una novela no hay por donde coger la caótica y enmarañada estructura que nos quieren colar por el morro.
Parece que Costanzo está muy orgulloso del resultado final. Pues por mí podría sufrir el mismo destino que Michela. Lo único que se salva de la quema son los actores, en especial Arianna Nastro y Vittorio Lomartire, quienes encarnan, y creo que de un modo excelente, a Alice y Mattia en su etapa juvenil (vaya, nunca pensé en la veterana Isabella Rossellini para el papel de Adele...).
Todavía no puedo creer que esta basura pretenciosa estuviese nominada a tantos premios. Sólo hay dos cosas que me duelen más que todo lo anterior: que también hayan eliminado el pasaje en que Alice se viste de novia y se hace fotos con Mattia (tal vez mi momento favorito del libro) y que la similitud entre ellos y los números primos sea dicho en la película por la zorra de Viola durante su boda. El primo aquí es el espectador...
Ya un "best-seller" cuando llegó a mis manos, no tardé en hundir en mi alma y preservar en mi mente las palabras, miradas y silencios que compartían Mattia y Alice, esas dos almas tan cercanas pero tan separadas como los números primos a los que el autor hacía referencia; sufrí, lloré, me desesperé y me excité junto a ellos.
Y tras saber de la existencia de una adaptación cinematográfica lo primero que pensé fue por qué pasó tan desapercibida si ya se había editado el libro en medio Mundo y Giordano había recibido varios premios...pero sólo hace falta empezar a verla para entender esto. Bueno, hay que decir que el inicio de la película no es el de la novela, sino el prólogo nunca filmado de "Suspiria" (ni más ni menos, música de GOBLIN incluida), así que ya vamos mal. Tras este sinsentido sentí crujir mis vértebras al ver que la narración lineal del texto había sido sometida a los delirantes alardes de un montaje que va atrás y adelante sin ninguna receta médica para los nervios del espectador.
Saverio Costanzo, que dijo sentirse fascinado con los primeros capítulos del libro (donde se describe la infancia traumática de la pareja protagonista), debió creerse un gran cineasta de la "nouvelle vague" y en lugar de ser fiel al material decidió experimentar con la forma y el estilo, arrebatando la esencia de la novela y despersonalizándola. Pero una cosa es cambiar algo, prescindir de un personaje innecesario, un pasaje redundante o arreglar una escena por cuestiones estéticas, y otra cambiarlo absolutamente todo, no hacer reconocible ni la historia, ni a los protagonistas, ni el tono, ni la intención. Ni nada de nada.
Lo peor es que el cerril director aún declara que su modo de enfocar y tratar la trama fue el adecuado, porque no quiso "apegarse a la estructura original" e intentó que la experiencia para el espectador fuese "impredecible"; Giordano, que colaboró con él en el guión y el montaje, también está de acuerdo. La demencia es contagiosa, sí. Pero el imbécil no sólo desordena los acontecimientos (y así soy forzado a ver la desagradable escena del acoso a Alice en los aseos para luego pasar al momento en que descubre, ya de adulta, la invitación a la boda de Viola (la víbora que la maltrataba en el instituto) ), sino que pervierte las sensaciones que deben transmitir.
Aun salpicada de instantes impactantes, la novela, desde el principio, se movía por una calma desalentadora y amarga, se concentraba en el poder del silencio, y al seguir los pasos de Alice y Mattia cronológicamente compartíamos su evolución emocional, lenta y resignada. Pero donde Giordano era depresivo Costanzo es opresivo, se obsesiona por enardecer el drama hasta llevarlo a extremos de puro terror, usando la estridencia, el exceso; y la escena de la discusión entre los padres de Mattia sobre su espeluznante comportamiento lo ejemplifica bien.
Cómo se expresaban en las páginas y la atmósfera que el autor daba a ese momento tan íntimo difiere terriblemente a cómo la concibe en pantalla el director. El tono cambia, los diálogos suenan distintos, nada se interioriza, ni se siente, ni se absorbe de igual manera; entre tanto el guión juega a inventar situaciones (¿cuándo Viola besaba a Alice?), ubicar a personajes donde no corresponde o comerse partes enteras, vitales del libro (¿qué leches pintan el doctor Fabio y Mattia en la boda de Viola y por qué no vemos cómo Alice se venga de ella durante la sesión de fotos?). Y lo peor está aún por llegar...
Porque la película se pone a la altura del desastre que lleva perpetrando desde el principio presentándonos una especie de largo epílogo donde el tono cambia drásticamente y también los actores (otra vez, para seguir tocando los cojones). Un "siete años después" que no cuenta, ni muestra, ni sirve para nada, pues se elimina toda la historia de Alice y Fabio, por amor de Dios; entonces, ¿siete años después de qué?, ¿qué les ha pasado a los protagonistas?, ¿qué les está pasando?, ¿a qué viene este desbarajuste? Incluso si no se tratara de la adaptación de una novela no hay por donde coger la caótica y enmarañada estructura que nos quieren colar por el morro.
Parece que Costanzo está muy orgulloso del resultado final. Pues por mí podría sufrir el mismo destino que Michela. Lo único que se salva de la quema son los actores, en especial Arianna Nastro y Vittorio Lomartire, quienes encarnan, y creo que de un modo excelente, a Alice y Mattia en su etapa juvenil (vaya, nunca pensé en la veterana Isabella Rossellini para el papel de Adele...).
Todavía no puedo creer que esta basura pretenciosa estuviese nominada a tantos premios. Sólo hay dos cosas que me duelen más que todo lo anterior: que también hayan eliminado el pasaje en que Alice se viste de novia y se hace fotos con Mattia (tal vez mi momento favorito del libro) y que la similitud entre ellos y los números primos sea dicho en la película por la zorra de Viola durante su boda. El primo aquí es el espectador...
19 de enero de 2013
19 de enero de 2013
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La adaptación de la novela es muy mala, pero lo que más me llama la atención es que el propio Giordano haya participado de la misma! No entiendo por qué cuando llevan un libro al cine (casi) siempre se empeñan en narrar una historia “distinta”, cambiando situaciones, hechos, finales y todo lo que puede ser cambiado. Esto es algo que me molesta mucho, como tengo que decir. En este film se obvian situaciones (y personajes) MUY importantes, y otras se modifican torpemente.
Sabido es que contar una historia yendo para atrás y para delante “siempre rinde”, pero La soledad de los Números Primos no puede ser contada de esa manera, nunca. Al menos no como es contada en este caso. Resumen, una adaptación torpe, superficial y equívoca de un libro que es una joyita. Lo único que se destaca son las actuaciones, que son excelentes.
Sabido es que contar una historia yendo para atrás y para delante “siempre rinde”, pero La soledad de los Números Primos no puede ser contada de esa manera, nunca. Al menos no como es contada en este caso. Resumen, una adaptación torpe, superficial y equívoca de un libro que es una joyita. Lo único que se destaca son las actuaciones, que son excelentes.
20 de noviembre de 2013
20 de noviembre de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
‘La soledad de los números primos’ es una película que procede de la novela con el mismo título, escrita por Paolo Giordano, un joven físico que debutó con ella. Ahora ha sacado otra llamada ‘El cuerpo humano’ que también tiene muy buena crítica.
Para empezar, y como siempre digo, recomiendo antes que la película el libro, además en este caso, yo recuerdo (pues lo leí hace tiempo) que me cautivó hasta el punto de que me lo leí en unos tres días. Es un libro precioso.
La película está muy bien ambientada la verdad, y a pesar de ser cine italiano (cine que casi siempre he detestado, pues cada vez que me dicen que una película es italiana me viene a la cabeza la tan premiada ‘Vacaciones de Ferragosto’, que es quizá una de las peores películas que he visto en mi vida) se deja ver. No obstante, tiene más bien mala crítica pero en Italia se ha llevado más de un premio. En fín, cosas que pasan.
Entrando ya en el argumento, ‘La soledad de los números primos’ es la historia de la vida de dos personas: Mattia, un chico tímido y superdotado, cuya infancia ha estado marcada por el cuidado y la prematura muerte de su hermana melliza. Y Alice, una chica coja, cuya vida ha estado marcada por el desprecio de sus padres y la humillación de sus compañeras de colegio. En la adolescencia de ambos sus vidas se cruzan y empiezan “su” historia.
El título se debe a que entre los números primos existen algunos muy especiales a los que los matemáticos llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están casi juntos, pues entre ellos se interpone un número par. Son números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia y Alice, son como éstos números, siempre solos y perdidos, y siempre juntos, pero no lo bastante como para tocarse de verdad.
Para empezar, y como siempre digo, recomiendo antes que la película el libro, además en este caso, yo recuerdo (pues lo leí hace tiempo) que me cautivó hasta el punto de que me lo leí en unos tres días. Es un libro precioso.
La película está muy bien ambientada la verdad, y a pesar de ser cine italiano (cine que casi siempre he detestado, pues cada vez que me dicen que una película es italiana me viene a la cabeza la tan premiada ‘Vacaciones de Ferragosto’, que es quizá una de las peores películas que he visto en mi vida) se deja ver. No obstante, tiene más bien mala crítica pero en Italia se ha llevado más de un premio. En fín, cosas que pasan.
Entrando ya en el argumento, ‘La soledad de los números primos’ es la historia de la vida de dos personas: Mattia, un chico tímido y superdotado, cuya infancia ha estado marcada por el cuidado y la prematura muerte de su hermana melliza. Y Alice, una chica coja, cuya vida ha estado marcada por el desprecio de sus padres y la humillación de sus compañeras de colegio. En la adolescencia de ambos sus vidas se cruzan y empiezan “su” historia.
El título se debe a que entre los números primos existen algunos muy especiales a los que los matemáticos llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están casi juntos, pues entre ellos se interpone un número par. Son números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia y Alice, son como éstos números, siempre solos y perdidos, y siempre juntos, pero no lo bastante como para tocarse de verdad.
12 de octubre de 2014
12 de octubre de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Película absolutamente caótica que no ha sabido en ningún momento sacar partido de una más que digna obra literaria. No se muestra el menor sentimiento, no se muestra la menor capacidad para atrapar al espectador en la historia. Todo lo contrario se hace pesada aburrida y al igual que los protagonistas "un tanto insensible". Fria fria fria .
29 de septiembre de 2017
29 de septiembre de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
La película hace alusión a una conjetura donde existen los números “primos gemelos” estos son aquellos donde uno es igual al otro más dos unidades (Ej: 3 y 5; 11 y 13 ó 41 y 43…) Saverio Costanzo hace una adaptación del libro escrito por Paolo Giordano con el mismo título, donde expone a través de una narración no lineal la vida de dos personajes principales que se conocen en la adolescencia y cuyo hecho en su infancia marca el desarrollo de la personalidad de cada uno y por lo tanto sus vidas futuras.
La capacidad diferente o discapacidad se ve marcada en ambas vidas como la soledad desde el interior, (consigo mismo) aunque ambos tienen familia no existe una relación afectiva. Sin amigos y soportando el bullying que les hacen en la escuela se encuentran para sobrellevar juntos sus propios demonios, entre ellos se desarrolla una relación donde no están ni cerca ni lejos, tal cual el símil de los “primos gemelos”, no hay una vida sexo afectiva, pero existe una conexión fuerte que los atrae mutuamente. La soledad no es una discapacidad por sí sola, no es una limitación que afecta el desarrollo normal de una persona ¿Por qué que es normal? Pero si lo es, cuando se desarrolla por un hecho traumático o un punto de quiebre como sucede en la película con la vida de cada personaje y como este lo enfrenta apegándose a personas, actividades o situaciones que repercuten de una forma física y psicológicamente.
La capacidad diferente o discapacidad se ve marcada en ambas vidas como la soledad desde el interior, (consigo mismo) aunque ambos tienen familia no existe una relación afectiva. Sin amigos y soportando el bullying que les hacen en la escuela se encuentran para sobrellevar juntos sus propios demonios, entre ellos se desarrolla una relación donde no están ni cerca ni lejos, tal cual el símil de los “primos gemelos”, no hay una vida sexo afectiva, pero existe una conexión fuerte que los atrae mutuamente. La soledad no es una discapacidad por sí sola, no es una limitación que afecta el desarrollo normal de una persona ¿Por qué que es normal? Pero si lo es, cuando se desarrolla por un hecho traumático o un punto de quiebre como sucede en la película con la vida de cada personaje y como este lo enfrenta apegándose a personas, actividades o situaciones que repercuten de una forma física y psicológicamente.
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