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La última carta

Acción. Thriller. Comedia El jefe mafioso Primo Sparazza ofrece una recompensa de un millón de dólares a quien liquide a Buddy "Aces" Israel (Jeremy Piven), un mago de tres al cuarto que va a testificar contra la mafia de Las Vegas. El FBI ofrece protección a Aces con la esperanza de atrapar a Sparazza. En un refugio de Lake Tahoe, dos agentes (Ryan Reynolds y Ray Liotta) lo custodian. Cuando se extiende la noticia de la excepcional recompensa, todo el mundo del ... [+]
Críticas 79
Críticas ordenadas por utilidad
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9
22 de junio de 2008
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adrenalítica película, una verdadera grata sorpresa que me he llevado con una desconocida película que me ha dejado pegada al asiento desde el principio hasta el final. Me ha recordado a otra muy buena peli de acción como era "El caso Slevin" y me ha dado la oportunidad de ver actuar por primera vez al atractivo Ryan Reynolds, que me ha gustado mucho y al que seguiré la pista en adelante, y a una sorprendente Alicia Keys, guapa y creíble, en su primer papel en el cine. Ray Liotta está correcto, como siempre, actor discreto, pero eficiente, Jeremy Piven hace un muy buen papel y el que para mí se lleva la palma aquí es el cubano Andy García, un papel que le viene como anillo al dedo y con el que me ha dejado encantada. Los diálogos son verdaderamente buenos y la acción es trepidante. La recomiendo, pasaréis un muy buen rato con ella
7
24 de marzo de 2007
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de acción de calidad hoy día escasea de manera alarmante. La edad dorada de este género (finales de los 80 y de los 90, con clásicos como las sagas Harry, Arma Letal o Jungla de Cristal) queda muy atrás y hay pocas excepciones en esta década, como pueden ser 16 Calles (dirigida por el gran Richard Donner), la saga Bourne o la primera película de Joe Carnahan, Narc, una película oscura sobre la corrupción en el departamento de policía, filmada con gran pulso y visualmente espectacular, además de contar con unos espectaculares Ray Liotta y Jason Patric. Narc no fue un éxito comercial, pero la crítica se dió cuenta enseguida que Carnahan podía ser el impulso que necesitaba el cine de acción

Tras abandonar el proyecto de dirigir Mission Impossible 3 debido a diferencias creativas con Tom Cruise (su principal valedor y productor en Narc, curiosamente), y que ya sabemos que acabó dándole las riendas de la tercera parte de la saga a J.J. Abrahams (oportunidad perdida totalmente, Carnahan hubiera hecho algo infinitamente más interesante, respetando por lo menos la gran primera parte dirigida por Brian De Palma). El caso es que Carnahan escribió Smokin’ Aces y consiguió dinero para financiarla.

¿Y qué nos encontramos en esta película? Pues una grandísima película de acción, con un reparto muy interesante y una historia que va al grano sin ser insultante para el espectador como las lamentables películas de acción de estos años (XxX, A Todo Gas y demás basura). Atención a los personajes, sobre todo a los tres hermanos neonazis, dignos de salir de un videojuego y de la mente más perturbada (las referencias a la Matanza de Texas son obvias en estos tres personajes). El argumento a grandes rasgos gira sobre la protección que el FBI brinda a un tal Buddy “Aces” Israel (es un mote debido a su habilidad con las cartas) que puede ser un testigo clave para acabar con la mafia. Así que por un lado tenemos a los agentes del FBI (un felizmente recuperado Ray Liotta, Andy García y el emergente Ryan Reynolds) y por otro un montón de cazarrecompensas enviados por la mafia para acabar con él antes de que declare ante el juez. La acción se sitúa en un rascacielos de Las Vegas.

Y lo que viene a continuación es una orgía visual de cómo planificar tiroteos, y peleas, baños de sangre (no se omite nada), hasta hay sierras mecánicas de por medio (ahora no le veréis sentido, pero cuando veáis la película seguro que sí) y todo con una estética inmaculada, Carnahan sabe lo que hace, y se ha creado una gran personalidad filmando en su todavía breve carrera. Mucho humor negro, personajes extremos y sobre todo, como insisto desde el principio, acción de la buena.
5
8 de septiembre de 2009
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ben Affleck pertenece a una categoría curiosa de actores (y de artistas en general, aunque llamar “artista” a Mr. Ben tenga un cierto tufo de cachondeo).

Es gente a la que ves cuatro o cinco películas y no te chirrían, y las ves a gusto (medio a gusto, vale). Y piensas, sin más, un poco soso, no ha estado mal el txabal…

Hasta que un buen día alguien te suelta: “Oye, no te has fijado lo malo que es este tío?”

Y te dices: “Maldita sea! Tienes razón!!

Y en ese momento la verdad cae sobre ti como una piedra, y ya nada es lo mismo.

Esta verdad no deja de acompañarte y te da punzadas en el cerebro cada vez que le ves en pantalla, cada vez que abre la boca, y no digamos cada vez que este actorzuelo intenta trasmitir sensaciones que van más allá de “que caraja tengo, nos queda zumo?”

Total, que el agua moja, que el fuego quema y Ben Affleck es un tuercebotas.

Desde que murió Mathew Broderick (esto me lo he inventado, pero leerlo reconforta verdad?) no se ha visto tipo con menos carisma. Bueno si, el gordo pesau ese de Héroes que tiene el poder de leer la mente o aguantarse los pedos (por la cara que pone no se sabe).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De todas formas voy a romper una lanza (si parezco un comentarista cutre de fútbol, la incultura es lo que tiene) a favor de este señor ya que el bueno de Mr. Ben nos hace un inmenso favor en esta película, muriéndose a los cinco minutos de sopetón y sin avisar, cuando ya estaba resignado a ver su careto en pantalla durante hora y media. Momentazo.

Gracias Ben. Muérete más (y más rápido) en tus películas, haznos ese favor.

Sobre la película, poco que decir. Una tontería sin pies ni cabeza, pero se deja ver.
7
2 de febrero de 2007
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cambio radical en el estilo de filmar de Carnahan que había sorprendido a propios y a extraños con "Narc", una buena película producida por Tom Cruise y que se llevó los aplausos de la crítica ya hace 3 años.
Ahora, el mismo realizar, en principio responsable de Misión Imposible 3, antes de su abandono, nos propone una historia diferente, cargada de sarcástico humor negro y que se acerca más al cine de Tarantino que a Lumet por ejemplo, como sí lo hacía la película antes citada protagonizada por un gran Ray Liotta, quien también es partícipe de este proyecto.
Este largometraje, lleno de caras conocidas, un sólido guión y una correcta dirección, nos propone un viaje a la vida de distintos miembros mafiosos, asesinos a sueldo, agentes federales y demás parafernalia propia del género, donde no falta la acción, el ritmo trepidante, grandes escenas rodadas cámara en mano, movimiento sin fin, pantalla partida, música acorde a las vibrantes escenas y unas interpretaciones a la altura de las expectavivas, donde brilla con luz propia Andy García.
Por lo demás, un total divertimento que no pasará a la historia del cine, pero al menos se queda en eso, en ser entretenido.
7
14 de diciembre de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joe Carnahan (“Narc”, 2002) pone toda la carne en el asador con este completo thriller de acción logrando convertir sus intenciones en realidades. Y es que la evasión que proporciona este producto tan cargado de adrenalina, personajes peculiares y trama inocente pero perfectamente montada, bien vale un mínimo agradecimiento por cualquier espectador que desee buscar exactamente esto, una máquina para entretener que comienza a ponerse en marcha justo cuando nuestros ojos captan la primera escena de la película. Esta es una de esas cintas alocadas y desvergonzadas, aunque tampoco lo es en demasía puesto que parece imponerse algún tipo de límite moral que le ayude a que su producto llegue así a todos los públicos. La mayor de las sorpresas que pueden provocar algunas de sus escenas nunca termina siendo demasiado sangrienta o picante, aunque la enérgica descarga de acción que gobierna el ambiente no deja de fabricar secuencias impactantes y muy originales.

Su historia ofrece el viejo recurso de “FBI debe custodiar a un testigo protegido” pero derrocha ingenio en la forma de unir todas las subtramas que llevan hasta ese hombre en peligro, Buddy ‘Aces’ Israel, un contorsionista relacionado estrechamente con ‘La cosa nostra‘ por el que ahora piden la cabeza o, ciñéndonos al argumento, el corazón. Hacia él tienen que ir los agentes federales Richard Messner (Ryan Reynolds) y Ray Liotta (Donald Carruthers), aunque un nutrido grupo de sicarios también pondrá en marcha su operativo para deshacerse de Israel, por el que se paga una cuantiosa suma de dinero. Metódicas asesinas a sueldo que emplean su atractivo físico como señuelo para ejecutar sus misiones, camaleónicos e invisibles sicarios, un grupo de skin-heads… todos ellos y más quieren su parte del pastel, pero este postre no se puede compartir y por eso sólo puede quedar uno.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La acción más estruendosa se da la mano con el buen humor del que presumen algunas escenas, y siempre se mantiene un nivel en el que la trama no se permite bajones. A pesar de su elevado nivel de acción, uno de los grandes alicientes de esta película es que precisamente, pese a esto, no peca de monótona o insuficiente, pues sabe apoyar toda esa adrenalina en un argumento elaborado con cabeza, lo que da pie a una historia que si bien no va a romper esquemas dentro del cine (parece, además, heredera de las ideas ‘tarantinescas‘ que en tanto han influido a diferentes realizadores) consigue engancharte y proporcionarte acción sin renunciar a una trama bien elaborada. Las interpretaciones de un buen Ryan Reynolds (“Buried“, 2010) y de Ray Liotta (“Uno de los nuestros“, 1990), así como del siempre agradecido Andy García (“El Padrino III“, 1990) en el papel del subdirector del FBI, se sitúan a la cabeza de un elenco en el que también destacan o al menos pueden resultar interesantes la simpatía del rol desempeñado por Ben Affleck (“The Company Men“, 2010); lo aceptable de la cantante Alicia Keys en un papel demasiado cómodo o el trabajo de su compañera Taraji P. Henson (“Hustle & Flow“, 2005). No me termina de convencer Jeremy Piven (“El séquito” | Serie de TV | 2004-) como el propio Buddy Israel, pues su papel parece vacío, falto de emoción y algo desapasionado. Acusa que su personaje sea precisamente un estereotipo demasiado recurrido y, por ello, no proporcione el interés suficiente.

El compositor británico Clint Mansell (“La fuente de la vida“, 2006) lleva de la mano la acción de esta historia con sus vibrantes y equilibrados compases en una banda sonora que se caracteriza por el buen gusto de sus notas y el no querer convertirse en protagonista. Cuando aparece lo hace para elevar lo trepidante de según qué momentos y destaca especialmente en los desenlaces de las escenas más impactantes de la cinta. Con todo lo citado, reafirmarme en lo dicho destacando que si hay algo por lo que merece la pena ver “Smokin’ Aces” es, principalmente, por su capacidad para entretener construyendo un inteligente ejercicio de acción gamberra que no pierde sus intenciones más cercanas al buen thriller.
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