Pesadilla en la calle del infierno
1984 

6.6
56,992
Terror
Varios jóvenes de una pequeña localidad tienen habitualmente pesadillas en las que son perseguidos por un hombre deformado por el fuego y que usa un guante terminado en afiladas cuchillas. Algunos de ellos comienzan a ser asesinados mientras duermen por este ser que resulta ser Freddy Krueger, un hombre con un pasado abominable. (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2023
30 de marzo de 2023
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Wow!, terror juvenil, Johnny Depp, un asesino misterioso que ataca directamente a tu subconsciente...
¿Cómo no me va a fascinar esta película?
Wes Craven fue un director todoterreno que realizó varios films de culto a lo largo de su vida. Dirigió de todo; bueno, malo y regular.
Películas interesantes como "Amiga mortal", "La serpiente y el arcoiris", "El sótano del miedo" o "Vuelvo nocturno", otras malillas como "La cosa del pantano", "Las colinas tienen ojos II" o "Un vampiro suelto en Brooklyn", y directamente cultazos; donde metemos "Las colinas tienen ojos", "Pesadilla en Elm Street" y "Scream: vigila quién llama".
Sus tres grandes aportaciones a la evolución del slasher fueron "Pesadilla en Elm Street ", "Scream: vigila quién llama" y "Scream 4" (Publicitada como SCRE4M)
"Pesadilla en Elm Street" bebe de varias fuentes; Wes Craven conoció a unos refugiados de países que se encontraban en conflicto a principios de los 80.
Básicamente dijo de ellos en su día que estas personas arrastraban unos traumas tan grandes de la guerra que hacían todo lo posible por no dormirse, porque realmente las pesadillas eran insoportables.
También explicó que Freddy Krueger se basaba en el aspecto de un vagabundo que él conoció en su infancia.
Se ve que era un personaje siniestro que llevaba sombrero y tenía el rostro quemado.
A partir de esas dos ideas, e impulsándose en aquello que en 1984 parecía el último aliento del slasher, Craven creó un asesino ficticio extraordinario, un ser fantasmal que respondía al nombre de Freddy Krueger.
Este personaje era tan malvado y tenía tanto poder, que era capaz de aparecerse en las pesadillas de sus víctimas y aterrorizar las hasta la muerte, pero además tenía un punto sádico que le daba pié a jugar con ellas antes de matarlas.
En este primer film, el personaje de Robert Englund tiene una cara tan terrorífica que casi no la puedes ni mirar, no como sucedería más adelante en películas como la 5 o la 6.
En el guión original se iba a dar a entender que Freddy no solo era un asesino, sino también un depravado que abusaba de sus víctimas en otros sentidos antes de matarlas, afortunadamente este aspecto del personaje se omitió, y a la larga fue una buena jugada, ¿O acaso creéis que habría sido el personaje más emblemático de New Line por tanto tiempo si se hubiera seguido esa senda?
Queda un detalle de ese primer borrador en el guión final, y es la línea de diálogo que dice a Nancy en una escena concreta (Spoiler)
En resumen, "Pesadilla en Elm Street" presenta una premisa muy original e interesante, un asesino carismático que generó una gran franquicia, un actor desconocido en aquel entonces, y de gran fama en la actualidad, como lo es Johnny Depp, y algo atípico en el slasher; pocas víctimas, pero interesantes personajes; no profundos, pero funcionales.
Nancy se convirtió en un icono como final girl, ¡Y además tenemos a John Saxon haciendo de su padre!
Así que solo puedo decir que una película como ésta, no puede llevarse por mi parte una nota inferior al 8.
¿Cómo no me va a fascinar esta película?
Wes Craven fue un director todoterreno que realizó varios films de culto a lo largo de su vida. Dirigió de todo; bueno, malo y regular.
Películas interesantes como "Amiga mortal", "La serpiente y el arcoiris", "El sótano del miedo" o "Vuelvo nocturno", otras malillas como "La cosa del pantano", "Las colinas tienen ojos II" o "Un vampiro suelto en Brooklyn", y directamente cultazos; donde metemos "Las colinas tienen ojos", "Pesadilla en Elm Street" y "Scream: vigila quién llama".
Sus tres grandes aportaciones a la evolución del slasher fueron "Pesadilla en Elm Street ", "Scream: vigila quién llama" y "Scream 4" (Publicitada como SCRE4M)
"Pesadilla en Elm Street" bebe de varias fuentes; Wes Craven conoció a unos refugiados de países que se encontraban en conflicto a principios de los 80.
Básicamente dijo de ellos en su día que estas personas arrastraban unos traumas tan grandes de la guerra que hacían todo lo posible por no dormirse, porque realmente las pesadillas eran insoportables.
También explicó que Freddy Krueger se basaba en el aspecto de un vagabundo que él conoció en su infancia.
Se ve que era un personaje siniestro que llevaba sombrero y tenía el rostro quemado.
A partir de esas dos ideas, e impulsándose en aquello que en 1984 parecía el último aliento del slasher, Craven creó un asesino ficticio extraordinario, un ser fantasmal que respondía al nombre de Freddy Krueger.
Este personaje era tan malvado y tenía tanto poder, que era capaz de aparecerse en las pesadillas de sus víctimas y aterrorizar las hasta la muerte, pero además tenía un punto sádico que le daba pié a jugar con ellas antes de matarlas.
En este primer film, el personaje de Robert Englund tiene una cara tan terrorífica que casi no la puedes ni mirar, no como sucedería más adelante en películas como la 5 o la 6.
En el guión original se iba a dar a entender que Freddy no solo era un asesino, sino también un depravado que abusaba de sus víctimas en otros sentidos antes de matarlas, afortunadamente este aspecto del personaje se omitió, y a la larga fue una buena jugada, ¿O acaso creéis que habría sido el personaje más emblemático de New Line por tanto tiempo si se hubiera seguido esa senda?
Queda un detalle de ese primer borrador en el guión final, y es la línea de diálogo que dice a Nancy en una escena concreta (Spoiler)
En resumen, "Pesadilla en Elm Street" presenta una premisa muy original e interesante, un asesino carismático que generó una gran franquicia, un actor desconocido en aquel entonces, y de gran fama en la actualidad, como lo es Johnny Depp, y algo atípico en el slasher; pocas víctimas, pero interesantes personajes; no profundos, pero funcionales.
Nancy se convirtió en un icono como final girl, ¡Y además tenemos a John Saxon haciendo de su padre!
Así que solo puedo decir que una película como ésta, no puede llevarse por mi parte una nota inferior al 8.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Salvo el susto final con el ataque a la señora Thompson, el resto de la película es de lo más redonda; y hasta el final funciona bien.
Lo raro es que años después, en "Pesadilla en Elm Street 3", escrita por Wes Craven, este final se ignoró por completo.
¡La muerte de Glenn es espectacular!, ¡Toda la habitación reventada en sangre! Además que bien mete la película ese mensaje de que los hijos pagarán por los pecados de los padres, un cliché a día de hoy, pero muy bien implementado en esta trama.
Lo raro es que años después, en "Pesadilla en Elm Street 3", escrita por Wes Craven, este final se ignoró por completo.
¡La muerte de Glenn es espectacular!, ¡Toda la habitación reventada en sangre! Además que bien mete la película ese mensaje de que los hijos pagarán por los pecados de los padres, un cliché a día de hoy, pero muy bien implementado en esta trama.
13 de junio de 2005
13 de junio de 2005
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando ves estas películas de niño, lo más normal es que te impresionen, sobre todo cuando las ves en una época en la que no se veía tanta sangre en los telediarios, en la que los niños no se enteran tan pronto de quienes son los reyes magos, en la que los niños conservaban su inocencia mucho más tiempo que ahora, en la que existía el ratoncito perez,... Así la primera vez que la vi me causó tal impacto que me impedía moverme de la silla donde estaba viendo la película, fue tal que me impidió conciliar el sueño con facilidad, fue de un modo tal que las pesadillas también vinieron a mi.
La pena de estas películas es que las ves ahora y como ya lo hemos visto todo, casi que te pasa desapercibida.
Aun recuerdo el impacto que esta película causó, y como todo el mundo hablaba de ella, muchos de nosotros pensando si eso podría ó no ocurrir de verdad.
La pena de estas películas es que las ves ahora y como ya lo hemos visto todo, casi que te pasa desapercibida.
Aun recuerdo el impacto que esta película causó, y como todo el mundo hablaba de ella, muchos de nosotros pensando si eso podría ó no ocurrir de verdad.
27 de diciembre de 2007
27 de diciembre de 2007
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si de toda la filmografía de Wes Craven habría que citar una película como la más reconocible, seguramente su pesadilla adolescente es la más conocida de todas ellas. Vista hoy en día resulta un tanto anticuada, no tanto por su aspecto sino por la explotación que el mismo Craven ha hecho una y otra vez, mezclando el humor con terror de manera desigual, según el film que se cite. “Pesadilla en Elm Street” fue en su momento todo un bombazo visual, llamativa y descarada en su propuesta, no defraudó en ninguno de sus aspectos, aceptados muy bien por parte del público y creando toda una mitología en torno a Fred Kruger, un personaje que nació con esta película y terminó (aunque en el cine nunca se puede decir que se acabó) luchando contra Jason Voorhies, lo que son las cosas. Eso sí previamente se explotó el personaje tanto como se pudo con innumerables secuelas de distinta suerte, en las cuales Craven participó como productor a fin de llevarse un buen trozo del pastel. Tan sólo la fugaz aparición de un jovencísimo Johnny Depp es reconocible hoy en día dentro del reparto, del cual el resto pasó con total indiferencia, a pesar de cumplir en sus respectivos cometidos. Craven supo atender la demanda juvenil y mezclarla con elementos de terror sin tener que recurrir a los tópicos de los asesinos propios de la época, razón por la que la película alcanzó un estatus mayor del que realmente merece su director. Todo un clásico de los 80 que merece su hueco entre las obras de culto para adictos al género.
19 de marzo de 2007
19 de marzo de 2007
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera Pesadilla posiblemente sea la mejor de la saga. Es, definitivamente, un hito en el cine de terror; responsable como mínimo de revitalizar al género. Aún así, el paso del tiempo le quita una buena cuota de su poder y difícilmente asuste al espectador (Samara Morgan deja a Freddy hecho un teletubbie en comparación).
En cualquier caso, sigue siendo original la idea de un villano que regresa vengativo (después de morir quemado, nada menos) y mata a través de los sueños de sus víctimas. Heather Langenkamp resulta bastante convincente en el papel de Nancy, y el resto del elenco la acompaña como puede, sin que nadie se destaque.
Lo mejor es el mismo Freddy, interpretado por Robert Englund, que con el tiempo se convertiría en el verdadero protagonista de la saga. En esta primera película todavía no mostraba las dotes de payaso que le veríamos más tarde. Aparece poco en pantalla y asusta más desde el misterio y la sugestión que desde un lugar más activo y visual.
El film es también el debut en cine de Johnny Depp, cuyo talento todavía dormía, y la muerte de su personaje configura una de las mejores escenas de la película.
El final, buscando el impacto y la sorpresa, sacrifica un poco de la coherencia del argumento, pero no impide que A Nightmare on Elm Street se disfrute. Un clásico del género.
En cualquier caso, sigue siendo original la idea de un villano que regresa vengativo (después de morir quemado, nada menos) y mata a través de los sueños de sus víctimas. Heather Langenkamp resulta bastante convincente en el papel de Nancy, y el resto del elenco la acompaña como puede, sin que nadie se destaque.
Lo mejor es el mismo Freddy, interpretado por Robert Englund, que con el tiempo se convertiría en el verdadero protagonista de la saga. En esta primera película todavía no mostraba las dotes de payaso que le veríamos más tarde. Aparece poco en pantalla y asusta más desde el misterio y la sugestión que desde un lugar más activo y visual.
El film es también el debut en cine de Johnny Depp, cuyo talento todavía dormía, y la muerte de su personaje configura una de las mejores escenas de la película.
El final, buscando el impacto y la sorpresa, sacrifica un poco de la coherencia del argumento, pero no impide que A Nightmare on Elm Street se disfrute. Un clásico del género.
18 de marzo de 2021
18 de marzo de 2021
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1984 Freddy Krueger salvó de la quiebra a la New Line Cinema, y es que pocos pudieron no sucumbir a la atracción del nuevo y carismático asesino en serie, que hizo que no nos sintiéramos seguros ni despiertos ni dormidos. Si te dormías, podías morir en medio de un sueño, rodeada del calor de las famosas calderas, escuchando las ironías de Krueger y su terrible guante con cuchillas chirriando por cualquier superficie que hiciese un horrible sonido para nuestros vírgenes oídos; pero si no dormías también podías morir; dice Nancy (Heather Langenkamp) a su novio Glen (Johnny Depp) que el record Guiness está en siete días, así que no debe preocuparse, sólo lleva cuatro sin pegar ojo. El prolífico director, Wes Craven, no siempre estuvo tan inspirado, nadie quiere recordar su versión de La Cosa del Pantano, por ejemplo, pero en general, su obra va a perdurar. Pesadilla en Elm Street nos trajo de vuelta los slasher oiginales, y cuando pensábamos que no podía salir nada nuevo nos regaló la fascinante Scream, donde se ríe de todas las normas del género, pero también, en parte, nos las impone como un culto. Craven se licenció en psicología, y sabemos que muchas de sus ideas le vienen de ahí. Su ópera prima fue The Last House On The Left (1972), bastante fuerte (ni siquiera el remake puede superar la crudeza de ese primer film); fue la censura a la que se vio sometida esta obra por lo que Craven decide reinventarse. Después de algunos años desaparecido, presentó su famosa Hills Have Eyes (1977), que fue, a pesar del tema, mejor aceptada. Pero con Pesadilla en Elm Street cambia de registro y de protagonistas. La historia crea angustia y es oscura, pero tiene un tono de humor que no podemos intuir en las anteriores películas. Krueger es un asesino contestón, se burla de sus víctimas, se cree gracioso (y en cierto modo lo es). La historia es de lo más original, incluso vista ahora.
Robert Englund, que ha hecho películas para dar y regalar, siempre será conocido por ser Freddy Krueger o por V, (serie que veía todos los fines de semana gracias a las reposiciones) y eso que tiene algún papel memorable a posteriori para añadir a la lista, como 2001 Maniacs (2005), en la que repite con la reina del grito de la época (Lin Shaye). Es curioso ver a Shaye en cualquier producción de terror que se precie, incluso saliendo tan solo cinco minutos, en este caso como profesora del instituto.
Heather Langenkam será la protagonista principal, no sólo de la primera, sino de todas las partes que siguieron a esta. La famosa Final Girl.
Destacar la banda sonora, que podríamos reconocer en cualquier momento y lugar, de la mano de Charles Bernstein. El Krueger que hemos conocido fue gracias a la intercesión del responsable de efectos especiales David B. Miller, al que la idea original de Craven le pareció demasiado espantosa (en su imaginario a nuestro asesino le sobresalían los dientes de la mandíbula o le supuraba pus de la cabeza). A Craven se le ocurrió esta historia por varios artículos que había leído sobre refugiados Jemeries, que tras huir del genocidio en Camboya empezaron a sufrir pesadillas terribles y se negaban a dormir, algunos murieron mientras dormían, lo que se llamó «el síndrome de la muerte asiática». Hay muchas curiosidades que han ido saliendo a la luz en diferentes entrevistas y documentales con los actores o con el director.
Robert Englund, que ha hecho películas para dar y regalar, siempre será conocido por ser Freddy Krueger o por V, (serie que veía todos los fines de semana gracias a las reposiciones) y eso que tiene algún papel memorable a posteriori para añadir a la lista, como 2001 Maniacs (2005), en la que repite con la reina del grito de la época (Lin Shaye). Es curioso ver a Shaye en cualquier producción de terror que se precie, incluso saliendo tan solo cinco minutos, en este caso como profesora del instituto.
Heather Langenkam será la protagonista principal, no sólo de la primera, sino de todas las partes que siguieron a esta. La famosa Final Girl.
Destacar la banda sonora, que podríamos reconocer en cualquier momento y lugar, de la mano de Charles Bernstein. El Krueger que hemos conocido fue gracias a la intercesión del responsable de efectos especiales David B. Miller, al que la idea original de Craven le pareció demasiado espantosa (en su imaginario a nuestro asesino le sobresalían los dientes de la mandíbula o le supuraba pus de la cabeza). A Craven se le ocurrió esta historia por varios artículos que había leído sobre refugiados Jemeries, que tras huir del genocidio en Camboya empezaron a sufrir pesadillas terribles y se negaban a dormir, algunos murieron mientras dormían, lo que se llamó «el síndrome de la muerte asiática». Hay muchas curiosidades que han ido saliendo a la luz en diferentes entrevistas y documentales con los actores o con el director.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hoy nos parecería increíble que ninguna productora quisiera hacerse cargo de este proyecto, o que casi no la terminasen porque la misma se fue a la quiebra. No tendríamos en la mente las famosas escenas de la bañera, con las cuchillas de Fred saliendo de entre las piernas de Nancy mientras esta se da un baño intentando no quedarse dormida, o la de Johnny Depp, siendo literalmente engullido por su cama y saliendo un chorro de sangre como si fuera petróleo recién descubierto, sin olvidar las muertes de Tina (Amanda Wyss), que voló a base de golpes y arañazos sin que su novio pudiese hacer nada –ni entender lo que pasaba- y que más tarde moriría en la cárcel ahorcado por Krueger. Por último, la muerte de Marge (Ronee Blakley) siempre me recuerda a Tobe Hooper en Poltergeist (y la escena de la piscina).
Nancy rezó a Dios esa última noche, «Dios, protégeme, pero si muero…», en realidad Nancy nunca despertó. Pero bueno, ya sabemos cómo van las trilogías –y el resto- porque el mismo Craven se reiría años después de su propia ironía, ya que nunca estuvo de acuerdo con el resto de cintas que se rodaron, aunque no pudo evitar ser el productor de otras dos de las siete que hay, como tampoco pudo evitar ser productor en la serie Scream hasta su muerte.
Craven nos dejó un gran legado; algo inolvidable para los fans del slasher y nunca será olvidado.
Nancy rezó a Dios esa última noche, «Dios, protégeme, pero si muero…», en realidad Nancy nunca despertó. Pero bueno, ya sabemos cómo van las trilogías –y el resto- porque el mismo Craven se reiría años después de su propia ironía, ya que nunca estuvo de acuerdo con el resto de cintas que se rodaron, aunque no pudo evitar ser el productor de otras dos de las siete que hay, como tampoco pudo evitar ser productor en la serie Scream hasta su muerte.
Craven nos dejó un gran legado; algo inolvidable para los fans del slasher y nunca será olvidado.
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