Sexo, mentiras y video
1989 

6.7
29,778
Drama
John, un abogado sin escrúpulos, está casado con Ann, una mujer seria e introvertida. Ella, aunque muestra poco interés por el sexo, se siente segura de su matrimonio. John, en cambio, es un adicto al sexo y tiene una aventura con Cinthia, la extrovertida y desenfadada hermana de Ann. La llegada del enigmático Graham, un antiguo compañero de John en la universidad, alterará la vida de Ann. (FILMAFFINITY)
31 de octubre de 2008
31 de octubre de 2008
32 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me toca ser el ogro del cuento porque en esta película no veo aparecer por ninguna parte los diálogos inteligentes que se le suponen (o que la gente le supone) me parece un producto creado directamente para la gente a la que le encanta dárselas de bohemio interesante y super profundo. Es una película para presumir de todo lo que te gusta, de lo profundo que eres y de toda la fibra sensible que te remueven esos personajes extraños pero entrañables. Los diálogos son directamente tan hilarantes por absurdos que sólo se pueden achacar a un guión pretencioso o a unos personajes con claras carencias mentales, o sea, cortos, imbéciles y palabras más subidas de tono, yo me inclino por lo del guión pretencioso.
A mí me da igual que me tachen de insensible o que me digan que no entiendo el trasfondo de los personajes que en su sufrimiento se ven abocados a una deriva de sus personalidades que les llevan a la duda sobre su vida y su propia condición. Me parece una obra totalmente sobrevalorada y que sólo sirve para quedar bien en una tertulia del pijerío de apariencia bohemia sobretodo si dices que es una obra cumbre del cine igual que Tiempo de Silencio lo es en la literatura. Paparruchas.
A mí me da igual que me tachen de insensible o que me digan que no entiendo el trasfondo de los personajes que en su sufrimiento se ven abocados a una deriva de sus personalidades que les llevan a la duda sobre su vida y su propia condición. Me parece una obra totalmente sobrevalorada y que sólo sirve para quedar bien en una tertulia del pijerío de apariencia bohemia sobretodo si dices que es una obra cumbre del cine igual que Tiempo de Silencio lo es en la literatura. Paparruchas.
2 de noviembre de 2009
2 de noviembre de 2009
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hubiera que meter a "Sexo, mentiras y cintas de video" dentro de un género cinematográfico "al uso" se me haría realmente difícil. Es evidente que no es un cine hecho para el público que solo busque el entretenimiento banal hecho con luces de colorines o escenas de acción, pero tampoco podría decirse que la película es un drama (ya que nunca llega a los niveles de dramatismo o impacto para ser calificada como tal), ni mucho menos un thriller erótico. La ópera prima de Soderbergh es lo que se llama cine independiente y de autor; ese cine intimista, muy cercano e identificatorio con el espectador, un cine que solo busca compartir una serie de pensamientos con la audiencia, y que puede hacer pensar o simplemente hacer pasar un rato distraído. Es un cine muy "casero" (con esto no me refiero a que sea de aficionado, pero sí un cine sin perifolladas) que se limita a rodar situaciones de lo más cotidianas o conversaciones que generan diálogos que nos permiten explorar la psique de los protagonistas desde nuestra distancia como espectador, nos permite descubrir poco a poco sus pensamientos sobre el sexo, a la vez que vemos como son sus relaciones e interacciones entre ellos.
Consciente de que el sexo (sobre todo cuando es un tema por descubrir dentro de la propia película a lo largo del metraje) es un tema que genera morbo e interés, Soderbergh sabe explotar el asunto. Sugiere más que muestra (ya sea en las acciones o en los diálogos de los protagonistas), nos presenta personajes explicitamente con secretos dentro de su mente. Ese buen uso de cierto misterio por parte de Soderbergh sin duda genera cierto interés durante toda la primera parte de la cinta, esperando que se nos desvelen ciertos asuntos de los personajes aunque no sepamos cuales son ni lo que nos espera.
La cinta es el devenir de cuatro personajes: los dos aparentemente "liberados" sexualmente y los otros dos "reprimidos". Estos dos últimos son los que nos cuentan sus pensamientos y nos desnudan su alma y sus secretos...
Consciente de que el sexo (sobre todo cuando es un tema por descubrir dentro de la propia película a lo largo del metraje) es un tema que genera morbo e interés, Soderbergh sabe explotar el asunto. Sugiere más que muestra (ya sea en las acciones o en los diálogos de los protagonistas), nos presenta personajes explicitamente con secretos dentro de su mente. Ese buen uso de cierto misterio por parte de Soderbergh sin duda genera cierto interés durante toda la primera parte de la cinta, esperando que se nos desvelen ciertos asuntos de los personajes aunque no sepamos cuales son ni lo que nos espera.
La cinta es el devenir de cuatro personajes: los dos aparentemente "liberados" sexualmente y los otros dos "reprimidos". Estos dos últimos son los que nos cuentan sus pensamientos y nos desnudan su alma y sus secretos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... sin embargo las confesiones sexuales nuncan llegan a ser tales, no se trata el tema jamás explícitamente. Y si bien es comprensible que los personajes no quieran entrar en el tema conversacional porque ocultan ciertos secretos o porque están reprimidos, al final llega a parecer que es al director al que le da vergüenza entrar de lleno en el asunto con total implicación... es como si todos los diálogos se quedaran a medio camino.
Lo mismo sucede con los personajes, también se quedan a medio camino. Y si bien contaban con algo de potencial misterio e interés en un principio, al final se van difuminando y no logran la implicación o interés que pretenden. El personaje de Spader que parece en un principio algo complejo, no es nada excepcional sino un hombre corriente con sus inseguridades que tampoco es que se haga excesivamente empático. De los demás nada que decir, nada de interés a excepción del personaje de Andie McDowell (aunque al final la cosa tampoco es para tanto).
Lo mismo sucede con todas las situaciones de la segunda mitad del metraje. Las desvelaciones no cumplen tanto como prometen. Porque la película promete muchísimo en su primera mitad que es realmente buena, pero poco a poco se va viendo que crea expectativas que no se cumplen, se desinfla y sus resoluciones son de los más anecdóticas y (por qué no decirlo) algo tontas. Al final acaba dando la impresión de que se esperaba "algo" que nunca llega a darse. La ínfima tensión sexual creada entre los dos personajes principales se queda en agua de borrajas, y su encuentro sexual es penosamente desarrollado haciéndose muy poco creíble (y mira que es difícil que un "polvo" se haga poco creíble dentro de una historia).
En definitiva, la cosa se queda a medio camino. Parte de una buena propuesta, pero se hecha en falta más implicación en todos los aspectos (situaciones más potentes, una exploración de las pensamientos de las personajes más profunda, etc). Cuando se acaba de visionar, uno no tiene la impresión de haber visto una obra maestra novedosa o impactante, pero "Sexo, mentiras y cintas de video" es mínimamente interesante en su primera mitad, y no llega a aburrir (su ritmo es correcto, no es pausada y tampoco es muy larga). Al menos no es rollo intelectual del típico cine independiente pretencioso... porque entretener, entretiene. La verdad es que para ser de un debutante no está nada mal.
Lo mejor: Andie McDowell. Que genera cierto interés en su primera mitad.
Lo peor: Que ese interés se quede en nada.
Lo mismo sucede con los personajes, también se quedan a medio camino. Y si bien contaban con algo de potencial misterio e interés en un principio, al final se van difuminando y no logran la implicación o interés que pretenden. El personaje de Spader que parece en un principio algo complejo, no es nada excepcional sino un hombre corriente con sus inseguridades que tampoco es que se haga excesivamente empático. De los demás nada que decir, nada de interés a excepción del personaje de Andie McDowell (aunque al final la cosa tampoco es para tanto).
Lo mismo sucede con todas las situaciones de la segunda mitad del metraje. Las desvelaciones no cumplen tanto como prometen. Porque la película promete muchísimo en su primera mitad que es realmente buena, pero poco a poco se va viendo que crea expectativas que no se cumplen, se desinfla y sus resoluciones son de los más anecdóticas y (por qué no decirlo) algo tontas. Al final acaba dando la impresión de que se esperaba "algo" que nunca llega a darse. La ínfima tensión sexual creada entre los dos personajes principales se queda en agua de borrajas, y su encuentro sexual es penosamente desarrollado haciéndose muy poco creíble (y mira que es difícil que un "polvo" se haga poco creíble dentro de una historia).
En definitiva, la cosa se queda a medio camino. Parte de una buena propuesta, pero se hecha en falta más implicación en todos los aspectos (situaciones más potentes, una exploración de las pensamientos de las personajes más profunda, etc). Cuando se acaba de visionar, uno no tiene la impresión de haber visto una obra maestra novedosa o impactante, pero "Sexo, mentiras y cintas de video" es mínimamente interesante en su primera mitad, y no llega a aburrir (su ritmo es correcto, no es pausada y tampoco es muy larga). Al menos no es rollo intelectual del típico cine independiente pretencioso... porque entretener, entretiene. La verdad es que para ser de un debutante no está nada mal.
Lo mejor: Andie McDowell. Que genera cierto interés en su primera mitad.
Lo peor: Que ese interés se quede en nada.
21 de febrero de 2013
21 de febrero de 2013
30 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
SEXO. El sexo está muy sobrevalorado. Todo el mundo habla de sexo, piensa en el sexo, escribe sobre sexo, lee sobre sexo, hace pelis de sexo… Y claro, naturalmente el gran Soderbergh no podía ser menos, faltaría plus! Él tenía que hacer también su peli sobre sexo; pero eso sí, sin sexo, o sea, una historia en la que la gente ni folla ni se toca, que sólo mira y habla. Y cómo se hace eso? Pues fácil: juntas a una neurótica reprimida muy guapa pero fría como un témpano y a un voyeur adorable pero impotente, y los pones a relatarse mutuamente sus desgracias sexuales. Y ya tienes una peli de sexo sin sexo. Y tú ya serás considerado un genio el resto de tu vida for ever and ever.
MENTIRAS. Contrariamente al sexo, la mentira está francamente infravalorada como medio de superviviencia social e incluso como labor humanitaria. La sinceridad, en cambio, está supervaloradísima. Pero cómo podríamos vivir en un mundo en el que la gente fuera brutalmente sincera y dijera exactamente lo que piensa, lo que siente y lo que hace cuando nadie les ve? Sería un infierno; es más, no se me ocurre un infierno más infernal que ése. Sería el infierno de la verdad absoluta, en el que ni siquiera por mera caridad estaría permitido mentir. Un horror! Y sin embargo ésa es la ingenua y pavorosa propuesta de Soderbergh en esta película. No se os ponen los pelos de punta?
CINTAS DE VÍDEO. Mucho antes de que James Spader engordara 50 kilos, su cara se convirtiera en un pan abogado y se metiera a abogado en Boston Legal; mucho antes de que Andie Porqueyolovalgo MacDowell se dedicara a hacer anuncios de champú; y mucho antes de que aparecieran Internet y las redes sociales y la gente tomara por costumbre colgar sus vídeos caseros follando, echándose pajas o comiendo pollas... mucho antes de todo eso a Soderbergh se le ocurrió esta historia precursora sobre exhibicionistas y mirones que en su momento apasionó pero que hoy en día, cuando cualquiera enseña sus tetas por youtube, o las tetas de su novia… resulta tan antigualla como “Marcelino pan y vino”, "Sor Citroen" o “Las señoritas de la Cruz Roja”. Una reliquia, en definitiva.
MENTIRAS. Contrariamente al sexo, la mentira está francamente infravalorada como medio de superviviencia social e incluso como labor humanitaria. La sinceridad, en cambio, está supervaloradísima. Pero cómo podríamos vivir en un mundo en el que la gente fuera brutalmente sincera y dijera exactamente lo que piensa, lo que siente y lo que hace cuando nadie les ve? Sería un infierno; es más, no se me ocurre un infierno más infernal que ése. Sería el infierno de la verdad absoluta, en el que ni siquiera por mera caridad estaría permitido mentir. Un horror! Y sin embargo ésa es la ingenua y pavorosa propuesta de Soderbergh en esta película. No se os ponen los pelos de punta?
CINTAS DE VÍDEO. Mucho antes de que James Spader engordara 50 kilos, su cara se convirtiera en un pan abogado y se metiera a abogado en Boston Legal; mucho antes de que Andie Porqueyolovalgo MacDowell se dedicara a hacer anuncios de champú; y mucho antes de que aparecieran Internet y las redes sociales y la gente tomara por costumbre colgar sus vídeos caseros follando, echándose pajas o comiendo pollas... mucho antes de todo eso a Soderbergh se le ocurrió esta historia precursora sobre exhibicionistas y mirones que en su momento apasionó pero que hoy en día, cuando cualquiera enseña sus tetas por youtube, o las tetas de su novia… resulta tan antigualla como “Marcelino pan y vino”, "Sor Citroen" o “Las señoritas de la Cruz Roja”. Una reliquia, en definitiva.
24 de enero de 2010
24 de enero de 2010
15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confieso que he pensado en Almodóvar casi desde el principio, con algo parecido el genial manchego hubiera hecho un destrozo dignísimo que he esperado y no ha llegado.
Lo cierto es que la presentación de las frustraciones y obsesiones de los personajes hace de todos ellos unos incompletos y unos infelices, por un motivo o por otro cada uno lleva su lastre y ninguno alcanza la felicidad por culpa de esas taras. Steven Soderbergh realiza un ejercicio correcto, poco más, y entre rarezas de difícil etiquetaje (quizás lo más importante es que son todos unos mentirosos) nos muestra la debilidad general del ser humano. Nadie se salva, todos están condenados al fracaso.
Mi nota no podría ser nunca un aprobado ante el teatro de infelices que he visto, escena tras escena he sufrido las penosas interpretaciones de los actores, muy lamentables todos. El absurdo de las cintas de video me ha dejado bastante descolocado, lo cual está bien, pero creo que no acaba de explotar el drama como Almodóvar hubiera hecho. No soy un seguidor del director español pero seguro que me hubiera divertido más. Será por eso que uno es yanqui y el otro no.
Lo cierto es que la presentación de las frustraciones y obsesiones de los personajes hace de todos ellos unos incompletos y unos infelices, por un motivo o por otro cada uno lleva su lastre y ninguno alcanza la felicidad por culpa de esas taras. Steven Soderbergh realiza un ejercicio correcto, poco más, y entre rarezas de difícil etiquetaje (quizás lo más importante es que son todos unos mentirosos) nos muestra la debilidad general del ser humano. Nadie se salva, todos están condenados al fracaso.
Mi nota no podría ser nunca un aprobado ante el teatro de infelices que he visto, escena tras escena he sufrido las penosas interpretaciones de los actores, muy lamentables todos. El absurdo de las cintas de video me ha dejado bastante descolocado, lo cual está bien, pero creo que no acaba de explotar el drama como Almodóvar hubiera hecho. No soy un seguidor del director español pero seguro que me hubiera divertido más. Será por eso que uno es yanqui y el otro no.
29 de octubre de 2013
29 de octubre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de culto con título de película “S” de los setenta. Tenía muchas ganas de verla desde hace tiempo, atraído por las grandes críticas que siempre ha tenido.
Y la verdad es que me esperaba mucho más. Hay sexo (mucho, pero hablado, que no oral, eso sí), mentiras (muchas) y cintas de video (bastantes), pero hay poca historia que contar la verdad.
Es una película de personajes, de actores, y desde luego, los cuatro están muy bien, sobre todo, James Spader y Andy McDowell. Pero incluso los personajes son un poco de cartón – piedra, excesivamente estereotipados, sobre todo los dos comparsas (el marido follador infiel y mentiroso, la hermana mentirosa y libertina) que realzan la complejidad de los dos personajes principales.
En definitiva, es atractiva la película al principio por su punto de partida, por el asunto de las cintas de video, pero a medida que avanza te vas dando cuenta de que no hay nada más, que la historia no da más de sí.
Seguramente, si no hubiera estado precedida de tanta fama, mi percepción sería más positiva.
Y la verdad es que me esperaba mucho más. Hay sexo (mucho, pero hablado, que no oral, eso sí), mentiras (muchas) y cintas de video (bastantes), pero hay poca historia que contar la verdad.
Es una película de personajes, de actores, y desde luego, los cuatro están muy bien, sobre todo, James Spader y Andy McDowell. Pero incluso los personajes son un poco de cartón – piedra, excesivamente estereotipados, sobre todo los dos comparsas (el marido follador infiel y mentiroso, la hermana mentirosa y libertina) que realzan la complejidad de los dos personajes principales.
En definitiva, es atractiva la película al principio por su punto de partida, por el asunto de las cintas de video, pero a medida que avanza te vas dando cuenta de que no hay nada más, que la historia no da más de sí.
Seguramente, si no hubiera estado precedida de tanta fama, mi percepción sería más positiva.
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