La chica del dragón tatuado
2011 

7.0
38,168
Thriller. Intriga. Drama
Mientras espera poder librarse de una acusación de difamación que puede hundir su carrera, el periodista Mikael Blomkvist recibe un extraño encargo: trasladarse a una remota isla del norte de Suecia, donde la muerte no esclarecida de una joven cuarenta años atrás atormenta aún a su tío, el patriarca de una de conocida familia. Sospechando que el asesino puede seguir aún en la isla, Blomkvist emprende una investigación que lo lleva a ... [+]
15 de febrero de 2012
15 de febrero de 2012
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hubo nada de esta película que me hiciera arrepentir de haberla ido a ver al cine, después de ver la versión sueca, que narra con tanta con tanta parquedad y falta de expresión lo escrito por Larsson; tal vez se pueda no esperar tanto de una reversión, pero como su director dijo, él realizó una adaptación del libro libre de esta úlitma, no solo una remake made in U.S.A. como muchos esperaran centrándonos siempre en sus dos protagonistas principales, una ya mencionada en el titulo y nuestro actual James Bond, quienes son, al fin y al cabo a quienes vamos a seguir en esta trilogía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ya con unos títulos que atrapan a cualquiera, después de la presentación de Blomkvist by Craig, nos introducen en una peli donde el suspenso y la expectativa envuelven a estos héroes. Con una merecidísima nominación a Mara por su personificación de Salander, Fincher también logró que se le sienta aún mas empatismo que el libro mismo, e inclusive que nuestro corazón se rompa junto con el de Lisbeth.
Aquí estaremos a la espera, de vaya a saber que nombre le pondrán a "La chica que soñaba con un cerilla y un bidón de gasolina", sabiendo que solo nos va a dejar con ganas de más de este dúo/pareja/amigos/cómplices/etc,etc...
Aquí estaremos a la espera, de vaya a saber que nombre le pondrán a "La chica que soñaba con un cerilla y un bidón de gasolina", sabiendo que solo nos va a dejar con ganas de más de este dúo/pareja/amigos/cómplices/etc,etc...
20 de enero de 2012
20 de enero de 2012
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me han dado repelús esas casas con sótanos cavernosos que aparecen con tanta frecuencia en las películas. Una diría que son como una réplica alegórica de la gente que vive en ellas. Por arriba, los confortables aposentos de la vida de cara a la galería, de la careta de rutina tranquila y feliz; la imagen de lo hogareño. Por abajo, lóbregos subterráneos poco iluminados, mal ventilados, con trastos acumulados sin gran sentido de la pulcritud, hedores a humedad, a cerrado, a cuartuchos claustrofóbicos capaces de suscitar pesadillas desbocadas, con bichos merodeando por los rincones. Yo no sé si tendría huevos de bajar ahí sin ir acompañada, porque el cine entre otras cosas tiene mucha culpa de ello, de que hayamos aprendido a temer a los sótanos.
Nunca tendría uno en mi casa.
Y si has leído la trilogía de Millennium o has visto alguna de las películas, entre ellas esta maravillosa nueva versión de Fincher (que algunos me darán de palos por admitirlo pero yo opino que supera a la adaptación sueca original), cuando te asomes a un sótano no lo harás sin notar un frío repentino que te pone el vello erizado.
Larsson te imprime esa sensación una vez que te has quedado atrapado en sus novelas. Porque saca a relucir tanta mierda de los subterráneos de las sociedades avanzadas que la tirria a descender a las lúgubres profundidades de una simple casa es una bagatela en comparación con el descenso a los infiernos que puede que haya unas calles más allá, o en el edificio de enfrente, en montones de sótanos de los que no sabíamos ni palabra, enmascarados debajo de una aparente fachada impoluta y decente.
Pensé que no llegaría a decir esto, porque creí que nadie osaría igualar o mejorar a la Lisbeth Salander de Noomi Rapace, pero estaba equivocada. Rooney Mara pulveriza mis expectativas. Los matices que aporta a su difícil personaje me han hipnotizado; la Lisbeth de Larsson y ahora la de Fincher ocupan el primer puesto de mis heroínas literarias contemporáneas.
Daniel Craig, puf, menudo Blomkvist, genial. Destila esa simpatía y ese aura de tío cuarentón de mente ágil que está para mojar pan al tiempo que, como hace con la arisca Lisbeth, se cuela como un huracán sin esperar a ser invitado, y uno está encantado con ello.
Ahora le sigue “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, o "La chica que jugaba con fuego", como quiera que la llamen. La esperaré.
Nunca tendría uno en mi casa.
Y si has leído la trilogía de Millennium o has visto alguna de las películas, entre ellas esta maravillosa nueva versión de Fincher (que algunos me darán de palos por admitirlo pero yo opino que supera a la adaptación sueca original), cuando te asomes a un sótano no lo harás sin notar un frío repentino que te pone el vello erizado.
Larsson te imprime esa sensación una vez que te has quedado atrapado en sus novelas. Porque saca a relucir tanta mierda de los subterráneos de las sociedades avanzadas que la tirria a descender a las lúgubres profundidades de una simple casa es una bagatela en comparación con el descenso a los infiernos que puede que haya unas calles más allá, o en el edificio de enfrente, en montones de sótanos de los que no sabíamos ni palabra, enmascarados debajo de una aparente fachada impoluta y decente.
Pensé que no llegaría a decir esto, porque creí que nadie osaría igualar o mejorar a la Lisbeth Salander de Noomi Rapace, pero estaba equivocada. Rooney Mara pulveriza mis expectativas. Los matices que aporta a su difícil personaje me han hipnotizado; la Lisbeth de Larsson y ahora la de Fincher ocupan el primer puesto de mis heroínas literarias contemporáneas.
Daniel Craig, puf, menudo Blomkvist, genial. Destila esa simpatía y ese aura de tío cuarentón de mente ágil que está para mojar pan al tiempo que, como hace con la arisca Lisbeth, se cuela como un huracán sin esperar a ser invitado, y uno está encantado con ello.
Ahora le sigue “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, o "La chica que jugaba con fuego", como quiera que la llamen. La esperaré.
13 de febrero de 2012
13 de febrero de 2012
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
El prólogo es desalentador (el de la película sueca es mucho más sugerente). Después aparecen unos títulos de crédito excelentes, con una música muy "cañera" (me dije, bueno quizás esta película tendrá más ritmo que la original sueca). Pero no, esta película tiene una gran falta de ritmo, los créditos iniciales no pegan con el ritmo calmado (yo diría cansino) de este remake que se esfuerza en cada escena en no parecerse a la anterior película. Los actores estan bien (Daniel Craig lo hace realmente bien), pero Rooney Mara no llega al papelón que hace Noomi Rapace como Lisbeth Salander. Y el final de la película es un bajón monumental, decepcionante. El argumento es más fiel al libro, pero visto el resultado final creo que la simplificación del argumento y los spoilers de la película sueca fueron una gran idea. Interesante, si, pero la película sueca tiene mejor guión, mejor ritmo, mejores actuaciones, más coherencia, imagenes "más potentes", en general es mejor, este remake americano no me ha aportado nada, lo que no quite que sea una película interesante (mi nota es un 6).
9 de enero de 2012
9 de enero de 2012
47 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es por dar la matraca del perroflauta. La gente no hace películas para salvar a las ballenas, pero vamos a no ser mercenarios. Los periódicos también están para venderse y creo que estamos de acuerdo en que un artículo donde se endiñe publicidad encubierta es algo vulgar. Chabacano. Y me jode que a quien ha hecho Seven, Fight Club o Zodiac -cuyos personajes no necesitan usar nada de marca- le haya dado por fusionar marketing con cine. No tengo nada en contra de que financies tus pelis, Fincher, pero me molesta que me restrieguen las cosas. Cuando salgo del metro y llega un tipo a meterme en la boca el papelito de turno del brujo "señor Yembé" que te quita los males de ojo, pues también me cabreo. Aunque sea una bellísima persona. Así que, que quede claro: NO ME INTERESAN los Mac. Ni los Nokia, ni Coca Cola ni McDonald's. No me los restriesgues, que para eso mejor los pones en Facebook, ¿no?
Respecto a la historia; llevaba tatuado el nombre de Fincher desde siempre. Sólo él sabe darle esa atmósfera a sus pelis, y ésta no es una excepción. La música, la fotografía, el ritmo... es una historia lúgubre, malsana. La BSO de Reznor es lo mejor de la peli; su alma negra. Todos elogian a Rooney Mara, pero hacedme caso: mucha culpa de que su personaje funcione la tiene Daniel Craig, que está enorme. Ahí está un poco la diferencia con la versión sueca, en que este Blomqvist tiene gancho. Lisbeth está algo más cuidada por el guión. En su día me gustó mucho Noomi Rapace; su interpretación no tiene nada que envidiar a la de Rooney Mara. Y la cinta sueca tampoco tiene nada que envidiar a esta, por cierto. El guión es CALCADO. Aburre justo en las mismas partes donde aburría la otra. ¿Merecía la pena el remake? Claro que no. Igual que Déjame Entrar. Pero claro. Es de Fincher. Ese es el tema. Millenium es una buena película, cuya principal virtud, y defecto, es ser hija de su padre. Un paso atrás bastante notable con respecto a Zodiac, creo yo. De bastante menos entidad. Aunque... es de Fincher. Porque te va a dar igual haberte leido el libro, aborrecer a los suecos o el marketing encubierto, porque tú, igual que yo, también irás a verla por ese mismo motivo. Porque es de Fincher.
Vuelvo a lo de antes. Que cada uno haga las pelis que le de la gana. Si prefieres ponerte del lado de las salas llenas de gente comiendo nachos, berreando y toqueteando el móvil cada dos por tres, adelante. Yo también quiero ganar dinero en mi trabajo. Pero es una lástima que uno de los directores con más talento de Hollywood baje el pie del acelerador y se meta en el mundo de los remakes sin alma que salen casi al mismo tiempo que los originales, y cuya principal razón de ser es seguir sacando tajada del enorme éxito de ventas del libro en cuestión. También lo es que su cine, que sigue siendo de primera calidad, cada vez suelte más tufo a marketing encubierto. Eso NO es a lo que debería aspirar un genio. Hace falta hambre, David. No te conformes. Apunta más alto la próxima vez.
Respecto a la historia; llevaba tatuado el nombre de Fincher desde siempre. Sólo él sabe darle esa atmósfera a sus pelis, y ésta no es una excepción. La música, la fotografía, el ritmo... es una historia lúgubre, malsana. La BSO de Reznor es lo mejor de la peli; su alma negra. Todos elogian a Rooney Mara, pero hacedme caso: mucha culpa de que su personaje funcione la tiene Daniel Craig, que está enorme. Ahí está un poco la diferencia con la versión sueca, en que este Blomqvist tiene gancho. Lisbeth está algo más cuidada por el guión. En su día me gustó mucho Noomi Rapace; su interpretación no tiene nada que envidiar a la de Rooney Mara. Y la cinta sueca tampoco tiene nada que envidiar a esta, por cierto. El guión es CALCADO. Aburre justo en las mismas partes donde aburría la otra. ¿Merecía la pena el remake? Claro que no. Igual que Déjame Entrar. Pero claro. Es de Fincher. Ese es el tema. Millenium es una buena película, cuya principal virtud, y defecto, es ser hija de su padre. Un paso atrás bastante notable con respecto a Zodiac, creo yo. De bastante menos entidad. Aunque... es de Fincher. Porque te va a dar igual haberte leido el libro, aborrecer a los suecos o el marketing encubierto, porque tú, igual que yo, también irás a verla por ese mismo motivo. Porque es de Fincher.
Vuelvo a lo de antes. Que cada uno haga las pelis que le de la gana. Si prefieres ponerte del lado de las salas llenas de gente comiendo nachos, berreando y toqueteando el móvil cada dos por tres, adelante. Yo también quiero ganar dinero en mi trabajo. Pero es una lástima que uno de los directores con más talento de Hollywood baje el pie del acelerador y se meta en el mundo de los remakes sin alma que salen casi al mismo tiempo que los originales, y cuya principal razón de ser es seguir sacando tajada del enorme éxito de ventas del libro en cuestión. También lo es que su cine, que sigue siendo de primera calidad, cada vez suelte más tufo a marketing encubierto. Eso NO es a lo que debería aspirar un genio. Hace falta hambre, David. No te conformes. Apunta más alto la próxima vez.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los créditos son la ostia, sí. Están hecho para lucir, y lucen.
15 de enero de 2012
15 de enero de 2012
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho se está discutiendo sobre si era necesario o no el remake de Los hombres que no amaban a las mujeres, ya sea porque la fidelidad de Opley a la novela de Larsson quedó patente o bien por la proximidad en el tiempo entre ambas cintas. Sin embargo, el director de La Red Social, a su juicio y al de muchos entre los que me incluyo, consideraba que Millenium requería una revisión.
Es un ejercicio complejo acudir a ver lo último de Fincher sin tener presente la novela o la cinta original. Las diferencias enseguida saltan a la vista y sin sucumbir a dotes adivinatorias, todo apunta a que Larsson vería en la obra del americano aquellos pasajes que rondarían en su cabeza antes de plasmarlos en palabras. No es que la cinta de Opley no exprimiera las páginas de la novela, todo lo contrario, su talón de Aquiles residía en el mimetismo sobre la novela. La fidelidad al libro era tal que no se permitía el lujo de levantar la vista del texto.
Imposible evitar las comparaciones aunque sean odiosas. A la cinta de Opley se le echaba en falta el ritmo que le ha impuesto Fincher y le sobraba metraje referente a la investigación. Ahora esos minutos de más son empleados en instantes donde la adrenalina es necesaria. La pasión que requería la original, Fincher nos la brinda de una forma brillante con unos efectivos planos donde la tensión hace mella en un espectador ya conocedor de la historia pero que se deja seducir como inexperto. A la técnica sobresaliente de la cinta hay que añadirle una banda sonora a la altura, guiando al espectador a una montaña rusa de sensaciones. Compuesta por Trent Renzor y Atticus Ross , que ya colaboraron con Fincher en La red Social logrando un Globo de Oro y un Oscar.
Esta nueva versión de Millenium no sería lo mismo sin un elenco de actores que diera la talla. Desde unos secundarios de lujo como Christopher Plummer o Stellan Skarsgård hasta la elección de la pareja protagonista. Daniel Craig imprime carácter a su personaje relegando al olvido la interpretación de Michael Niqvist pero sobre todo la gran delicia de la película recae en uno de esos personajes tan bien descritos que cualquier actriz querría, aunque no todas podrían, defender.
Si Fincher lo tenía complicado de cara a las críticas por aventurarse en un proyecto ya visto, Rooney Mara más aún. Lisbeth Salander es un caramelo de personaje que Noomi Rapace ya supo aprovechar dotando a la cinta de su mejor baza. Era uno de los alicientes ver un nuevo rostro en la piel de Salander y aunque la sombra de Rapace es muy alargada, Mara brinda una interpretación soberbia, rica en matices y con una entrega brutal en la que la química con Craig es arrolladora.
(sigue en spoiler sin desvelar nada)
Es un ejercicio complejo acudir a ver lo último de Fincher sin tener presente la novela o la cinta original. Las diferencias enseguida saltan a la vista y sin sucumbir a dotes adivinatorias, todo apunta a que Larsson vería en la obra del americano aquellos pasajes que rondarían en su cabeza antes de plasmarlos en palabras. No es que la cinta de Opley no exprimiera las páginas de la novela, todo lo contrario, su talón de Aquiles residía en el mimetismo sobre la novela. La fidelidad al libro era tal que no se permitía el lujo de levantar la vista del texto.
Imposible evitar las comparaciones aunque sean odiosas. A la cinta de Opley se le echaba en falta el ritmo que le ha impuesto Fincher y le sobraba metraje referente a la investigación. Ahora esos minutos de más son empleados en instantes donde la adrenalina es necesaria. La pasión que requería la original, Fincher nos la brinda de una forma brillante con unos efectivos planos donde la tensión hace mella en un espectador ya conocedor de la historia pero que se deja seducir como inexperto. A la técnica sobresaliente de la cinta hay que añadirle una banda sonora a la altura, guiando al espectador a una montaña rusa de sensaciones. Compuesta por Trent Renzor y Atticus Ross , que ya colaboraron con Fincher en La red Social logrando un Globo de Oro y un Oscar.
Esta nueva versión de Millenium no sería lo mismo sin un elenco de actores que diera la talla. Desde unos secundarios de lujo como Christopher Plummer o Stellan Skarsgård hasta la elección de la pareja protagonista. Daniel Craig imprime carácter a su personaje relegando al olvido la interpretación de Michael Niqvist pero sobre todo la gran delicia de la película recae en uno de esos personajes tan bien descritos que cualquier actriz querría, aunque no todas podrían, defender.
Si Fincher lo tenía complicado de cara a las críticas por aventurarse en un proyecto ya visto, Rooney Mara más aún. Lisbeth Salander es un caramelo de personaje que Noomi Rapace ya supo aprovechar dotando a la cinta de su mejor baza. Era uno de los alicientes ver un nuevo rostro en la piel de Salander y aunque la sombra de Rapace es muy alargada, Mara brinda una interpretación soberbia, rica en matices y con una entrega brutal en la que la química con Craig es arrolladora.
(sigue en spoiler sin desvelar nada)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
He de reconocer que cuando leí la noticia de que Fincher, uno de los directores de mayor proyección del momento, sería encargado de llevar a cabo la versión americana de Millenium, no entendí el motivo de su decisión pero a día de hoy he asimilado que si las cosas se pueden mejorar, ¿por qué no apostar por ellas?
Lo mejor: la alianza entre Fincher y Mara.
Lo peor: que se la catalogue de "americanada" simplemente por haber llegado tarde.
Lo mejor: la alianza entre Fincher y Mara.
Lo peor: que se la catalogue de "americanada" simplemente por haber llegado tarde.
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