Elizabeth
1998 

6.5
8,311
Drama
Inglaterra, año 1554. Tras la muerte de la reina María Tudor, que ha dejado al país sumido en un estado de inestabilidad financiera y crisis religiosa, sube al trono Isabel I (Cate Blanchett). Popularmente se la conoce como "La Reina Virgen", aunque por su participación en el reparto del botín obtenido tras los ataques del corsario Drake a las costas españolas, tanto peninsulares como coloniales, es también conocida como "La Reina Pirata". (FILMAFFINITY) [+]
20 de septiembre de 2008
20 de septiembre de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan fastuosa como fue la Edad de Oro inglesa, esto es, el reinado de Elizabeth I en Inglaterra, esta película dirigida por un hindú y protagonizada por una australiana no podía reflejar mejor el espíritu de una época fascinante para la Historia del mundo, una época de descubrimiento, conquista, expansión, florecimiento de artes e industrias...y que tenía como ombligo y epicentro a la amada y odiada Pérfida Albión.
Las tramas se entrecruzan y evolucionan en este incomparable marco histórico, en torno a la figura de la enigmática Elizabeth y su transformación progresiva de doncella a mujer y de mujer a una criatura de aura sobrecogedora, la encarnación viviente de lo que vagamente hemos dado en denominar "realeza". El exquisito trabajo de Cate Blanchett, enfrentada a la doble dificultad de encarar acento británico y lenguaje sembrado de arcaicismos, es el principal mérito de una película que se pierde un poco demasiado en intrigas y esteticismos amanerados, pero que gana mucho en lo que se refiere a recreación (los decorados y vestuario quitan el hipo) y desfile de personajes fascinantes.
Puede que sus hechuras de thriller cortesano respondan a una concepción demasiado moderna que recuerda más al kistch de "Los Tudor" que a la clásica sobriedad de otras películas históricas inglesas, pero qué duda cabe que pocas veces en una película se ha conseguido explicar de manera tan elocuente y poderosa el enorme peso que tuvo esta contradictoria Reina Virgen y por extensión, el significado de la monarquía en un pueblo tan afiliado a sus reyes como ha sido y es todavía, el pueblo británico.
Las tramas se entrecruzan y evolucionan en este incomparable marco histórico, en torno a la figura de la enigmática Elizabeth y su transformación progresiva de doncella a mujer y de mujer a una criatura de aura sobrecogedora, la encarnación viviente de lo que vagamente hemos dado en denominar "realeza". El exquisito trabajo de Cate Blanchett, enfrentada a la doble dificultad de encarar acento británico y lenguaje sembrado de arcaicismos, es el principal mérito de una película que se pierde un poco demasiado en intrigas y esteticismos amanerados, pero que gana mucho en lo que se refiere a recreación (los decorados y vestuario quitan el hipo) y desfile de personajes fascinantes.
Puede que sus hechuras de thriller cortesano respondan a una concepción demasiado moderna que recuerda más al kistch de "Los Tudor" que a la clásica sobriedad de otras películas históricas inglesas, pero qué duda cabe que pocas veces en una película se ha conseguido explicar de manera tan elocuente y poderosa el enorme peso que tuvo esta contradictoria Reina Virgen y por extensión, el significado de la monarquía en un pueblo tan afiliado a sus reyes como ha sido y es todavía, el pueblo británico.
28 de mayo de 2007
28 de mayo de 2007
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Elizabeth es aparentemente una típica película inglesa de época. Afortunadamente cuenta a su favor con una diferencia importante respecto a otras muchas películas del mismo género, y es el tratamiento que se da a la historia.
Como Elizabeht I llego al trono, y los embites que tuvo que superar para afianzarse como la gran reina que termino siendo, está narrado con un estilo más potente y novedoso de lo habitual. Normalmente las películas de época son más contemplativas, mientras que la narración de Elizabeth adquiere por momentos cotas muy elevadas de fuerza y estilo. Todo esto reforzado por una puesta en escena lujosa donde cada dolar gastado luce en pantalla de forma deslumbrante.
Es una lástima que pese a todo esto, la película no consiga transmitir la pasión de la reina y de los personajes que la rodean, quedándose en un espectáculo vibrante a ratos, pero que no transmite el entusiasmo de los hechos narrados.
La presencia de Cate Blanchett practicamente eclipsa al resto del notable reparto. Está, como suele se habitual radiante, y rebosante de energía y pasión. La película, en cambio, rebosa energía pero en lo de la pasión se queda bastante corta.
No quiero terminar sin mencionar el trabajo, breve pero extraordinario, de la actriz Kathy Burke.
Como Elizabeht I llego al trono, y los embites que tuvo que superar para afianzarse como la gran reina que termino siendo, está narrado con un estilo más potente y novedoso de lo habitual. Normalmente las películas de época son más contemplativas, mientras que la narración de Elizabeth adquiere por momentos cotas muy elevadas de fuerza y estilo. Todo esto reforzado por una puesta en escena lujosa donde cada dolar gastado luce en pantalla de forma deslumbrante.
Es una lástima que pese a todo esto, la película no consiga transmitir la pasión de la reina y de los personajes que la rodean, quedándose en un espectáculo vibrante a ratos, pero que no transmite el entusiasmo de los hechos narrados.
La presencia de Cate Blanchett practicamente eclipsa al resto del notable reparto. Está, como suele se habitual radiante, y rebosante de energía y pasión. La película, en cambio, rebosa energía pero en lo de la pasión se queda bastante corta.
No quiero terminar sin mencionar el trabajo, breve pero extraordinario, de la actriz Kathy Burke.
28 de febrero de 2008
28 de febrero de 2008
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que darle tiempo a esta notable película y dedicarle paciencia, por lo menos yo lo tuve que hacer. Y me alegré de hacerlo porque la película me fue interesando cada vez más, convirtiéndose en un film más que interesante. Me he quedado con ganas de ver su continuación, lo que habla muy bien de este trabajo. Cate Blanchett, una vez más, está increíble, es una de las mejores actrices de su generación, otra australiana que, junto a Nicole Kidman y Naomi Watts, hacen un trío de ases. Geoffrey Rush también está inmejorable, siempre con ese rostro tan especial que le ayuda a dar credibilidad a sus personajes, la mayoría tan desagradables. Los secundarios Fanny Ardant, Vincent Cassel y Joseph Fiennes están correctos. Daniel Craig tiene un papel demasiado corto pero da la talla. Emily Mortimer es una actriz que me encanta y aquí lo vuelve a hacer perfecto como dama de compañía de Elizabeth. Pero quien se lleva la palma para mí aquí es el impresionante Christopher Eccleston, está increíble, guapo, intrigante, perverso, manipulador. Su personaje es una joya y él le ha sacado buen provecho. Es un actor al que voy a seguir fielmente desde este momento.
Creo que la película bien se merece un visionado, a mí me ha servido para descubrir a esta reina tan particular, un personaje que me ha encantado.
Creo que la película bien se merece un visionado, a mí me ha servido para descubrir a esta reina tan particular, un personaje que me ha encantado.
1 de mayo de 2016
1 de mayo de 2016
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debe ser porque me acabe de the tudors, que al ver muy interesado la historia de enrique viii, quede bastante decepcionado al ver esta película.
La vida de la reina Isabel está llena de acontecimientos, de historias que cambiaron la historia de Inglaterra y el mundo, y de entro todo lo que había para contar, decidieron concentrarlo en la historia de amor con una de sus admiradores, los pretendientes que rechazo, y las amenazas sobre su vida, punto. Las otras historias como la separación de la iglesia, la guerra contra España, la piratería, la guerra contra María Estuardo, y el surgimiento como potencia naval y cultural, son cosas si quiera tocadas o no narradas. No pido un documental, pero si hubiera sido una mejor argumentación de porque esta reina fue tan grande, su capacidad para tomar las decisiones que cambiaron la historia, y que lo llevo a forjar su personalidad. Para tanto drama romántico esta crepúsculo o 50 sombras de grey, es una lástima.
No la recomiendo a quienes ven la película atraídos por la figura de Isabel, no tiene mucho que ver.
La vida de la reina Isabel está llena de acontecimientos, de historias que cambiaron la historia de Inglaterra y el mundo, y de entro todo lo que había para contar, decidieron concentrarlo en la historia de amor con una de sus admiradores, los pretendientes que rechazo, y las amenazas sobre su vida, punto. Las otras historias como la separación de la iglesia, la guerra contra España, la piratería, la guerra contra María Estuardo, y el surgimiento como potencia naval y cultural, son cosas si quiera tocadas o no narradas. No pido un documental, pero si hubiera sido una mejor argumentación de porque esta reina fue tan grande, su capacidad para tomar las decisiones que cambiaron la historia, y que lo llevo a forjar su personalidad. Para tanto drama romántico esta crepúsculo o 50 sombras de grey, es una lástima.
No la recomiendo a quienes ven la película atraídos por la figura de Isabel, no tiene mucho que ver.
28 de noviembre de 2007
28 de noviembre de 2007
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de ir a ver “Elizabeth: la edad de oro”, me ha apetecido revisar la anterior entrega, que narra la posible “prehistoria” de la famosa reina, y su metamorfosis de bastarda impía a “Reina Virgen” excelsa y omnipotente (transformación perfectamente retratada por una incipiente Cate Blanchett, para quien la película supuso su gran despegue).
Aunque es interesante, opino que se la sobrevaloró un poco (a veces es un poco confusa, y a veces está cerca de aburrir).
Me recuerda un poco a “La reina Margot” de Patrice Chéreau, no sólo por las disensiones a causa de la religión (católicos contra protestantes), sino también por ese aire siniestro, sangriento, conspirativo (aunque la de Chéreau era más sucia y radical en ese sentido).
Para el apartado visual sólo caben alabanzas, desde la fotografía hasta el vestuario, pasando por el maquillaje y la peluquería (de hecho el único Óscar que logró de los 7 a los que optaba fue el de mejor maquillaje).
El amplio reparto resulta bastante compacto y conjuntado, y sólo chirrían el blandengue y seudo-guaperas Joseph Fiennes (con un personaje además no muy bien definido) y el ex-futbolista Eric Cantona (de físico demasiado bruto para hacer de embajador francés).
La divina Fanny Ardant está realmente imponente en su breve colaboración como María de Guisa, enemiga católica de la protestante Elizabeth.
Salen en breves papeles varios actores que hoy ostentan mayor estatus del que tenían entonces (Daniel Craig, Vincent Cassel, Emily Mortimer…).
Aunque es interesante, opino que se la sobrevaloró un poco (a veces es un poco confusa, y a veces está cerca de aburrir).
Me recuerda un poco a “La reina Margot” de Patrice Chéreau, no sólo por las disensiones a causa de la religión (católicos contra protestantes), sino también por ese aire siniestro, sangriento, conspirativo (aunque la de Chéreau era más sucia y radical en ese sentido).
Para el apartado visual sólo caben alabanzas, desde la fotografía hasta el vestuario, pasando por el maquillaje y la peluquería (de hecho el único Óscar que logró de los 7 a los que optaba fue el de mejor maquillaje).
El amplio reparto resulta bastante compacto y conjuntado, y sólo chirrían el blandengue y seudo-guaperas Joseph Fiennes (con un personaje además no muy bien definido) y el ex-futbolista Eric Cantona (de físico demasiado bruto para hacer de embajador francés).
La divina Fanny Ardant está realmente imponente en su breve colaboración como María de Guisa, enemiga católica de la protestante Elizabeth.
Salen en breves papeles varios actores que hoy ostentan mayor estatus del que tenían entonces (Daniel Craig, Vincent Cassel, Emily Mortimer…).
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