Los agentes del destino
6.1
23,678
Ciencia ficción. Fantástico. Romance
El día de las elecciones al Senado, el joven y carismático político David Norris (Matt Damon) conoce a Elise Sellas (Emily Blunt), una guapa bailarina de ballet que altera completamente su vida. Cuando Norris empieza a sospechar que ciertas fuerzas sobrenaturales intentan separarlos, tratará de averiguar las causas. Debut en la dirección del guionista de "El ultimatum de Bourne". (FILMAFFINITY)
28 de marzo de 2012
28 de marzo de 2012
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Buen comienzo. Buena idea. Original, aunque con la impresión de que quiere parecerse en algun sentido a "origen". Puede que esto sea simplemente mi impresión, pero ahí queda.
A medida que avanza se pierde en la historia romántica y pierde bastante, llegando a ser algo aburrida durante un gran tramo de la película.
Para terminar, el final me parece muy mejorable, ya que se lo sacan prácticamente de la manga, no tiene sentido, no concuerda con nada en la peli. Parece improvisado.
En definitiva, muy buena idea, bastante original, pero se quedó solo en "prometedora"
A medida que avanza se pierde en la historia romántica y pierde bastante, llegando a ser algo aburrida durante un gran tramo de la película.
Para terminar, el final me parece muy mejorable, ya que se lo sacan prácticamente de la manga, no tiene sentido, no concuerda con nada en la peli. Parece improvisado.
En definitiva, muy buena idea, bastante original, pero se quedó solo en "prometedora"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¡Que final tan malo! Después de todo lo que tiene que pasar el tío, resulta que todo era una prueba de Dios! Me parece que no tenían por donde escaparse y por ahí tiraron.
3 de abril de 2012
3 de abril de 2012
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Decir que un film está basado en una historia de Phillip K. Dick es revestir de cierto empaque de seriedad a la obra y al mismo tiempo ejerce de reclamo a los espectadores. Y eso a pesar que, como el que suscribe, la gran mayoría no ha leído nunca o muy ocasionalmente. De todas formas, no cabe duda que las historias ideadas por el escritor son bastante cinematográficas, puesto que pese a ambientarlas en tiempos futuros, o tocar temas fantásticos, no acaba de abandonar una mirada muy peculiar sobre la sociedad en que vivió y que por tanto se puede trasladar sin necesidad de grandes montajes, naves surcando los cielos de NY o LA, y hombrecitos verdes como jefes de alguna coalición intergaláctica.
El realizador George Nolfi es el firmante de esta historia que se alimenta de uno de esos relatos de Phillip K. Dick. Como suele ser habitual, el punto de partida es interesante: David Norris (Matt Damon) es un joven político con aspiraciones al senado que un buen día conoce a una mujer (interpretada por Emily Blunt), por la que se siente atraído. Lo malo es que el destino tiene escrito otros planes para él, y lo peor es que unos guardianes se encargan que nadie se salga de la línea.No cabe duda que la trama es de lo más cinematográfico. No hay nada mejor para ello que una pareja que lucha por un amor imposible, superando hasta las barreras de su propio destino. Sin embargo, Nolfi no sabe aderezarlo adecuadamente, resaltando únicamente los aspectos que obstaculizan la relación entre ambos protagonistas, relativizando lo fantástico de la idea, y vaciando totalmente los matices filosóficos de la misma.
Por otro lado, la idea, nada novedosa por otra parte, de presentar a los "vigilantes" como si fueran agentes del FBI tampoco es demasiado afortunada (esos sombreros y esas oficinas que parecen estancadas en los tiempos de J. Edgar Hoover les delatan). Y lo que es peor, está totalmente desaprovechada. Lo mismo que la (breve) presencia de de actores como Terence Stamp.
Lo peor de todo es que pese a la buena idea de partida, su desarrollo y posterior puesta en escena deja bastante que desear. Sin demasiado esfuerzo podemos encontrar más de un error de guión y de consistencia a una historia cuyos guionistas no se ha preocupado en pulir. Además, pese a lo ingenioso que pueda resultar la forma de trasladarse por la ciudad, se abusa en exceso de ello, con el objetivo de diseñar curiosas persecuciones que tienen la finalidad de mover un poco un film que se antoja excesivamente estático.
Y es que Nolfi se deja llevar por la anécdota, y se centra en exceso en la lucha de una pareja por superar todas las barreras que les impiden estar juntos, dejando de lado otros aspectos que hubieran enriquecido el film, dando diversos saltos temporales sin preocuparse en que resulten más o menos creíbles o incluso coherentes, y tras dos horas de tira y afloja concluye el film de forma casi abrupta, con un giro final tan poco creíble como el resto de metraje.
El realizador George Nolfi es el firmante de esta historia que se alimenta de uno de esos relatos de Phillip K. Dick. Como suele ser habitual, el punto de partida es interesante: David Norris (Matt Damon) es un joven político con aspiraciones al senado que un buen día conoce a una mujer (interpretada por Emily Blunt), por la que se siente atraído. Lo malo es que el destino tiene escrito otros planes para él, y lo peor es que unos guardianes se encargan que nadie se salga de la línea.No cabe duda que la trama es de lo más cinematográfico. No hay nada mejor para ello que una pareja que lucha por un amor imposible, superando hasta las barreras de su propio destino. Sin embargo, Nolfi no sabe aderezarlo adecuadamente, resaltando únicamente los aspectos que obstaculizan la relación entre ambos protagonistas, relativizando lo fantástico de la idea, y vaciando totalmente los matices filosóficos de la misma.
Por otro lado, la idea, nada novedosa por otra parte, de presentar a los "vigilantes" como si fueran agentes del FBI tampoco es demasiado afortunada (esos sombreros y esas oficinas que parecen estancadas en los tiempos de J. Edgar Hoover les delatan). Y lo que es peor, está totalmente desaprovechada. Lo mismo que la (breve) presencia de de actores como Terence Stamp.
Lo peor de todo es que pese a la buena idea de partida, su desarrollo y posterior puesta en escena deja bastante que desear. Sin demasiado esfuerzo podemos encontrar más de un error de guión y de consistencia a una historia cuyos guionistas no se ha preocupado en pulir. Además, pese a lo ingenioso que pueda resultar la forma de trasladarse por la ciudad, se abusa en exceso de ello, con el objetivo de diseñar curiosas persecuciones que tienen la finalidad de mover un poco un film que se antoja excesivamente estático.
Y es que Nolfi se deja llevar por la anécdota, y se centra en exceso en la lucha de una pareja por superar todas las barreras que les impiden estar juntos, dejando de lado otros aspectos que hubieran enriquecido el film, dando diversos saltos temporales sin preocuparse en que resulten más o menos creíbles o incluso coherentes, y tras dos horas de tira y afloja concluye el film de forma casi abrupta, con un giro final tan poco creíble como el resto de metraje.
7 de abril de 2012
7 de abril de 2012
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Poco voy a decir de esta película. La idea en si es fabulosa, excelente y muy audaz. Pero hay un “pero” en todo esto. George Nolfi no ha sabido llevarla con buena mano y la película se estanca en un sinfín de preguntas que se hace el espectador.
La película resalta el hecho de como el azar puede cambiar el rumbo de nuestra vida y como el amor entre dos persona puede ser su perdición respecto al futuro.
La temática y la dirección (de lo mejor de la película) son excelentes y los actores tienen muy buena química. Todo encaja muy sutilmente. ¿Cuál es el “pero”? Si se hubiera tomado más en serio lo que se tenía entre manos, podríamos están hablando de una película muy a tener presente. Le falta elegancia y sutileza a la hora de contar la historia. Mas pausa, desentrañar más una trama con la que el escpectador se hace infinidad de preguntas. ¿Ritmo? Le sobra, y es lo que hace mantener al espectador perplejo en la butaca haciendo que la historia se pase tan rápido que al final no nos da tiempo a asimilar los entresijos que Nolfi nos plantea. Nolfi parece que tiene prisa en contar el relato, en desenmascara la trama que inunda toda la película, dejando un acabo poco convincente. Quizá solo se buscaba contar una historia de amor a contracorriente, o quizá Nolfi sintió impotencia frente a la cámara al ver como se le escapaba una buena idea.
Una pena para una película muy pero que muy interesante pero que no se ha tomado en serio ni se le ha dado el tiempo y el cariño que se debía.
Mis felicitaciones a Nolfi por un gran debut.
La película resalta el hecho de como el azar puede cambiar el rumbo de nuestra vida y como el amor entre dos persona puede ser su perdición respecto al futuro.
La temática y la dirección (de lo mejor de la película) son excelentes y los actores tienen muy buena química. Todo encaja muy sutilmente. ¿Cuál es el “pero”? Si se hubiera tomado más en serio lo que se tenía entre manos, podríamos están hablando de una película muy a tener presente. Le falta elegancia y sutileza a la hora de contar la historia. Mas pausa, desentrañar más una trama con la que el escpectador se hace infinidad de preguntas. ¿Ritmo? Le sobra, y es lo que hace mantener al espectador perplejo en la butaca haciendo que la historia se pase tan rápido que al final no nos da tiempo a asimilar los entresijos que Nolfi nos plantea. Nolfi parece que tiene prisa en contar el relato, en desenmascara la trama que inunda toda la película, dejando un acabo poco convincente. Quizá solo se buscaba contar una historia de amor a contracorriente, o quizá Nolfi sintió impotencia frente a la cámara al ver como se le escapaba una buena idea.
Una pena para una película muy pero que muy interesante pero que no se ha tomado en serio ni se le ha dado el tiempo y el cariño que se debía.
Mis felicitaciones a Nolfi por un gran debut.
30 de mayo de 2013
30 de mayo de 2013
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Destino oculto es una película romántica de ciencia ficción que adapta un relato del prolífico Philip K. Dick convirtiéndolo en un producto que en el trailer se vende como interesante pero acaba derivando en comercialismo puro y duro.
George Nolfi debuta en la dirección. Tras dedicar la primera parte de su carrera a su faceta de guionista, Nolfi reescribe aquí el relato de Philip K. Dick y es él mismo quien se ocupa de darle forma tras las cámaras. A efector prácticos, su trabajo no es malo visto desde el enfoque estilo thriller que se le da a la película desde el principio, haciendo que sea ese el punto de vista del espectador mientras recorre una historia de amor ubicada en pleno centro de la ciencia ficción. El planteamiento no es malo, desde luego, y es por eso que cuando finaliza la pregunta surge la pregunte de dónde está el error. Y el fallo es evidente: algo tan jugoso como la historia de unos observadores que hacen que los humanos cumplan su destino, deriva poco a poco en una película romántica en la que el bache a la que se enfrentan los protagonistas es a un destino ya escrito, sustituyendo a problemas habituales como los suegros o las ex-parejas. Así pues, Nolfi nos acaba dando una película romántica aliñada con ciencia ficción, decantándose mucho más por la primera vertiente y utilizando el thriller como una mera excusa para su propósito.
La pareja protagonista es la que levanta la película. Matt Damon, que hace ya mucho que dejó de ser el actor guapo del que se burlaban por parecer tonto, da una lección a los actores novatos (y a algunos veteranos) de cómo se estudia y se trabaja un personaje desde la comprensión hacia sus necesidades. Emily Blunt, que podría limitarse a ser "la chica de la película" está encantadora y enamora al protagonista y de paso a todos los espectadores con una dulzura y una naturalidad sobrenaturales. Muy buen trabajo el de Anthony Mackie, humanizando a un personaje que crece mucho gracias a su interpretación. El veterano Terence Stamp aúna buenas maneras ante las cámaras y presencia, como ha hecho tantas veces en su ya larga carrera.
Resumiendo, que es gerundio: Destino oculto es una película con la que se puede pasar un rato entretenido. La buena historia del maestro Philip K. Dick se intuye bajo varias capas de ciencia ficción desaprovechada, thriller rutinario y romanticismo sustentado en los actores, pero George Nolfi no es capaz de sacarle todo el jugo. Ni la mitad. Ni la cuarta parte. Esta película podría ser unas 100 veces mejor de lo que es. Y no es mala.
George Nolfi debuta en la dirección. Tras dedicar la primera parte de su carrera a su faceta de guionista, Nolfi reescribe aquí el relato de Philip K. Dick y es él mismo quien se ocupa de darle forma tras las cámaras. A efector prácticos, su trabajo no es malo visto desde el enfoque estilo thriller que se le da a la película desde el principio, haciendo que sea ese el punto de vista del espectador mientras recorre una historia de amor ubicada en pleno centro de la ciencia ficción. El planteamiento no es malo, desde luego, y es por eso que cuando finaliza la pregunta surge la pregunte de dónde está el error. Y el fallo es evidente: algo tan jugoso como la historia de unos observadores que hacen que los humanos cumplan su destino, deriva poco a poco en una película romántica en la que el bache a la que se enfrentan los protagonistas es a un destino ya escrito, sustituyendo a problemas habituales como los suegros o las ex-parejas. Así pues, Nolfi nos acaba dando una película romántica aliñada con ciencia ficción, decantándose mucho más por la primera vertiente y utilizando el thriller como una mera excusa para su propósito.
La pareja protagonista es la que levanta la película. Matt Damon, que hace ya mucho que dejó de ser el actor guapo del que se burlaban por parecer tonto, da una lección a los actores novatos (y a algunos veteranos) de cómo se estudia y se trabaja un personaje desde la comprensión hacia sus necesidades. Emily Blunt, que podría limitarse a ser "la chica de la película" está encantadora y enamora al protagonista y de paso a todos los espectadores con una dulzura y una naturalidad sobrenaturales. Muy buen trabajo el de Anthony Mackie, humanizando a un personaje que crece mucho gracias a su interpretación. El veterano Terence Stamp aúna buenas maneras ante las cámaras y presencia, como ha hecho tantas veces en su ya larga carrera.
Resumiendo, que es gerundio: Destino oculto es una película con la que se puede pasar un rato entretenido. La buena historia del maestro Philip K. Dick se intuye bajo varias capas de ciencia ficción desaprovechada, thriller rutinario y romanticismo sustentado en los actores, pero George Nolfi no es capaz de sacarle todo el jugo. Ni la mitad. Ni la cuarta parte. Esta película podría ser unas 100 veces mejor de lo que es. Y no es mala.
11 de junio de 2014
11 de junio de 2014
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Una película a lo "Big Brother", en la que el director ha escrito los planes para la vida de las personas, unas vidas mejores o peores, aunque otras son el sacrificio para una causa mayor. Dentro de este contexto, a pesar de que el libre albedrío está censurado para la gente despierta, el protagonista deberá luchar con todas sus fuerzas para poder "decidir" solamente entre el amor o su sueño, con la ausencia de la otra parte.
Esta película, que intenta beber de las bases de las mejores, pierde sentido por falta de explicaciones, mientras que lo único que luce es la química entre la pareja protagonista, lo que hace evadirte del thriller que no llega a ser.
¿Estarías dispuesto a sacrificar tu sueño por amor? o ¿alcanzar tu sueño sin nadie con quien compartirlo?
Esta película, que intenta beber de las bases de las mejores, pierde sentido por falta de explicaciones, mientras que lo único que luce es la química entre la pareja protagonista, lo que hace evadirte del thriller que no llega a ser.
¿Estarías dispuesto a sacrificar tu sueño por amor? o ¿alcanzar tu sueño sin nadie con quien compartirlo?
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