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Cantando bajo la lluvia

Musical. Comedia. Romance Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)
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Críticas 182
Críticas ordenadas por utilidad
12 de agosto de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin ser una película perfecta, que no lo es de lejos, tiene un encanto y sobre todo unos números musicales que dejan muy atrás a otros musicales mucho más premiados. Hay musicales técnicamente mejor planificados (Un americano en París), otros con un guión más consistente (A chorus line, West side story) otros más espectaculares (Ellos y ellas, Hello Dolly), pero personalmente, creo que es la mejor película musical que se hecho porque al acabar de verla te sientes bien, es un puro entretenimiento y con unos toques de comedia sencilla y blanca que sólo buscan hacer reir. Absolutamente recomentable, absolutamente inmprescindible.
Samer
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19 de mayo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 1952, quédense con ese dato, porque es clave en el entendimiento de esta película. Una clave que nos hace ver la enorme visión de futuro de sus creadores. El inicio es glorioso y colorido, en el año 52, pero ambientado en los maravillosos años 20 americanos, donde se ve que el mundo iba a una velocidad inusitada.

A continuación, nos ofrece una gratuita visión de lo que había en el cine de puertas para adentro, de una manera mucho más arriesgada a la que lo hizo Chaplin con Candilejas, del mismo año. Candilejas es una obra muy buena, pero de realismo pesimista. “Singing in the rain” es una oda a la alegría, al optimismo, al beneficio del cambio, a las oportunidades de los cambios.

El número en el que aparece Cyd Charisse es imprescindible solo por ella, por el resto no se explica su inclusión fuera de contexto. Es una pena que quede como postizo, sin mucho sentido al final.

Pero el final es maravilloso, lleno de mucho amor, humor y justicia.
CHIRU
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5 de diciembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confieso que fui con una especie de temor a ver esta película. Temor a que este clásico me parezca un bodrio, temor a que no pueda alienarme del presente y meterme en los ’50. Pasados 10 minutos del film mi temor se fue.
Hermosa comedia musical (desconozco si está bien usado el término), hace bastante que no la pasaba tan bien en el cine, que me reía sin desparpajos. Se me viene a la mente “She is funny that way” que curiosamente está relacionada con Broadway y el teatro.
Nos encontramos en los años 20 cuando aún el cine era mudo, Lockwood (Kelly) y Lamont (Hagen) eran la sensación de las películas mudas, él no quiere saber nada con ella, ella cree los rumores y parece estar enamorada de él, digo parece porque no creo que lo esté, solo cree lo que dicen las revistas. Siempre acompañados por el poco afortunado amigo de él interpretado por O’Connor. Hasta que conoce a Kathy (Reynolds) y su mundo se da vuelta.
Quiero destacar las actuaciones de gran parte del elenco (si bien algunas parecían sobreactuadas de más o poco verosímil es atribuible a la época), pero sobre todo de los tres principales: Kelly, O’Connor y Reynolds. Magnificas por donde se las mire, y no sólo las actuaciones. Sus hermosas voces cantantes y los bailes. Es algo que no paraba de admirar a lo largo de cada musical, y no dejaba de pensar todo el ensayo que tenían encima y que gran capacidad para hacerlos (la gran mayoría) de un tirón. Destacable más aún son estos últimos. El primero que hacen juntos los dos hombres con esos trajes coloridos y los violines. El que hace solo O’Connor para su amigo, se mueve por todo el espacio y por supuesto el que hacen los tres en la casa con un amplio recorrido por ésta. Me pareció admirable todo ese trabajo que hicieron en cámara y por supuesto las horas de ensayos que debían tener encima para semejante coordinación.
Tenía pensado hacer un apartado aparte sobre los musicales pero me colgué hablando arriba. Me faltó hablar de uno, de mi preferido antes de ver la película. O sea, hace años que me encanta la canción que le da título a la película, me la sé prácticamente de memoria y esta fue una gran oportunidad para poder ver la escena y la verdad que me encantó. Demasiadas flores tiré, debo decir que hubo uno que me pareció muy largo y hasta aburrido, tan poco me gusto que me cuesta contarles cual es. Están hablando con el productor y le pregunta cómo sería un desarrollo de una escena y Kelly se va por las ramas con ese musical que la verdad no logré descifrar si tenía algún mensaje o subtexto.
Podría hablar un poco más de la historia. La cual está bastante bien e interesante. Los musicales insertados en los momentos correctos y un giro cerca del final que en realidad queda a medio girar. Tiene un buen comienzo, un buen desarrollo y un buen final. Salí encantado y nada arrepentido del cine.
Mi recomendación: Excelente musical, si pueden ver alguna de las funciones que hay en los cines véanla que vale la pena verla en pantalla grande, sino véanla en casa con un buen home theatre.

Mi puntuación: 9/10
Un Poeta Crítico
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28 de julio de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película entrañable que nos deja hipnotizados y que nos hace no poder de parar de sonreir, ya sea por la ternura de sus personajes o por el gracioso texto que sale de sus labios. Una película que engrandece al cine musical y también el cine de la época. Es increible ver el resultado que obtiene sin necesitar detrás grandes avances tecnológicos de los que se disponen ahora. Un gran elenco de artístas con un amplio abanico de habilidades que hace que no podamos hacer otra cosa que quedarnos con la boca abierta. Una película que debería ver todo el mundo y con canciones que han pasado a ser la banda sonora de nuestras vidas.
Rubcc86
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23 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La joya de la producción Arthur Freed y la dirección compartida de Stanley Donen y Gene Kelly ha quedado en la historia del cine como una de las películas más queridas por público y crítica y como el mejor musical de su estilo. Es además uno de los pocos musicales antiguos que funciona verdaderamente como comedia y como historia más allá de la calidad de sus números musicales. Con un puñado de canciones como presupuesto básico, los guionistas Green y Comden construyeron una historia sobre la muerte del cine mudo y el nacimiento del sonoro, con sus iniciales esclavitudes y chapuzas técnicas (colocar micrófonos por entre los vestidos de los actores y condenar a la cámara a la inmovilidad, protegida de los ruidos por un bunker), y con el descubrimiento de defectos en las estrellas que la mudez disimulaba, como le sucede al hilarante personaje de Lina Lamont, magníficamente interpretado por Jean Hagen. Además de su valor como crónica caricaturizada de una transformación y sus magníficas situaciones cómicas (los insultos entre Kelly y Hagen mientras simulan decirse frases amorosas en el rodaje de una película muda) y melodramáticas (el descubrimiento de que Lina Lamont es una farsante a quien doblan la voz, con el alzamiento del telón que descubre a la dulce Debbie Reynolds), Cantando bajo la lluvia ofrece el que puede ser el mejor número del cine musical, la pieza que da título a la película con el impactante ballet de Kelly entre charcos en medio de la lluvia, y en definitiva, la mejor concentración de excelencias del musical por metro de celuloide: ese estupendo, aunque algo largo y pretencioso, ballet final al son de Broadway Melody, con la impactante presencia de la escultural danzarina Cyd Charisse; el divertídisimo homenaje al burlesque que realiza un acrobático Donald O’Connor en Make’m laugh; el tierno Good Morning, el también divertido número del trabalenguas Moses suposses, el romántico entre Gene y Debbie en un estudio de los de antes, con brisa y atardecer artificiales, el cómico y acrobático Fit as a fiddler que bailan Gene y Donald violín en mano, y el charleston de Debbie, en plan ricura, en medio de un coro de flappers. Irresistible.
Capitan Ahab
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